Capítulo 40: Graduación
Dentro de la clase se respiraba un ambiente tranquilo y serio, lo era para todos excepto para Marco. Quien estaba más pendiente del sonido que emitían las manecillas del reloj. Ese pequeño e imperceptible sonido se había convertido en una sinfonía de horror y tormento. Cada segundo que las manecillas marcaban era como escuchar un continuo martillar en su cabeza.
Todo esto se debía a que el día siguiente sería la graduación del humano. Normalmente las graduaciones en la academia Ledge eran discretas y personales. Ya que entrar los alumnos en momentos irregulares a la hora de comenzar su periodo estudiantil, era normal que su finalización también fuese irregular. Es por ello que las graduaciones solían ser de una sola persona o pocas más. Se celebraba en el despacho de la directora mediante un pequeño diploma y un colgante. Estos eran símbolo del tiempo dedicado a su desarrollo y su prueba como investigadores en sus ámbitos en la academia. Pero la situación del humano era diferente. Este había salvado a muchos alumnos la noche en que tuvieron el incidente del lagarto. También había conseguido muchos de los materiales necesarios para varias de las investigaciones de múltiples profesores y científicos. Tanto estos como los alumnos estuvieron de acuerdo en preparar una fiesta sorpresa para su graduación. Sin embargo Flikin le había contado a Marco lo de la fiesta al ser incapaz de contener la emoción. Es por ello que ahora el joven se sentía intranquilo al saber que todo el mundo lo despediría.
Finalmente el timbre sonó, Marco fue el primero en levantarse. Salió por la puerta disparado queriendo evitar cualquier posible charla con nadie. Lo único que hizo fue pedirle a Flikin que le permitiera ir a visitar a su compañero, pera así evadir el ajetreo que podría tener aquella tarde. Cómo siempre el goblin le cedió sus tijeras sin ningún tipo de pesadez. Rápidamente el humano abandonó la academia para pasar una tarde con su gran amigo. Al cual le dedicó unas palabras aquella tarde.
- A partir de mañana viajaremos juntos a muchos sitios Nachos. - dijo mientras le acariciaba la cabeza.
El dragón se acercó al joven y frotó su cabeza contra la de este.
Entretanto los científicos reformados estaban realizando ciertas investigaciones. Desde su llegada la desconfianza hacia ellos se hizo más que palpable en el ambiente. Nadie había olvidado aquella noche, y más allá de que atribuyeran aquello a un error de experimento, los alumnos nunca les perdonarían, pues el miedo y el terror vividos en aquella noche no se esfumarían por un simple error. Los profesores prefirieron no dirigirles la palabra y mantener sus perfiles como profesionales capacitados. Eran exiliados dentro de la propia academia, pero no les extrañaba todo aquello, solo se limitaron a realizar su trabajo. Pero aquel día uno de ellos estaba a punto de culminar sus planes sin que ninguno de sus compañeros ni alguno de los estudiantes se enterasen de ello. Este individuo había salvado toda la información registrada aquella noche y lo había guardado en un dispositivo de almacenamiento. Lo había ocultado en un lugar secreto en el laboratorio del cual solo él tenía conocimiento. Pero los datos por si solos no servirían sin los instrumentos necesarios para realizarlo, y por culpa del juramento con Meadlay no podrían utilizar seres vivos en ningún experimento mientras estuviesen bajo la tutela de la academia. Más esto también había sido cubierto. La noche del experimento muestras de sangre eran tomadas de forma continua. Por lo cual la muestra que fue tomada en el último momento fue guardada y congelaba para ser preservada. Ninguno de sus compañeros esperaría que esa noche Tensei fuese a realizar un experimento a sí mismo y vengarse de Meadlay por lo de aquella noche.
Los preparativos para la fiesta estaban listos. Algunos alumnos habían sido los encargados de realizarlos durante la madrugada para tenerlo listo por la mañana para cuando el joven se fuese. Marco lo había estado escuchando durante un rato. El continuo ir y venir de la gente. Esto solo lo ponía aún más nervioso e impaciente por el día de mañana. Durante un rato pensó si hoy podría conciliar al sueño o no, pero rápidamente esa pregunta se desvaneció cuando pasados cinco minutos se durmió profundamente. Todo el mundo en la academia ya reposaba en sus camas llenos de paz.
En esos momentos de paz y tras la sombras fue cuando Tensei hizo su aparición en el laboratorio, todo estaba listo para comenzar. Se encerró en el laboratorio procurando evitar a los guardias del pasillo, los esqueletos no relucían por su sigilo, pero mediante el uso de algunos elementos estéticos pudo evitar el ruido de sus huesos con el entorno. Una vez dentro solo tuvo que buscar el dispositivo y las muestras de sangre congeladas. Todos los datos se mostraban como olas de información al abrir los activos almacenados. Después de unos minutos de tecleo Tensei dejó a punto las órdenes que seguirían las máquinas durante el experimento. Las muestras estaban descongeladas y colocadas en su sitio. Solo faltaba empezar. Uno de los problemas de llevar a cabo este experimento era una posible bajada de tensión en el sistema eléctrico, pero gracias al sistema de respaldo este pudo desviar cualquier tipo de irregularidad hacia el generador, con eso evitaría cualquier bajada. Luego de asegurarse meticulosamente de que cada cosa estaba en su sitio decidió dar comienzo al proceso.
Se colocó unos enganches que tenían muchas inyecciones diminutas que se introdujeron en sus huesos. Esta herramienta estaba conectada a un sistema de tubos por el cual fluiría la sangre. Una vez sobre la camilla de experimentación accionó la máquina con un control remoto. La sangre comenzó a fluir hacia las diversas partes de su esqueleto, incrustándose e infiltrándose por cada rendija interna de Tensei. Una vez la sangre se acabó se quitó todos los enganches. Lo siguiente era activar la máquina de electro descargas para darle varias descargas a la sangre y buscar su reactivación. Cómo no podría sostener el control remoto a la hora de recibir la descargar este programaría una descarga de veinte segundos de duración. Estaba a punto de recrear un cuerpo propio, una piel, un nuevo sentido. Respiró un poco antes de ponerse en marcha con esta parte y de inmediato se sintió listo. Presionó un botón y en pocos segundos las descargas cayeron sobre él. La sangre se comenzó a inquietar al momento de sentir la electricidad en su cuerpo. Vibraba, se movía, se contraía y se expandía; tomaba vida. El líquido carmesí comenzaba a salir a borbotones por las rendijas de los huesos del sujeto buscando expandirse y abarcar el nuevo cuerpo en el que se encontraba. Pronto todo el esqueleto del sujeto se cubrió de sangre. Crujidos comenzaron a oírse productos de la expansión de lo que estaba siendo el nuevo cuerpo de Tensei. Sus dimensiones estaban cambiando. Sus huesos se estiraban a la par que se generaban los músculos de sus brazos, piernas y tórax. Anteriormente Tensei era incapaz de sentir dolor como esqueleto, pero sus nuevas partes físicas traían consigo los nervios que enviaron señales de dolor a su cerebro prematuro. Quiso gritar por el gran cambio que estaba sufriendo, pero sabía que eso alertaría a los demás. No se daría el lujo de echar a perder todos esos años de planeación por unos dolores corporales. Los músculos había acabado de formarse, el resto de carne también, al igual que sus órganos. Cubriéndolo como una manta que cubre a su usuario del frío, su piel fue la nueva capa que recubrió todo su cuerpo.
Una vez acabo su sufrimiento se pasó la mano por la frente, estaba cubierta de sudor. Pero entonces se dio cuenta de algo que lo ánimo mucho, su mano estaba cubierta de sudor, su piel sudaba, era buena señal para él. Se miró en un espejo que tenía justo al lado de la camilla para mirar su nuevo cuerpo. Su piel ahora estaba recubierta en su totalidad por escamas. Sus dientes pasaron a ser grandes y puntiagudos. Donde antes solo había dos agujeros negros y profundos ahora había un par de ojos. Unos ojos amarillos y salvajes. Le había crecido una cola, y ahora tenía garras en sus pies y manos. Intentó levantarse de la camilla para probar su nuevo cuerpo. Le estaba costando, la escena era similar a la de un bebé intentando dar sus primeros pasos. Conseguía mantenerse en pie, por lo que dio uno o dos pasos más adelante. Se mantenía bien, por lo que caminó más y más rápido, hasta que pudo correr y saltar con naturalidad. Sus sentidos motrices eran adecuados, tuvo que hacer unas pequeñas pruebas rápidas de movimiento. Al parecer la adaptación a su nuevo cuerpo fue rápida. La primera parte del plan había sido llevada a cabo con éxito. Se puso en marcha para llevar a cabo la segunda parte del plan. Pero antes de hacerlo tomó una inyección que guardó celosamente en el bolsillo de una bata de laboratorio que se colocó.
El silencio abarcaba todo el recinto. Al parecer Tensei había hecho bien su trabajo evitando realizar alguna acción alarmante. Aprovechándose de ello se dirigió a la que sería la habitación de la directora. Para su infortunio la puerta estaba cerrada, y parecía estar bien asegurada. Prefirió no intentar forzarla y arriesgarse a hacer ruido. Optó por entrar desde fuera de la academia, usando la ventana. Desde el patio trepó hasta el quinto piso donde estaba ella. Fácilmente llegó hasta la ventana, pudo verla a través de esta, dormía plácidamente, el esperó que así fuese durante un largo rato. Mediante el uso de sus garras dibujó un círculo en el cristal lo suficientemente grande para introducir su brazo. Aplicó una presión fuerte y momentánea, haciendo que el círculo cayera hacia adentro. Rápidamente estiró el brazo y lo tomó antes de que este tocase el suelo. Quitó el seguro de la ventana y la abrió. Se introdujo sigilosamente en la habitación de Meadlay. Ella se encontraba justo delante de él, expuesta. Con su cola se deslizó por debajo de su cuello y luego se enroscó en este. Violentamente la levantó ahorcándola. Ella, súbitamente se despertó y por instinto se aferró a la cola que la suspendía en el aire, intentando liberarse en vano. Miro directamente a aquel que la estaba apresando, vio a un lagarto de unos dos metros de altura, más humanoide que salvaje. Pudo ver en este los mismos ojos que había visto cuatro años atrás aquella noche.
- Me reconoces? - preguntó Tensei con una sonrisa en el rostro.
Meadlay abrió los ojos de repente, entendiendo quien era aquel que estaba delante de ella.
- Ten... sei. - pudo expresar entre el sofoco de su voz.
Al escucharla la sonrisa de este se hizo más amplia. Pero no quería tratar con ella, no aún. Le propinó un fuerte golpe en el rostro, dejándola inconsciente. Lanzó su cuerpo a la cama y comenzó a rebuscar en la habitación las llaves de su despacho y sus tijeras dimensionales.
En la habitación de Marco se encontraban él y su compañero durmiendo plácidamente. Pero algo inquietó al joven humano haciendo que se despierte. Un aroma ajeno fue percibido en la habitación, pero a pesar de ser ajeno guardaba similitud a uno que había sentido tiempo atrás, pudo percibir la amenaza proviniendo de este. Rápidamente tomó su espada y saltó directo hacia su enemigo. Pero antes de llegar un portal fue abierto justo delante de él, no tuvo tiempo alguno de reaccionar, solo pudo escuchar unas palabras antes de ser enviado a lo desconocido.
- Ya no te podrás entrometer en mis planes.
Flikin no se enteró en ningún momento de lo ocurrido. Marco desapareció en el portal y fue enviado a una zona cubierta de rocas y raíces que se expandían a lo largo de este paisaje. Buscando cubrirlo todo con su tallos. Quiso girarse para volver por el portal, pero fue inútil, este se había cerrado por completo.
- Debo regresar a la academia, algo malo está a punto de ocurrir.
Tensei se había desecho del chico que consiguió matar a la antigua creación que había realizado años atrás, sin el de por medio no habría que preocuparse de que hubiese un héroe en esta ocasión. Este volvió a la oficina de la directora, donde se hallaba ella amordazada en su silla. Buscó en un cajón del escritorio de ella y encontró un sistema de mandos, presionó un botón. La academia fue rodeada por un campo invisible cuya función era desconocida. Luego activo el megáfono y comenzó a hablar.
- Buenas noches queridos estudiantes. Quien les habla no es su directora.
El sonido fuerte del megáfono despertó a todo el mundo, estos estaban algo adormecidos por la hora. Pero tan pronto o escucharon el mensaje acabaron por despertarse por completo.
- Tal vez me recuerden como uno de los científicos que creó aquel lagarto que aterrorizó a toda la academia hace cuatro años. Así es, yo soy uno de ellos, Tensei. Se preguntarán que hago en la oficina de su directora hablando por aquí. Bueno, debo informarles que me he convertido en un lagarto también gracias a mi experimento. Y ahora me vengaré por haber sido encerrado en la prisión. En un rato llevaré a cabo la ejecución pública de su directora, será en el patio, espero que no se la pierdan. Y por cierto, no intenten escapar o pedir ayuda, he cortado toda posible comunicación con el mundo exterior y he denegado la posibilidad de abrir portales aquí dentro.
Al escuchar la noticia varios de los alumnos entraron en pánico y comenzaron a intentar abrir portales inútilmente. Varios tomaron dispositivos de comunicación pero por más que lo intentaban no conseguían contactar con nadie. Algunos comenzaron a desvariar y atemorizarse ante lo que estaba por ocurrir. Pero otros de los que habían escuchado el mensaje no buscaban huir, sino que se prepararían para defender a su querida directora.
En el medio de ninguna parte se encontraba Marco buscando un modo de ubicarse. Este estaba subiendo por las lianas y saltando de roca en roca. Gracias a su espada podía quitar las lianas sobrantes en su camino. Mientras subía su mente comenzaba a preocuparse. Comenzó a pensar en aquel sujeto, se lo podía percibir como alguien realmente peligroso, por lo que pensó que podría amenazar severamente la seguridad de los estudiantes de la academia y sus profesores. Aquello sin mencionar que no sabía dónde se encontraba ni como volvería. Una de las cosas que más le llamó la atención fue el hecho de que esto había sucedido el día de su graduación. Todo aquello le antojó muy irónico.
Después de haber estado trepando durante unos minutos llegó a la parte más alta de la acumulación de rocas y raíces. Miró a su alrededor para ubicarse. Todo parecía extraño, pero entonces vio una zona un tanto alejada que era en su totalidad de rocas y montañas, a parte de unos pocos árboles, esa zona le resultaba muy familiar. Tuvo una pequeña idea a probar que llevó a cabo al instante. Junto sus dedos índices de sus manos formando un triángulo, lo metió en su boca empujando su lengua y dio un gran silbido. Este resonó por todo el lugar revotando entre las rocas y haciendo que varios animales se despertasen. Una bandada de aves desconocidas para el salió volando de un árbol en el cual se ocultaban. Volvió a silbar para ver si conseguía el resultado que esperaba. El sonido volvió a perderse en el paisaje y guardó silencio esperando una respuesta. Cuando el chico decidió pensar en otra cosa un rugido provino de la lejanía, haciendo que el chico saltase alarmado. Volvió a dar un silbido para corresponder el rugido que había escuchado. Este se volvió a oír más cerca, y a lo lejos una figura en el cielo, se dirigía justo a donde se encontraba el joven. Avanzaba a gran velocidad, cada vez era más distinguible a la vista. Marco sonrió seguro de que había dado en el clavo con su suposición. En un momento delante de él se presentó su fiel compañero.
- Nachos! - dijo este emocionado, el cual se acercó a él para darle un abrazo - cuando vi las montañas pensé que estarías por allí, me alegro de que así haya sido.
El dragón motocicleta correspondió el cariño de su compañero, este también estaba contento de ver a Marco, pero también confundido por ello.
El chico se subió a lomos de este.
- Nachos, tenemos que ir a la academia. Algo está a punto de pasar y no me da buena espina. Tenemos que ser rápidos. Afortunadamente, ya sé cómo llegaremos.
Marco recordó los mapas que había estudiado cuando estudió la historia de Mewni, su geografía también fue algo clave en sus estudios, no solo la de Mewni, sino la de la dimensión en la que se encontraba. Cuando comprobó que el sitio de montañas era el lugar donde estaba nachos pudo relacionar esa ubicación con el sitio en el que se encontraba. Las estrellas le indicaron donde estaba el norte y el sur. Con toda esa información en su cabeza pudo indicar a su compañero el camino indicado para ir a la academia. Raudos se pusieron en marcha dirección a su destino.
Un misterioso individuo vagaba por un bosque de árboles cuyas ramas carecían de hojas. Miro al cielo solo por casualidad y en este se apareció un individuo que viajaba en un dragón, o algo que se le parecía. Intentó entonar mejor la vista y, juró por todo lo que sabía que aquel que iba montado en el dragón era alguien conocido. Echó su mano hacia atrás y en esta se comenzó a formar una bola de fuego. Lanzó está hacia el individuo en el cielo, pero tuvo que darse prisa, pues este era rápido. En cuanto la lanzó comenzó a correr para perseguirlo, se movía a gran velocidad para no tener vehículo. Marco, quien avanzaba con su compañero por los cielos, percibió que algo se acercaba, miro a su derecha y vio como una bola de fuego iba directo hacia ellos.
- Cuidado! - le gritó a Nachos, quien tuvo que maniobrar para esquivar - que fue eso? - quiso preguntar.
Mas el chico no tuvo tiempo para distraerse porque otra bola se les venía encima. Volvieron a esquivar sin problemas. Esta vez Marco dirigió su mirada hacia abajo, de dónde provenían los ataques. Pudo ver a alguien corriendo tomando la misma dirección que él estaba tomando, se le podía ver claramente por una llama que llevaba consigo. Por un momento tuvo una corazonada y decidió bajar. Nachos fue en picado hacia donde se encontraba el sujeto. Cuando estaban a una altura no muy lejana del suelo Marco saltó para bajar con mayor velocidad haciendo retumbar el suelo al caer y levantando una nube de tierra. Cuando está se disipó pudo ver con mayor claridad a aquel que lo estaba atacando, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez. - dijo Hekapoo ante la presencia del chico - Has cambiado mucho desde entonces.
La mirada pícara de esta inspeccionó centímetro a centímetro el aspecto del ahora ya adulto Marco. La sonrisa que estaba en su rostro se hizo más grande aún. Marco aun sonriendo respondió en el idioma de la forjadora.
- Mi cuerpo no es lo único que cambió, también lo hicieron mis conocimientos.
Esta abrió un poco los ojos sorprendida por ver que el joven había aprendido su idioma, pero en ningún momento se borró la sonrisa de su rostro. Así que decidió responder de la misma forma.
- Entonces, estás listo para luchar. – dijo en su idioma.
- Nada me gustaría más, pero lamentablemente tengo un asunto muy importante que atender.
- Conque nos reencontramos después de casi diez años sin vernos y ahora me quieres abandonar. Te gusta hacerte el difícil. - comentó burlona.
- Jeje, no llores por mí, porque te prometo que cuando solucione este problema te buscaré sin descanso.
- Entonces tendremos una cita. - dijo sonriendo desafiante.
- Eso parece. - respondió correspondiendo su sonrisa con otra.
El joven dio un fuerte silbido. De las alturas bajo su fiel amigo y compañero de combate, posándose a su espalda. Se subió a lomos de este y se preparó para marcharse.
- Ey músculos. - dijo Hekapoo al joven.
Esta metió su mano en la llama de su cabeza y le lanzó una daga proveniente de alli. A escasos centímetros de su rostro este la detuvo con sus dedos índice y medio.
- No quiero esperar mucho más, así que este es un pequeño regalo de mi parte. Lee la inscripción.
Marco miro la daga un momento, en esta estaba escrito algo en su idioma, ahora ya podía leer. "Bosque de las aflicciones". Levantó la mirada hacia Heka.
- Búscame allí, así podremos continuar con esto.
El joven se guardó la daga y sonrió, contento de haberse cruzado con ella. Hizo rugir el motor de su amigo y se preparó para levantar vuelo.
- Adiós, H-poo.
Sin más tiempo a perder el dragón motocicleta levantó vuelo, saliendo disparados de allí y avanzando a toda velocidad hacia la academia. Dejando sola a su rival. Ella sonrió plácidamente y saludó al chico. Pero pensó por un momento lo último que había dicho y su expresión cambio de repente.
- No me llames así. - grito agitándose el puño al ya alejado humano.
En el patio de la academia Tensei había atado a Meadlay a uno de los árboles que allí crecía. Miro de cerca a su víctima, ya había despertado.
- Tranquila Meadlay, pronto te llegará la hora.
Esta miro con odio al lagarto. Más allá de provocarle a este cualquier tipo de cautela solo consiguió hacerlo reír. De pronto Tensei se giró al notar algo tras de sí. Se trataba de Deinel, quien caminaba de forma calmada hacia él. En sus puños portaba dos puños americanos. Se los ajustó un poco más en los nudillos y luego los hizo chocar, haciendo resonar a estos dos. Tensei sonrió con aires de superioridad, quería probar su nuevo cuerpo contra ese mastodonte no-muerto.
Una vez Deinel estuvo cara a cara con el lagarto le lanzó un fuerte golpe. Tensei pudo esquivarlo sin muchos problemas, luego aprovechó su posición para propinarle un puñetazo en el estómago. El no-muerto no mostró algún signo de que eso le afectase. Al lagarto lo atrapó por sorpresa esa resistencia al daño, gracias a esa distracción recibió un fuerte golpe en el rostro. Fue tan fuerte que salió disparado, cayendo varios metros atrás. Desde el suelo se palpó la mandíbula, estaba dislocada, se la tomó con su mano derecha y con un rápido movimiento se la volvió a colocar en su sitio. Volvió a ponerse de pie y miró a su enemigo con odio. Deinel nuevamente se encontraba cara a cara de con el lagarto. Quiso volver a propinarle otro puñetazo, pero no era lo suficientemente rápido como Tensei, quien volvió a esquivar a este y lo tomó del brazo con su cola. Dio un giro sobre sí mismo y lanzó al no-muerto varios metros atrás. Rápidamente Tensei se preparó para volverlo a atacar, y corrió directamente hacia este. Pero antes de alcanzarlo un rayo se interpuso entre ambos. El lagarto levanto la mirada, era Gynnier, quien sostenía en sus manos un arma que disparaba electricidad en estado puro.
- Crees que simplemente dejaremos que asesines a nuestra querida directora así sin más?
Tensei soltó un pequeño gruñido y corrió a atacar al enano. Pero cuando comenzó a correr un frasco le cayó encima de la pierna, y esta se congeló, junto con el suelo. Este movió la cabeza en todas las direcciones para ver al responsable de eso. Más atrás de Gynnier había un pequeño goblin que sostenía en sus manos varios frascos.
- No dejaremos que nos asustes así como así científico loco. Vamos a defender aquello que queremos. – soltó el goblin.
Le lanzó las otras dos pociones a la otra pierna y a un brazo, congelándolos. Tensei quiso liberarse, pero a su espalda apareció Deinel, quien lo tomó de su brazo libre y lo lanzo con fuerza hacia ninguna parte. El no-muerto lanzó a este con tanta fuerza que le arrancó sus miembros congelados. Dejando a un científico con solo un brazo y su cabeza. Este apretó los dientes por el dolor, pero no se preocupó demasiado, pues en un momento sus extremidades volvieron a regenerarse, y de nuevo este se puso en pie. Comenzó a reírse por lo bajo ante ellos. Pero más profesores y otros alumnos venían con antorchas y palos para apalear al sujeto.
- No esperaba tener que usar esto tan pronto, pero supongo que no tengo elección.
Metió su mano en el bolsillo de su bata, y de este sacó una inyección que se introdujo de inmediato en el cuello, liberando su sustancia en sus venas. Al acabar, lazó la inyección contra el suelo, rompiéndola. Todos comenzaron a acercarse al lagarto, seguros de sí mismos. Pero entonces la sustancia que Tensei se había suministrado comenzó a hacer efecto. Su cuerpo comenzó a metamorfosearse. Sus brazos comenzaron a crecer y a volverse más acorazados. En su espalda comenzaron a aparecer púas de coraza, sus piernas comenzaron a adquirir una apariencia similar a las de los cuadrúpedos. Su hocico se alargó y de este salieron más dientes. Y para terminar, su cuerpo creció más y más hasta llegar a los siete metros de altura. Todo el mundo se paralizó de golpe al ver al lagarto convertiste en una monstruosidad. Tensei sonrió con su nueva y aterradora forma, tomó mucho aire y entonces sopló hacia todos aquellos que se le estaban acercando para atacarlo. De su boca salieron bocanadas de llamas que abrazaron a todos aquellos que fueron alcanzados por estas. Gynnier se cubrió tras un árbol, protegiéndose. Flikin tomo un mutágeno que lo hizo mutar y dio un gran salto para evitar el fuego. Deinel tuvo que cubrirse con sus brazos. Pero esa fue solo la distracción. Cuando los aparto, una mano enorme lo tomo por la pierna y comenzó a azotarlo una y otra vez contra el suelo. Gynnier corrió en su ayuda, quiso dispararle a su enemigo, pero este le lanzo al no-muerto directamente, no tuvo tiempo de intentar esquivarlo. Ambos chocaron contra un árbol y cayeron inconscientes. Flikin se preparó para lanzar una de sus pociones pero el lagarto llegó hasta el de un rápido salto, con su cola tomo al goblin mutado y lo lanzó directamente hacia la academia, haciendo que este rompiese una ventana y se quedase dentro del recinto. La criatura dirigió su mirada a todos aquello que se asomaron por la ventana para curiosear.
- Así es – comenzó a gritar este - esto es lo que les pasa a aquellos que intenten desafiarme. No son nada comparados con lo que soy yo ahora. Me he convertido en un poderoso ser. Y ahora verán la muerte de su querida directora.
- Por qué haces esto? – preguntó Meadlay a su espalda.
Este se giró súbitamente y se acercó a la directora hasta quedar a escasos centímetros de ella.
- Que porque hago esto? Esto lo hago porque tú me enviaste a una cárcel, por tu culpa he tardado cuatro años en conseguir este cuerpo.
- Habías infringido las normas, tu experimento lastimo a varios alumnos.
- No me importan los alumnos, lo único que quería era encontrar la forma de conseguir un cuerpo de carne y no solo hueso. Y por tu culpa tuve que esperar para poder hacerlo.
- Para que querrías tu un cuerpo?
- Para qué? Sabes lo que se siente ser una criatura incapaz de sentir el tacto de las cosas, incapaz de nada en absoluto. Los esqueletos no somos capaces de siquiera sentir la brisa en sus huesos. No tenemos fuerza, solo movimiento, y cuando queremos hacer más de lo que nuestro huesudo cuerpo nos permite, nos rompemos. Tienes idea acaso de lo que significa vivir así? – acabó por gritar. Apoyando su mano enorme sobre Meadlay y apretándola.
Ella quiso responder, pero la presión las estaba asfixiando y no fue capaz de decir una sola palabra. Tensei solo se limitó a sonreír y ver los últimos momentos de vida de su víctima. Fue entonces cuando algo repentino ocurrió. De la anda un filo cortante rebano el brazo con el cual este sostenía a Meadlay. Un joven se posó delante de él y le propino una fuerte patada en el mentón, haciendo que este retrocediera unos pasos. Entorno un poco los ojos y pudo ver al joven Marco delante de él.
- Tu? Como conseguirte llegar aquí?
- La primera vez que vine a la academia fue a partir de un portal natural. Cuando me lanzaste por el portal que creaste pude situarme, y resulto que no estaba muy lejos del lugar desde el cual entre por primera vez aquí.
- Muy bien, quise deshacerme de ti para que no interfirieras. – al decir esto su brazo se regeneró – Pero parece que tendré que eliminarte directamente.
- Marco – tosió Meadlay – él es Tensei, uno de los científicos que provoco el accidente, ahora mismo se ha convertido en eso y quiere asesinarme por enviarlo a prisión.
Marco solo se limitó a escuchar y a prepararse para el ataque. Corrió rápidamente hacia su enemigo y salto hacia él. Este quiso atrapar al chico entre sus manos, pero el chico salto más rápido de lo que este hubiese esperado. Por lo cual Marco acabo por golpearle en la cara con ambos pies haciendo que este cayese al suelo. El joven se preparó para saltar encima de este y apuñalarlo en la cara con su espada. Tensei tuvo que lanzarle una patada para evitar ser apuñalado, enviando el chico hacia atrás. Sin problemas Marco se repuso en el aire y cayo de pie. El lagarto se levantó enfadado y decidió que no permitiría que la pelea durase mucho más. Tomo mucho aire y súbitamente escupió fuego sobre el chico. Esto lo tomo por sorpresa, por lo cual no se movió. Estaba a punto se ser calcinado, pero una sombra apareció, llevándose al joven y salvándolo del fuego. Este miro un momento bajo sus pies y vio que estaba montado encima de Nachos.
- Gracias chico, te debo una.
No tuvo mucho tiempo a hablar pues las llamaradas continuaron cayendo sobre ellos. Nachos tuvo que seguir esquivando. Mientras tanto una música comenzó a sonar desde una de las ventanas de la academia. Era la canción de Born To Be Wild, de Steppenwolf. Marco volteo a ver quién había puesto eso en un momento así, era Flikin.
- Que haces? – le pregunto este mientras esquivaban llamaradas.
- Quería que tuvieras un poco de ambiente para pelear mejor.
- Estoy luchando para no ser calcinado junto con Nachos y a ti solo se te ocurre poner música de fondo?
- A si, también quería darte esto. Creo que te será de ayuda.
Flikin le lanzo un aparato extraño al joven. Era una mochila que poseía un sistema extraño en su interior, de esta salían dos tubos metálicos que acababan por conectase a unas pulseras. Marco la atrapo en el aire.
- Que hago con ella?
- Póntela y apunta con tu muñeca izquierda hacia el fuego del lagarto.
Rápidamente Marco se colocó la mochila y las pulseras, perdió un momento de vista a su enemigo por ello, pero cuando se giró para verlo ya tenía una llamarada sobre él, cerró los ojos y coloco su muñeca izquierda delante de Nachos. La llamarada cubrió por completo a los dos, haciendo que desaparecieran entre las llamas.
- Oh era la derecha? – dijo Flikin confuso para sí.
En ese momento sonó el estribillo de la canción, "booorn to be wiiild", fue entonces que el fuego que estaba cubriendo a ambos fue consumido por un escudo que apareció en el brazo izquierdo del chico. Impresionado sonrió y ordeno a Nachos ir en picado hacia el lagarto. Estupefacto por no haber conseguido cocinar al chico, quiso volverlo a hacer. Las llamas volaron directos hacia ellos, pero de nuevo fueron consumidas por el escudo que apareció en su brazo.
- Marco, si apuntas con el brazo derecho le devolverás el fuego absorbido.
El joven apunto con su muñeca a Tensei y en esta apareció un cañón del cual fue disparada la llamarada absorbida anteriormente por él. Este se cubrió con ambos brazos, siendo bañado en llamas. Cuando estas desaparecieron dejaron entrever al lagarto con varias partes del cuerpo quemadas. Pronto se curaron. Más a marco le había gustado lo que vio. "El fuego le hace daño" pensó él. En ese momento Nachos escupió su fuego sobre el lagarto también, pero esta vez este lo esquivo saltando. En ese momento Marco aprovechó para saltar sobre el con su katana al frente. Tensei intento cubrirse con su brazo, solo para ser atravesado por el filo de la hoja del chico. Con un rápido movimiento se lo corto de cuajo. Quiso volver a atacar pero el lagarto se estaba preparando para lanzar otra bocanada de fuego. Inevitablemente tuvo que saltar para tomar distancia y cubrirse con el escudo. Este volvió a absorber las abrazadoras llamas de su enemigo otra vez. Pero la intención de este solo fue alejar al joven de si para darle tiempo a su brazo para regenerarse. De un momento a otra este se preparó para atacar al joven y no permitirle que le devolviese su fuego. Súbitamente garras y filo se hallaron haciendo saltar chispas y recreando en el ambiente el recuerdo de aquella noche hace cuatro años. Tensei no tenía aun el control total sobre su cuerpo, pero eso no le impidió atacarlo con todo. Fuertes golpe llovían sobre el joven como una tormenta, varias veces tuvo que esquivar. Cuando vio la oportunidad de atacar dio una estocada hacia la cabeza de este, pero gracias a un movimiento realizado por el hizo que se la clavara en el hombro. Por un momento Marco quedo atascado en el hombro de este, momento que fue aprovechado por el lagarto para atacar al escudo del joven. Solo con sus garras consiguió destruirlo, pero no se detuvo ahí, sino que intento atacar al joven con su otra garra. Marco rápidamente tuvo que saltar para evitar ser convertido en trocitos. Pero las garras llegaron a cortar en su pecho. Tensei se rio siniestramente al ver a su enemigo herido. Tomo la espada de su hombro y la lanzo lejos de Marco.
- Jaja, parece que ya no tienes tu juguetito de hacer cortes, ahora como me vas a vencer? estúpido humano.
- Con ingenio. – soltó desafiante – Nachos, ahora!!!
Tensei se mostró un poco confundido, pero rápidamente entendió por qué el chico grito aquello. De su izquierda el dragón motocicleta comenzó a escupirle fuego. No pudo esquivar eso, así que tuvo que cubrirse. Marco ya no podía cubrirse con el escudo de Flikin, pero aun podía dispara las llamas que había consumido de su enemigo. Las llamas del dispositivo acompañaron a las del dragón, quemando al lagarto por dos flancos. El joven quiso vaciar todas las llamas que tenía en su mochila, y mientras lo hacía corrió hacia donde había caído su espada. Las llamas se le habían terminado, pero pudo volver a tener a keepsake en sus manos. Desafortunadamente, Nachos también se detuvo, necesitaba respirar. A tensen le habían quemado toda la piel. Sus ojos estaban ardiendo, y no podía ver nada. Cuando estos se curaron, solo le mostraron a un joven a escasos centímetros de el con su katana preparada. Rápidamente levanto un brazo para defenderse, pero fue inútil, su cabeza ya estaba rodando por el suelo. Gracias a su factor regenerativo la cabeza de Tensei vivió unos momentos. Solo para decir sus últimas palabras.
- Imposible!!!
- Esto es lo que pasa cuando intentas herir.
- Maldito seas Marco, tú y toda la academia Leddd... ge.
Todo signo de vida proveniente de la cabeza se esfumó, dejando al chico allí parado con su katana en mano. Los había vuelto a salvar a todos.
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Bueno gente, lamento la demora, pero el dia de ayer fue uno largo y pesado. Espero que la pequeña espera haya merecido la pena.
La proxima semana tenemos nueva saga aventura, Hekapoo volvera a la lineas de dialogo. Nos vemos la proxima semana gente.
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