-Después de un rato navegando en el barco del capitán jubilado, llegaron al farol de donde se transmitían las señales y recibir las noticias e imágenes de quienes estaban llegando y saliendo de un momento a otro ante la vista del menor quien estaba detrás del capitán miraba su alrededor, el peliazul solo estaba callado casi cerca del mismo capitán quien les guiaba por una subida de rocas hacia un viejo faro que funcionaba a contra de las estaciones, una inmensa luz se emitía desde el gran bombillo que giraba a todas partes a una altura bastante perceptible para los barcos y varios marineros que se perdían en medio de las tempestades que el propio mar pudiese desatar.-

Capt. Yuusuke: cuidado al pasar, a veces se me olvida ordenar un poco.

-Decía abriendo la puerta par sus invitados, el peliverde miró asombrado el viejo pero curioso lugar que estaba delante de ellos, lleno de pergaminos enrollados y llenos de polvo, pero en buen estado, el señor los invitó a pasar a la vez que sacaba unos papeles que estaban cerca de donde sería el radar de rastreo de otro barcos o naves que se estuviesen acercando.-

Capt. Yuusuke: veamos, desde la semana pasada estuvieron muchos buques andando de puerto en puerto ¿cuáles exactamente estás buscando?

Julian: si no mal recuerdo sus números eran 1063 y 1159.

Capt. Yuusuke: creo que esos dos buques han salido ayer.

-Revisaba entre las informaciones que tenía a la mano en búsqueda de esas identificaciones, mientras que el menor estaba andando por el lugar mirando todo lo que estuviese a su paso, tratando de no tocar tantas cosas, lo que si pudo detenerlo un buen rato era una figura de un barco en miniatura dentro de una botella, con bastante detalle y bien cuidado en pleno detalle completo por aquel complejo juego de armar aquella estructura tan bella y única, detrás de ese cristal transparente estaba observando fijamente desde la afuera, ignorando completamente a los dos adultos que estaban a sus espaldas, debajo de la cubierta del barco parecía que estaba flotando sobre el mar en calma, con el viento llevando las velas sobre su rumbo destinado por las estrellas.-

Capt. Yuusuke: ese es una copia original del barco real.

-La pequeña burbuja se reventó cuando la voz del hombre se presentó tan cerca de su espalda que el menor casi salta a romper esa botella.-

¡P-perdón! No quise...

Capt. Yuusuke: no te preocupes en cuanto no rompas algo todo lo demás es solo basura sin sentido.

-Mencionaba con algo de firmeza mirando los estantes delante suyo.-

Julian: ¿no era tu antiguo barco?

Capt. Yuusuke: era de mi padre antes de hundirse.

Julin: creí que ya no navegabas.

Capt. Yuusuke: un marinero nunca deja de navegar.

Julin: ni aunque su alma pudiera ser libre deja de navegar, al menos eso es lo que todos dicen.

-El viejo hombre asintió con la cabeza lentamente.-

Capt. Yuusuke: cuando solíamos hacerlo de manera manual, estábamos al pendiente con varias personas en un mismo puesto sobre el verificar que cada barco estuviera en su rumbo.

-Comentaba acercándose al peliverde para sostener la botella que tenía aquel barco adentro.-

Capt. Yuusuke: ese baro ha sido utilizado 56 veces en distintos viajes largos de ida y vuelta, algunos de ellos perdíamos alrededor de 10 tripulantes de los 40 que éramos en cada viaje.

¿De verdad? Vaya, debió ser divertido.

Capt. Yuusuke: lo es cuando sabes a lo que te puedes enfrentar, pero cuando te topas con algo que nunc en tu vida creíste poder ver de la nada y que por más que esperes siempre habrá una sorpresa que terminará por darte en la espalda de algún momento, y no podrás estar preparado para la lección que te ha deparado.

-Comentó con seriedad llevando el mencionado barco embotellado hacia la mesa antes de levar al peliazul los informes que necesitaba, en cuanto al peliverde, le lleno un poco la curiosidad aquellas palabras.-

¿Hubo un enorme lío u enfrentamiento en la cual le ha marcado?

Capt. Yuusuke: solo uno que se ha repetido, pero fue tan extraño que, hasta el día de hoy, sigue siendo difícil de explicar.

-Un pequeño silencio presentó el peliverde por aquellas palabras escuchadas, sin embargo, el peliazul parecía tener algo de prisa.-

Julia: bueno quizás sea un fenómeno temporal o que solo ocurre en determinados momentos o años.

Capt. Yuusuke: a veces cualquiera puede decir que ha sido una leyenda, pero sabes que los ojos de un marinero, no puede mentir ante la realidad que han podido observar.

Julian: quizás por eso te has retirado ¿quieres volver a toparte con eso?

¿Así? Pero es muy peligroso, si dijo que ha costado salir, no creo que esta vez sea el mismo resultado.

Capt. Yuusuke: es el último deseo que tengo en la vida, este viejo marinero ya ha vivido lo suficiente como para afrontarse nuevamente con la muerte.

-Comentó despeinando los cabellos del menor ligeramente.-

Capt. Yuusuke: así que ustedes no se preocupen por mí.

Pero, ¿por qué quiere hacerlo?

Julin: lo mismo pregunto ¿no crees que estás exagerando un poco Capi?

Capt. Yuusuke: no.

-Dijo de forma directa.-

Capt. Yuusuke: simplemente quiero dar de mi última voluntad un pequeño enfrentamiento con aquel fenómeno que, estoy seguro, no tardará mucho para volvernos a ver.

Y ¿se puede saber cuál es el fenómeno el que quiere enfrentar?

Julian: quizás mejor mañana, cuando salgas de la institución o vayas a salir.

-Dijo el peliazul mirando su reloj que marcaba la hora.-

Julian: debemos de esperar a la descarga de los buques que ya deben estar llegando ¿quieres ayudarme?

Claro, claro.

-No obstante, miró al viejo capitán.-

¿Puedo volver mañana?

Capt. Yuusuke: vuelve cuando quieras, responderé a esa pregunta con calma y con buen detalle.

-El menor asintió con la cabeza antes de seguir al peliazul hacia afuera de dónde esperaba a subir en el mismo barco que los trajo hacía de nuevo en el puerto donde estaban los enormes buques desembarcando su mercancía en enormes cajas, cuando vieron al peliazul algunos de los tripulantes tomaron las cajas para darselas de mano, en ayuda del peliverde que todos creyeron era una chica y solo le dieron lo menos pesado de camino a cercanías de la casa.-

¡Gracias por la ayuda muchachos!

-Dijo amable mirando como ellos se despedían en el auto de donde vinieron.-

¿Qué tantas cosas hay acá adentro?

Julian: ya lo veras cuando abramos las cajas.

-Una a una las metieron en la casa antes de cerrar la puerta.-

Julian: y que parece que te llamó mucho la atención lo que sucedió con el Capi, creo que esto puede ayudarte a saber un poco más, hace tiempo que no tenía este tema en mis manos.

-Con cuidado comenzó a desatar las cajas con una cuchilla y así evitar hacer mucho desastre, después de tener que limpiar el relleno que tenía adentro, sacó con cuidado una figura que parecía resplandecer delante los ojos del menor, era un hermoso barco de colores oscuros brillantes hasta las velas, era un tanto más grande que el mismo barco anteriormente visto, sin embargo, éste era sumamente hermoso y especial, su cubierta era completamente negra con corales incrustados encima como si brotaran de la misma madera, la punta parecía un hipocampo emergiendo de ese mar de corales, las ventanas parecían perlas brillantes que, a pesar de ser oscuras, relucían con la cubierta negruzca, en la proa parecía que tenía espuma salada simulando ser viento que soplaba sobre la misma proa, como si fuese viento en tormenta en medio del mar, la mirada del menor reflejaba toda la sorpresa y asombro al ver aquel nuevo y extraño objeto.-

Julian: este, es un replica original de un famoso barco del cual se ha dicho poco, pero que varios juran a verlo visto.

¿En serio? ¡Que genial! ¿Y cómo supo de esto?

Julian: pues es una leyenda antigua, demasiado para la mayoría de los demás, por mientras que la mayoría eran marineros o capitanes de barcos que sobrevivieron a un brutal encuentro donde solo 2 o 1 han llegado a sobrevivir.

Vaya, suena como si fuese algo muy malo y fuerte para todos.

Julian: en efecto, ese barco suele emerger del fondo del mar una vez cada año o cuando una noche en específico se aparece para llevarse a las almas que se encuentran.

Eso da miedo...

-Despacio colocó la figura sobre la mesa para que pudieran verlo los dos, de esa forma es que pueden tocarlo.-

Julian: un poco, los que llegaron a sobrevivir describieron el físico que cada uno de ellos pudo ver en el barco, por eso desde hace tiempo hicieron una replica con la compilación de todo lo que han dicho.

Woaau... ¿Y cómo se llama? ¿Por qué tiene velas negras?

Julian: lo llaman de diversas formas, así que dudo que tenga un nombre específico.

¿Crees que el señor capitán se haya topado con ese barco?

Julin: mmn... Es probable.

Sorrento: disculpa que interrumpa, pero la cena está casi lista.

-Decía el pelirosa pasando cerca de ellos trayendo el juego de té delante de ellos, mismos para entonces tener que solo beber de las tazas.-

Julian: bueno, cambiando de tema o para finalizarlo ¿mañana tendrás clases?

Lo averiguaré, iré mañana temprano y lo averiguaré yo mismo.

Julian: bueno, de cualquier forma, me avisas en todo caso.

¿Mañana irás al trabajo?

Julian: tengo que, ya que atender la ayuda que están demandando en el momento.

Imagino, de todas maneras, será un día largo par los dos, así que cualquier cosa al terminar pasaré a dónde estás ¿vale?

Julian: de acuerdo, me dices de antemano para estar listo, espero poder ver el mensaje.

-El menor asintió con la cabeza levemente.-

Bien, intentaré hacerlo con anterioridad, o al menos lo mejor que pudiera hacer en el camino.

Julian: bien.

-Sin mas por aclarar, los dos bebieron del té antes de que el tiempo pudiera seguir transcurriendo hasta que la noche llegase con normalidad, aunque el pelirosa y el peliazul estaban en la misma habitación.-

Sorrento: ¿estuvo bien que le dijera el origen del Bandera Negra?

Julian: tarde o temprano lo tendrá que saber, este año no habrá luna en Abril, en algún momento podrá toparse con algún momento con sus compañeros y al mismo tiempo los dorados podrán notarlo en pocos minutos.

Sorrento: ¿entonces estará dispuesto a delatarse?

Julian: no del todo, primero intentaré hacer que desvíe el tema resolviendo sus dudas lo más pronto posible, la verdadera razón por la que estoy haciendo esto es otra.

Sorrento: ¿por la señorita Saori?

Julian: quisieras, pero no.

Sorrento: ¿entonces por qué es?

-El peliazul se acomodó el pijama encima antes de mirar hacia la ventana en dónde se miraba el cielo tapado por las nubes, y a lo muy lejos estaba el mar en movimiento, apenas perceptible a los ojos de cualquiera en esa distancia.-

Julian: es por tratar de mantener mi parte con el trato que he establecido con la ciudad, y he recibido muchas peticiones de que necesitaban más personales con los cuales convivir, les ofrecí a los antiguos tripulantes pero no puedo quedarme sin nada, así que a cambio de ellos para darles una vida tranquila necesitaré reclutar con los marinas en la siguiente noche sin luna.

-Comentó sin estar separado de la ventana.-

Julian: y al mismo tiempo, era para ayudar un poco a los dorados ya que dijeron que un portal se ha abierto en el fondo del mar donde varios de los monstruos que habían sido encerrados estarán por resurgir en algún momento.

Sorrento: ¿habla de?

Julian: si, esos mismos.

-El pelirosa solamente guardó silencio por unos minutos antes de acomodar un poco las almohadas de la cama.-

Sorrento: nada más espero que esto no provoque otra guerra santa.

Julian: lo mismo espero, de lo contrario nadie estaría preparado para soportar las condiciones que eso conlleva.

-Después de terminar de acomodarse fue a sentarse en la cama antes de escuchar como el pelirosa deja la habitación.-

Sorrento: espero que mañana todo salga bien.

Julian: todo saldrá bien, no hay mucho del cual tener que preocuparnos.

Sorrento: eso espero, mi señor.

-Despacio se fue cerrando la puerta de la habitación para dejarlo descansar un rato hasta el siguiente dia.-