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-Súbete perra, vamos a ir a romperle el hocico a Jeongyeon. -Dijo la castaña esperando dentro del auto, quienes tocaron la puerta fueron Dahyun y Mina, quienes estaban desesperadas por bajarse del vehículo.

-¿Y yo porque debería ir? -Somi estaba confundido, no conocía a esas chicas.

-Disculpa, me confundí pero la frase quedaba perfecta para el momento. —Ríe. - ¿Puedes buscar a Rosé?

Somi asiente ahora preocupada por los rostros asustados de esas chicas frente su puerta, mejor le hablaba rápido a Rosé para que sus amigas se fueran y pudieran continuar con lo suyo.

-Rosé, te hablan allá afuera. -La canadiense señala detrás suyo, recargada en el marco de la puerta. Sonrió con ternura por la escena que se encontró, Rosé y Jihyo abrazadas bajo el suave edredón, absortas en el dibujo animado que se reproducía en la televisión.

Acababa de conocer a Rosé pero eso no quitaba que estuviera encantada con ella, bueno, con ambas

-¿Quién es? -Pregunta Rosé rompiendo el abrazo para salir de la cama, y comenzar a vestirse.

-No sé, son varios chicas, una con dientes de conejo, otra demasiado pálida, uno parece un hamster.

-Ahg, ya vinieron a dar lata. -Tras abrocharse el pantalón, Rosé se acerca a darle un beso a Jihyo. — Ahora vuelvo.

-No tardes. -Responde Jihyo sonriente.

-¿Me acompañas a la puerta? -Somi asiente caminando junto a ella.

Al llegar a la puerta ven a Dahyun y Mina reclamándole a Nayeon, e intentando bajarse de vuelta del auto, sabrá dios como las metieron.

-Muy bien, ¿Qué es lo que quieren? -Pregunta Rosé cruzándose de brazos.

Todas sonríen con picardía al ver la mano de Somi en la cintura de su amiga, bien se imaginaban que estaría haciendo, igual les sorprende la situación amorosa de Rosé.

-Súbete perra, vamos a ir a romperle el hocico a Jeongyeon.

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