Capítulo 23
Escribir es divertido cuando la inspiración te acompaña, lo malo empieza cuando se aleja sin darte explicaciones y no te queda de otra que buscar algún método para que vuelvan. Sí, el famoso bloqueo llegó a mi vida en un mal momento. Aunque siendo sincera dudo que exista un momento adecuado para que no te salga ni una simple tarjeta de cumpleaños.
Traté de no presionarme por no lograr hilar más de dos palabras en una sencilla oración sin que pareciera que alguien hubiera vomitado encima. Pero fracasé en el intento. Al principio pensé que sería bueno tomar un descanso, lo malo vino después cuando me cansé de holgazanear y al sentarme frente al computador la hoja permaneció en blanco. Todo lo que escribía, si a eso se le puede llamar escribir, era malo. Malo. No tenía coherencia, estaba lleno de errores y se alejaba de mi percepción inicial. Fue un balde de agua fría cayéndome encima que para ese entonces ya me sentía bastante confiada. Traté de buscarle una razón a ese cambio tan repentino, es decir, yo disfrutaba mucho de escribir, era mi escape. ¿En qué momento ver una hoja en blanco se convirtió en una pesadilla? Necesitaba describir un hecho que era vital en la trama, era un momento importante, pero por más palabras que le metiera no lograba coger el peso que merecía.
—¿Por qué nadie me detuvo antes de crear todo esto? —me lamenté después de pasar un par de horas analizando a fondos mis personajes, todos me parecían tontos. Quería darme de golpes contra el monitor para matarlos a todos, aunque pensándolo bien la que no saldría muy bien librada de eso sería yo.
—¿Qué exactamente? —curioseó Carlos despegando sus ojos apenas unos segundos de su celular.
—Todo. Todo es malo —concluí. No había que perder más tiempo buscando algo rescatable a semejante trabajo. Con tanto lamento terminaría siendo la llorona.
—Qué manera más objetiva de analizar un texto.
—Es la verdad. ¿Por qué se supone que pasa eso?
¿En qué momento, en mi sano juicio, consideré buena idea agregar esta escena? Si la rosa de Guadalupe la veía me la compraba, pero yo estaba escribiendo una novela, no un guión televisivo que se aproximaba a una parodia.
—No sé, dígame usted. ¿La puso ahí por algo, o sólo la agregó porque quería soltar palabrería?
Suspiré, se suponía que servía como nexo para una escena importante, pero pensándolo mejor pude haberlo sustituido con algo más entretenido. Tenía que buscar cómo arreglar semejante desastre.
—¿Me permite darle un consejo? —preguntó Carlos al ver cómo me perdía entre mis dilemas. Asentí porque de igual manera lo iba a soltar—. Deje de darle vuelta a sus propios escritos o comenzará a odiar hasta el momento que aprendió a leer. Descanse.
—Pero necesito escribir —le dije.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Carlos, no puedo dejar incompleto esto —le hice ver. Me conocía, si no le echaba todos los kilos quedaría como un sueño más sin que se terminara el ciclo. Nunca terminaba nada sino me obligaba a hacerlo—. Margarita, concéntrate —me ordené.
—No se obligue a escribir o le saldrá algo fuera de lugar. Si le presiona actualizar le recuerdo que tiene capítulos en borradores. Debería aprovechar para hacer una planeación general de la historia.
—Quizás los comentarios me motiven —lo ignoré. No quería perder el ritmo, eso de escribir casi a diario me había servido para ser disciplinada, sentía que, si dejaba de hacerlo, como esos días a los que me dediqué a todo menos a escribir, perdería todo el avance.
Me levanté de mi silla para sentarme a su lado esperando que compartiera mi idea y se motivara a encender la pop. Era una pena que el dinosaurio de mi cuarto no pudiera abrir lo que salía en el Wattpad porque de lo contrario podría hacerlo por mi propia voluntad. Le sonreí para que captara la indirecta, parecía una niña esperando a que le alcanzaran el libro más alto de la repisa.
—Y yo creí ser obstinado. —Negó con la cabeza mientras yo lo seguí a la sala donde encendió la máquina.
Que yo lo fuera no le quitaba su mérito.
Necesitaba recordar qué tenía de bueno ese montón de letras que en otro momento me habían emocionado. Los comentarios tenían algo que me inyectaban optimismo. Significaban mucho para mi avance.
Carlos tardó unos minutos para ubicar la página y la sección de comentarios. Sonreí cuando leí el primero, decía que admiraba que no me rindiera y que le gustaba mucho un personaje secundario. Una chispa de alegría encendió el incendio en mi interior.
—¿Cree poder contestar los comentarios sola? —me preguntó Carlos sacándome de mi embelesamiento—. Necesito revisar unos exámenes y para ser sincero mientras más pronto termine será mejor.
—Claro que puedo. ¿Qué tan difícil puede ser? Dime a qué le pico y en cinco minutos lo hago —respondí muy confiada. Ya iba siendo momento de aprender a hacerlo sin ayuda.
Carlos me explicó a largos rastros el procedimiento. No me resultó muy complicado entender que el botón responder servía para eso y que la flecha que parecía un aro de cebolla era para ver los nuevos. Fácil. Fácil. ¿Fácil?
—¿Alguna duda?
—Sí. ¿Qué significa esos dos puntos con un paréntesis? —traté de enfocarlo para comprobar que no era imaginación mía. Estaba bien, andaba cansada y no todo era tan nítido, pero sabía muy bien lo que veía.
—Es un emoticono, ese en particular representa un rostro sonriente.
—¿Un emo cono? No parece un cono emo, y menos una cara feliz —lo analicé, más bien parecía un error. Uno muy feo—. Qué imaginación. Si eso es una cara feliz yo soy famosa en un mundo alterno. Una locura.
—Estoy empezando a cuestionarme si pueden dejarla sola con mi computadora.
—Confía en mí, Carlos. No voy a hacer nada más que contestar comentarios. Te doy mi palabra. —Esperé eso fuera suficiente para que se relajara y dejara que me hiciera cargo. No sé si se fió de mi capacidad para arruinarlo, pero no agregó más antes de ir a trabajar. Claro que se mantuvo a unos metros de distancia para supervisarme.
Ese Carlos tan desconfiado. Le enseñaría lo buena que era para ganarme el cariño, respeto o cualquier sentimiento que puede ganarse en este sitio.
Repasé el comentario para inspirarme, merecía un buen agradecimiento. Uno con estilo.
🔴AbuelaMargaret.
Gracias por leer mi primera novela. Tu comentario fue muy boniyo.
Atte. Margaret .)
Listo, directo de mi corazón. Enviar. ¿Así estaría bien? Yo creo que sí. Hasta le puse una carita feliz al final para verme más amigable. ¿Eso me haría mezclarme entre la juventud? Bueno, tampoco hay que pedir milagros.
Esperen... ¡¿Boniyo?! ¡Boniyo! ¿En serio, Margaret? Quién sabe qué significaba eso en otros países. Apenas conocía lo básico del idioma, eso era avanzado.
—¡Carlos! —lo llamé enseguida—. Ayúdame. ¡Es una emergencia!
—Diez minutos —me felicitó mientras se levantaba del sofá y observaba el reloj—. Un récord.
—¿Cómo puedo cambiar una letra? Tu teclado está fallando. Mandó una palabra incorrecta —le expliqué. Mitad verdad. Mugrosa pop, me abandonas en los momentos importantes.
—¿Mi teclado? Sobre su pregunta, lamento informarle que no será posible. Tendrá que eliminarlo y volverlo a escribir —respondió sin sorprenderse. ¿Qué? ¿Era una broma, no? Supe que no cuando me enseñó el camino que se hacía para poder borrarlo y empezar de cero.
—¿Es un castigo por equivocarse?
—Véalo como una lección continua para prestar atención antes de enviar un mensaje —se burló. No le veía lo gracioso a eso.
Suspiré para agarrar energías de nuevo. Uno no nace con un alto conocimiento en tecnología, tiene que regarla para experimentar más. Sí. Tenía que echarme porras yo sola.
🔴AbuelaMargaret
Gracias por leer mi historia. Gracias por tu bonito comentario. Disculpa por responder boniyo en el anterior, pero ya me ayudaron a arreglarlo.
Atte. Margaret .)
Lo revisé para confirmar que quedó perfecto y cuando me lo aprendí hasta de memoria decidí mandarlo.
Primer nivel superado.
Ahora sólo tenía que pasar los más complicados. Y vaya que se venía uno fuerte.
Me di cuenta que eso de darles respuesta tenía su chiste. Pasé alrededor de una hora terminando de responder los ocho comentarios del último capítulo. Para ese momento era una mezcla de alegría por leer sus palabras, hastío por ser tan lenta y desesperación por seguir fallando en varias ocasiones.
Claro que la primera les ganaba a todas sobre toda al saber que sólo faltaba uno que era el más largo y que por lo mismo me hacía mucha ilusión.
🔴El123333
Esperé encontrarme con una obra de arte después de tantos comentarios positivos en los grupos de Facebook y qué decepción, me encuentro con semejante basura. Se ve que sólo la leen por lástima.
¿Qué? Tallé mis ojos, ya cansados por la luz, para comprobar si leí bien. Y sí, no había errores en ese comentario, además del mero hecho de existir. ¿Lástima?
Quizás en otro momento lo primero que hubiera hecho era poncharme y cuestionarme hasta el sentido de mi existencia. Pero debo reconocer que ese día me había levantado con el pie izquierdo, de puro milagro, y traía unas ganas de romperle un sartén en la cabezota al primero que se me cruzara por delante, y el chico había era un excelente voluntario.
Recomiendo no hacer lo que hice. No debí desahogarme de esa manera, pero lo hice. Quizás porque seguía teniendo muchas telarañas en mi interior o simplemente porque mi carácter no ayudaba. Escribí letra a letra con el coraje acumulado, a la vida, a mi bloqueo, a mis complejos.
🔴AbuelaMargaret.
Ponte a hacer algo de provecho en vez de criticar mi basura.
Presioné el punto con tanta fuerza que me sorprendió que Carlos no corriera para ver qué había pasado. Esperaba que con eso fuera suficiente para que don molestón dejara de poner gorro. Para mi mala suerte fue todo lo contrario porque no habían pasado ni media hora cuando la campanita sonó.
🔴El123333
La que debería hacer es agradecerme por soportar más de dos párrafos.
🔴AbuelaMargaret
No recuerdo haber pedido que lo hicieras, pero quizás se me olvido, ya sabes es la edad.
🔴El123333
Ya está muy grande para estas cosas. Retírese.
🔴AbuelaMargaret
Y tú muy joven para decirme qué hacer. No me voy a retirar por la opinión de alguien que no me interesa.
🔴El123333
¿Y para qué me sigue contestando?
🔴AbuelaMargaret
Porque me siguen llegando tus tontos mensajes. Y la mugrosa computadora no deja de hacer ese sonido extraño cada vez que lo hace. Si dejas de enviarlos el asunto muere.
🔴El123333
¿En serio piensa que con eso voy a dejar de hacerlo? 😂😂 Adoro su inocencia. Pónganse a publicar en Facebook o a arrimarse a personas famosas para ver si así le va bien, porque de otra manera lo dudo mucho ;) 💅.
¿Qué significarían los últimos símbolos? Uno parecía una grosería. ¡Eso sí que no!
🔴AbuelaMargaret
Sigue dudando, mijito. Y no te contesto como te mereces porque este es un lugar con menores de edad.
🔴Natalia♥
¡Hola! No es necesario faltarse el respeto. Recuerden respetar el código de conducta de la plataforma :).
https://support.wattpad.com/hc/es/articles/200774234-Código-de-Conducta
¡Saludos! ♥
¿En serio, Natalia? Se suponía que debías defenderme no recordarme las reglas. Las reglas no sirven para nada. Bueno, quizás si lo hacen, pero molestan mucho cuando uno quiere dejarlas de lado.
🔴AbuelaMargaret
Que no me busque.
🔴Natalia♥
Recuerde que es bueno ceder cuando no habrá ningún ganador .
Claro, yo podía ceder, contar hasta diez y olvidarlo, esperaba el picabuches que estaba del otro lado de la computadora también lo hiciera.
—¿A quién le está cortando la cabeza ahora? —La voz de Carlos me sobresaltó. Por estar tan concentrada no noté que se acercaba y casi me mata de un infarto con su pregunta.
—¿Te lo dijo Natalia? —Por su gesto deduje que no y que había sido yo misma la que me había echado de cabeza.
—¿Natalia? No, no he hablado con ella. Pero gracias por confirmarme mi suposición.
—No estoy peleando con nadie. Un chiquillo comenzó a molestarme y no resistí responder. ¿Tampoco iba a dejarme o sí?
—Necesita ser más tolerante ante las críticas —me advirtió. ¿No se supone que primero debía escucharme antes de darme el consejo? Ya sabía que debía lidiar con eso, pero hay un océano de diferencia entre una crítica que al menos te dice algo a un montón de palabras que tienen otro objetivo.
—No era una crítica, era una especie de... Mira, no sé qué era con exactitud, pero no buscaba ayudarme —traté de explicarle.
—Vamos a ver qué clase de comentario era —dijo mientras se adueñaba del computador. Esperaba compartiera mi molestia, aunque lo dudaba, parecía que le divertía la situación en lugar de mortificarle. Para eso me gustaba, para que no les diera la seriedad necesaria a mis asuntos.
—Debo reconocer que me tiene sorprendido —reconoció al leer las respuestas. Lo miré entrecerrando los ojos estudiando el significado de aquello, aunque también pudo haber sido porque ya traía la vista cansada—. No pensé que en menos de una hora llegara a formar una discusión con alguien. Si invirtiera todo ese tiempo en escribir hablaríamos de otra cosa.
—Carlos, para pelear no necesito inspiración. Eso ya viene en mi sangre —le dije—. En ese caso échale la culpa a ella que me abandonó.
El sonido de una notificación me silencio. Otra vez la burra al trigo.
—Si es él de nuevo tengo una respuesta épica.
—¿En serio? Pues sí, es él, pero voy hacerle un favor —respondió sorprendiéndome. ¿Carlos le escribiría un mensaje? ¡Yo quería ver eso!
Pero me desilusioné rápido al notar que ni siquiera se acercó a las letras. No. No sé qué demonios hizo pero lo vi cambiar la pantalla un par de veces hasta darle fin al asunto, o al menos eso dijo él.
—Listo. Lo silencié. Una solución rápida y simple —expuso dejándome más confundida que antes. ¿Silenciar? Ni que fuera bocina—. Qué curioso. Llevaba menos de dos días su perfil y sin actividad reciente más sus comentarios.
—Quiero preguntar qué significa eso, pero sinceramente no creo que con tantos líos en mi cabeza pueda entenderlo.
¿A mí en qué me afectaba que acabara de crear su perfil? Lo haría si me pagaran por los comentarios, no me importaría aguantarlo un poco a cambio de una monedas. Pero gratis ni de broma.
—Y si esto la pone mal déjeme sumarle una de sus prioridad. Exámenes finales. Esa sí es una realidad —me horrorizó. Tan bien que la estaba pasando—. Está a un paso de cerrar un ciclo importante, no tiene margen de error.
—¿Eso cuándo se supone que es?
—La próxima semana. Lo repetí todo el mes.
Oh, no. ¿Tan pronto? Es por eso que debemos poner atención en clases y no distraernos. ¿De qué me va servir la impactante muerte de mi personaje para aprobar el curso? ¿Por qué no me acuerdo de más de la mitad de los temas? ¿Al menos lo tengo anotado? Una parte... No es mi culpa que las letras del pizarrón no sean claras.
¡De qué me sirve vivir con el profesor si aún así reprobaré todo!
—Ya me acordé —mentí fingiendo hacer memoria—. De hecho ahora misma iba a mi cuarto a repasar.
Me levanté con cuidado del sofá mientras me encaminaba a buscar la libreta. Primero tenía que encontrarla. Después memorizar la información de varios meses. Aprobar el examen. Recibir mi certificado. Salir de mi bloqueo. Escribir los capítulos que seguían. Contestar comentarios. Actualizar. Conseguir el dinero para la renta. Sobrevivir. Todo eso en menos de una semana. Qué días más divertidos se avecinaban.
Sólo necesitaba concentrarme, y sí que es difícil cuando la curiosidad lucha por ganar la batalla. Tuve que ignorar la última notificación para irme a estudiar. Eso sí era una desgracia.
Primero tenía que cumplir con las pruebas. Ya veía la meta, tenía que llegar a ella a como diera lugar. Debía cerrar el capítulo que inició toda mi historia. El último empujón, el más importante.
Además, ¿qué tan interesante podía ser ese comentario? Estaba segura podía esperar. Sí, seguro podía esperar...
¡Hola! Muchísimas gracias de corazón por los comentarios del capítulo anterior, aún no los respondo todos, pero trataré de ponerme al día. Sólo quería decirles que leí cada uno de ellos y que me emocioné mucho. Gracias de corazón por apoyar a Margaret. ♥♥♥
El capítulo fue corto, pero hay varias pistas en él que son importante. Además tengo una sorpresa para esta semana <3. Hablando de eso, gracias a todas las personas que están en el grupo y participan en las dinámicas ♥.
Los quiero muchísimo.
Un abrazo.
Meme de la semana:
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