Podía observar las personas formando una especie de fila, la cual dejaba ver al final una luz; delante de mi estaba una chica con cabellera azabache que caía en curva por su espalda.

Habia un chico detrás de mi, un poco diferen...
-¡¡Hola!!- esa palabra me llevo a la chica azabache, sus cabellos caían en su rostro y movía esos labios color rosa pastel al compas que sus manos hacian ademanes.

-Hola...- le contesté por educación -¿Como te llamas?- ella sonrió con alegría desbordante pero su pregunta me tomo por sorpresa, ¿mi nombre? No sabía cual era...

-Yo, no lo se- le dije, mi mirada se fue al suelo, ni siquiera podía recordar mi nombre.

-Oh, pues no te preocupes suele pasar- Ella empezó a hablar y a hablar; nunca me gusto la gente que hablaba demasiado y ella era una de ellas.

Esa frase fue lo ultimo que oí antes de volver la mirada al chico que estaba detrás de mi; su cabello quebrado tocaba su frente, sus ojos marrones eran hipnotizantes mostraban tristeza pero sonreía...

Todo él decía lo mal que lo pasaba, pero ¿por que sonreía?

Su vestimenta oscura destellaba junto a la pañoleta roja atada a su cuello y esas rayas blancas en sus mangas; pantalones oscuros, algo curioso es que un pequeño naipe estaba en su bolsillo izquierdo.

-¡Hey! ¡¡Hey!!- Oía la voz de la chica, pero mi mirada estaba perdida en las manos cubiertas por unos guantes desgastados y concluí que el chico era raro.

-¡Chica!- cansada de escuchar la voz aguda de la azabache le mire a verla -¿Que pasa?- fue una pregunta muy tonta de mi parte. Abría deseado en ese momento no haber dicho nada.

-¿Como que, que pasa? ¿Que acaso no me oíste?- sus palabras las escuchaba y mi mirada estaba en ella pero mi mente divagaba en ese pequeño naipe.

-Es un as de corazones- susurré inconscientemente cuando recordé ese pequeño corazón rojo que dejaba ver la carta.

Repentinamente una risa estallo en todo el lugar. -¡Chica hasme caso y deja de noviar!- su voz hizo eco y la sangre choco en mis mejillas como cohete a mil por hora.

-Perdón no escuche ¿Que decías?- pregunte resignada y malcedia a la mala suerte que tenía por haberme topado a una chica que no conocía la discreción.

-Preguntaba ¿Que si no eres de por aquí? Tus vestimentas no son comunes - me mire la vestimenta que portaba; la falda era de un color azul marino y la parte de arriba blanca con unos moños negros.

-No le veo nada de malo - mi corazón dio un vuelco al escuchar su gritos. -¡¡Pero que dices si te ves como una prince...

-¡MARCE! - esa voz causo que la chica volteara, su seño se fruncio y su boca formo una mueca. -Pan, que te eh dicho sobre que me digas así- más que una frase, fue como un e reproche por parte de la tal Marce.

-Ya, ya deja a la pobre chica en paz, ¿no vez que no la dejas hablar? Creo no sabe donde esta- la chica castaña tenía razón, no sabía dónde estaba y la preocupación me empezaba a invadir

-Pero...- antes de que ella se excusara la otra hablo. -Nada Marce, basta, mira la estas espantando- me miro con curiosidad, sus cejas se alzaron y tomo aire.

-Pero si yo te eh visto en alguna parte... ¡Eres la marioneta que se puso contra la reina!- me quedé pasmada, no comprendía nada y creo que no lo haría

-Cierto te has hecho famosa, bien me llamo Elemen y ella es Marce- sonrió extendiendo la mano.

-Elemen- era un nombre bastante extraño, a decir verdad la azabache le había dicho "Pan".

-Así me llamo, pero en los actos me conocen como Pan- explico mi duda.

-Creeme que te admiro mucho, mira que ponerte a gritar en media obra secretos de la reina, si que estas loca y eso era para ejecución- se río a carcajadas, creó que mi expresión de confusión era notoria por que dejó de reír y me miro con seriedad.

-Muy bien, si no oí mal ¿no recuerdas tu nombre, cierto?- había escuchado lo que platiqué con la azabache. - si, pero...-

-¡Pero para! eres tu quien la estas asustando- estas chicas no me dejaban terminar una frase completa.

- ¡¿Yo?! Anda que fuiste tu quien la bombardeo de preguntas- ahora estaban discutiendo.

Suspire y heche un vistazo atras, el chico estaba riendo al ver la pelea de Elemen y Marce; pero lo hacia de una forma peculiar, no emitía sonido alguno.

Dejo de hacerlo al darse cuenta que lo estaba mirando y bajo su vista al suelo.

-Que chico mas raro- susurré afirmando mis pensamientos.

-Sabes, es de mala educación no mirar a las personas que te hablan- dijo Elemen, Marce se hacerco a ella y le dijo algo al oído.

Ellas rieron y Elemen se detuvo de golpe. -Bromeas, ¿no? ¿Al mimo? - su voz tenía un tono alto, rogué por que el chico no hubiera escuchado nada.

Pegue mi mano a mi rostro y tome aire. -¡¿por qué gritan?! No es necesario que lo hagan- Todos en el lugar me miraron con intriga, pero el chico detrás de mi hacia señas, juraria que aguantaba la risa y la vergüenza me aplastó haciendo me chiquita.

-Wouu, chica no tienes que gritar, solo dinos- dijo Marce en forma de coro. -Si, claro, como si eso funcionara- reproche.

-Ustedes gritan y a la hora que lo hago yo, recibo el nombre de la chica rara. Hey ¿están escuchando?- sin darme cuenta la fila había avanzado muy rápido y ahora estabamos en el inicio.

-Muy bien chica, esto es lo importante que debes de saber sobre este lugar- dijo Marce con una sonrisa.

-Cuando llegas al final de la fila preparate, por que ya no hay vuelta atras- Elemen completo las instrucciones que tenía que saber.

-Les presento a Pan y Dulce en el peligroso acto de... ¡¡La cuerda floja!!- El hombre que habló les dio presentación a el dúo de gritonas. No tuve la noción de cuando llegue a esto, cerca de esa luz todo era claro.

-Esta es la sociedad - dijeron para entrar a esa luz cegante.

Era tan... diferente.

El próximo acto me presentare.
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Hola, hola
Aquí esta, la gran esperada idea (ni yo me la creo)
Bueno esta es mi primera historia, tenía tantas ganas de publicarla y mis amigas me animaron a hacerlo, asi que bam aquí esta.
Espero y les guste, chao chao pequeñas chispitas.