Capítulo 147: vida bajo el mar
-En otra parte, el peloverde poco a poco se fue despertando con dificultad debido a la luz que emitían las lámparas de la habitación.-
Uh... Dónde... ¿Qué es este lugar?
-Dijo para sí mismo antes de que las imágenes dejaran de ser borrosas, su cabeza daba vueltas y dolía un poco, sentía aire fresco en su cuerpo a pesar de que estaba vestido todavía, parpadeó un par de veces antes de ver a su alrededor, estaba en una habitación amplia repleta de corales y algunas algas, el color crudo que pintaba las paredes daban una sensación de relajo y de frescura, despacio se fue acomodando sobre la cama hasta quedar sentado, usando sus manos se rascaba los ojos, sentía como si hubiese estado dormido durante horas o días debido a que su cuerpo pesaba.-
¿Qué pasó ahora?
-Cuando bajó sus manos, una de ellas dio con el caparazón de la pequeña tortuga que yacía a su lado pero escondió au cabeza cuando el joven se exaltó de la sorpresa.-
¿Charlie, eres tu?
-Asomando la cabeza hacia arriba, le sonrió dejándome cargar por el peloverde.-
¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Te sientes bien?
-Asintió con la cabeza en respuesta, suspirando de alivio, le retuvo entre sus brazos.-
No debiste haber dejado el orfanato, es muy peligroso.
-Charlie solo se limitó a hacer una mueca de puchero en respuesta.-
¿En dónde estamos?
-Despacio se acercó a una de las ventanas, afuera se veía el mar como si fuese el día mismo, con las criaturas marinas andando con calma.-
¡¿Estamos en el mar?!
-Casi saltando del susto se alejó un poco de la ventana, el miedo le hundió un poco el corazón.-
Un momento...
-Luego de respirar hondo varias veces, es que se puso a pensar a la par que se levantaba de la cama, a como podía su equilibrio.-
Si estamos bajo el mar... ¿Cómo es que no me estoy ahogando?
-Cuestionó soltando a la pequeña tortuga sobre la cama, estiró sus propio brazos hacia los costados y empezó a dar pasos largos por la habitación.-
Se siente menos pesar...
-A boca cerrada inhalo una bocanada de "aire" y luego la exhalo con la boca.-
Bueno, se siente que el agua llega y el olor a sal está fuerte, pero cuando se inhala se siente así.
-Confundido y curioso, seguía moviéndose en la habitación, saltando un poco para probar la gravedad.-
Bueno se tarda un poco en aterrizar, pero al momento de tocar el suelo impacta fuerte.
-Se cruzó de brazos llevando una mano a su mentón con la mirada baja.-
¿Pero porque?
-Luego volvió rápidamente hacia la ventana a ver todo el paisaje que se encontraba, los corales y arrecifes adornaban el jardín, los mas grandes eran árboles, los más pequeños parecían arbustos o césped, algunos peces iban y venían tranquilamente por el área, pero lo que más llamaba la atención eran los seres mitad humanos y mitad animales marinos que pasaban a lo lejos.-
¿En dónde estamos?
-Vagando por sus recuerdos, lo último que más destacó fue la escena donde aquella cosa estaba atrapandolo y aquellos pies junto a las almas, haciendo que un brillo en sus ojos se notase.-
Oh... Debí pensar en eso...
-Comentó regresando a sentar se en la cama, la tortuga se movía más rápido al estar bajo el agua así que no tardó en ir hacia sus brazos.-
Debo encontrar a Julian, me debe muchas explicaciones al respecto, y esta vez no dejaré que de un no como respuesta.
-Por más que trataba de no pensar en la regañada que le dará si le vuelve a alzar la voz, Charlie en su memoria pudo recordar a dónde se habían ido, a lo que separándose de su abrazo, halo la manga de la camisa del peliverde con suavidad antes de ir nadando hacia la puerta.-
¿Sabes dónde está?
-Le asintió con la cabeza.-
Mn...
-Primero lo pensó, si tenia muchas cosas que preguntarle, pero primero debía de ir formulando las palabras que tendría para darle y no sonar alterado, despacio se levantó de la cama hacia la puerta, despacio giro la perilla que reveló un hermoso barandal que revelaba unos pisos de mármol completamente detallados, alfombras de colores similares rodeaban los pisos, algas como cortinas, caracoles como decoración, conchas puestas en obras de arte, y cualquier mineral u piedra preciosa era utilizado en todo el lugar, bien sea para arte o ser parte del mobiliario, despacio se separó del marco de la puerta para ir despacio detrás de la tortuga que iba delante suyo, su mirar iba de un lado a otro como de arriba a abajo.-
Wuuaaooo...
-No había palabra para describir el asombro que tenia con todo lo que veía, todo era mayor a lo que había en la mansión, a lo mejor el doble, laa escaleras eran seguras y firmes, los espacios estaban para que una ballena pudiera navegar por el lugar con tranquilidad y sin problemas, habían energías moviéndose de un lado a otro de manera descontrolada y a la vez unificada.-
Ea tan amplio...
-Dijo para sí mismo sin dejar de sorprenderse, bien fácil se perdería en ese sitio, no obstante, prefería seguir a Charlie paso a paso recorriendo por el área, pasando por pasillos de puertas, frente a lo que sería la cocina por el olor, y varias habitaciones que no se sabe que podrían ser pero prefería ver primero al peliazul para salir de dudas.-
Esperame Charlie, no vayas tan rápido.
-Comentaba andando detrás suyo, mientras que, en otro sitio más adelante, se encontraba el mayor mirando la ventana principal.-
Bian: señor, hemos encontrado lo que faltaba.
Julian: me alegra, vayan preparándolo todo para el envío.
Bian: si señor.
-Retirándose, el mayor sólo atinó a sonreír.-
Julian: ahora, a esperar que Efesto acepte...
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