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Capítulo 157: exploración de miel

-Al siguiente día desde temprano fueron a organizar a los caballeros dorados para formalizar un tratado de paz en ambos reinos, aunque ellos todavía estaban algo frustrados por haber sido engañados por sus propias pretensiones de lo que pudo pasar, los caballeros de bronce estaban con su amigo mirando la corona que les presentó.-


Seiya: entonces no pesa nada ¿verdad?


Así es.


Shiryu: aun sentimos mucho lo sucedido ayer, nos hemos dejado llevar.


Con tal que no hayan lastimado a Caribdis todo bien supongo.


Hyoga: ya te dijimos, no lo hicimos.


Jejej era para estar seguro.


Shaina: aun sigo sorprendida que hasta ahora no han ido a por nosotros.


A lo mejor se los toparán en el camino, a lo mejor de regreso.


Shaina: espero y no sea así.


Ikki: de todas maneras estamos seguros que sí o sí nos tomaremos con esas cosas.


-Todavía estaba un poco malhumorado por todo lo de ayer, y aunque por alguna parte sentía algo de alegría por su progreso, todavía estaba rehusado a dejarlo ir así de fácil.-


Marín: si se atreven a atacar no nos hacemos responsables después de lo que pase.


Vamos chicos, van a estar bien ya verán.


Seiya: en todo momento Shun ¿realmente te sientes bien aquí? No es por ser negativo pero...


Seiya, como tu amigo confieso que eres admirable por tu espíritu de amistad, pero a veces das ganas de golpearte en la cabeza cuando no confías en los demás en momentos así.


Seiya: ¡Hey!


Hyoga: al fin alguien te lo dice.


Shaina: ciertamente está en lo correcto.


Ikki: sinceramente dijo la verdad, sin sonar ofendible.


Seiya: gracias, también les quiero...


Jejej vengan, ya deben estar por partir.


-Uno a uno se levantaron para ver los últimos barriles arribar hacia el interior, las diosas estaban esperando a los caballeros para arribar la marcha.-


Artemisa: aunque no quiera creerlo, fue un poco divertido ver ese momento ayer, agradezco el pastel de ayer y hoy, es delicioso.


Saori: guarda un poco para el viaje, será un tanto largo.


Artemisa: claro que lo haré, si alcanza le daré un poco a apolo cuando lo vea.


-Mientras subía, el par estaba mirandoles desde abajo.-


Julian: lamentamos que todo haya pasado casi en vano, por ello tomen estas provisiones que les ofrecemos.


Aioros: la disculpa es nuestra, pero aceptamos su ayuda.


Si quieren de nuestra ayuda, no duden en decirnos.


Julian: estaremos rondando en varias partes, capaz y nos vean en los caminos.


Saori: lo tendremos en cuenta.


Buen viaje de regreso chicos.


Seiya: ¡recuerda avisar cuando estés en la tierra!


¿Por quien me estás tomando? Claro que les aviso.


Artemisa: duren por siempre ustedes dos, de lo contrario ya saben lo que se viene después.


Julian: duraremos por siempre.


De eso no tengan dudas.


-Tomados de la mano cuando la barca empezó a andar, todos se despidieron con la mano hasta que se perdían de vista.-


Julian: ¿soy yo o tu hermano no me dirigió una mirada asesina?


Se está aguantando las ganas, a lo mejor estará armando un saco de boxeo en su mente antes de hacerlo realidad.


Julian: con razón se siente tan raro.


Si hasta yo me sorprendi de su silencio, seguro será por su auto control.


Julian: lo que sea que le haya picado, me alegro de no iniciar el día con una pelea.


Lo mismo digo.


-Lentamente volvieron al Reino, caminando despacio por entre la multitud que pasaba a felicitarles hasta que llegaron al jardín.-


Oye, me ha surgido una pregunta ya que hablamos de ayer.


Julian: ¿cual, querido?


Eehh... O-okay se siente un poco raro escuchar eso jejej...


Julian: no faltará mucho para que eso pase~


E-emn bien, lo que iba a preguntar es: ¿por qué los que no eran parte del Reino estaban asustados por la llegada de los caballeros de oro?


Julian: es lo mismo, en sitios donde hayan peleado en la tierra, alguna vez fue su hogar.


Ooh...


Julian: eso y que tal ves simplemente les dé terror a simple vista.


Mmmn podría ser ambos, o que hayan oído hablar de ellos en algún momento.


Julian: ah si, tiende más a que haya sido eso.


-Recostados en medio del suave y acolchonado pastizal, miraban el cielo detenidamente.-


Julian: es relajante estar contigo tranquilamente.


Opino igual, es primera vez que siento tanta paz.


Julian: lo que me recuerda, hubo una vez donde casi no podía ni relajarme cuando realizaba uno de los viajes.


¿Ah si? ¿Por qué?


-El menor estaba recostado sobre el pecho del mayor, éste le abrazó por la cintura acariciando su espalda.-


Julian: fue cuando estábamos de camino a la isla de los piratas, es una isla a la deriva que solo la pueden ver los piratas y quienes van en el barco, ahí se reúnen todo tipo de piratas.


¿Como cuántos son en total?


Julian: actualmente como... Unos 50 sin contar a los fantasmas que ahí si diría que pasan de los 550


Vaya, y todos iban a ese mismo lugar ¿o no?


Julian: en efecto, no todos. Las reuniones eran de fechas acordadas, a veces era una vez al año, otras cada cierto día de cierto mes, o un día específico por cada mes, eso quedaba a depender de cada quién.


Ya veo ¿y qué fue lo que te mantuvo tan ocupado durante ese viaje?


Julian: no ando seguro si era el que la tripulación para ese día era muy incompetente o era el tener que lidiar con los otros piratas que eran de todo, menos educados y disimuladores, o por ser unos cabeza dura...


Mmm... Suena a que fue todo eso.


Julian: si como sea, el punto era que teníamos reunión ese día y cuando esperábamos a quien invoco la reunión se presentara, pero esa tripulación era demasiado... Eemmm... ¿Cómo decirlo sin que suene tan feo?


¿Angustiante?


Julian: eso mismo... Al final si apareció a tiempo el invocador antes de que despertaran mis ganas de reventar le la boca y arrancarle el labio con la mano.


Puedo imaginarlo.


Julian: creo que tengo el mapa de la ubicación en nuestra habitación. Esa dirección no ha cambiado en nada salvo que antes se hacia en la superficie pero gracias a la cantidad de barcos, pues debimos hacer la misma ruta debajo del agua o lo más escondido posible.


-Despacio se fue elevando cuando el menor se separó de su pecho pero no de su mano para ir a su lado de regreso a la habitación, una enorme habitación cuya cama abarcaba casi todo el centro, varias mesas con juegos de tazas, mesitas de noche en los costados, ventanas con persianas alado de la cama, el techo de la cama tapaba con cortinas gruesas el contorno de donde ellos duermen, la iluminación era constatada se una sola lámpara ovalada que emitía una luz suave y no quemante para sus pieles, tampoco dañaban los ojos, el peliazul abrió una de las gavetas para sacar el mapa y ponerlo sobre la mesa señalando cuidadosamente los lugares que mencionaba.-


Julian: a ver... Aquí, este es el sitio dónde nos reunimos o reuníamos para vernos las caras.


Hey, esta cerca de una de las islas que conectan con el caribe.


Julian: así es, y estando protegida por causas naturales que la civilización no puede intervenir, al igual que los volcanes que le rodean.


¿Hay volcanes en el mar?


Julian: sí, son diferentes a los volcanes terrestres pero iguales de peligrosos, cuando estallan todos  a la vez pueden volcar un barco entero.


Increíble.


Julian: y es más, el campo magnético que suelen crear puede desviar los aviones que pasen cerca.


A eso si merece ser llamado poder de la naturaleza.


Julian: y eso no es todo lo que puede hacer, son demasiadas cosas que pasan aquí, pero hay unas importantes que la humanidad por su bienestar no debe saber.


Comprendo, entre ellos estaría la isla y caribdis y sus amigos.


Julian: así es, por ello es necesario que se mantenga bajo secreto hasta que llegue un día donde el destino marque que es momento.


Pero pueden reaccionar de mala manera.


Julian: eso es lo que me desagrada.


Pero a como veo, por los momentos no hace falta, aun faltan años para que eso pueda ocurrir.


-Asintiendo con la cabeza bajando la mirada devuelta al mapa, se escucharon las puertas tocar con golpes secos desde afuera.-


Julian: ¿si? ¿Que sucede?


Sorrento: señores, hemos recibido una carta del señor Efesto.


-Un poco emocionados se erguieron de espalda antes de guardar el mapa de nuevo.-


¿Ah si? Que bien.


Julian: ven, puedes pasar.


Sorrento: con su permiso.


-Despacio abrió las puertas de la habitación con el sobre abierto entre sus manos.-


Sorrento: acaba de llegar en respuesta de la entrega del oro sagrado.


¿Y que dice?


Sorrento: dice: "Estimado Poseidón. Me ha llegado la noticia de que recuperaste la mayor parte del oro sagrado estimado para la creación de una armadura que tiene que ver con tu conjunge matrimonial, debo decir que me ha costado encontrar las pautas anteriores para su creación, esperando de tal manera que sea de tu agrado el resultado. Lamentablemente se me han ocupado mis mensajeros y tuve que dejar en la isla pirata debido a mi corto tiempo, descuida, he creado una trampa ideal para que solo tú y tu pareja sean capaces de tocarla red dentro de la caja que protege la armadura, aunque de igual forma si ya reconoció a su portador, no debe ser problema para tener la entre sus manos. Sin más, les deseo mucha suerte, y que ni se te ocurra ser igual que papá o me aseguraré de aplicarte la de hades pero con más fuerza. Efesto."


-Los dos sin decir nada, escuchaban atentamente cada palabra que el pelirosa leía en la carta, sorprendiéndose un poco por el sitio en el que se le ocurrió la grandiosa idea de dejar la armadura, lo que hizo que se vieran a los ojos fijamente.-


Ok... Estoy empezando a creer que el Universo está escuchando cada palabra que decimos.


Julian: ni yo lo hubiera dicho mejor.


Sorrento: a estas horas las corrientes aumentarán su velocidad habitual, aunque varios barcos pasarán encina.


-Mientras se miraban, el peliverde se acortó de hombros levemente y el peliazul se sobaba la cara tras un suspiro.-


Sorrento: ¿que debemos hacer?


Julian: no nos queda de otra, tenemos que ir. Llama a la tripulación para que se vayan preparando.


Sorrento: si señor.


-Los dos se levantaron para ir avanzando paso a paso mientras que el peliverde le miraba.-


Voy a conocer en persona la isla pirata, en el barco que me trajo hasta aquí, y solo para ver la armadura de Anfitrite ¿no es emocionante?


Julian: ahora lo es gracias a que vas a ir~


Espero no incomodar a nadie.


Julian: para nada, es normal que nos equivoquemos, el bandera negra ha recibido más que un daño físico colateral cuando metemos a nuevos tripulantes.


Jeje gracias por bajar los nervios.


Julian: de nada~ oh, eso sí, nos llevamos las coronas ya que con eso nos identifican.


¿No se caerán en el camino?


Julian: no, una vez puestas solo tu te la puedes quitar, y como te ha reconocido como su portador, solo tú puedes quitartela, o bien yo igual, entre los dos solo pasa.


Aaah, eso está bien, temía que se fuese con el viento gracias a la velocidad.


Julian: pues por más que el viento juegue con laa velas, jamás podrá quitarle la autoridad a mi reina.


¡Julian! Jajaja bueno ya estuvo, hay que ir abajo.


-El menor beso la mejilla del mayor después de tomar su mano y salir del castillo para esperar a los demás, y con ello al bandera negra igual, al final salieron zarpando hacia su destino en bajo mar.-


Julian: vamos camino al sureste y terminamos en camino a la boca de la isla.


-Comentó señalando sobre el mapa para guiar al menor en el rumbo.-


Julian: luego de que entremos a la boca de isla bajamos y vamos a la cascada que veamos primero.


Ahi esta la entrada, ¿no?


Julian: así es, solo que la caída de agua es fuerte por lo que hay que tener cuidado.


Entiendo, no confiarse del agua cayendo.


Julian: con eso solamente tocará buscar la armadura y regresar.


Y... Si nos topamos con alguien en el camino... ¿Qué deberíamos hacer?


Julian: primero ver si es amigo o enemigo, aunque ningún pirata es amigo, con eso podemos saber si quieren cooperar pues en el modo de actuar en cada uno, es evidente que sus intenciones serán evidenciadas a la vista, de todas maneras no tr vayas a separar de mi en ningún caso.


Seria mejor, no conozco a nadie en ese sitio y prefiero evitar molestias.


-El peliazul sonrió un poco antes de llevar al menor en medio del interior del barco hasta la cubierta dónde se veía a todo momento el ambiente del camino.-


No pensé creer que este mismo barco a pesar de las vivencias de lo anterior todavía esté tan firme.


Julian: y así seguirá eternamente.


A pesar de que aun me siento incómodo por todas esas almas rondando.


Julian: eso es cuestión de acostumbrarse.


-Acarició su cabeza levemente ignorando a las almas que iban pasando de un lado a otro a la vez que los alrededores se movían con el entorno conforme la corriente avanzaba en todo camino.-


Julian: si ves sombras arriba de nosotros a cualquier parte, son los nuevos barcos que están pasando por aquí.


¿Y no se dan cuenta de que estamos aquí?


Julian: no, esta nave está diseñada para no ser detectada por otras naves hasta que sale cierta noche, además de que un barco fantasma como éste no es que a estas alturas puedan creerlo.


Mmmn tienes razón, no es muy creíble.


Julian: por eso, pueden creer que es otro tipo de barco pero jamás que sea un fantasma.


Bien, entonces no debo confiar en los piratas que no conozco, no asustarme por los barcos arriba de nosotros, ¿que más?


Julian: las redes de pesca son algo fastidiosas, es normal que se enreden en el barco o con cualquiera de nosotros, por lo que hay que estar pendiente.


Y estar pendiente de las redes de pesca, vale, vale.


Julian: oh, y de último, es mejor que no se intente al menos tener contacto visual con los de arriba, podría causar algo que no llevará a algo bueno.


Bueno de eso no me haré responsable si fueron ellos los que empezaron.


Julian: calma, la clave es no mirar mucho o desviar la mirada.


Lo haré.


-Y así siguieron con el camino estimado, esquivando motores y rompiendo redes de pesca en el camino, saludando a cuanta criatura que pasaban alrededor de ellos, a veces daban la carretera para que pudieran estar cerca de sus destinos, a veces los marinas rondaban por los alrededores cuando las aguas se volvían algo turbias, incluyendo estaban al pendiente de los alrededores mientras que el menor estaba asombrandose más y más conforme veía las maravillas ocultas en el mar, hasta tomar de mano al pelo azul para quedarse al borde de la nave y así sentir las aguas tocar su piel durante uno que otro abrazo hasta que eran llamados por asuntos importantes que requerían de orientación para redirigir la nave, cuando llegaron a la isla, el barco iba surgiendo desde las aguas para entonces mostrar el pedazo de tierra flotando en su sitio establecido por las aguas.-


Julian: ahí es, un poco más al sur y encontramos la entrada.


-Giraba el timón para dirigir el barco hacia ese destino estimado, el peliverde con lo que sabía lo ejecutaba junto a los marinas quienes en un principio estaban algo incómodos pero al ser su ahora jefe consorte no tenían nada para decir que no debían decir algo negativo, entre tanto, la nave iba bajando la velocidad cuando se veía el puerto natural donde iban bajando las anclas hasta dejarlas  enganchadas en la tierra para evitar que la nave se fuese sin ellos en algún momento, después uno a uno fue bajando hasta la tierra.-


Woaaa, se ve más hermosa de cerca.


-Comentó el menor a la par que ae alejaba un poco de ellos para ver más de cerca la hermosa isla, la cual contaba con una basta vegetación que era difícil que los rayos de sol pudiesen tocar la tierra, las lianas abrazaban todo, las raíces de los árboles eran enormes y sobresalían de la tierra, los sonidos de los animales andar de un lado a otro se escuchaban a kilómetros aún cuando no se ha aventurado en las profundidades de esa selva tropical.-


¿Es por aquí donde hay que ir para llegar?


Julian: si, y así tener que ir hacia arriba de la cascada para entrar.


Bueno ¿que esperamos? ¡vayamos de una vez!


-Del entusiasmo se adelanto un par de pasos delante del pelo azul que le siguió eb seguida.-


Julian: abre bien los ojos, más adelante hay algunas trampas para desviar a los traviesos.


Lo haré, pero será entretenido para mi.


Julian: ¿en verdad?


Si, así podré decirle a Seiya que ai pude resolver acertijos sin ayuda.


Julian: pfft jaj, de acuerdo, te avisare cuando estemos cerca de una.


Gracias.


-Avanzando con cuidado en medio de aquella inmensa y fuerte vegetación que les deparaba delante donde veían especies hermosas y únicas, difíciles de describir, aves fénix de colores diversos,  grandes Emúes que bailaban con sus patas y alas, reptiles gigantes como dragones, monos de caras pequeñas y tiernas saltando de árbol en árbol, entre otras, durante el recorrido el mayor le explicaba en palabras sencillas el nombre de cada criatura que veían y a la par avisaba de trampas más adelante: desde laa flechas que caían de los árboles, arena artificial que ocultaba un unico puente de tronco para evitar caer en un mar de arena movediza, acertijos de antiguos símbolos griegos que hablaban de una de las leyes de Zeus, hasta encontrar la diferencia entre el atajo real del falso donde evitarían una intoxicación horrible, todo gracias al intelecto del menor quien con astucia los pudo resolver dejando asombrado al peliazul y compañía, no obstante no hizo más que aumentar el cariño del mayor hacia su pareja al verlo con ese entusiasmo de querer tener esas aventuras como pirata a su lado, ya que la manera de usar su cosmos para desviar las flechas en nivel de campo de batalla fue muy creativo y de ayuda.-


Julian: más adelante está la entrada de la cascada, nos falta poco.


-Murmuraban mientras avanzaba en el estrecho camino hacia la subida donde el sonar del agua caer abarcaba los oídos de los presentes, al levantar la mirada vieron como aquel cúmulo dr agua fluida caía con abrupta fuerza hacia el suelo sel riachuelo, sin el cuidado adecuado las heridas pueden ser fatales, sostenidos por las paredes resbalosas y húmedas iban continuando hasta que finalmente llegaron a una oxidada puerta.-


Julian: es acá, venga abramos esta puerta.


-El mayor y dos de los marinas sosteniendo las orillas de la susodicha hasta halar lo necesario para abrir y despejar el camino, más adelante giraron la válvula que mantenía cerrado el portón de hierro que bloqueaba la salida.-


Julian: de todos los sitios se le ocurrió ponerla aquí.


Dijo tener poco tiempo pero si lr alcanzó para venir aquí.


Julian: seguramente todavía no le caigo bien.


Solo el sabe sus razones.


-Uno a uno fue encendiendo las luces de las lámparas de aceite para que el camino de laa escaleras de caracol hacia abajo no sea tan oscuro.-

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