Consejo inesperado
Narra persona desconocida:
Como todos los días de mi trabajo, me levanté temprano en la mañana, me di una buena ducha, me puse mi mejor camisa (celeste con estampados de piñas y shines), un par de zapatos, mi pantalón favorito, y con esas, me fui a mi trabajo. Este no quedaba muy lejos de mi hogar, así que llegué caminando. Luego de pasar por la puerta principal de aquel lujoso hotel, ubicado en una pequeña isla cerca de la cola de Isla Delfino, me presenté en recepción y finalmente pude ir hacia mi puesto. Entré al restaurante del hotel, en donde ya se encontraban los cocineros probando el equipo, y me coloqué detrás de la barra de los cocteles, listo para comenzar a servir a los madrugadores.
Mi jornada transcurrió sin problemas, como de costumbre (algo que agradezco profundamente), y ya en la noche, a unas dos o tres horas de cerrar, mi huésped favorito apareció. Me encontraba limpiando un vaso de vidrio cuando vi a aquel vacacionista de baja estatura entrar al restaurante y caminar directamente hasta la barra, donde tomó asiento rápidamente. Se le notaba más descansado y relajado, además de que por fin se había quitado esa barba de vagabundo.
Pianta : ¡Vaya! Por fin encontraste la rasuradora ¿eh?
Mario (ríe) : Bueno, tarde o temprano te cansas de que los demás piensen que tienes entre cincuenta y sesenta años.
Pianta : Pues, ser tan viejo tiene sus ventajas ¿sabes?
Mario : Y ninguna de ellas se obtiene simplemente luciendo viejo.
Pianta (ríe) : ¿Lo de siempre?
Mario : Por su puesto, Paul.
De inmediato me di media vuelta y tomé uno de los vasos limpios, colocándolo en la barra frente a Mario. Acto seguido, tomé unas cuantas naranjas y una piña, las corté en trozos y las coloqué en el exprimidor, mientras preparaba el hielo. Una vez todo estaba listo, metí todo lo necesario en un vaso metálico con tapadera y comencé a sacudirlo con fuerza, dándole vueltas en el aire de vez en cuando solo para agregar un poco de espectáculo. Ya cuando sentía demasiado frío el vaso, lo destapé y serví la bebida en el vaso de mi cliente estrella, quien colocó su pago sobre la mesa.
Paul : Un batido de naranja, a la orden.
Mario : Gracias.
Una vez terminada la preparación, atendí a un pianta que pidió un batido "extra especial", tras lo que retomé mi labor de limpiar los vasos, apoyándome cerca de quien disfrutaba de su bebida.
Paul : Y ¿Qué tal el día de hoy?
Mario (deja su bebida en la barra) : Pues, muy entretenido. Al fin me animé a ir al spa.
Paul : Vaya, y ¿Qué tal? He oído que es muy relajante.
Mario : Pues, sí, fue toda una experiencia. Jamás imaginé que el vapor me ayudaría a relajarme, y debo decir que ir al jacuzzi justo después del spa fue una excelente idea. Eso sí, el masaje se sintió algo rudo.
Paul : Bueno, los piantas tenemos manos duras. Si quieres un masaje relajante deberías buscar a otro humano ... o humana.
Mario (suspira) : Aquí vamos de nuevo.
Paul (sonríe) : Mientras más evadas el tema, más me voy a esmerar en recordártelo.
Mario : Eres lo peor.
Paul : Y supongo que por eso siempre vienes a hablar conmigo ¿no?
El héroe de vacaciones simplemente tomó su bebida y le dio otro sorbo. Esta vez no lo notaba molesto o tenso, más bien parecía ... pensativo. Como si estuviera intentando poner sus ideas en orden, pero el resultado no le estaba gustando para nada. Lo dejé que pensara un rato mientras servía otro coctel "especial" (tendré que ir por más licor pronto), tras lo que volví a acercarme.
Paul : Así que ¿Ya te decidiste sobre lo que vas a hacer?
Decidí tomar un acercamiento más general. Tal vez hablar de otras cosas lo relaje un poco.
Mario : Creo que sí. Estoy listo para regresar a casa ... he estado demasiado tiempo fuera. Solo es cuestión de tiempo para que alguien con malas intenciones aproveche mi ausencia.
Paul : Es bueno ver que has recargado tus energías por completo.
Mario (sonríe) : Sí ... estar lejos en definitiva me ayudó.
Paul : Esperemos que no tengas que regresar por todo lo alto.
Mario (le da un trago a su coctel) : Como cosa rara, no me molestaría regresar así, la verdad. Suena hasta ... divertido, y no se por qué.
Paul : Vaya que tienes una definición de divertido bastante exótica. (Mario ríe) Y cambiando el tema ... ¿Algún plan en el terreno del romance? Esperar también cuenta ¿eh?
Mario (suspira) : Supongo que ... en ese sentido ya me he dado por vencido. Este tiempo también me ha servido para darme cuenta de que no fui echo para tener pareja.
Paul : Eso es muy precipitado ¿no crees?
Después de escuchar su historia (y motivo principal para tomarse unas vacaciones) justo el día en que llegó, realmente esperaba que con el tiempo no solo dejara el pasado en el pasado, sino que obtuviera una visión optimista del futuro.
Mario : No, no lo es. Durante este tiempo también he pensado en mi pasado y en todo lo que he vivido, y creo que el mensaje es bastante claro. No importa cuanto lo intente o lo que haga ... nada nunca será suficiente. (suspira) Pero bueno, al menos ya lo he aceptado.
Paul : Pensaba que lo tuyo era no rendirse nunca.
Mario : Sí, soy perseverante, pero con el tiempo he aprendido a no ser terco. Un buen estratega sabe que es mejor retirarse a pelear una pelea que ha perdido desde el inicio.
Paul : Y toma esa decisión para prepararse mejor y regresar con todo.
Mario (hace su bebida a un lado) : Bien, primero que nada ¿Por qué te importa tanto el tema?
Paul : Porque te vi cuando llegaste. Ese día, por primera vez no vi al héroe, a la leyenda ... vi al hombre detrás de la celebridad ... herido y perdido. Esperaba que superaras el pasado, y vieras hacia el futuro al final de todo esto, y que nunca dejaras de buscar tu felicidad.
Mario (ríe) : Ah ... ¿sabes? He oído esas palabras antes.
Paul (con curiosidad) : ¿En serio?
Mario : Sí ... se parece a lo que mi hermano me dijo cuando intentaba convencerme de tomarme unas vacaciones. Y creo que aceptar esto ... me deja en paz y tranquilo. Soy feliz, en serio, y aprecio que te preocupes por mí, Paul, pero ya desperdicié suficiente tiempo corriendo detrás de una ilusión ... no volveré a hacer lo mismo.
Paul : Oye, entiendo que la manera en que te enteraste que la princesa Peach solo te ve como un amigo no fue la mejor, pero tampoco es para que te vayas a ese extremo.
Mario (ríe) : Créeme, solo esto es más que suficiente. Si todo lo que hice no fue suficiente para enamorarla ... nada lo será.
Paul : Bueno, nadie dijo que debas seguir intentando por allí. Además, no todas las personas tienen los mismos gustos; como mi padre solía decir: siempre hay un roto para un descosido.
Mario (toma su batido y le da un trago) : Si lo que insinúas es que debo ir por el mundo buscando a alguien para mí, pues paso, la verdad. Además, como que últimamente me gusta como suena "tío Mario" ... (suspira) al menos así sentiré que hago algo útil cuando ya esté mayor.
Paul : No creo que debas viajar por el mundo para encontrar a alguien. En mi opinión, la has tenido delante en varias ocasiones.
Mario (con curiosidad) : ¿Ah, sí?
Paul : Sí. Esa mujer que suele visitarte de vez en cuando. Ya sabes: alta, pelo rubio, ojos celestes, siempre lleva un vestido celeste con un broche en forma de estrella ...
Mario (lo interrumpe) : ¿Rosy?
Paul (sonríe) : Sí, aunque voy a suponer que ese no es su nombre completo.
Mario (se sonroja levemente) : N~no, no lo es, su nombre completo es Rosalina.
El pequeño héroe pareció quedarse pensativo por un par de segundos, tras lo que recuperó su compostura calmada, acomodándose en su silla.
Mario : Pero solo es una amiga.
Paul (ríe) : No deberías dejar que tu pesimismo nuble tu vista.
Mario (se acaba su batido) : Muy bien, señor doctor del amor, ilústreme sobre lo que aparentemente Rosyyyyalina siente por mí.
Paul : No puedo decir que esté enamorada de ti, pero sí puedo dar fe de que hay algo especial entre ustedes. Ella es muy puntual, y a veces cuando te retrasas, suele sentarse en la barra. Sus conversaciones conmigo siempre con al grano, no habla mucho, y parece que le incomoda estar en grupos grandes de personas. Sacarle conversación es realmente difícil, y eso que soy muy carismático (Mario ríe). Pero cuando tu apareces, todo eso cambia por completo. Si no me hubieras contado como la conociste, pensaría que son amigos de la infancia. Y la forma en la que su ojo visible brilla cuanto te escucha ... en verdad te estima mucho, más de lo que crees, o quieres aceptar.
Mario : Bueno ... tal vez ella se sienta más cómoda conmigo, pero ...
Paul (lo interrumpe) : ¿Pero qué?
Mario : Ella merece algo mejor ...
Paul (levanta una ceja) : ¿Mejor que alguien que la entienda y se preocupe por ella?
Mario : No, yo ... yo solo digo que ...
Paul : No deberías desestimarte tanto. Como dije ... no todos tienen los mismos gustos.
En ese momento tuve que abandonar la conversación para servir unos seis batidos a una familia que acababa de entrar, dándole a Mario un tiempo para que pensara. Una vez que terminé con mi trabajo, volví a acercarme, y la oración que soltó al estar cerca de él me tomó por sorpresa.
Mario : Tengo miedo.
Paul : ¿De qué?
Mario : De mis sentimientos, de hacer una tontería.
Paul : Bueno, a veces vale la pena hacer una que otra locura.
Mario : Esto es ... diferente. Yo no ... sé que hacer. Pensaba que si podía convencerme a mí mismo de que Rosy es solo una amiga a la que quiero mucho podría vivir en paz, pero ahora tengo miedo de estar cometiendo un error.
Paul : Pues sí, estás cometiendo un error.
Mario : ¿Tú crees?
Paul : Como te dije antes, hay algo especial entre ustedes.
Mario : Tal vez, pero ... creo que debo ... pensarlo mejor. Ni yo estoy seguro de que siento en estos momentos. Solo se que cuando ella está aquí, todo es mejor.
Paul : Y puedo apostar que ella se siente igual cuando está junto a ti. Deberías prestar más atención la próxima vez que la veas. Y si me permites darte un consejo: no la dejes ir así de fácil. Relaciones como la que ustedes tienen son difíciles de conseguir, y por eso valen más que cualquier tesoro. El primero paso para una relación romántica que perdure es una buena amistad.
Narra Mario:
Observé a los ojos a aquel pianta que en tan solo dos semanas se había convertido en un amigo bastante cercano, y no pude evitar pensar en todo lo que habíamos hablado. ¿En verdad Rosy podía llegar a enamorarse de mí? ... si Peach había resultado ser una ilusión, no tengo palabras para describir lo que un noviazgo con Rosy sería en términos de fantasías.
Mario (suspira) : Bueno, creo que lo terminaré consultando con la almohada. Gracias por los consejos.
Paul : Y espero que no solo me des las gracias, sino que los pongas en práctica.
Mario : Ya veremos ... feliz noche.
Paul : Feliz noche.
Me bajé del asiento y salí del restaurante con rumbo a mi habitación, con miles de pensamientos dentro. Al entrar a mi habitación me dirigí a la mesa de noche que estaba al lado derecho de mi cama y tomé mi celular, notando que Rosy me había escrito. Al revisar los mensajes noté que eran bastante recientes, lo que no me sorprendió, ya que cuando más tiempo tiene es cuando los destellos se van a dormir. Sus mensajes eran para preguntarme si podía ir a visitarme al día siguiente, a lo que respondí que sí casi por instinto. Y mientras esperaba a que me contestara, me di una vuelta por la galería de fotos. Las más recientes eran de mis vacaciones, y recién me di cuenta de que casi la mitad eran con ella a mi lado, o directamente eran fotos que le tomé a ella. Una de mis favoritas la mostraba a ella de perfil viendo al horizonte en la playa mientras se ponía el sol. Ese día había algo de viento, por lo que su pelo estaba algo desordenado, ondeando ligeramente. En su rostro podía distinguir una leve sonrisa, y yo también sonreí. Recuerdo perfectamente que ella me dijo que jamás había visto un atardecer desde la costa antes, y que le había parecido muy bonito. Le mandé esta foto para que conservara el recuerdo de aquel día, y ahora, aunque me diera vergüenza, yo no quería borrar la foto. Ella se veía realmente hermosa frente al ocaso, era realmente una fantasía.
Y aunque podía ver aquella foto toda la noche, decidí continuar, y pronto me topé con la primera foto que nos tomamos juntos. Ella tenía esa leve sonrisa que tanto la caracteriza, mientras que yo estaba sonriendo de oreja a oreja, feliz de saber que ella no se iba a ir para siempre, de saber que iba a poder seguir viendo a mi nueva amiga. Je, aún recuerdo esa noche con claridad.
Recibí un nuevo mensaje de ella, expresando su felicidad por poder vernos al día siguiente. Curiosamente, sentí que todo mi sueño y cansancio habían desaparecido, y me quedé conversando con ella por un largo rato antes de sentir en definitiva que debía dormir.
Al día siguiente, bajé rápidamente al restaurante, pero antes e entrar recordé las palabras de Paul del día anterior, por lo que me acerqué poco a poco. Fue entonces que la vi, sentada en la barra mientras le daba ligeros golpecitos a su vaso de vidrio con sus dedos, probablemente tratando de pasar el tiempo. Llevaba puesto un vestido celeste con estampados de maxi estrellas, que curiosamente hace juego con un bañador celeste que tengo, con estampados de estrellas. Llevaba también unas sandalias, y una pulsera en su muñeca derecha, y parecía muy concentrada en su bebida, como metida en sus pensamientos. Y una vez que estuve cerca, decidí saludarla.
Mario : ¡Hola Rosy!
Ella me volteó a ver, sonriendo. Miré fijamente a su ojo descubierto, y pude notar en su expresión que estaba feliz de verme.
Rosalina : ¡Hola Mario!
Mario : Espero no haberme tardado tanto esta vez.
Rosalina : No te preocupes, soy yo la que viene más temprano de lo normal. (pensando) 'Porque quiero aprovechar todo el tiempo que pueda contigo.' (hablando) Por cierto, me alegra que me hayas echo caso y te hayas rasurado por fin.
En ese momento voltee a ver a Paul por puro instinto, quien simplemente me dedicó una mirada de picardía. Parecía disfrutar el darse cuenta de que la palabra de Rosy fue lo que me convenció de quitarme la barba.
Mario (voltea a ver a Rosalina de nuevo) : Bueno, sabes que aprecio mucho tus consejos.
Me senté a la par de ella de inmediato y pedí mi batido de siempre.
Mario : Y ¿ya desayunaste?
Rosalina : Todavía no, ya que pensé que podríamos comer juntos.
Mario : ¡Claro!
Ahora estaba prestando más atención a sus reacciones, y debo decir que es verdad que su actitud cambia cuando está conmigo. Se veía más segura, más sociable, y su ojo ... por un segundo pude ver ese brillo del que Paul hablaba.
Una vez que mi bebida estuvo lista, Rosy y yo nos dispusimos a buscar una mesa para dos, pero antes de darme la vuelta por completo pude ver a Paul moviendo sus manos ligeramente hacia adelante y hacia atrás, como si tratara de empujar algo en la dirección de Rosy. Yo simplemente gesticulé un "de acuerdo" y di media vuelta. Seguí de cerca a Rosy mientras ella pasaba por entre todas las mesas, probablemente buscando la más alejada del resto, hasta que finalmente escogió una que se encontraba del lado de la playa. Esa parte del restaurante no tenía pared, por lo que se podía ver directamente al mar, además de que habían varias plantas que adornaban la pequeña pared que delimitaba la zona del restaurante del resto de la isla.
Mario : Bonito lugar.
Rosalina (se sienta) : Gracias. Me gusta mucho la vista.
Me senté del lado opuesto de la mesa, y al cabo de unos minutos pudimos pedir nuestra comida. Una vez que se fue el mesero, miré fijamente a Rosy, y luego de respirar profundamente, logré convencerme a mí mismo de hacer una pregunta peligrosa, pero de la que a este punto necesitaba saber la respuesta.
Mario : Oye Rosy ... ¿alguna vez has considerado tener pareja?
Como era de esperarse, mi pregunta la tomó por sorpresa. Lo que no esperaba era que se sonrojara y se pusiera tan nerviosa, comenzando a jugar con su pelo mientras tartamudeaba.
Rosalina (nerviosa) : ¿P~por qué ... pre ... preguntas?
Mario : Bueno, es solo que ahora que ya te has acostumbrado de nuevo a estar en la Tierra, y has echo más amigos, pensé que tal vez estarías considerando esa opción. Ya sabes, cuando sales con las princesas, por ejemplo.
Rosalina (aún jugando con su pelo) : Pues ... yo ... lo he ... considerado últimamente, aunque ... solo con la persona indicada.
En ese momento se me quedó viendo y sonrió levemente, causando que se me acelerara el pulso. No pude aguantarle la mirada y voltee hacia la playa, sintiendo como se me calentaba el rostro.
Mario (sin ver a Rosalina) : Ah, ya ... ya veo.
Ambos nos quedamos en silencio por un par de segundos, y curiosamente, fue ella quien rompió el silencio.
Rosalina : Em ... y, hablando de otras cosas ... ¿Qué tal las vacaciones? ¿Te sientes mejor?
Mario (la voltea a ver) : Sí ... me siento mucho mejor. De echo, creo que regresaré pronto.
Rosalina (sonríe levemente) : Perfecto. Así Luigi ya va a dejar de acosarme para que le diga donde estás.
Mario (ríe) : Sí, Luigi puede ser algo intenso a veces. En especial cuando no sabe de mí. (se rasca la cabeza) Pero no puedo decirle done estoy exactamente ... sé que es muy fácil de convencer, y en cuestión de segundos tendría a reporteros de medio planeta haciéndome preguntas.
Rosalina : Lo sé, y creo que él también sabe que necesitas estar aislado de todo eso para poder pensar. Solo creo que se siente algo celoso de que yo sí sepa.
Mario : Bueno, tú sí sabes guardar un secreto. Y por cierto ... gracias por sugerirme esta idea.
Rosalina (sonriendo) : De nada.
Ambos seguimos conversando mientras esperábamos la comida, y luego del desayuno decidimos ir a dar una vuelta por la playa. Ya que íbamos a estar principalmente allí, me puse unas sandalias, el bañador celeste con estampados de estrellas, y una camisa celeste con shines en la misma, junto a unos lentes oscuros color azul. Preparado para el resto del día, me dirigí a la entrada del hotel, en donde Rosy estaba esperando de pie mientras observaba al horizonte.
Mario (acercándose a ella por detrás) : Bien, ya estoy listo.
Rosalina (voltea) : Genial ... ¡oye! Ese bañador no lo había visto ... me gusta jijijiji. Combina con lo que llevo puesto.
Mario (sonríe) : Lo se.
Me coloqué a la par de ella y ambos empezamos a caminar hacia nuestro destino.
Mario : Oye Rosy ...
Rosalina : ¿Sí?
Mario : Yo ... me preguntaba si tu ... tienes el tiempo y ... y bueno, si quieres también, em ... si tu quisieras salir conmigo algún día, luego de que regrese de mis vacaciones.
Rosalina (nerviosa) : ¿L~lo di ... dices en ... en serio?
Mario : Sí.
Rosalina (intentando ocultar su entusiasmo) : S~sí, claro ... por supuesto, se ... seguro será divertido, y ... ¿Qué ... qué tienes en mente?
Mario : Pues, podríamos intentar acampar. Ya sabes, hacer una fogata, contar historias, ver las estrellas ...
Rosalina : Suena divertido.
Mario (sonríe) : Perfecto. Lo discutiremos mejor luego ... porque de momento, ¡gana quien llegue primero a la playa!
En ese momento salí corriendo hacia el mencionado lugar, y Rosy no tardó mucho en comenzar a perseguirme.
Rosalina : ¡Eso es trampa!
Ambos continuamos nuestra pequeña carrera hacia la playa, esquivando a todas las demás personas en nuestro camino.
No tengo forma de saber con seguridad que pasará en el futuro, pero de momento ... creo que vale la pena darle una última oportunidad al romance.
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