Lenny había venido a casa,sabía que teníamos que hablar de lo que haríamos pero parecía ser que ninguno de los dos estaba preparado,finalmente reuní las fuerzas para decirle,en la tarde tengo que ir a la clínica.

—¿Ya lo decidiste?.

—Sí,sé que debí esperar para hablar contigo pero estaba,de hecho estoy muy asustada,todo fue repentino y en el peor momento y no creo que sea buena idea que seamos padres,somos demasiado inestables y al menos yo no estoy lista física ni psicológicamente.

—Es tu cuerpo,Amelie,no puedo decidir sobre él,en cuanto a lo demás si debiste decirme como te sentías porque yo no tenía idea de que estuviéramos en un punto tan crítico en nuestra relación.

—No quisiste verlo,que es bien distinto.

—Creía que me perdonaste por meterme con aquella tipa.

—Yo ni siquiera lo mencioné,si lo trajiste de vuelta fue porque comprendes la gravedad de tus actos y de seguro,si se diera al revés atarías dolido o siquiera me hubieras perdonado.

—Te quiero,y eso a mi me bastaría para perdonarte.

—¿Y para olvidar?.—se quedó callado.—Yo ya lo superé,Lenny,estoy clara de lo que yo valgo y lo que merezco y si seguí contigo fue porque te quería.

—¿En tiempo pasado?.

—No quería ponerle fin a todo por un error,pero todo lo que vino después nació de ahí,tus celos...te imaginabas cosas en tu cabeza que siempre nos llevaban a añadir peleándonos y eso es pésimo para los dos,es mucho desgaste.

—¿Entonces ya está?.

—¿Que más quieres,Lenny?.—pregunté con la voz rota.—Nada es como el comienzo y una noticia que debería ser la mejor en mi vida no lo es porque no soy la misma,yo lo noté y no me gusta en lo que me he convertido.

—¿En que te convertiste?.

—En una cobarde.

—¿Estás segura de que quieres hacer esto,Amelie?,podemos con ello,solo..

—No,Lenny,no podemos.—sentí algunas lágrimas recorriendo mis mejillas.—No quiero traer a una criatura al mundo con una persona con la que no sé si tengo futuro.—retrocedió algunos osos notablemente dolido.

—¿Alguna vez creíste que lo teníamos?.

—No habría seguido contigo si no fuera así pero tus malditos celos y tu actitud de mierda terminaron convirtiendo esto en algo que no le desearía a nadie.

—¿Me dijiste todo lo del plan de Kevin para hacerme daño?.

—Para alejarte,pero aquí estás de nuevo.

—Porque me trae sin cojones que tú boca me mande para el carajo cuando tu mirada me pide que me quede contigo,no voy a irme y menos cuando más me necesitas,soy horrible demostrándolo pero te amo y eso no va a cambiar,Mel,eres la chamaquita con la que siempre soñé y aunque no estemos juntos si me necesitas ahí voy a estar,siempre.

—Que idiota.

—¿Por quererte?.

—Sí.—lo miré.—El amor es la peor trampa.

—No pienses eso.—dijo en bajo.—No sigamos hablando de esto ya terminamos no tiene caso seguir dándole vueltas,¿estás segura de lo que quieres hacer?.—se acercó a mi,me tomó del mentón ora obligarme a mirarle y me fue imposible mentirle,las palabras no salieron pero las lágrimas si,sentí como me abrazó consiguiendo tranquilizarme un poco.—Estoy aquí,siempre voy a estarlo.

En la tarde.

—Va a tener que esperarla allá.—dijo la chica mirando a Lenny.

—Te quiero.—dijo antes de besar mi frente para después marcharse a donde le habían indicado.

—¿Estás segura de esto?.—preguntó una vez estuvimos en la sala de consultas,asentí con mi cabeza despacio.—¿Es tu novio?.—negué con mi cabeza.—¿Es el papá del bebé?.

—Sí.

—¿Te está obligando a hacerlo?,puedo ayudarte si lo necesitas,hay muchas chicas que llegan aquí obligadas porque sus orejas les obligan a costarse sin protección y cuando se embarazan,las obligan a someterse a esto,no estás sola.

<<No estás sola>>

—No,de hecho estoy segura de que no quiere que lo haga pero...

—No estás preparada.—finalizó,me extendió un pañuelo para que secara mis lagrimas.—Hago esto varias veces al día y no voy a mentirte hay chicas que salen felices y a los meses se sienten terrible y viceversa pero en la mayoría de los casos la culpabilidad puede con ellas,no dejes que tu cabeza te haga pensar que estás escogiendo la opción incorrecta,Nadir te conoce mejor que tú y si sientes que no estás lista es porque no lo estás.

Realmente necesitaba escuchar esas palabras,alguien que de verdad me entendiera,pero tenía miedo de las consecuencias.estuve investigando y pueden ser muchas las secuelas,entre ellas mi fertilidad,¿no podría ser madre cuando si esté preparada?,existía una posibilidad y por más remota que fuera,me asustaba.

—Bien,puedes sentarte.—seguí sus indicaciones.—Voy a suministrarte un sedante,y tranquila será rápido.

—Gracias,por lo que dijiste.—estaba muy nerviosa,pude notarlo en mi voz.

Narra Lenny.

—Si tienes algún tipo de sospecha de alguna infección acude aquí de nuevo,haremos algunas pruebas pero en un principio no debería ocurrir.—soltó un suspiro.—Si necesitas apoyo o tan solo hablar,hay un grupo aquí,puedes venir si lo necesitas.

—Gracias.—respondió ella.

La miré cuando pasó por mi lado y suspiré,sabía que seria algo diferente después de tomar esa decisión pero no era Amelie,no podía reconocerla en la persona que tenía en frente,estaba destruida,no tenía ese brillo,no quedaba nada.

El trayecto en el carro fue bastante largo,quizá porque apenas hablábamos.

—¿Como te sientes?.

—Bien.—dijo con una sonrisa falsa.—¿Cuando te regresas a Puerto Rico?.

—Pedí unos días para quedarme contigo,no quería dejarte sola.

—Pues puedes irte,estoy bien.

—¿Por que me mientes?.

—Porque no te quiero aquí.—dijo alzando la voz.—No te quiero cerca de mi,no después de lo que hice.

—Hicimos,los dos estuvimos de acuerdo.

—¿Si hubiera querido tenerlo,me habrías pedido que lo hiciera de igual manera?.—me quedé en silencio.—Querías al bebé,así que yo fui quien decidió matarlo.

—Estaba chiquito,no sentía todavía.—hice una pausa.—Y fue decisión de los dos,cuando estemos preparados tendremos uno.

—Con otras personas.—se desabrochó el cinturón al ver que estábamos frente a su casa.—Se acabó,Lenny,no hay mas nada que te obligue a quedarte conmigo.

—No es una obligación,te amo,Amelie.

—Yo a ti no,será mejor que dejes de perder tu tiempo.—dijo con lágrimas en los ojos,la vi bajarse del carro para meterse rápido en su casa.

Golpeé varias veces el volante por la rabia y mi visión se volvió borrosa a causa de las lágrimas.

—Carajo,no quiero perderte...—susurré dolido.

Era demasiado tarde.
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