Chloe🌼

Ya han pasado varios días que no se nada de Arthur, no quiero decir que le envié muchos mensajes, pero si lo hice. Se ha desaparecido de la tierra ¿Quizás los extraterrestres vinieron por él? Al ser tan guapo y amable podría haber sido uno de ellos y vinieron por él para que volviera a su planeta, eso suena algo fantasioso pero es mi única teoría creíble.

Ayer después de mucho tiempo pude escribir algunas palabras en mi libro, esto me llevara mucho tiempo pero un avance es bienvenido aunque sea pequeño.

He trabajado demasiado todos estos días, Vicki me ha estado mandando más de lo normal y es que la editorial ha estado llena de trabajo, todo es un desastre ahí dentro. Ni siquiera he tenido tiempo de hablar con Celia, solo nos miramos a lo lejos y ya está ni hemos podido almorzar juntas como siempre lo hacíamos.

— ¿Ese es Arthur?

Me giro rápidamente y escucho la sonora risa de Denisse al hacerme una broma tan cruel. La miro frunciendo el ceño pero eso se me pasa al ver nuestra comida llegar a la mesa.

— Llego justo a tiempo — dice el nuevo chicle, digo novio, de Denisse, dándole un corto beso en los labios y sentándose junto a ella y frente a mi.

— ¿Por qué esa cara larga, Fisher? — pregunta llevándose una papa a la boca.

— Ni le preguntes por favor que no ha dejado de hablar de eso en todo el rato.

— Es que solo quiero saber si le pasó algo malo, estoy preocupada.

— ¿Estas preocupada por alguien a quien solo viste dos veces? Mi amor pensé que ya habías pasado por la etapa de ilusa adolescente.

— Me perdí en lo que están hablando.

— Está bien, tienes razón, estoy preocupada por alguien que ni siquiera conozco bien pero el día de la fiesta se fue de manera muy rara.

Ambas miramos a Bill quien hace un ruido al tomar de su gaseosa.

— No tengo nada que decir porque no entiendo nada de lo que están hablando.

Denisse comienza a darle un resumen mientras que yo la miro mal, no quiero que ande divulgando mis cosas personales y menos a Bill que es amigo de Laia, Lía.

— Podrías dejar de hablar de mi como si yo no estuviera aquí— le digo lanzándole una papa en la cara.

— Necesitamos más opiniones y Bill es mi novio, el puede ayudarnos.

— Soy bueno dando consejos.

— Eres bueno dando argumentos y debatiendo no dando consejos— replico mientras muevo la comida de mi plato de un lado para otro.

Pero ellos me ignoran como si fuera invisible justo ahora. La mayoría del tiempo lo soy pero ellos no deberían tratarme así.

La verdad solo estoy haciendo drama.

— Ya me voy, creo que estoy estorbando en su momento de chisme— les digo al levantarme para irme.

— Está bien ya no hablaremos de eso. Solo no te vayas.

— No es por eso — río —, la verdad ya me tengo que ir, es tarde y mañana debo madrugar. Yo no soy mi propia jefa así que tengo que obedecer las reglas.

Le doy un beso en la mejilla a Denisse y un choque de puño a Bill como despedida. Camino hacia la salida cuando escucho que alguien me llama, al voltear veo a Tam agitar su mano para llamar mi atención.

— ¿Qué haces por acá? ¿estas sola? — pregunta Chad.

— Ya me iba estaba comiendo con Denisse, ella está por allá con su novio.

—¿Tiene novio? Yo quería invitarla a salir.

— Que bueno que tiene novio y no tuvo la oportunidad de salir contigo, Chad — se burla Bob.

— ¿Quieres sentarte un rato con nosotros? — pregunta Tam haciendo que Chad me de un espacio para sentarme.

— Yo…— Sus caras me hacen querer decir que si pero la curiosidad de saber dónde está metido Arthur me hace querer gritar un “obviamente quiero” — está bien.

Comenzamos hablando sobre el trabajo y cosas superficiales hasta que, por quien estoy aquí, es nombrado por casualidad.

— Tengo mucho que no hablo con él ¿Ustedes si han hablado con él? — les pregunto tratando de sonar desinteresada pero no lo logro.

— Lo he visto en el trabajo pero trata de ignorarme y yo no quiero molestarlo aveces se coloca así pero, está vez es más fuerte.

— No quisiera parecer entrometida pero ¿Acostumbra ignorarlos?

— Cuando se siente mal lo hace.

— El es muy ensimismado.

Jamás pensé que el sería así. Cuando me hablaba de sus amigos siempre me hacía pensar en lo mucho que los quería y valoraba.

— Ya se le pasará — dice Chad tomando vino. Al darse cuenta que lo miraba me ofrece un poco pero yo niego, no quiero terminar acá borracha contándoles a ellos mis problemas.

Después de hablar un rato más me despido diciéndoles que mañana tengo que trabajar mucho y ellos lo entienden.

Cuando llego a mi casa la soledad me vuelve a atormentar y aún más con esta oscuridad y silencio. Mi pequeño apartamento está descuidado, o solo lo veo así por lo vacía que se ve. La planta que mamá me regaló está apunto de secarse, lo que me da tristeza porque era lo único lindo que me quedaba.

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Ya ha pasado menos de un mes y mis días han estado un poco pesados. El trabajo ha sido muy duro estos días, mis piernas duelen y mi cabeza esta apunto de estallar pero todo sea por el dinero. Denisse y Bill están felices, una vez a la semana comemos juntos los tres aunque yo me sienta estorbando ellos me hacen sentir incluida aunque aveces se burlen de mis malas elecciones en los hombres. Jake no se ha vuelto a parecer en mi casa ni me ha llamado lo que me hace pensar que ya me he librado de el. Y de Arthur no se nada, ya casi se va a cumplir un mes desde el día de la fiesta que fue la última vez que lo vi y hablé con él.

— Por fin puedo sentarme — dice Celia acomodándose en su silla. Yo aún no termino de sacar unas copias de unos documentos así que me muevo impaciente mientras miro la fotocopiadora.

Estúpida máquina. Quiero sentarme podrías ser un poco más rápida.

— Chloe ¿sabes algo? — habla alto para que la escuche.

— Celia, solo sé que no sé nada — respondo y ella ríe.

— Falta poco para el cumpleaños de César y yo aún no preparo nada.

Cuando las copias ya están las dejo aún lado y me siento frente a ella.

— ¿Cuánto falta? — le pregunto tomando un poco de agua.

— Un mes y quince días  — responde con una mano en el pecho haciendo drama.

— Falta mucho todavía, no te preocupes, todo saldrá bien.

Ella hace un sonido de frustración y yo coloco mi mano en su hombro. Comenzamos a hablar de César y lo bien que le va en la escuela, lo inteligente que es y lo mucho que quiere está fiesta de cumpleaños.

— El año pasado no pudimos celebrarle su cumpleaños y a él no le importó pero ahora tiene amigos y quiere celebrar su cumpleaños con ellos.

— Haremos que sea una gran fiesta, no pienses demasiado en eso, te saldrán arrugas.

— ¿Más de las que tengo?

Al llegar nuestras jefas debemos dejar de hablar y ponernos a trabajar de nuevo.

Nuestro horario laboral termino y gracias al cielo porque ya no aguantaba mis pies. Celia se ofreció a llevarme hasta mi casa y esta vez no me negué, la verdad deseo llegar a mi apartamento lo más rápido posible. El teléfono de Celia comienza a sonar y me hace una señal para que conteste y lo coloque en manos libres, hago lo que me indico.

— Celia, César está preguntando por ti dice que si ya vienes o te tardaras — esa voz, suena familiar pero…

— Dile que dejaré a mi amiga del trabajo en su casa y luego iré para allá. Gracias por estar pendiente, vecino lindo — dice y me mira con picardía al decir lo último.

— Está bien en un momento le digo y sabes que lo hago con gusto, César es mi amigo y tú también.

— Gracias, en un momento los veo — y así la llamada termina. Pero la voz del hombre en la llamada me dejó un sentimiento raro en el estómago, siento que conozco esa voz pero al parecer el cansancio me está haciendo imaginar cosas.

— Verdad que mi vecino es muy lindo — habla Celia haciéndome salir de mis pensamientos.

— Solo escuché su voz pero al parecer lo es — comento.

— Seguiré tratando de hacer que aceptes una cita con el, como estoy tratando que él también acepte la cita.

— No quiero citas, Celia. Ya te conté que mi última situación “amorosa” no salió bien — le digo finalizando con una mueca.

Celia estaciona frente a mi edificio y nos despedimos de un beso en la mejilla. Cuando ya estoy por entrar al edificio me giro y me despido con la mano.