Ambos se hallaban ahora en una de las cafeterías tomando algo. El chico se encontraba totalmente hundido en sus pensamientos, más que nada en uno en concreto, el del beso. Él aún trataba de procesar lo ocurrido momentos antes mientras la loba comía un poco de tarta con una sonrisa y algo sonrojada debido al beso. Los dos podían notar todavía los labios del otro, pero ninguno decía nada.

—Como esto sea un puto sueño pienso matar al que escribe mi vida—pensaba el joven antes de continuar con esa sonrisa.

—He besado a Tn...¡ay!—sonreía ella comiendo otro trozo.

—Enid...—el chico la sacó de sus pensamientos—lo de antes...el beso...esto...—se le notaba demasiado nervioso.

—Oh...bueno...quería ya sabes...darles un poco de envidia—contestó orgullosa.

Entonces el chico se quedó callado, iba a decir algo cuando aparecieron unos idiotas. Tn los reconoció pues eran los abusones de la clase y gran parte del instituto. Al verlos allí parados, sabían que no tramaban nada bueno, sobretodo cuando el líder se apoyó en el respaldo con el brazo mientras observaba a la loba de arriba a abajo.

—Oye encanto...normalmente no nos juntamos con monstruos, pero debo decir que tú no pareces un monstruo...—le sonreía con cara de pervertido—¿por qué no dejas a este perdedor y vienes a dar una vuelta con nosotros?.

—Eso, podrás beber lo que quieras—su amigo le guiñó el ojo.

—Seguro que lo pasarás genial—añadió el líder.

—Eh, dejadla en paz—dijo Tn encontrando valor poniéndose en pie justo antes de recibir un puñetazo en el rostro que lo tiró al suelo.

—Será mejor que no te metas en esto Tn—todos soltaron una pequeña carcajada.

Enid se puso en pie cuando fue tomada de la cintura por el idiota.

—Eh, tienes unos ojos preciosos...y un cuerpo de diez—decía con una sonrisa.

La loba respiró y le mostró unos ojos furiosos antes de quitarse de su agarre. Luego, lo tomó del brazo y empezó a aplicar una llave, darle una patada en la rodilla haciendo que cayera al suelo para finalmente arrearle un puñetazo en la cara que lo dejó gritando de dolor en el suelo. El resto al ver a su amigo así se agacharon para ver como se encontraba.

—¿Cómo te atreves a hacerle eso a nuestro amigo?, ¡maldito monstruo!—exclamó enojado uno de ellos antes de ser pateado en la cara por Tn.

—¡No te atrevas a insultar a mi prometida!—enojado golpeó al que tenía a su lado y cuando el restante fue a golpear al chico por la espalda, Enid sacó de un puñetazo en el pecho lo mando volar unos metros, se notaba mucho su fuerza de loba.

Ambos salieron del lugar corriendo ante los gritos del dueño que les dijo de todo por provocar altercados en su establecimiento. Ellos estaban riendo y sonrientes a pesar de lo que había ocurrido hacia unos pocos minutos. Llegaron a la casa de Tn saludando a su madre quien no prestaba demasiada atención porque estaba cortando el pelo a una señora mayor.

Al entrar en la habitación, Enid se percató de que Tn estaba sangrando así que le curó el labio despacio, tratando de no hacerle demasiado daño. La pareja se miraba a los ojos y el chico no podía dejar de mirarla, lo tenía hipnotizado. Lentamente llevó la mano hacia la de Enid antes de apretarla suavemente.

—Has estado genial...—susurraba el chico sonriente—eres maravillosa.

—Gracias...y...tú tampoco has estado nada mal. Supongo que tanto tiempo con Miércoles me ha cambiado un poco...ya no dejo que me moleste. Y bueno, lo de ¡no te atrevas a insultar a mi prometida!—imitó su voz antes de que ambos rieran un poco—gracias por defenderme.

—Eh, es lo menos que puedo hacer...si voy a estar contigo...Enid...yo...

—Sé que te gusto...miré el teléfono—eso sorprendió a éste—¡si, estuvo mal!...aunque cada vez que paso tiempo contigo me doy cuenta de algo...

—¿Y qué es?

—Que pasar una vida contigo no suena tan mal—contestó a medida que se acercaba a este para ir cerrando los ojos.

Pronto sus labios se unieron de manera tierna. Enid se colocó encima del chico tras dejar las cosas de curar a un lado. Había escuchado que cuando sentía amor verdadero, los besos eran maravillosos, y ella ahora mismo se sentía en una completa nube. Tn estaba rojo pero tan feliz que sentía que iba a morir. Acarició la espalda de la loba suavemente y pronto los besos se volvieron más pasionales.

En cierto punto, Enid se sintió tan bien que mordió suavemente el cuello del chico encendiendo a los dos todavía más pues estaban todavía en esa edad de la inexperiencia. Tn cayó sobre la cama mientras la loba se colocaba encima antes de besarlo, teniendo cuidado con sus manos pues las agarras aparecían y desaparecían constantemente debido al poco control que tenía en ese instante.

—Enid...me gustas...quiero pedirlo de manera formal...¿te gustaría ser mi novia?—preguntó con una sonrisa de extrema felicidad.

Ella asintió antes de besarlo y continuar así un ratito más. Ahora, al cabo de un buen rato, Tn estaba tumbado con la cabeza de la loba sobre su pecho. Estaban vestidos, no habían dado ningún paso tan grande, solamente disfrutando del momento. Él acariciaba la cabeza de la chica lentamente mientras la rodeaba con el otro brazo. Le gustaba esa sensación de felicidad, de estar con la chica que amaba y que era su prometida.

La madre de Tn había terminado su trabajo y pasó cerca de la habitación ya que estaba un poco abierta. Al mirar por el hueco, vio a la loba con su hijo dándose pequeños besos mientras sonreían. La mujer esbozó una sonrisa, veía sinceridad de ambos.

—Jóvenes...—pensó marchándose de vuelta al piso de abajo.

Les costó mucho, pero ambos se despidieron ya que tenía que regresar ella a la academia. Enid cuando llegó entró dando pequeños saltos y Miércoles le preguntó que sucedía pues a pesar de que a veces era normal, notaba un brillo en sus ojos.

—Pues...—le contó todo muy feliz y abrazó a Miércoles.

—Ya veo...ahora suéltame—ordenó haciendo que la loba se separase.

En ese momento llamó la madre de Enid.

—Mamá...no te vas a creer lo que...eh...habla despacio...¿qué sucede?.

La pelinegra vio la cara de preocupación de su roomie, algo malo estaba sucediendo.

—Ya veo...entiendo...gracias por avisar...—dijo antes de colgar—al parecer una manada rival atacó a mi manada...están todos bien pero su hijo viene a reclamarme como trofeo.

—¿Harás que Tn luche contra un hombre lobo?—preguntó ella interesada en el tema.

—No, le dejaré las cosas claras...aunque tengo cierto miedo roomie...

—No debes preocuparte, si intenta algo estoy aquí—ella soltó unas lágrimas antes de abrazarla.

—¡Gracias roomie!.

Aunque no estaba claro como solucionarían todo ese problema. Lo que si tenían en mente es que se iban a proteger, y Enid agradecía mucho el apoyo de Miércoles quien a partir de esa noche comenzó a elaborar un plan para derrotar a ese hombre lobo. Aunque primero debía verlo en persona y conocerlo un poco para detectar sus debilidades.

Por su lado, Tn en la cena estaba embobado ante la mirada de sus padres.

—Veo que ha ido bien la cita...—comentó su madre.

—Si...—contestaba con la cabeza en su mundo.

—No la dejes embarazada todavía—decía su padre.

—Claro que no—dijo algo sonrojado.

—Toma—su madre le dio protección.

La cena fue casi una humillación para Tn quien aguantó de todo por parte de sus padres antes de marcharse a su cuarto donde se tumbaría feliz por todo lo sucedido con Enid.

—No puedo creer que sea correspondido—pensaba sonriente y enamorado.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.