Narrador: ambos primos habían terminado en una malísima pero excitante situación, el muchacho algo borracho no pudo evitarlo, todo por culpa de ese camión que los iba a tropellar de la nada, lo mejor o quizás peor, es que no había nadie en todo ese gran calor, que los pudiese ver ni detener de lo que están haciendo, marco no lo puede evitar.

Impulsado por la razón de estar ebrio y la excitación, la sigue penetrando en el suelo, como si se hubiese guardado las ganas desde que llego a la academia, pues quien le pudiese culpar, es el único hombre en toda una escuela de puras chicas, sana hayame no podía evitarlo derramar unas cuantas lágrimas, ya había perdido su virginidad, la sangre que sale de su vagina es la clara prueba de ello.

Hana: ¿a qué están jugando, eso es al papá y a la mamá? –Pregunto inocentemente-

Sujetando la mochila de su hermana hayame, abriendo el cierre, saca un libro con una portada de un hombre y mujer con una pose parecida al que están marco y hayame, leyendo y viendo las imágenes.

Usando sus dos manos le mueve y aprieta los pechos redondos de hayame, que con una de sus manos se tapa su ojos que aún le salen algunas lágrimas, y gimiendo al seguir siendo penetrada al haber pasado una hora completa en la misma posición, sintiendo como aun el órgano reproductor del castaño con mechones rojizos le sigue creciendo allá abajo.

Sana hayame: ¿p-porque...? –Preguntando aun tapada con sus manos en sus ojos-

Sintiendo como aumenta su velocidad, cada gota sale de ella, hana sacando una enorme paraguas de la mochila de marco, colocándolo entre ella y los otros, para tener sombra, sujetando un poco de agua, la intensión era arrojárselo hacia el castaño, al ser mojado por el agua se convertiría en mujer, desaparecería ese gran trozó de troncó duro de carne que tiene.

Hana: agüita para ti –le lanza el agua hacia marco-

Hacia tanto calor que el agua estaba tibia, no funcionando el plan, pero el agua logra entrarlo un poco en sentido, su prima sujetando un ceviche que se notaba rojo por lo picante, le abre la boca.

Hana: ahora un ceviche con ají mono y roco dragón –sonriendo logra que se lo beba su primo marco-

En menos de un segundo sus ojos se vuelven rojos, escupiendo un lanzallamas hacia arriba, sin saber si se trata por el picante o su poder de fuego infernal, regresando a la normalidad, levantándose, volteándola, ahora cara a cara, realmente apenado por haber hecho algo tan atroz.

Hana: mírenla pobrecita está llorando...

Sana hayame: ¿p-porque...? –vuelve a preguntar-

Marco retira a su gran amigo de ella, bajándola, apenado con la cara baja mirando el suelo, con las mejillas sonrojadas.

Marco jr: l-lo lamento e-es que me excite.

Sana hayame no le contesta, apretando los dientes, con la cara roja y con gotas de sudor, alza su mano cerrándola, formando un puño.

Sana hayame: baka¡¡¡ -le grita mientras lo golpea con el puño en la cara-

El golpe lo tira al suelo, con una marca roja en su mejilla, sobándoselo, sin protestar, pues se lo merecía, antes de que dijese algo más, siente otro golpe en la otra mejilla.

Marco jr: ¿y-y este golpe? –Pregunta señalándose la otra mejilla roja-

Sana hayame: ¿Por qué te detienes en medio del sexo? –agachándose le pregunta, sujetándole del cuello, lo agita-

Marco totalmente confundido y sonrojado, ella no le había golpeado por hacerla suya, le había golpeado por detenerse, eso era una broma, realmente es su prima sana hayame, acaso el calor le está dañando la manera de razonar, ella sonriéndole con una cara llena de excitación, ve lo que antes ya estaba adentro, dándose cuenta que era grande y grueso, sentándose con la punta en su entrada, bajando de un tirón, sacando la lengua al sentir que la golpea muy adentro.

Hana: ah no lo está disfrutando que perro.

Marco jr: b-bueno lo voy a gozar como no te lo puedes imaginar.

Apareciendo el mismo portal sobre ellos, cayendo una cama, levantándola a ella, salta hacia atrás, esquivando la cama azul, siguiendo hasta la noche, de repente se ilumina todo el lugar.

Despertándose confundida, marco con la cara roja.

Marco jr: ¿Qué estabas soñando? –Pregunta con la cara roja-

Ayame se da cuenta, de que le está sobando la nuca a su primo con sus senos, apenándose.

Sana hayame: n-nada marquito.

Marco abriendo un portal, sujetándole aun de las firmes piernas de ayame, para no dejarle caer, cruzan el portal junto a hana, regresando a casa, donde se separan, pasando unos días más, marco ya quería que todo pase, no quiere caer en el pecado, caminando se va a la casa de su tía, solo por órdenes de su madre, pues tenía trabajo que hacer, llegando toca la puerta, abriéndose automáticamente, entrando.

Marco jr: hola tía –saludando amablemente sonriéndole-

Otoha watase: m-marco mírate cuanto has cambiado –levemente sonrojada, con una mano cerca del pecho-

Impactada, el había cambiado, su cabello de dos colores, y sus ojos una mirada firme y tranquilidad, sus músculos mas a pesar de solo ser adolecente, de seguro aún seguía en el entrenamiento de la vida, que todos vivimos, pero en especial marco, que de noche mata seres malvados.

Otoha watase: marquito... despierta s tus primas. Yo debo de salir –abriendo la puerta se va-

Marco jr: -ps: encima debo de despertarlas, que mal-

Subiendo las escaleras, se va a la habitación de sus primas, tocando, al ver nadie abre, usa su poder solo en su mano, volviéndola tipo fantasma, atravesando la puerta, abriendo la puerta, entrando, quedándose sonrojado al entrar, están dos de sus primas en natural, tapándose rápidamente los ojos, un sartén volador, le golpea en la cara tirándolo al suelo.

Marco jr: b-bien supongo que lo merezco.

Ayane shirakawa: ¡cómo te atreves a entrar sin avisar, mañoso¡ -caminando de forma amenazante, moviéndose sus delantales aun con la casa celeste-

Marco jr: claro que he tocado, pero nadie respondía. Están sordos –sentándose en forma de loto-

Ayane shirakawa: si como no. Deseo querías verme –de brazos cruzados, sonrojada-

Mirándolo al ver que cerró los ojos, mirando que está más entrenado que la última vez que se habían visto, ella le decía eso como siempre, solo para jugar con él, pues sabe que su primo no es capaz de hacer eso, sin darse cuenta, su mirada se posa en el medio del pantalón del pelo castaño rojizo.

Marco jr: prima kotone –sonriendo se acerca hacia ella-

Kotone shirakawa: marquito –abriendo los brazos-

Abrazando a su querido primo, que sigue sonrojado, se dejó llevar, ya que no la vio desde hace 10 años, sintiendo como le rosa su pectoral los pechos de kotone, que le aprieta más fuerte, liberándose, mira a su otra prima.

Himeno kisara: hola marco –sonriéndole parando su dibujo en el proceso, en ropa interior-

Marco jr: h-hola... ponte algo mas –se da media vuelta- 

saotome atena: marquito tu polo es algo apretado -sonrojada se mueve, levemente sonrojada-

Marco jr:  discúlpenme debo ir al baño -se mete al baño de una pequeña patada-

sentándose, suspirando para tranquilizarse, maldiciendo porque sus primas son tan bonitas, abriéndose la puerta, golpeándose a si mismo al olvidar cerrar la puerta. 

Kotone shirakawa y Ayane shirakawa: ¿podemos entrar? –Preguntándole a su primo, en ropa interior-

Marco sonrojándose abre la mandíbula, con pequeño derrame nasal, ve la ventana abierta, saliendo de un salto, si no lo hacía, podría hacer una locura total, caminando hacia la escuela al estar de noche, escuchando un disparo, se oculta para ver qué pasa.

Saya takagi: -enfadada, le están apegando con fuerza a la pared, y con una pistola apuntándole-

golpeándole en la cabeza aun sujetandola.

Ladrón: que suerte la mía. Vine buscando cobre y encontré oro –sonriendo con una mano le alza la falta-

Arrancándosela de un tirón, lamiéndose los dedos, se acerca para quitarle las pantis con la mano, de repente una cadena lo amarra, incluyendo la pistola que queda tapada, siendo jalado, liberando a la hermosa chica de otro mundo.

Marco jr ghost rider demon: ¿dices que la tocaras? ¿Y quién lo decidió? Yo soy el único que puede detener a basuras como tú. Yo solo puedo decirlo.

Su cadena es envuelta en las llamas, quemando al ladrón en cenizas, llegando los cómplices, sonriendo, se escucha gritos desde lejos, llegando una luz al lugar.

Angeltia: marco. No deberías de seguir.

Marco jr ghost rider demon: si debo.

Presentándose otra luz más, angelita mirando a su maestra, poniéndose nerviosa, pues marco se encontraba transformado convertido en un monstruo, ella podría pensar que no queda nada de esa chica justiciera, que quizás olvido el juramento al aceptar los poderes y la transformación, para proteger desde el cielo, viendo que la chica que es una buena amiga, retrocedía al ver a la otra de brazos cruzados, supo lo que pensaba, se da media vuelta para no causar una pelea, de un salto y saliendo fuego desde sus botas, alejándose del parque.

Angeltia: m-maestra –nerviosa le habla y sorprendida-

Suzune shizumi: puedo ver que permitiste a escapar a esa criatura demonio ¿Por qué no lo atacaste?

Angeltia: p-porque... él es diferente a otro demonio que me haya enfrentado antes. El no busca destruir... -su maestra le interrumpe-

Suzune shizumi: ¿no busca destruir?, ¿estas bromeando, verdad? Solo mira a los cadáveres de estos humanos esparcidos por el suelo.

Alzando la vista ve que ese ser esqueleto de fuego, que tiene chaqueta de cuero negro, tiene cuernos negros en su cráneo, va volando, la maestra alza vuelo, siguiéndole, no tardo mucho pues solo a metros, se detiene al ser más rápido que ella.

Destransformandose al ver a saya.

Marco jr: perdóname pero ya no puedo verte así –quitándose el pantalón-

Al verlo se tapa los ojos, sintiendo algo en sus manos, abriéndolas sorprendiéndose, marco lleva un short adentro del pantalón.

Marco jr: ten usa mis pantalones.

Saya takagi: gracias –abrazándole como compensación, de pensar mal del chico que la salvo, de los muertos-

Poniéndose los pantalones, yéndose caminando, transformándose al ver a suzune, colocándose en guardia.

Suzune shizumi: te alcance demonio.

Marco jr ghost rider demon: ¿yo un demonio? Yo hice lo que tú y los ángeles, no se atreverían hacer. Es ponerles fin por los pecados que comenten.

Viendo a lo lejos que se había escondido el líder, que se escapa a la iglesia católica, sonriendo se teletransporta.

Ladrón jefe: padre hace tiempo que no venía –dijo sentándose- quería decir que perdón. ¿Me pregunto que si tú me perdonarías por lo que he hecho a muchas chicas? Sé que quizás lo hagas.

Marco jr ghost rider demon: tal vez el si –apuntándole con la pistola con las llamas en la cabeza- pero yo no.

Disparándole la ráfaga demoniaca hecha bala, volándole la cabeza, cayendo el cuerpo, destransformandose se va a la salida, sonriendo, aun con ese sueño en su mente seguirá, haciendo justicia a su manera, no importa mucho si llegasen, pensando que es solo un simple asesino, sin moral ni respeto por los demás, pero si tiene mucho que proteger, sale de la iglesia de regreso a su casa bajo la luz de la luna llena que es de un color rojo. 

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