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Nuevas experiencias

Rosalina se encontraba sentada en la orilla de su cama, observándose frente a un espejo de cuerpo completo que se había conseguido para su habitación recientemente. Iba vestida con una camisa de botones celeste abotonada hasta el cuello, un pantalón de lona azul oscuro algo ajustado a su cintura, y unos tenis blancos con franjas celestes en los costados exteriores. Con una liga celeste en su mano derecha, la rubia estaba intentando hacerse una cola de caballo parecida a la que usa su amiga Peach cuando hace deportes. Con su otra mano sostenía un buen mechón de su rubia cabellera mientras se veía al espejo, intentando encontrar la altura perfecta para que se le viera bien. Se podía notar que estaba algo nerviosa, pues era la primera vez que se arreglaba ella sola. Generalmente no le prestaba mucha atención a su pelo, o a su ropa, y las pocas veces que lo hizo le pidió ayuda a sus amigas. Pero ahora ella quería aprender a hacerlo sola, pues no quería molestar a sus amigas cada vez que fuera a tener una cita con su novio. De repente, un par de destellos entraron a su habitación y se quedaron flotando cerca de ella, viéndola con curiosidad. Uno de ellos era amarillo y el otro azul, y fue precisamente este el primero en hablar.

Destello azul : Mamá ¿Por qué llevas tanto tiempo en tu habitación?

Destello amarillo : ¿Está todo bien? ¿Por qué te sostienes el cabello?

Rosalina (los voltea a ver) : Yo estoy ... arreglándome. No tardaré mucho más, lo prometo. Solo debo terminar con mi cabello.

Destello amarillo : Nosotros podemos ayudarte con esto.

Los dos destellos flotaron hacia la cabeza de su mamá y juntos sostuvieron su pelo, levantándolo ligeramente. Esto causó que la princesa del cosmos soltara una suave risilla mientras se veía al espejo.

Rosalina : Muy bien ... um ... bajen mi pelo un poco.

Los destellos comenzaron a acatar las instrucciones de su madre mientras ella seguía sosteniendo la liga, y finalmente se la ató al pelo. Los destellos flotaron hasta estar frente a ella, lo que llamó su atención.

Rosalina : Gracias por la ayuda pequeños.

Destello amarillo : No hay problema mamá, pero ¿por qué querías arreglarte el pelo?

Destello azul : Tu nunca sueles cambiar tu estilo, o al menos dedicarle tanto tiempo.

Destello amarillo : ¿Por qué hoy es diferente?

Rosalina : Em ... bueno, verán ... lo que pasa es que ...

Las palabras de Rosalina fueron interrumpidas cuando se comenzaron a escuchar a varios destellos gritando y riendo fuera de la habitación. De repente, un destello verde se asomó a la habitación, dirigiéndose a sus hermanos.

Destello verde : ¡Oigan, Mario llegó, y trajo trozos de estrella! ¡Vengan antes de que se acaben!

Los dos destellos salieron flotando de la habitación, dejando a su mamá sola nuevamente. Ella se quedó sentada en la orilla de la cama, escuchando como el relajo que tenían los destellos comenzaba a apagarse poco a poco, y pronto comenzó a escuchar pasos dirigiéndose a su habitación. En cuestión de segundos vislumbró a Mario acercándose hasta quedarse parado bajo el marco de la puerta. Él llevaba puesta una playera roja, unos pantalones azules y un par de tenis rojos con franjas azules y suela blanca. Se quedó parado en la entrada, sonriéndole a la rubia.

Mario : Hola.

Rosalina (sonríe nerviosa) : Hola.

Mario (se rasca la nuca) : Lamento no haber traído tantos trozos de estrella. Capturé los que pude mientras venía, pero el trayecto no es tan largo como para traer suficientes. Además de que el destello maestro tomó unos cuantos por su cuenta mientras veníamos de camino.

Rosalina : Tranquilo, no hay problema. Me ... me gusta que te hayas tomado el tiempo de traer trozos de estrella.

Mario : Bueno, de camino venía pensando en ti y ... pensé que sería bueno traer algo para mi hermosa princesa y sus traviesos destellos.

Rosalina : G~gracias ... y dime ¿Cómo luzco? ¿Te ... te gusta mi peinado?

Rosalina, aún sentada en la cama, extendió sus brazos a los lados y movió su cuerpo ligeramente hacia la derecha y hacia la izquierda para que Mario pudiera verla bien. Él solo sonrió y comenzó a caminar hacia ella, parándose cuando las puntas de sus pies se tocaron.

Mario : Te ves linda, pero ...

Rosalina (preocupada) : Pero ...

Mario se subió a la cama de un salto y se colocó de rodillas frente a Rosalina, colocándose entre sus piernas. Esto la tomó por sorpresa, causando que se sonrojara cuando el pequeño héroe acercó su rostro al de ella y pasó sus dos manos a los lados de su cabeza para sostener su cabello. Con cuidado le quitó la liga, dejándola sobre la cama, y luego comenzó a alisar su pelo con sus manos, usando sus dedos para estirarlo. De forma juguetona, tomó unos cuantos mechones del pelo rubio claro de su pareja y los colocó frente a sus hombros, desordenando su pelo un poco.

Mario : Pero creo que te ves más bonita con el pelo suelto.

El héroe de rojo notó que Rosalina se había quedado muda desde que él se le acercó tanto, y ahora parecía tener la mirada perdida.

Mario : ¿Está todo bien, Rosy? Yo ... no quería incomodarte.

Mario comenzó a alejarse de Rosalina, quien de forma inesperada sostuvo sus manos con las suyas.

Rosalina : N~no me incomodas, es solo que ... bueno ... no me acostumbro aún a esto ¿sabes?

Mario : Lo entiendo, ayer todo fue un poco rápido y algo confuso a decir verdad. Yo no estaba seguro de preguntarte si querías salir conmigo hoy.

Rosalina : ¿En serio?

Mario : En serio. Estuve parado como una hora frente al teléfono, debatiendo conmigo mismo.

Ambos rieron, aliviando un poco la tensión del momento. Rosalina comenzó a deslizar sus manos por los brazos de Mario, apoyando suavemente sus brazos en sus hombros y juntando sus manos detrás de la cabeza de su pareja.

Mario : Pero si aún no crees que estas lista para esto, yo lo entiendo.

Rosalina (niega con la cabeza) : Ya esperé suficiente para decirte y demostrarte lo que siento por ti. Lo que me preocupa es ... arruinarlo, de hecho.

Mario : ¿En serio?

Rosalina : Sí. No quiero hacer algo que te haga arrepentirte de ser mi novio. Es por eso que ... me tardé tanto arreglándome, yo ... no se muy bien que debo hacer ahora ... que es lo que esperas de mi.

Mario se acercó nuevamente a Rosalina, rodeándola con sus brazos para abrazarla. Sin decir nada más, él cerró sus ojos y se estiró todo lo que pudo para besarla en los labios. Si bien esta vez ella no se sorprendió tanto como la primera vez, en definitiva la tomó por sorpresa. Pero esta vez se sintió diferente, no era un beso que cargaba cientos de sentimientos acumulados y escondidos, sino que era más suave y lento, y hasta cierto punto ... más placentero. Rosalina comenzó a cerrar sus ojos lentamente, abrazando el cuello de Mario mientras comenzaba a empujar sus labios contra los de él, tomando un rol más activo en el beso. Mario también había adquirido más confianza que durante su primer beso, por lo que se quedó cerca de ella esperando al momento en que la rubia quisiera separarse. Sin embargo, Mario comenzó a sentir que le faltaba el aire, por lo que comenzó a separarse, y aunque Rosalina estaba en la misma situación ella comenzó a mover ligeramente su cabeza hacia adelante cuando sintió que los labios de Mario se estaban separando de los de ella, buscándolos nuevamente. Entre jadeos ella le dio unos cuantos besos cortos antes de detenerse, justo antes de que ambos abrieran sus ojos y vieran lo sonrojado que estaba el otro. Mario fue el primero en hablar luego de unos segundos de silencio.

Mario : No eres la única que tiene miedo de arruinarlo todo. Yo también he pasado mucho tiempo solo, y no me gustaría regresar a eso. Pero no quiero que esto se convierta en un problema para ti, así que quiero que sepas que lo único que espero de ti es que sigas siendo tú misma.

Rosalina comenzó a sonreír, sintiéndose aliviada, especialmente después de ese beso.

Rosalina : Lo tendré en cuenta. Y ahora ... ¿po~podemos ... besarnos otra vez?

Mario (ríe suavemente) : No tienes que pedirme permiso para eso. Todo lo que te daba pena hacer cuando no éramos pareja, ahora puedes hacerlo sin problema. Solo trata de no excederte cuando no estemos solos ¿de acuerdo?

Rosalina : Claro.

La rubia apuntó a la puerta con su mano derecha, cerrándola con su magia, y luego se acercó a Mario y lo besó en los labios nuevamente, y este se inclinó hacia adelante, causando que ambos perdieran el equilibrio y cayeran sobre la cama. Ambos soltaron una suave risilla, tras lo que Rosalina empujó ligeramente a Mario hacia su lado derecho, moviéndose ella ágilmente para quedar sobre él, dándoles la vuelta a ambos. Tras este movimiento la joven pareja volvió a besarse, dejando que sus labios expresaran todo lo que sentían sin necesidad de palabras. Mario pronto comenzó a jugar con el pelo de Rosalina, ocasionando que ella riera suavemente, lo que agregó más disfrute a aquel placentero momento. Y ambos se habrían quedado allí, tumbados en la cama mientras sus labios juguetean entre ellos, de no ser por un pequeño destello que, luego de tocar a la puerta, los llamó desde fuera.

Destello azul : Mamá, has estado mucho tiempo allí adentro junto a Mario ¿está todo bien? Tu nunca cierras la puerta, solo cuando llegan visitas, o cuando te sientes mal.

Mario tomó a Rosalina de los hombros y con gentileza la separó de él, levantándola un poco.

Mario (jadeando) : Creo que ... nos pasamos un poco.

Rosalina (jadeando) : Lo se, ... no ... pensé que se fueran a ... preocupar tanto. Me siento ... mal al respecto.

Mario : Oye, es culpa de los dos ... y  ... creo que esto podemos ... guardarlo para cuando estén dormidos.

Rosalina respondió con una suave risilla, tras lo que ambos comenzaron a levantarse de la cama, quedando sentados sobre la misma.

Rosalina (en voz alta) : Estamos bien pequeño, solo ... em ... discutimos algo privado.

Mario : En unos momentos salimos.

Destello azul : Claro. Perdón por interrumpir, pero nos preocupamos.

Rosalina : Lo se.

La rubia se levantó de la cama y caminó hasta la puerta, abriéndola. Le sonrió a los destellos que estaban del otro lado de la misma, quienes notaron que su pelo estaba desordenado.

Destello verde : Um, mamá ¿por qué no te has peinado?

Destello amarillo : ¿Por eso te estabas arreglando el cabello, porque no querías peinarte?

Rosalina : No, es solo que ... me gusta más ... tener el pelo suelto.

En ese momento, Mario se asomó al lado de Rosalina y tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de ella.

Mario : De hecho, su mamá tenía un peinado muy lindo, pero le aconsejé que se dejara el pelo suelto. Y pues, fui yo quien se lo desordenó, pero díganme ¿se sigue viendo linda?

Todos los destellos contestaron '¡sí!' al mismo tiempo, causando que Rosalina riera suavemente.

Mario : Bueno, si no les molesta, su mamá y yo quisiéramos estar un poco a solas. Estaremos por aquí por si necesitan algo, o sucede alguna emergencia ¿verdad, Rosy?

Rosalina (confundida) : Sí ... claro.

Destello amarillo : De acuerdo.

Destello azul : ¿Sucede algo?

Mario : Vaya que sí.

Rosalina : Um, pequeños ¿nos disculpan un momento? Será breve.

Rosalina jaló a Mario hacia la habitación y volvió a cerrar la puerta.

Mario : Em ... eso fue rápido.

Rosalina (se voltea) : ¿Qué haces?

Mario : Bueno, tenía planeado invitarte a almorzar a algún lado y luego dar un par de vueltas por la ciudad, pero creo que te he estado separando demasiado de los destellos. Con estar contigo me basta, y pues pensé que te gustaría más si nos quedábamos aquí, pero si quieres salir...

Rosalina (lo interrumpe) : No, yo ... yo creo que quedarnos aquí me gusta. Aún así, me da ... algo de vergüenza ... decirle a los destellos ... de nosotros.

Rosalina había comenzado a jugar con un mechón de su pelo, bajando la cabeza ligeramente para ocultar su expresión de vergüenza.

Mario : Oye, encontraremos la manera de explicarles. Además, no podemos mantener esto en secreto para todas las personas en nuestra vida, y creo que los destellos son un buen primer paso. Sé que eres reservada con tu vida personal, pero ellos son tus hijos.

Rosalina : No dije que no quería decirles, es solo que ... no sé como hacerlo.

Mario : Y es allí donde entro yo.

Mario se acercó a Rosalina y le tendió la mano, la cual ella tomó con una sonrisa.

Mario : Y por cierto, no es necesario que te abotones la camisa hasta arriba ¿sabes?

Rosalina bajó la vista para verse la camisa, tras lo que se desabotonó los dos botones de hasta arriba, sintiéndose más cómoda así.

Rosalina (suspira) : ¿Ves lo que me hacen los nervios?

Mario : Yo creo que es tierno.

Ambos salieron de la habitación de Rosalina para hablar con los destellos sobre su situación, y como las cosas iban a empezar a cambiar. Por suerte, los destellos estaban más que felices por ellos, y luego de la explicación Rosalina decidió que sería mejor si pasaban el tiempo junto a los destellos. De esa forma, ella pudo calmarse y comenzar a acostumbrarse a estas nuevas experiencias.

Una vez que a todos les dio hambre, Mario se ofreció para hacer el almuerzo de él y de Rosalina, por lo que con ayuda del destello maestro y un par de anillos estelares viajó a su casa a recoger lo que iba a necesitar. Al regresar se encontró con Rosalina parada frente a la estufa, quien tenía sus manos juntas frente a ella.

Rosalina : Y ¿Qué me vas a enseñar hoy?

Mario : Bueno, pensé que tal vez podríamos hacer un caldo de pollo.

Nota de autor: Hay vacas en el mundo de Mario, así que supongo que también pollos ¿no?

Rosalina : Mmm, suena bien. Algún día seré yo la que prepare la comida ... solo debo practicar un poco más. No quiero quemar la cocina de nuevo.

Mario (ríe) : Los destellos me contaron sobre eso, no puedo imaginar lo asustados que estaban.

Rosalina (avergonzada) : No te rías.

Mario avanzó hacia Rosalina, y luego de dejar los ingredientes en el suelo le dio un abrazo.

Mario : Tranquila, sabes que me gusta molestar un poco a las personas que quiero. Además, tu tienes una multitud de cosas estúpidas que yo he echo para reírte de mí, déjame algunas victorias por lo menos.

Rosalina soltó una suave risilla, tras lo que tomó el rostro de Mario entre sus manos y le dio un corto beso en los labios.

Rosalina (de forma juguetona) : Pero no te acostumbres.

Luego de esa pequeña conversación, ambos comenzaron a prepararse el almuerzo, y el olor de la comida naturalmente atrajo a los hambrientos destellos. Por ello, Mario y Rosalina tomaron turnos para alimentarlos mientras el otro seguía preparando la comida, y para cuando finalmente estaba lista, los destellos ya casi estaban saciados. Una vez que se sirvieron su comida, algunos destellos se les acercaron con curiosidad por lo que iban a comer, lo que llevó a que ellos terminaran ofreciéndoles un poco para probar.

Rosalina : Mario ¿quieres unos trozos de estrella?

Mario : Claro, por favor.

Rosalina tomó un trozo de estrella, y aún con algo de vergüenza, lo colocó entre sus dientes y se inclinó sobre Mario con sus ojos entrecerrados. Él simplemente sonrió en respuesta y se acercó a ella, mordiendo el dulce cósmico al mismo tiempo que ella mientras sus labios se rozaban suavemente. Aquello les gustó tanto que Rosalina lo volvió a hacer, pero esta vez Mario se acercó más a ella y le robó un beso, llevándose todo el trozo de estrella en el proceso. Esto tomó a la rubia por sorpresa, quien abrió los ojos como platos, y su sorpresa y emoción crecieron con las palabras de Mario luego de aquel repentino movimiento.

Mario (susurrando) : Delicioso, en definitiva lo más dulce que jamás he probado ... y no hablo del trozo de estrella.

Rosalina soltó una suave risilla, y aunque tenía ganas de besarlo de nuevo, alcanzó a ver por el rabillo del ojo a un destello que estaba flotando sobre la mesa mientras se tapaba los ojos. Esto causó que volteara a ver, acción que Mario imitó, y ambos pudieron ver que los destellos que aún estaban en la cocina se estaban tapando los ojos.

Destello amarillo : ¿Ya podemos ver?

Destello azul : ¿O aún siguen con sus cosas de pareja?

Aunque ambos se sonrojaron por la vergüenza, Mario solo rio algo apenado mientras se rascaba la cabeza, mientras que Rosalina ocultó su rostro entre sus manos.

Mario : Ya ... pueden ver. Em ... lo lamento, se me olvidó que aún estaban aquí pero ¿por qué no se fueron?

Destello verde (deja de taparse los ojos) : Lo intentamos, pero es difícil moverse si no ves a donde vas.

Mario : Oh ... cierto.

Tras ese pequeño incidente el resto del día transcurrió con normalidad, y ya en la noche Mario ayudó a Rosalina a acostar a los destellos. En ese momento, la temperatura en el planetario disminuyó, pues se alejaron un poco del sol y este ya no los iluminaba por completo. Mario fue el primero en sentir este cambio, comenzando a tiritar, por lo que se dirigió a la cocina a prepararse una taza de café para él y otra para Rosalina. Una vez que las bebidas calientes estaban listas, Mario las tomó y salió de la cocina para buscar a Rosalina, viendo como entraba a la biblioteca. Una vez dentro, él se dio cuenta de que hacía menos frío que afuera debido a la chimenea. La madre de los destellos estaba sentada en su silla de mecer viendo a la chimenea, y cuando Mario le ofreció la bebida caliente ella la aceptó con una sonrisa.

Rosalina : No debiste molestarte.

Mario : Lo que sea para mantener a mi persona especial cómoda.

Rosalina tomó un sorbo de su taza y se levantó de su silla. Luego de correrla, acomodó unos cuantos cojines cerca de la chimenea, sobre el suelo, usando su magia. Se sentó sobre estos y le hizo señas a Mario para que se sentara a la par de ella. Él le hizo caso y se pegó todo lo que pudo a su pareja, recostando su cabeza en su hombro mientras bebía un poco de su café.

Rosalina : ¿Sabes? ... esto me gusta, todas estas nuevas experiencias.

Mario : Digo lo mismo, si pudiera me quedaría aquí contigo, pero Luigi se va a preocupar si no regreso. Además de que prefiero dormir en una cama a en unos cuantos cojines.

Ambos rieron, tras lo que le dieron otro trago a sus bebidas.

Mario : Y aún no te enseño a bailar pegadito, aunque va a ser algo complicado porque ... bueno ... soy bastante pequeño comparado contigo.

Rosalina : No importa. A mí me parece lindo que seas más pequeño que yo, es parte de tu encanto a mis ojos.

Mario (bromeando) : Vaya que eres única.

Rosalina (ríe) : ¿Y eso te gusta?

Mario : Es parte de tu encanto a mis ojos.

Rosalina (sonriendo) : Solo repetiste mis palabras.

Mario : Créeme, prefieres eso a que se me ocurra algo de la nada. No soy una máquina de cumplidos, me reservo los buenos para los momentos indicados.

Ambos volvieron a reír y se terminaron sus bebidas, dejando las tazas a los lados de los cojines. En ese momento, Rosalina comenzó a recostarse sobre los cojines, sosteniendo a Mario cerca de ella.

Rosalina : Se que debes regresar a tu casa, pero ... ¿podríamos recostarnos juntos por unos minutos? ... es una de esas cosas que ... quería hacer contigo desde hace un buen tiempo.

Mario : Claro.

Rosalina le sonrió a su pareja y se acostó sobre los cojines con sus manos alrededor del cuello de Mario. Y a diferencia de lo que él estaba pensando, ella lo recostó sobre su vientre, dejando recostada su cabeza sobre sus pechos. Estando tan cerca, Mario pudo oír como el corazón de la madre de los destellos latía con fuerza mientras ella comenzaba a acariciar su cabeza con sus manos, cerrando sus ojos. Mario también cerró sus ojos, metiendo sus manos entre la espalda de Rosalina y los cojines para abrazarla, y ella juntó un poco sus piernas a los lados del cuerpo de su pequeño héroe, cubriéndolo con su calor.

Mario (pensando) : 'Creo que ... puedo acostumbrarme a esto. Su pecho se siente realmente suave.'

Rosalina (pensando) : 'Esto es realmente lo que más quería, estar tan cerca de ti, abrazados en silencio. Solo tu presencia me basta.'

Mario : Te amo, Rosy.

Rosalina : Yo también te amo, Mario.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando del calor y los suaves sonidos de la chimenea, disfrutando del inicio de una nueva etapa en la vida de ambos...

FIN










Comentario random del día: ¿Saben? Tengo la leve sospecha de que en algún punto del desarrollo de Mario Maker 2 se tuvo en cuenta a Rosalina como posible cuarto personaje jugable. Con la inclusión de 3D World como estilo a elegir ya tendrían un estilo donde no era necesario adaptarla a ella; misma situación que con Toadette (pero en su caso fue con el estilo New Super Mario bros. U).

Además, me parece curioso que hay un atuendo de Rosalina en el juego, mas no hay uno de Toadette, siendo la única de los personajes jugables que no tiene un disfraz en el juego (hay un disfraz de toad rojo y no del toad azul, pero para fines prácticos cuenta).

Es probable que el atuendo de Rosalina esté en el juego por la inclusión del tema "Gusty Garden Galaxy" en el mismo, pero aún así mantengo mis sospechas de que en algún punto del desarrollo se pensó en ella debido a su aparición en 3D World, pero se terminó descartando en favor de Toadette debido al desarrollo de New Super Mario Bros. U Deluxe para la Switch (además de en los estilos que usan sprites era más fácil programarla a ella, pues sus sprites son muy parecidos a los de Toad) ; pues antes de dicho juego Toadette no había aparecido como personaje jugable fuera de los spin-off deportivos.

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