Capitulo 6
En cuanto leyó la carta, sus ojos se tornaron grises y se colocó muy serio y no pudiendo creerlo, se sentó en su cama y continuó leyéndola deprimente...
"Mi amor:
Cuando leas esta carta, yo estaré lejos de tu vida. Espero que trates de comprender mis razones por las cuales me alejo de ti.
Aunque días antes me dijiste que no te interesaba que yo fuera una simple joven y me demostraste que era cierto dándome tu amor, yo ya no puedo continuar contigo. Soy sólo una mujer corriente, sin un buen apellido y dinero y tú te mereces alguien como tú. Una mujer con clase y de una buena familia.
Siento tener que despedirme de esta manera, pero créeme no podría volver a verte, ya que se me rompería el corazón. Te amo mi dulce vocalista, nunca lo olvides, pero nuestras vidas son muy diferentes y jamás podremos estar juntos, bajo esas circunstancias.
Me hiciste inmensamente feliz durante el tiempo que estuve a tu lado. Nunca te olvidare.
Siempre estarás en mi corazón.
Te amaré siempre."
Guardé su foto en mi diario y este lo guardé en mi velador, recordándolo siempre y haciéndome a la idea de que no volvería a verlo jamás.
Mi sueño se destruyó por completo, había vuelto a ser una mucama y ahora era en la casa de mi madrina. Ese fue el precio que tuve que pagar a cambio de que ella volviera a recibirme. Cada ilusión, que alguna vez tuve se habían muerto rotundamente.
Joey no volvería nunca por mí y era lo mejor...
Joey había vuelto a ser esa persona triste y sin emociones algunas. Se sentía tan vació por fuera y por dentro.
<< ¿Se habrá olvidado de mí? >> << Ha pasado tanto tiempo de que se alejó de mí, y este amor por ella continua >> << Aun no entiendo ¿Por qué? ¿Por qué rayos tuviste que irte Margarita? y dejarme como lo hiciste >> << No lo entenderé nunca >> << Ni siquiera me dejaste alguna dirección o número de teléfono para poder ubicarte >>
Mi madrina siempre me había hecho ver en menos con su hija Catalina. Ambas habían destruido los pocos sueños que me iban quedando, pero el amor que sentía por Joey me hacía seguir adelante.
Limpiaba el patio, cuando me senté y me detuve a mirar el cielo y me pregunté a mi misma que sería de Joey. Lo extrañaba tanto.
A veces me arrepentía el haber huido de su lado y me sentía tan culpable por haberlo hecho.
Me sequé las lágrimas y pensé en regresar con él, pero pensé rápidamente que tal vez él nunca me perdonaría lo que le hice, y borré de inmediato aquella idea.
Sin darme cuenta, Catalina se me acercó y me sorprendió sentada en la banca sosteniendo la escoba y cubeta con agua en las manos.
_ Si mi mamá aceptó a que regresaras a nuestra casa, fue con la única condición que fueras nuestra mucama e hicieras todo lo que te ordenáramos...
_ Lo tengo muy claro Catalina...
_ Pues no veo que ahora estés obedeciendo
Me miró con desprecio y yo la miré haciéndome la valiente frente a ella.
_ ¿Qué a caso no oíste rata? ¡Continua limpiando todo esto, que solo para eso sirves!
_...
La miré con rencor, y Catalina sonriendo con burlas, le dio una patada a la cubeta con agua y la derramó sobre mis zapatos.
_ ¡Ups! Mira, también tienes que limpiar eso...
La miré irse y no pude más y me puse a llorar.
Muchas semanas después...
Miré la calle, sosteniendo la escoba y recordé a Joey...
Me sentí asfixiada y no pudiendo más, dejé la escoba y salí a escondidas de la casa.
Corrí sin detenerme solo ansiando volver a verlo y con los ojos a punto de llorar, llegué a una plaza.
Cerré los ojos y deseé que todo volviera a ser como antes, el de estar con mi dulce vocalista.
No quería volver a la casa y comencé a caminar sin rumbo.
Conduciendo a toda velocidad, miraba por la ventana de su auto las calles y personas transitar y buscaba con anhelos el hallarme y sin detenerse siguió manejando por aquella enorme y lejana ciudad, pues ya la gira había finalizado y él estaba de vuelta.
Sentada en una banca pensé en lo que era mi vida las últimas semanas, sólo esperando a que mi pesadilla por fin se terminara y que Joey volviera a mí, algo que tenía más que claro que no ocurriría.
Miré hacia el cielo y cerré por un momento los ojos y deseé una vez más que todo volviera al dulce sueño del que nunca quise despertar.
Mi madrina siempre me había detestado y aún no entendía, después de tantos años, el motivo. Me lo había preguntado a mí en tantas ocasiones e incluso se lo había preguntado directamente a ella, pero nada había conseguido. Ella me odiaba y eso era todo.
De pronto, en un instante se me vinieron muchos recuerdos de mi vida a la mente y entre todos ellos vi a Joey, su dulce sonrisa, lo tierno que siempre había actuado conmigo y el corazón se me entristeció.
Presentí algo, y miré los inmensos arboles con mis ojos llenos de lágrimas, solo esperando verlo a él.
Sonrió con destellos y detuvo el auto frente a aquella plaza.
Yo ida, seguía mirando los árboles no dejando de recordar y pensar y él se bajó.
Me giré y quedé sin aliento. El alma me volvió al cuerpo y no pudiendo creerlo, Joey me miró fijamente y yo sorprendida, sonreí con felicidad.
No aguantándome la emoción de volver a verlo, después de tanto tiempo, dije su nombre con mis ojos cubiertos de lágrimas y corrí hacia él y Joey me abrazó tomándome en sus brazos.
_ ¡Joey! ¡Joey! ¡Has vuelto!
Lo abrasé con toda mi alma y él aferrándome a sus brazos, acarició mi largo cabello y escuchó mis gemidos.
Lloré de emoción. Me sentí inmensamente feliz y acogedora de estar así en sus brazos y sintiendo sus suaves caricias en mi cabello, sonreí aliviada y apoyé la cabeza en su pecho. Mi amado Joey estaba de vuelta.
Joey sin dejar de abrazarme, bajó la cabeza para mirarme y sonrió tierno.
_ ¿Por qué lo hiciste Margarita?, ¿Por qué?
Lo miré con mis ojos aun derramados de lagrimas y con vergüenza busqué su profunda y enamorada mirada.
_ Lo siento Joey. Fui una tonta... pero es que sentí que no podía seguir a tu lado
_ Cuando llegué y no te vi en la casa, no pude entender porque te fuiste así como así de mi lado. Para mí tú eres lo más importante en mi vida, mi amor y tú lo sabes...
_ En aquel momento pensé que si me alejaba de ti serías realmente feliz con otra mujer, que si pudiera darte lo que yo no puedo
_ Ninguna otra mujer puede darme lo que tú si cariño. No me importa nadie más que tú Margarita
Me dijo y me miró un poco molesto y yo guardé silencio, solo amándolo como el primer día que lo conocí.
_... Perdóname. Cometí un gran error el haberme ido como lo hice de tu lado y no sabes lo arrepentida que estoy. Fui tan tonta
_ No mi vida, no fuiste tonta. Solo fuiste impulsiva, pero yo estaré para eso
Me dijo y me sonrió tierno. Yo lo miré perdidamente y aún emocionada, volví a abrazarlo y él me abrasó con todo su amor y no dejó de sonreír y se sintió el hombre más feliz de todos.
_ Te extrañé tanto mi amor. Pensaba en cuando leyeras mi carta y lo mal que debiste haberte sentido
_ No sabes la falta que me hiciste todo este tiempo. Me desesperé cuando me di cuenta que no estabas en la casa y que te había perdido para siempre
_ Solo quería verte, verte mi amor, pero me daba miedo que no quisieras perdonarme por lo que hice
_ Nunca podría enojarme contigo mi amor
Volvió a sonreírme tierno y tomó mi mentón con cariño y yo me perdí en sus maduros y apuestos ojos celestes.
_ Ahora estamos juntos otra vez y no volveremos a separarnos ¿De acuerdo?
_ Si amor mío
_ Nunca quise darme por vencido de que te habías ido para siempre. Nunca en ningún momento dejé de pensar en ti Margarita.
_ Yo tampoco. Siempre en todo este tiempo pensé en ti mi Joey
Él me sonrió perdidamente, acarició mi mejilla, y yo mirándolo, mi corazón latió descontrolado y por fin sentí que no era un sueño, si no la dulce y viva realidad.
_ Entonces, ¿Aún no te interesa en lo absoluto que yo sea mayor que tú?
_ No Joey. Esto, tan lindo que hay entre ambos, para mí no tiene edad. Yo te amo
_ Yo también te amo mi Margarita. Siempre voy a amarte
_ Mi vida...
Acarició mi mejilla, yo me entregué a su caricia, cerré los ojos y Joey me besó como el primer día.
Caminamos por aquella plaza tomados de la mano y yo le conté que me había regresado a vivir a la casa de mi madrina.
_ Nunca debiste regresar a esa casa pequeña
_ Siempre lo supe, pero en ese momento no tuve opción
_ Lo entiendo pequeña
_...
Secó con su mano las lágrimas de mis ojos.
_ No pienses más en eso pequeña. Ahora solo interesa nuestro futuro y de lo felices que seremos juntos.
_ Mi Joey. Suena tan lindo cuando dices que seremos muy felices juntos
Le dije, lo abrasé y él me sonrió tierno.
_ Es porque es así mi amor
_ Mi Joey. Estoy tan feliz de que estés aquí conmigo
_ Desde hoy estaré siempre a tu lado mi pequeña
Lo miré perdidamente enamorada y Joey me abrazó fuerte y con cariño a sus brazos.
_ Ahora mismo iremos a buscar tus cosas a la casa de tu madrina y te vendrás conmigo.
Le sonreí toda emocionada y él tierno, tomó mi mano y caminamos así juntos hasta su auto.
Frente a la casa de mi madrina, yo me bajé del auto y Joey me sonrió feliz. Yo lo miré y el corazón me brincó de alegría.
_ ¿Estás segura que no quieres que te acompañe a entrar pequeña?
_ No mi amor. Esto lo debo hacer sola. Llegó la hora de por fin enfrentarme a mi madrina
_ Estaré esperándote aquí pequeña. Te amo
_ Y yo a ti mi Joey
Decisiva y con valor, entré a la casa de mi madrina y solo pensando en él, subí a recoger todas mis cosas, para por fin largarme de aquella casa y vivir lo que por tanto había esperado. El anhelado regreso de mi amado y que ahora por fin seríamos felices.
Estaba tan feliz y ansiosa, que canté sus canciones en voz alta mientras hacía mi equipaje y sin darme cuenta, mi prima Catalina estaba mirándome en la puerta de mi habitación y me sorprendió.
_ Vaya, pero miren quien se dignó a llegar. Tienes una lista enorme de quehaceres por hacer rata ¿Qué rayos se supone que estás haciendo guardando todo eso en esa maleta?
Preferí ignorarla y seguí empacando y Catalina me miró en seco.
_ ¡A caso piensas largarte otra vez!
_ Velo por tu misma Catalina. – Ella no lo toleró y estalló de rabia –
_ ¡No! ¡Tú no nos puedes abandonar rata! ¡No! ¡Se lo diré a mi madre!...
Mi prima corrió a buscar mi madrina
Sin miedo, continué guardando ya las ultimas prendas en mi equipaje y mi madrina junto con Catalina llegaron a mi habitación y ella me miró fría y sin contemplación.
_ Así que era verdad. Piensas volver a largarte. No eres más que una sobrina malagradecida y egoísta, pero escúchame, tú no volverás a irte de esta casa ¡¿Te quedó claro?!
_ Haré lo que se me plazca y eso implica largarme de esta casa y alejarme de usted, que lo único que ha hecho ha sido hacerme daño. Ya no le tengo miedo señora
Ella abrió los ojos.
_ ¡Eres una insolente! ¡Te quedarás aquí! ¡Es una orden!
Se me acercó intimidante y yo frente a ella, la miré en seco, muriéndome de susto y nervios por dentro, pero pensé en Joey, en que por fin volvería a su casa, a su lado, para ambos vivir felices, como siempre lo habíamos merecido y ya no temí de nada, ni en especial de ella.
_ ¡No señora! ¡Ya no volveré a obedecerle jamás! ¡Usted no es más que una cruel mujer, que solo ha causado daño en mi vida, pero eso se acabó!
_ ¡Te atreves a contradecirme mocosa estúpida! ¡Ahora verás!
Vi aproximarse una bofetada suya y valiente le detuve su mano con fuerza.
_ ¡NO! ¡No volverá jamás a levantarme la mano! ¡Me escuchó! ¡Ya no le temo a sus amenazas!
Mi madrina me miró perpleja por mi inesperada reacción y tratando de soltarse de mi brazo, yo la solté y pasé frente a ella con mi equipaje.
Catalina corrió a socorrerla y ambas atónitas por mi reacción, mi madrina no tuvo palabras y no supo cómo reaccionar y ambas sin poder detenerme, me vieron salir de su casa.
Más que feliz, vi a Joey en el auto y corrí hacia él y él me sonrió con destellos.
Me subí a su lado y él mirándome perdidamente, tomó mi mano con ternura y dio marcha a su auto y me sacó de allí, para llevarme de regreso a su acogedora casa, lejos de aquella enorme ciudad.
Miré todo a mí alrededor, aquellos edificios de la lejana ciudad, las interminables arboledas y esa inmensa laguna a los pies del largo camino rumbo a su hogar. Fue como si jamás me hubiera ido de tal lugar y de su lado.
Joey me miró y me sonrió. Yo perdida en su sonrisa y apuestos ojos celestes, le sonreí amándolo con todo mi corazón.
Contentos, nos bajamos de su auto y tomándonos de la mano, caminamos lentamente hasta a su casa, de donde yo nunca debí haber salido.
Muchos días después
Barría las hojas de la terraza y miré los edificios de la lejana ciudad y me sentí feliz y libre. Continué barriendo y a menudo miré a Joey, quien trabajaba en su notebook y él de vez en cuando me miraba y me sonreía con dulzura.
Joey me había enseñado lo que era vivir la felicidad eterna a su lado.
Lo miré perdidamente y no me pude contener y fui hasta donde se encontraba él trabajando en su notebook.
Me senté junto a su lado, en el pasto, él me sonrió con destellos, sintiéndose el hombre más feliz y realizado de todos y yo sin controlarme más, lo abrasé muy fuerte. No quería separarme de él y escuché su silenciosa risa junto a mi hombro. Luego acarició mi cabeza.
_Te amo mi vida
_ Y yo a ti mi Joey. Aun me parece que todo esto es un bello sueño
_ Es nuestro sueño pequeña. Nuestro bello sueño que seguiremos construyendo juntos ahora y para siempre.
Nos sonreímos, yo toqué su pecho y ambos nos recostamos sobre el pasto, sin Joey soltarme de sus brazos, y miramos la laguna.
Lo miré mimada, Joey me sonrió, acarició mi mentón y nos besamos disfrutando de aquella mágica soledad y de toda la naturaleza que nos acompañaba.
Corrió un fuerte viento, las hojas de los arboles se desplomaron hacia nosotros y ambos las miramos con contemplo y nos tomamos de la mano.
Mi sueño por fin se había hecho realidad, el de haber conocido al gran amor de mi vida, que por circunstancias, nos tuvimos que separar y que ahora nos habíamos vuelto a encontrar, y que ese amor correspondido era el cantante más sencillo y tierno de todos.
FIN.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro