Primera cita
Era un caluroso día en la ajetreada ciudad de Nueva Donk. Las calles estaban sorprendentemente vacías debido al calor, ya que nadie quería pasar tanto tiempo fuera. Una de las pocas personas que estaba afuera era una estudiante de último año, que estaba sentada esperando a alguien. Iba vestida con una camisa celeste claro de botones, una falda corta negra que le llegaba a las rodillas, y unas zapatillas negras sin calcetas. Llevaba además un sombrero para cubrirse del sol, y un collar de plata con una pequeña estrella amarilla en él, un objeto que le habian regalado y le habia encantado. La chica de 17 años, pelo rubio claro y ojos celestes parecía estar algo sorprendida, viendo constantemente su reloj. Él jamás llegaba tarde a ningún lado ... sera que tal vez ¿se habia asustado?
Estaba pensando en Mario, un chico de 15 años que iba dos grados abajo de ella y que habia conocido gracias a su maestra de música hace dos años. En ese entonces Mario estaba en el primer año de la secundaria, y ya que la misma persona da música en todos los grados, su maestra les dijo a ambos que se quedaran después de clase ...
En el pasado:
Rosalina se encontraba con el uniforme del colegio en el salón de música mientras afinaba su guitarra eléctrica. El uniforme consistía de una camisa blanca de botones, una falda larga de color gris, calcetas blancas y zapatillas negras. Ella era de las pocas alumnas que no odiaba el uniforme, de hecho se sentía bastante cómoda usandolo. Su guitarra era celeste y estaba conectada a un amplificador que estaba a la par de su asiento.
De repente, su maestra entró al salón llevando a un alumno detrás de ella. Este parecía estar escondido detras de ella y por nada del mundo quería ser visto, lo que llamó bastante la atención de Rosalina.
Maestra : Bien, gracias por quedarte hasta tarde Rosa.
Rosalina (seria) : Claro, no debe agradecermelo.
Maestra : Bueno, veras, la razón por la que quise que te quedaras es porque creo haber encontrado a tu segunda guitarra.
Rosalina : Yo prefiero tocar sola.
Maestra : Es por eso que te lo quería presentar. Debes aprender a convivir con otras personas.
Rosalina : Si se trata de personas orgullosas que van a enojarse porque soy mejor que ellos, no gracias. Creo que esta perdiendo su tiempo.
Maestra : Bien, en ese caso no me dejas opción. Si quieres que te siga permitiendo venir aquí en los recesos a practicar, entonces deberas enseñarle todo lo que sabes.
Rosalina : Pero...
Maestra : ¡Sin peros jovencita! Este chico tiene talento y tu le vas a ayudar a potenciarlo porque yo lo digo. Al menos transmite tu conocimiento a otros, claro, si no eres orgullosa.
Rosalina (suspira) : Esta bien ... lo hare.
Maestra : Bien ... entonces los dejo solos. Y ya sal de mi espalda Mario, ella no te va a hacer daño.
Un chico salió de detras de la maestra llevando el uniforme de la secundaria (con pantalon, calcetines y zapatos en vez de falda, calcetas y zapatillas) , y una funda de guitarra en su espalda, la cual era un poco grande para él. Él tiene el pelo café y los ojos azules, además de una nariz bastante grande para su edad. Parecía estar asustado, aunque se calmó un poco al verla.
La maestra salió del salón, dejandolos solos.
Rosalina : Bien, saca tu guitarra y enseñame lo que sabes. Hay un amplificador en el mueble del fondo.
El chico se movió hasta el fondo y sacó el amplificador del armario donde estaba, para después comenzar a caminar de regreso a donde su tutora lo esperaba. Debido al tamaño del amplificador, el pobre tuvo que llevarlo arrastrado con bastante dificultad hasta donde la chica rubia lo esperaba. Luego, sacó su guitarra (la cual era roja) se la colgó al hombro y la conectó al amplificador, y comenzó a tocar.
Rosalina quedó impresionada con la habilidad del muchacho, pues conocía varias técnicas para tocar la guitarra, además de tener velocidad y agilidad en las manos.
Rosalina : Impresionante ... ¿que edad tienes?
Él no respondió.
Rosalina (insistente) : Oye ... respondeme.
Mario : Tre ... trece. Voy e ... en pri ... primer año.
Rosalina : Veo que eres tímido.
Mario : Es que ... me das miedo.
Rosalina : ¿Miedo?
Mario : Los que van en grados mayores me dan miedo ... además de que eres muy seria ... y tu peinado no me da confianza.
Rosalina : ¿Puedo saber que tiene de malo mi peinado?
Mario : Mi papá dice que los que se tapan un ojo con el pelo siempre esconden algo, algo en su interior.
Rosalina : Y ... ¿tu que crees que escondo?
Mario : No sé ... y no es que sea de mi incumbencia. Yo ... yo solo quiero llevar esto en paz. No me gusta estar contigo ... más de lo que a ti te gusta estar conmigo. Así que ... tu enseñame ... y hasta allí.
Rosalina : Me parece ...
De vuelta al presente:
Desde entonces se habian encontrado todos los días después de clases hasta el presente. Con el tiempo fueron haciendose amigos, pues ella descubrió que a pesar de ser más joven, él era más maduro que muchos de sus compañeros. Y él descubrió que ella no era tan seria y aburrida como pensaba. Con el pasar del tiempo ella habia descubierto que Mario se habia enamorado de ella, pues él no es muy bueno para disimular. Al inicio penso simplemente que era lindo, y hasta cierto punto cómico, pero mientras más lo conocía más se enamoraba de él también.
Un día ella decidió dejarlo ir al salón en los recesos junto a ella. Ella decía que para practicar, pero en realidad era para pasar más tiempo con él. Ese día le dijo que después de que el cretino de su ex novio la dejara, ella pensó en no volver a enamorarse, por lo que trataba de evitar el contaco con otras personas, pero que gracias a él habia visto que aún hay buenas personas en el mundo. Desgraciadamente no capto la indirecta, y solo dijo gracias timidamente. Al día siguiente le llevó el collar que estaba usando como regalo de cumpleaños. Desde ese día ella se lo ponía siempre, pues le recordaba a él.
Jamás en su vida se imaginó que se terminaría enamorando de alguien menor a ella, y aqui estaba, esperandolo para su primera cita. Aún recordaba el momento en que se lo pidio. El pobre estaba hecho una gelatina, y trató de calmarlo tocandole el hombro, pero parece que eso lo puso aún más nervioso. Finalmente fue capaz de preguntarselo y ella aceptó gustosa, y aunque no lo demostró, estaba muy feliz de que al fin la hubiera invitado a salir. Sabiendo lo mucho que le costó, decidió recompensarlo con un beso en la mejilla.
Mientras ella esperaba, el pobre de Mario corría a toda velocidad por las calles, no podía creer que iba tarde a su tan ansiada primera cita. Iba vestido con una camisa roja, unos pantalones azules y tenis blancos. No solo le habia costado un mundo poder pedirselo a aquella misteriosa pero cautivadora chica, sino que ensima corría el riesgo de hecharlo todo a perder.
A él le habia parecido muy bonita desde el primer día que la conoció, aunque no quiso decirselo por miedo. Con el tiempo no pudo evitar enamorarse de ella al conocerla mejor. Jamás pensó que se iba a enamorar de una chica más grande que él, pero aquí esta, corriendo como loco a su encuentro. Siempre pensó que ella lo iba a rechazar no solo por ser más joven que ella, sino porque ya habia tenido novio y él no tenía ninguna experiencia en relaciones. Su corazón se detuvo por algunos segundos cuando la oyo decir el tan ansiado 'sí', y estuvo a punto de desmayarse cuando lo besó en la mejilla.
Finalmente, la encontró sentada en una banca viendo su reloj. Él se detuvo en seco cerca de ella y comenzó a recuperar el aliento.
Rosalina : Mario ... ¿estas bien? Venías corriendo bastante rápido.
Mario (nervioso) : Sí ... sí estoy bien. Perdón por hacerte esperar, en serio, pero Yoshi comió tanto anoche que puso un huevo, ya sabes, uno de sus proyectiles, pero tenía miedo de que un pequeño yoshi saliera de allí así que me llamó y ... y ... y no quieres oír esto (se golpea la cabeza y murmura) ¡tonto!
Ella no pudo evitar sonreír, él le parecía muy tierno cuando se ponía nervioso.
Rosalina : No debes disculparte por nada, Mario. Además, solo fueron 15 minutos, en serio, no estoy molesta.
Mario : ¿En serio? O, vaya, pues ... entonces ... ¿vamos?
Rosalina (se levanta) : Vamos.
Mario le ofreció el brazo para que ella lo tomara, pero en vez de eso lo tomó directamente de la mano, causando que se ruborizara. Él la miró a los ojos, esos ojos que tanto le encantaban ver, y la vio sonriendole.
Rosalina : ¿Que pasa Mario, no quieres tomarme de la mano?
Mario : Sí ... sí quiero, tu mano es ... muy suave.
Rosalina : Entonces sigamos.
Ambos comenzaron a caminar hacia el cine, la primera parada de su cita. Mario estaba muy nervioso, pues nunca habia tomado la mano de una chica, además de que estaba bastante cerca de ella. Su pulso estaba más acelerado que antes, aunque se calmaba un poco al sentir la pequeña y delicada mano de ella sosteniendo la suya. Rosalina, por su parte, iba bastante calmada, pues ya estaba acostumbrada a ir de la mano. Le sorprendía lo firme que era la mano de Mario, a pesar de ser dos años menor que ella.
Una cosa que resaltaba bastante de ambos al ir en la calle era la diferencia de altura. Al ser ella dos años mayor que él, le sacaba una cabeza entera de estatura.
Una vez que llegaron al cine, entraron a ver la película que Rosalina habia elegido: una de terror. Mario no estaba acostumbrado a este tipo de películas, por lo que hubo momentos donde se asustó bastante. En esos momentos, Rosalina lo abrazaba, convirtiendo su susto en nervios. Nuevamente, a ella le parecia gracioso y algo tierno cada vez que él se sonrojaba y se ponía nerviso al abrazarlo, y es que ella habia elegido la película con la intención de tener excusas fáciles para abrazarlo. Ella podía ser seria y madura, pero en definitiva tenía su sentio del humor, además de idear planes algo extremos para ayudarlo a declararsele.
Una vez que terminó la película, ambos salieron del cine y se dirigieron a un restaurante para comer.
Mario : Va ... vaya película más interesante que elegiste.
Rosalina : Bueno, me gustan mucho ese tipo de películas ... y te veias lindo cuando te asustabas.
Mario : ¿Yo, asustado? ¡pft! Claro que no.
Rosalina : Bueno, entonces creo que no te dare el abrazo que iba a darte por ser tan valiente y ver la película hasta el final a pesar de estar asustado.
Mario : Bueno ... em ... la verdad es que ... sí hubo momentos donde tuve algo de miedo.
Rosalina : Lo sabía ... ven aquí.
Rosalina lo tomó de los hombros y lo abrazó, pegandolo a ella. Desgraciadamente, no contó con que debido a la diferencia de tamaños, al abrazarlo de frente la cara de Mario iba a terminar entre sus pechos. Ella trató de ignorar el pequeño detalle y lo abrazó con fuerza. Luego de unos segundos se separó, tras lo que lo tomó de la mano y siguieron caminando. Mario iba aún medio estúpido, caminando por pura inercia, pues ella llevaba los botones de arriba de la camisa desabotonados, por lo que literalmente enterró su cara enmedio de sus pechos durante el abrazo.
Una vez que llegaron al restaurante, Mario estaba tan nervioso que botó la bebida de Rosalina. Tuvieron que pedir otra y a ella se le manchó la blusa y la falda. Mario se ofreció a limpiar la mesa y le pasó a ella una servilleta para que se secara un poco la ropa. El resto de la comida fue bastante incómoda.
Rosalina estaba algo desesperada, pues no habia manera de que él le dijera lo que sentía, a pesar de las muchas indirectas que ella le lanzaba de 'me gustas'. Por ello, estaba dispuesta a hacerlo ella en el momento en que viera la oportunidad. Ya al final del día, ambos iban caminando hacia la casa de Mario, en donde él se detuvo frente a la puerta y volteo rápidamente, haciendo una pequeña reverencia.
Mario : ¡Lo siento mucho Rosalina! Lo arruiné todo, solo te hice perder tu tiempo, soy un tonto y entendere si ya no quieres volver a hablarme y ...
Mario no pudo terminar la oración pues Rosalina tomó su rostro entre sus manos y se inclinó para darle un beso en los labios. Esto lo tomó por sorpresa, pero poco a poco fue cerrando los ojos y entregandose a la sensación. Su primer beso ... jamás pensó que sería así, él siempre habia pensado en que sería él el que tomaría a Rosalina de la cintura y la besaría ... jamás pensó que ella lo besaría a él. Pero eso no significaba que no se sintiera igual de grandioso. Los labios de Rosalina eran suaves y delicados, tal y como él habia imaginado que serían.
Ella se separó del beso y lo miró fijamente a los ojos, por lo que pudo ver el sonrojo en las mejillas de la rubia.
Rosalina : Debo decir que ... para ser tu primer beso no fue tan malo, aunque creo que debo enseñarte a besar. De momento, te dare un adelanto de lo que sigue.
Ella volvió a besarlo, y Mario abrió los ojos al sentir la lengua de ella entrar a su boca y jugar con su lengua. Al separarse, un pequeño hilo de saliva se formó entre sus bocas.
Rosalina : Te veo mañana después de clases, y espero que aprendas rápido la guitarra, porque después de eso te enseñara besar. Espero que me vuelvas a invitar a salir ... me diverti mucho el día de hoy.
Ella se separó de él y comenzó a caminar lejos de su casa, volteando una última vez.
Rosalina : Si no quedó muy claro ... ya somos novios. Cuidate.
Ella siguió su camino, mientras Mario se quedó parado en la entrada de su casa aún procesando lo que acababa de pasar.
Mario : ¿Me acaba de besar ... la chica más bonita ... de último año ... y que además ... ahora es mi novia? ... ... ... oh ... espero no estar soñando.
Mario caminó tambaleandose a la puerta de su casa, tras lo que entró en la misma. Fue a su cuarto y se tiró en su cama, donde se quedó viendo a su guitarra, tras lo que sonrió. Rosalina, por su parte, llegó a su casa y se desplomó en su cama, donde abrazó su almohada con fuerza. Al igual que cada vez que estaba feliz, tomó su guitarra y comenzó a tocar. Mario también tomo su guitarra.
Mario : Creo que ... le escribire una canción. Solo espero que no sea demasiado vergonzosa.
Él tomo un pedazo de papel y comenzó a tocar algunos acordes, escribiendolos junto a una posible letra en el pedazo de papel. Por primera vez en su vida, estaba realmente ansioso por ir a clases, no por las clases en si, sino por la persona que lo esperaba después de clases. No podía esperar para enseñarle la canción en su próxima cita ...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro