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Desde una esquina del corral de las gallinas, una peli negra miraba a todos lados buscando algún indicio de la japonesa, y también esperaba que las gallinas se fueran, le teme horriblemente a este animal, si es que entró al corral fue porque quería huir rápido de la casa, realmente no sé fijó dónde iba.

Ya no soportaba los gritos de Jennie, por dios parece que la están matando.

Aparentemente no hay nadie, vuelve a revisar.

Bien, es ahora o nunca.

Dahyun sale rápidamente del corral evitando exitosamente las gallinas, la salida del rancho está algo lejos, pero puede llegar sin que la vagabunda la note.

O eso creía.

Unos brazos alrededor de su cintura impiden su paso.

-Dahyun... —El cálido aliento pegando directamente contra su oído estremece su cuerpo.

La pelvis ajena rozando su trasero la vuelve loca.

No es que haya huido de Momo porque le desagrade o le tenga asco, realmente está atraído por ella.

Pero no puede soportar la vergüenza de encontrarla de nuevo, cada que la mira los recuerdos de ese día la invaden, calentando su cuerpo.

Dahyun estaba a punto de golpearla para que la deje ir, pero no fue necesario.

-¿Hice algo mal? -Pregunta Momo soltándola, con un puchero dibujado. —¿Por qué me evitas? -Muy bien, ciertamente no se esperaba esa reacción.

-Perdón si te incómodo, es que tú realmente me atraes mucho y, quisiera seguir hablándote, pero estaré de acuerdo si tú ya no quieres verme. -Los ojos de Momo se cristalizan mientras habla, encogiendo el corazón de Dahyun.

Nunca creyó que estaría lastimándolo.

-Na-Nada de eso, lo que pasa es que... -La peli negra desvía la mirada al suelo, sonrojada. — Me da vergüenza.

—¿Vergüenza? —Arquea la ceja.- ¿De qué?

-Por lo que hicimos.

-¿Te da vergüenza haberlo hecho conmigo? -Momo traga el nudo de su garganta.

-¡No, no, no, no! -Mueve las manos efusivamente. - ¡Me encantó hacerlo contigo, por eso me da vergüenza!

-Eso no tiene sentido... -Dahyun suspira, sí tal vez tiene razón, ya no tiene sentido su absurda vergüenza, ya están cara a cara de nuevo, no importa.

Las manos de Momo se escabullen por su cintura, dónde aprieta ligeramente provocando un sobresalto en Dahyun.

-Dahyun, amé lo que hicimos, ahora estoy teniendo los efectos de las pastillas y... Son insoportables. -Ríe contagiando a Dahyun, pero su risa se apaga cuando los dedos fríos de la japonesa se cuelan por su suéter, acariciando su abdomen. - ¿Tu quisieras... Ayudarme a aliviarlos?

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Las palabras eran incapaces de salir de la boca de Dahyun, la anticipación de tener las fuertes manos de la japonesa tocándolo en los lugares más prohibidos de su cuerpo, haciéndola llegar a la cima del placer.

Claro que quiere ayudarla.

Dahyun la toma de la nuca para estampar sus labios sobre los ajenos ferozmente.

Momo no tarda en seguir el beso, invadiendo su boca con su lengua.

Rompiendo el beso bajo las protestas de la mayor, Momo le acaricia el trasero tomándola de los muslos para alzarlo, Dahyun inconscientemente le rodea la cintura con las piernas, para continuar con el salvaje beso.

Parece que todos en el rancho se la pasarán muy bien.

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