Capítulo 10
Domingo fue relativamente bien. Haruka y Zeldris aprovecharon ese día para terminar su proyecto de ciencias, el maldito sistema solar trajo unos pequeños problemillas con él. La cosa terminó con una guerra de pintura, si, porque no había otra cosa para lanzarse que no fuera las acuarelas para pintar los planetas. Hicieron tanto ruido que los padres de la femenina se quejaron dando pequeños golpes con una escoba en el techo que hacía función de suelo para la habitación de la chica. Para ellos, estar juntos y no formar un expertáculo o escándalo era casi imposible. Generalmente cuando eran regañados se giñaban un ojo y fingían que les importaba, cuando no era así.
El proyecto fue terminado, eso sí, pero lo hicieron corriendo, porque habían pasado gran parte del tiempo jugando. Al final Zeldris se fue de casa de su mejor amiga a las dos de la mañana. Su padre lo reprendió por eso.
Y ni hablar del día después.
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A través de los pasillos del instituto, caminaban los dos a la par, arrastrando sus pasos, dando zancadas, con los hombros caídos, tremendas ojeras maquillaban sus caras somnolientas y sus ganas de vivir eran nulas. Parecían dos zombies. Las acciones tienen sus concecuencias, y aquello era para que aprendieran a no perder el tiempo tan olímpicamente. A veces la diversión debía ser dejada de lado para abrir paso a la responsabilidad.
La campana no había sonado, por lo que iban temprano, afortunadamente. Era el pelinegro quien llevaba la maqueta de la maldición. A primera tocaba ciencias y a pesar de que querían lanzarse al suelo a hacer un berrinche, estaban orgullos del resultado y querían presumirlo ante los demás.
—La próxima vez nos reuniremos dos veces —comentó Haruka, doblando una esquina —. La primera vez para comer mierda y la segunda para trabajar en serio.
—Terminaremos pasando del trabajo de nuevo y lo haremos apresurados, es nuestra naturaleza ser finalistas —le contestó Zeldris, cerrando sus ojos. Sus párpados se le cerraban.
La castaña pudo dormir a la hora que él se fue, pero en su caso era distinto, tuvo que llegar a casa, recibir una discurso de sus progenitores y luego hacer unos últimos arreglos en el proyecto. No quiso mirar el reloj después de lanzarse a la cama, porque sinceramente le dió miedo, pero sabía que, mínimo, había pasado una hora y media de más.
—Necesitamos un tercer miembro en nuestro grupo que nos ponga en línea —farfulló de acuerdo. Sería de hipócritas negar su razonamiento.
Ahora ya estaban dentro del laboratorio de ciencias. Afortunadamente, Ludociel no tenía un método tan represivo como Escanor y permitía a los estudiantes sentarse dónde quisieran, por lo que estos dos no se separaban esa clase. Se dirigieron con pasos calmados hasta la última mesa de la fila, estar al final era genial.
Haruka fue la primera en tomar asiento, casi que dejó caer su cuerpo sobre la silla, agradeciendo a Dios por tal regalo, después recostó su cabeza a la mesa, le daban dos segundos más y se quedaría dormida ahí mismo. El pelinegro río al ver aquello.
Con cuidado, Zeldris depósito el sistema solar en una extremo seguro del suelo, cerca de su puesto, y luego tomó lugar al lado de la Hoshi para hacer lo mismo que ella, pero encarándola. Sus rostros quedaron de frente y sus ojos se encontraron. Sus manos se rozaban ligeramente bajo de la mesa y los revoltosos cabellos de la muchacha estaban infiltrados en el territorio del masculino, envolviéndolo.
Aquella escena era algo cotidiano entre ellos, bastante normal, pero aún así, los dos terminaron sonriendo. Cuando el verde se encontró con el café se formó el más bello de los colores pensados, porque se vieron reflejados en la mirada del otro y eso fue mejor que cualquier arcoiris.
—Zel —nombró su mejor amiga entre risas, cerrando sus hermosos ojos.
Otra vez él tuvo esa pretenciosa e imparable necesidad de besarla. Malditas hormonas, cuando ella hacía algo parecido, era imposible controlarse. ¿Haruka no era consciente de lo jodidamente atractiva que era a sus ojos? ¿No se daba cuenta de que Zeldris era un hombre, y como tal, también quería hacer cosas con ella? Demasiado inocente y confiaba. Tenía demasiada fe en él, cuando en realidad era una basura que quería aprovecharse de situaciones como esas para devorar sus labios.
El protagonista levantó su cara, el sueño le estaba jugando malas bromas.
Cuando Ludociel entró al salón, el orden se abrió paso. Todos se pusieron a acomodar sus cosas. Entre ellos, Zeldris; quien tomó su mochila para sacar su cuaderno de apuntes, encontrándose en el fondo aquella curiosa margarita. Cierto, hoy era lunes, debía recibir una flor.
—¡Wow! —exclamó en un susurro Haru, observando lo mismo que él —. Es buena en el espionaje.
El pelinegro no se percató en que momento ella se había inclinado lo suficiente como para apreciar el interior de su mochila.
Le dedicó una rápida mirada por el rabillo del ojo para extender su mano y tomar la margarita con la nota. Cuando ya estuvieron fuera, abrió el papel.
"Mis ojos culpables han estado mirándote todo este tiempo, queriendo capturar toda tu existencia".
¿En qué momento? Ah. El muchacho decidió dejar de hacerse cuestiones innecesarias respecto a la chica, algún día descubría todo lo que quería saber, como que se llamaba...
—Zeldris Yami y Haruka Hoshi —llamó desde la parte delantera del laboratorio Ludociel. Traía en sus manos una lista, la cuál observaba con mucha atención.
Los mencionados se pusieron en pie, también eran los primeros en presentar su proyecto, el mismo que Zeldris tomó entre sus manos para transportarlo.
Aunque desafortunadamente, las malas bromas del sueño no terminaban en sus incontenibles deseos de besar a su mejor amiga. Oh no, porque justo cuando le extendió la maqueta a su profesor, se escurrió de entre sus dedos, cayendo al piso y estropeando gran parte del trabajo.
Pueden culpar a sus cansados ojos, o a sus manos de mantequillas, o a la emoción y distracción que causó en él aquella porqueña nota de la chica Margarita, pero en ese momento, todo se jodió.
Y Haruka quiso ahorcarlo frente a todos por pendejo.
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Palabras del autor:
Perdón por los capítulos lentos y tontos como estos, la verdad, estás cositas tontas me gustan mucho :3
Sinceramente, estoy enamorada del Zeldris de este libro y su relación con la prota.
Pronto descubriremos el pasado de Meliodas, Zeldris y Haruka. ¿Alguien tiene una loca teoría?
Lina, actualizo todos los días. ¿Algo que decir? C:
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Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿
~Sora.
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