Capítulo 77: La barrera del reino, y la reina
Al rato de haberse desplegado la nueva barrera, la alta comisión mágica realizó una reunión de emergencia en la cual se le preguntaría a la reina el motivo de sus acciones. El refuerzo de la barrera era un recurso conocido por todos los miembros de la alta comisión, este fue diseñado para evitar ataques enemigos a gran escala. La propia barrera en sí fue un hechizo creado por la reina, por lo que, expandirlo dependía totalmente de ella. Pero utilizar este recurso sin previo aviso fue lo que le llamó la atención al resto de miembros. Ahora se encontraban reunidos en la sala de reuniones, cada uno sentado en su sitio.
- Reina Moon. - comenzó Omnitraxus tomando la palabra - Podría explicarnos porqué decidió aumentar el poder de la barrera?
La reina se encontraba sentada con porte serio y sereno. No había vestigio de duda o inseguridad en su rostro. Se giró en dirección a su compañero y asintió con cordialidad.
- Con mucho gusto. - habló esta, poniéndose de pie - Como todos sabrán, la noche anterior en el templo abandonado cerca del castillo, tuvo lugar una fiesta ilegal producida y promovida por mi hija, en la cual varios de los invitados eran pertenecientes a la raza de los monstruos. - expuso ella a sabiendas de que la noticia se habría esparcido por todo el castillo, o al menos esta habría llegado a oídos de personas importantes - No solo eso, sino que la prófuga Mina Loveberry, irrumpió en el templo durante aquel evento y puso en peligro la seguridad de los príncipes y princesas que asistieron al evento. Por fortuna nadie salió herido. - sentenció tomando un pequeño respiro antes de proseguir - Sin embargo, tener a todos esos príncipes y princesas encerrados en un templo lleno de monstruos pudo haber traído consecuencias políticas de alta categoría. Tuve una discusión con mi hija acerca del tema, y debo decir, que su opinión no me resulta tranquilizadora. Teniendo eso en cuenta, y considerando que aún seguimos recuperándonos de lo ocurrido con Toffee, he decidido tomar acción inmediata sobre el asunto y aumentar la protección sobre el reino para prevenir cualquier inconveniente con los monstruos. Me disculpo por no haberlo consultado con la alta comisión y tomar la decisión por mano propia. - acabó por decir, haciendo una ligera inclinación de cabeza.
Los miembros se miraron entre ellos mostrando que aún consideraban aquella situación un tanto peculiar. Pero, como era algo que estaba dentro de los términos de la alta comisión y realmente no se consideraba una falta grave, creyeron que no había inconveniente alguno por tomar una decisión como esa si estaba respaldada por un razonamiento lógico.
- Por favor, su alteza, levante la cabeza. - dijo Omnitraxus haciendo de portavoz. La reina aceptó las palabras de su compañero y levantó la cabeza para luego volver a tomar asiento - No tiene porqué disculparse mientras sus motivos hayan sido justificados. Siempre la hemos seguido y siempre la seguiremos. Pero es consciente de que debemos darle al pueblo una explicación acerca de lo ocurrido. Una acción como la que usted ha tomado no es algo que haya pasado desapercibido ante los ojos de los ciudadanos.
- Tienes razón, Omnitraxus. Por eso tomaré total responsabilidad sobre este tema. Yo me haré cargo de darle al pueblo una explicación que no altere a los ciudadanos. Si desean ayudarme, propongo abrir un debate para discutir la forma en la que le explicaré esto al reino, si no, pueden volver a sus actividades y yo me encargaré de esto.
- Reina Moon, usted sabe que la apoyaremos. - dijo Hekapoo introduciéndose en la conversación, - Por lo que no hace falta que usted cargue con toda la responsabilidad. Y lo que dice Omnitraxus es cierto, necesitamos una excusa que no altere a la gente.
Aquello era algo en lo que todos habían coincidido. Hablarle al pueblo acerca de que la princesa había confraternizado con monstruos podría poner en duda a los gobernadores, además de la posibilidad de crear una inseguridad interna que amenace con desestabilizar el orden y su periodo de paz y tranquilidad. Cada uno comenzó a pensar en una excusa lo bastante creíble como para justificar lo que la reina había hecho. Para la sorpresa de todos, fue Rhombulus el primero en levantar la mano.
- Y porqué no le seguimos echando la culpa a Toffee? Después de todo, está muerto. – propuso Rhombulus de forma tímida mientras sus serpientes se tocaban la punta de sus narices como si estas fuesen dos dedos índices.
El solo meditar la propuesta de este provocó que lo miraran de forma sorpresiva y con los ojos bien abiertos. Esto confundió al tipo, quien se encogió en su sitio confundiendo aquel gesto como algún tipo de crítica.
- Qué? - preguntó tímido.
La propuesta del tipo de cristal fue más que considerada. Era algo simple y que Moon ya había mencionado, pero como se habían centrado en el tema de Star, todos lo habían pasado por alto. Al pueblo se le explicó que desde el incidente de Toffee, la alta comisión mágica ha estado ideando alguna forma de aumentar la protección del reino. Y que, aquello que todos habían visto esa mañana, era el despliegue de esa nueva medida. El motivo de que aquello haya sido tan repentino se debía a que, en principio, lo de hoy iba a ser una pequeña prueba, pero, durante el transcurso de esta se tomó la decisión premeditada de aplicar esta medida en su totalidad.
Aquello fue tomado como una gran consideración por parte de los gobernantes. El pueblo creyó por completo en las palabras de estos a pesar de su inadvertida toma de acción. Con esto consiguieron, de forma no intencionada, el favor del pueblo.
Desde su habitación, Star escuchaba atenta el anuncio de su madre y la respuesta del pueblo. En su mente se preguntaba de donde sacaba esa capacidad para convencer a la gente. Sin duda era perspicaz habiendo conseguido convertir un acto de imprudencia en algo que aumentara la estima del pueblo hacia el reino. Alguien tras la puerta llamaba dando unos toques. La chica se alejó de la ventana y se aproximó a abrir la puerta para ver quién llamaba. Tras girar la perilla y abrir, vio a Eclipsa ante ella.
- Hey, Eclipsa, ya has vuelto.
- Si, Star, ya he vuelto. Y me he enterado también de lo ocurrido. - decía mientras tomaba aire, pues esta había corrido un poco - Realmente tu madre ha puesto esa enorme barrera por prevención? - preguntó denotando que no creía que el motivo que la reina les había explicado a los ciudadanos fuese suficiente como para realizar aquel hechizo.
La simple mirada de la niña le daba a Eclipsa una idea del tipo de respuesta que le daría.
- Si, pero no es ese el único motivo. La fiesta de anoche tuvo mucho que ver en esto. Mi madre vio aquello como un acto sumamente peligroso e irresponsable. Sumado a lo ocurrido con Toffee, se preocupó de sobremanera e hizo eso, la barrera. Desde que perdió a su madre teniendo mi edad se preocupa mucho por su familia.
- Si, me lo contó cuando me descristalizó. Comprendo su dolor, pero algo como esto no soluciona las cosas. Está apartando la mirada de la realidad. Los monstruos pueden ser sus enemigos ahora, pero eso es porque continúa haciendo lo mismo que el resto de reinas. Mi madre masacró a una cantidad incontable de monstruos, pero yo me opuse a ese estilo de vida. Todo porque creí que los monstruos y nosotros no éramos tan diferentes a como todos decían. Y no me equivoqué.
Star suspiró profundamente, debido a la situación.
- Pero mi madre no es así. Ella es totalmente tradicional. Si la tradición dicta que los mewmanos y los monstruos son enemigos mortales, ella seguirá con esa creencia hasta el día de su muerte. - explicó mientras tomaba asiento en su cama y apoyaba su cara entre sus manos - Hasta que no sea reina, esto de la unificación entre razas no será más que un sueño.
- Si, lo sé hija, lo sé. - decía Eclipsa mientras tomaba asiento junto a Star y le acariciaba la cabeza - Las unificaciones que se han producido en el reino han sido en periodos de guerra. Es por eso que han sido llamadas unificaciones, porque se ha necesitado un enemigo en común para que dos vertientes se unieran en batalla.
- Una guerra es lo último que necesitamos. No quiero que haya heridos en nuestro bando, ni en el de los monstruos. Debo encontrar alguna forma de resolver esto. - se dijo poniéndose de pie y yendo a la puerta.
- Si hay algo en lo que pueda ayudarte, cariño, no dudes en pedírmelo.
- Gracias, Eclipsa, pero debo resolver esto por mi cuenta. - dijo antes de salir por la puerta.
Durante los días siguientes Star puso a sus compañeros al corriente de la situación. El primero de ellos fue Marco, su mejor amigo y escudero. Este le dijo que había escuchado acerca de la situación gracias a su esposa. Cómo este había vivido la fiesta también opinaba que aquello era una medida excesiva, sobre todo por la energía que aquel hechizo consumía de su canalizador. Pero que tampoco podía hacer nada por ello, lo cual la chica comprendía a la perfección.
Luego habló con Tom, el cual consideró que las medidas que había tomado su madre eran más que comprensibles cuando estás eran impulsadas por el miedo. Y por lo que sabía, su madre temía a los monstruos, tal vez no de una forma en la que tuviera que huir de una batalla, pero si lo suficiente como para querer evitar cualquier tipo de conflicto hacia ellos. A pesar de no conocer mucho a la reina, aquella era la opinión que Tom había tenido después de escuchar las palabras de Star.
Informó de la situación al resto de sus amigas en Mewni, como Ponyhead y Kelly. El resto de príncipes y princesas se enteraron por sus propios medios acerca de la barrera; las noticias corrían rápido dentro del reino. Pero a quien quería informar de ello fue a Buff Frog, quería saber la opinión de este acerca del tema. Cuando la chica, se lo contó este mostró una expresión de pesar en su rostro. Tiempo atrás, cuando vio la forma de ser de la pequeña Butterfly y la aceptación que Moon había tenido hacia él, pensó que a lo mejor no estaría muy lejano el futuro en el que monstruos y mewmanos pudieran vivir en armonía. Pero después de oír lo que Star le había contado, sus esperanzas se desmoronaron más rápido que una pirámide de cartas.
- Creo que entiendo el punto de vista de tu madre. Después de todo, también soy padre. - dijo mirando a sus renacuajos, los cuales dormían en su habitación con la puerta abierta - Pero debo confesar que no me esperaba algo así. Supongo que ella habrá pasado por cosas terribles para llegar a tales extremos.
Aquellas palabras le hicieron recordar a la chica la muerte de su abuela, y de lo mucho que su madre había sufrido con ello.
- Sí, supongo que tienes razón. - confesó la chica desanimada.
Así es como Star le informó al resto de personas dentro de su entorno sobre el asunto. Más la situación no cambió en nada. O más bien, en nada bueno. La cantidad de energía que la barrera consumía de la reina era enorme, era por lo menos diez veces más de lo que consumía antes, e incluso mayor. La antigua barrera consumía una cantidad de magia con la que Moon se había familiarizado. Pero esta nueva era muy distinta. Aquello estaba desgastando su aguante, por lo que se cansaba bastante rápido. No solo física, sino que también mentalmente. Y eso la estaba convirtiendo en una persona menos tolerante y más temperamental. Por lo que Star casi no hablaba con ella, y las pocas veces que lo hacía era por obligación, como saludar o responder a alguna pregunta. Pero nunca era ella quien buscaba iniciar una conversación con su madre.
Los días fueron transcurriendo con normalidad, o al menos la nueva normalidad que regía en el interior del castillo, y cuanto más pasaba el tiempo, Star sentía que más se alejaba de su madre. Y lo más triste, es que no le dolía, pues para ella, su madre se había convertido en una especie de carcelera, una que no dejaba entrar a nadie, o al menos, no a ningún monstruo. Y si alguno ya hubiese intentado atravesar la barrera no se habría cuenta, pues el borde de la barrera estaba muy alejado del castillo, y si algo había ocurrido nadie lo habría visto. Durante ese tiempo Star intentó divertirse junto a sus amigos. Usualmente pasaba más tiempo con Tom que con Marco, debido a que este último estaba manteniendo un duro entrenamiento y parecía estar entregándose a fondo, pero eso no evitaba que, si Star lo necesitase, él apareciera, pues seguía siendo su escudero, solo que, en las circunstancias en las que se encontraban, no necesitaba protección alguna. El resto del tiempo en el cual ninguno de los dos chicos, o ninguna de sus amigas estaba con ella, lo estaba Eclipsa. Si antes le había caído bien, ahora esta se había convertido en una persona muy importante para ella. Alguien que comprendía su dolor y frustración y que también compartía opiniones similares a las suyas en la forma de ver la vida.
Un día, Star decidió ir a visitar a Buff Frog. Hacía tiempo que no lo veía y, por algún motivo, sentía que aquel era un buen día para ir a verlo. Pero al llegar a su casa nadie respondió al llamar a la puerta.
- Buff Frog! - gritó animada a la vez que exigente sin perder la sonrisa de su rostro.
Mas el silencio fue lo único que recibió como respuesta. Probó a abrir la puerta dándole un pequeño empujón, y esta se abrió de par en par. Asomó la cabeza para ver en el interior de aquella casa pantano, pero el silencio del lugar amenazaba con la ausencia de todos, lo cual, resultó ser una verdad arrolladora. Las cosas de la casa estaban en su sitio, pero no había nadie. Buscó y buscó por todas partes y en todas las habitaciones, pero no halló a nadie. Se encontraba en la habitación de los bebés sapos, se asomaba por la ventana para ver si por casualidad encontraba algo que explicase aquello, pero solo era una esperanza sin fundamentos, un pensamiento de poder hallar alguna respuesta en cualquier sitio. Agachó la cabeza y vio como una pequeña mosca le pasaba por encima y se metía en la casa. Esta volaba libre por la habitación hasta posarse encima de un libro sobre el escritorio de la habitación. La pequeña Butterfly se acercó tímida hacia aquel libro. Leyó la portada y se dio cuenta de que aquel era el diario de Katrina. Le sorprendía la confianza con la que depositaba un libro como ese al alcance de todos. A lo mejor era porque tenía confianza en sus hermanos, o a lo mejor por ser ella la única capaz de leer y escribir. Movida por la curiosidad, abrió el diario y leyó la última anotación de Katrina.
Querido diario, estoy algo triste. Papá dijo que mañana nos tendremos que ir. Me dijo que ya sabía que yo y mis hermanos queríamos despedirnos de Star, pero que por razones que no me dijo no podíamos hacerlo. Extrañaré mucho este lugar. Planeo dejarte aquí para así tener una razón más por la cual regresar algún día. Debo irme a dormir, mañana tenemos que estar despiertos muy temprano para encontrarnos en la roca abominable. Querido diario... adiós.
En el mismo momento en el que Star terminó de leer aquellas palabras. Invocó a Nubi y recitó el hechizo del ojo que todo lo ve. Este reveló la posición de Buff Frog y le indicó a Nubi que buscará aquel sitio y de inmediato salieron disparados por la ventana para hallar a su compañero.
Buff Frog estaba terminando de hacer un recuento de los monstruos que había presentes antes de partir. Cuánto comprobó que todo estaba correcto, sacó un par de tijeras dimensionales y abrió un portal.
- Muy bien, vayan pasando de uno en uno, no hay prisa, no empujen. - indicaba dejándole paso al resto - Eh, tú, el del ojo gigante, no te apresures, que te estoy viendo. - advirtió a un cíclope que estaba mirando si había algún hueco por el cual meterse.
Mientras este iba indicándoles a todos el camino a seguir, por su espalda apareció algo de entre los arbustos.
- Buff Frog! - exclamó Star sorprendiendo al tipo y haciéndolo brincar del susto.
Este se giró para ver a la muchacha. Tenía la ropa algo rasgada, algunas manchas de lodo y varias ramitas en el pelo. Parecía como si esta hubiese atravesado el bosque como loca.
- Star, qué haces aquí? - preguntó sorprendido aún.
- Oh no, soy yo quién debe preguntarte a ti qué es lo que haces aquí. - refunfuñó señalándole con el dedo - Dime, qué es todo esto? - quiso saber apuntando con su mano a toda la cola de monstruos que había allí.
El monstruo se mostraba triste al ver a la muchacha, respiró hondo y suspiró para tomar fuerzas antes de responder.
- Nos vamos. - soltó sin más.
- Qué? - reaccionó de golpe - Por favor, dame una explicación, que mi cabeza está algo confusa ahora mismo.
- Verás. Estos monstruos que ves aquí, son monstruos que tenían interés por tu idea de vivir en armonía con los mewmanos. Son seres que no han querido luchar contra ellos, y cuando oyeron tu idea, quisieron unirse. Pero desde que ocurrió aquello de la barrera, consideramos que la situación está muy tensa para que la paz entre nosotros se produzca. No queríamos causar problema alguno, por lo que consideramos que lo mejor sería no permanecer aquí si algo peor que lo de la barrera ocurre. Por lo que hemos decidido irnos a otra dimensión hasta que podamos vivir unidos como amigos, como un pueblo único.
- Pero, pero, ya no te podré ver más si te vas. - dijo con la voz quebrada. Sentía como los nervios comenzaban a apoderarse de ella y la hacían temblar.
- No será así, Star. Volveremos, cuando todo esté mejor, volveremos. Es una promesa del comandante y espía más fiable que puedas conocer. - le aseguró con la mano en el pecho.
Esta miró un momento hacia abajo. Nunca le había gustado perder a la gente que quería, o verlos alejarse. No quería dejar ir a su amigo, pero no lo obligaría a quedarse, y menos en la situación en la que estaban.
- Te voy a extrañar. - pronunció con dificultad.
- También yo. - le contestó.
No quiso contenerse más, esta saltó para abrazar a su amigo con fuerza antes de que se fuera. Dolido en el alma, este correspondió el gesto de la chica. Buff Frog llamó a sus hijos, los cuales vinieron a despedirse también. Star se disculpó con Katrina diciéndole que había leído su diario para poder encontrarlos, pero a esta no le molestó, de hecho, estaba contenta de poder despedirse de Star.
La cola de monstruos que estaba atravesando aquel portal finalmente se había acabado. Los bebés fueron los siguientes en pasar, dejando por último a su padre. Este miró a Star por última vez antes de irse.
- Volveremos, Star Butterfly, es una promesa. – se despidió realizando su saludo como soldado, llevando sus brazos al pecho y luego a los lados antes de croar.
Le ofreció una última sonrisa a la chica antes de desaparecer en el portal.
- Adiós, Buff Frog. – susurró Star cuando el tipo ya se había ido.
Dolida por aquella despedida, Star volvió al castillo. Quiso evitar ver a su madre, ella seguramente no estaría de buen humor, y tampoco podría ofrecerle la ayuda que necesitaba, menos si se enteraba que el motivo de su tristeza era el distanciamiento de unos monstruos. Por lo que buscó consuelo en su amiga, Eclipsa. Esta se hallaba sentada en la habitación de su torre tejiendo. Oyó como alguien llamó a su puerta.
- Adelante. - le dijo al desconocido para que entrase.
Era Star. Pero esta no se veía bien. Tenía la ropa sucia, rasgada y estaba llena de ramas. Por si aquello no fuese suficiente para alertar a la mujer, la expresión de Star en su rostro era de pura tristeza. Sus ojos advertían con derramar un par de lágrimas.
- Cariño, qué te ha ocurrido? - preguntó preocupada soltando sus varillas de tejer y acercándose a ella.
Star la miró directo a los ojos con expresión melancolía.
- Es Buff Frog, mi amigo. - su voz se quebraba al hablar - Él y varios monstruos más han abandonado Mewni, y todo por la enorme barrera que puso mi madre.
Ya no podía soportarlo más, se aproximó a Eclipsa de forma precipitada y la abrazó enterrando su cara en el pecho de la mujer rompiendo en llanto. Aquello le destrozaba el corazón a la mujer. Correspondió el abrazo de la pequeña y comenzó a acariciarle la cabeza para calmarla. La pobre temblaba mientras se aferraba con fuerza a Eclipsa, agradeciendo de corazón que le ofreciese consuelo. Consideró que aquello había ido demasiado lejos.
Rato después, Star ya se había calmado. Esta se había quedado dormida en brazos de Eclipsa, quien la dejó descansar sobre su cama para así ir a encargarse de ciertos asuntos. Se presentó en el castillo, justo frente a Moon, la cual se hallaba sentada en su trono. Los guardias interpusieron sus lanzas impidiéndole avanzar a la mujer. Pero la reina realizó un pequeño gesto con el que les indicó a estos que bajasen sus armas. La antigua reina oscura pasó entre ellos y se acercó hasta llegar a varios metros cerca de Moon.
- Qué quieres? – preguntó firme y directa.
- Moon, debes revertir lo que has hecho. Esta barrera ha separado todo un mundo del reino de Mewni. Además, tu estas cansada, se nota que el hechizo está consumiéndote por dentro.
La reina entornó la mirada y con expresión seria hacia Eclipsa.
- Eso no es de tu incumbencia, se perfectamente lo que estoy haciendo y no necesito de los consejos de aquella que consumó matrimonio con un monstruo. Eres la persona menos indicada para decirme que lo que hago no está bien.
- Pero, estás haciéndole daño a personas a las que amas. - pronunció llamando un poco más la atención de Moon - Por culpa de esta barrera un amigo monstruo de tu hija y otros compañeros de este, huyeron a otra dimensión porque habrán tomado tu gesto como algún tipo de amenaza o algo similar.
- De acuerdo. Dos cosas. Una, si un grupo de monstruos interpreta mi movimiento como algún tipo de amenaza y se va, mejor para ellos. Dos, me da igual que mi hija esté triste por un hecho tan simple como ese, si es para mantener a esos seres lejos de ella y de mi reino, mejor. Así que será mejor que no te metas en mis asuntos, o te volveré a cristalizar sin importar el veredicto del juicio, y esta vez te pondré al lado de tu esposo.
Eclipsa notó el cambio de temperamento que había sufrido Moon debido al cansancio y consumo de magia de su cuerpo. Quiso rebatirla en aquella discusión, pero lo último que esta había mencionado le llamó la atención a la antigua reina oscura.
- Qué quieres decir con eso último? - preguntó un tanto dudosa de lo que había escuchado.
Ante la pregunta, Moon realizó un gesto de comprensión. Supuso que por aquello Eclipsa no sabía de lo que hablaba.
- Parece que no lo sabes. Poco después de haberte cristalizado también cristalizaron a Globgor. Cómo era una criatura de gran tamaño lo dejaron en otra cueva.
Aquella noticia impactó a la mujer como un cubo de agua fría.
- Pero, si él no hizo nada. Incluso le pedí a la corte que no le hiciese nada, pues aquello fue solo culpa mía.
- No me preguntes sobre cosas de las que no tengo conocimiento. Solo te dije lo que sé. Ahora, vete. - ordenó denotando la poca paciencia que le quedaba.
Se fue de allí sin decir nada, pero con un millar de pensamientos en la mente, todos eran sobre lo mismo, su marido. Salió del castillo y se fue directo a los jardines más allá de la muralla. Caminó entre las flores con intenciones claras de lo que haría, conseguir respuestas. Arrancó una de las rosas que había plantadas y luego cerró sus ojos para concentrarse.
- Globgor. - pronunció casi en un susurro mientras se acercaba la rosa para tocarla con la punta de su nariz - Inmersión profunda.
Las mejillas de Eclipsa comenzaron a brillar en un tono violáceo, y las marcas de sus brazos se extendieron por la rosa, volviéndola de un violeta oscuro, prácticamente negro. Cada pétalo comenzó a desprenderse de la rosa y a flotar en el viento, como si fuesen llevados por una brisa. Esta comenzó a seguirlos a paso rápido, pues el viento iba ligero. Para su sorpresa, los pétalos la llevaron hasta la montaña en donde reposaba el templo en el cual Star había hecho aquella fiesta. Los pétalos se introducían en una entrada poco visible, los siguió sin pensarlo. Estos la llevaron por varios recovecos en los que había un montón de criaturas enormes cristalizadas. Al final, estos llegaron hasta una figura oculta por la oscuridad para luego elevarse hasta iluminar de forma parcial el rostro de su marido cristalizado por completo. Acto seguido, los pétalos se apagaron y cayeron al suelo meciéndose de un lado a otro.
- Qué te han hecho? - pronunció la mujer mientras chasqueaba sus dedos y creaba una pequeña luz que lo iluminaba todo.
Extendió su mano y tocó el cristal con sumo cuidado, como si temiera que este fuese a romperse junto con su marido. Pudo ver con más claridad ahora que disponía de la luz para hacerlo. Halló en su cuerpo varias marcas que antes no tenía. Algo le había ocurrido, pero no sabía qué. Inspiró profundo a sabiendas de qué era lo que debía hacer.
- Inmersión. - hizo una pequeña pausa - profunda.
De repente, Eclipsa abrió los ojos mientras estos brillaban con fuerza. Una conexión invisible se produjo entre ella y los recuerdos de su esposo. Aquello que vería, no sería algo de su agrado.
Después de enterarse de la cristalización de Eclipsa, Globgor fue directo al reino de Mewni para enfrentarse a la alta comisión y obligarlos a liberar a su esposa. Pero sus planes no salieron como él lo hubiese esperado. Los miembros de la alta comisión enfrentaron a Globgor con gran valentía, pero, sobre todo, con furia, o al menos, por parte de Hekapoo. Ellos atacaron ferozmente al troll, pero fue Hekapoo quien brutalizó múltiples veces a este, el odio y la rabia le daban fuerza. Aun así, Globgor no dudaba en volver a levantarse para buscar a la mujer a la que amaba, pero las heridas lo habían debilitado, y solo con su fuerza de voluntad no sería capaz de lograr su objetivo, hasta que al final, fue cristalizado.
Cuando acabaron de aprisionar a Globgor, los recuerdos terminaron de forma brusca, expulsando a la mujer de aquellas imágenes en su mente. Volvió a encontrarse de nuevo en aquella cueva oscura, la luz que había creado se había extinguido. Sin que se diera cuenta, dos líneas de lágrimas caían de sus ojos. Algo en su interior se había roto, la paciencia y la compasión que sentía por aquellos que tanto daño le habían hecho, se esfumó. Aquella oscuridad en su interior, la cual creció por la práctica de la magia oscura, y que tanto tiempo había guardado porque no había un uso que darle, fue liberada. Sus mejillas brillaron con intensidad un momento y revelaron en la oscuridad el rostro serio de Eclipsa, la nueva y resurgida reina oscura.
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Que raro se me pasó esta semana, por las navidades y eso, pero los capítulos siguen aquí, de momento. No, ahora enserio, son fechas peculiares, así que no sé si podré mantener la periodicidad que mantengo, al menos hasta principios de enero. Que por intentar lo seguiré intentando, pero que lo sepan al menos.
Dejando de lado mis gajes personales. Por fin veo algo de trama en esto, que como ya lo he dicho, ahora va tomando forma. No se preocupen, que tomará más forma aún.
Bueno, actualizado todo, no tengo nada mas que decir. Como siempre, un placer, y hasta la semana que viene.
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