Los dos hemos perdido
La próxima semana habrá una pequeña fiesta en casa de un compañero, ¿te gustaría ser mi acompañante? —Pregunta Andrés mientras me encuentro con la cabeza recostada encima de su hombría.
—¿Será algo formal?
—No, no creo. Igualmente no pretendo que nos quedemos mucho tiempo, solo iríamos unos minutos y luego iríamos a otra parte, tú podrías elegir dónde, ¿Crees que esa noche puedas ser mía, y solo mía? —pregunta acariciando mi cabello.
Echo una mirada a mi mesita de noche y veo los libros que Víctor me regalo sobre ella, le doy un beso a Andrés en el abdomen y me levanto caminando desnuda por la habitación hasta llegar al baño y ducharme.
Mientras el agua caía sobre mi cuerpo sentí como Andrés entraba a la ducha y tomaba el jabón, voltee a verlo y lo vi untar el jabón en ambas manos y ponerlas encima de mi senos.
Ambos terminamos bañándonos juntos.
Andrés tomo una toalla y seco mi cuerpo, me cargo junto a él dejándome sobre la cama, lo vi caminar hasta mi gabetero blanco en una esquina de la habitación y regresar con un cepillo en mano. Se sentó detrás de mi y partió mi cabello en dos, dejando un lado delante y el otro atrás empezó a peinar y desenredar mi cabello.
—Es algo rebelde pero parece que ya lo has hecho antes.
—¿Tienes algo para sostenerlo?
—Si usa esto. — le paso la goma en mi muñeca.
—Déjalo así hasta mañana, y sécalo bien—me indica dulcemente dándome un beso en el cuello. —deberías usar un poco de aceite de vez en cuando para nutrirlo, ¿te gustaría quedarte a dormir junto a mi? —me pregunta algo indeciso.
—¡Oh! espera, ¿hablas de tú quedarme a dormir conmigo? -me burlo de él mientras siento su cabeza recostada de mi espalda.
—No me molestaría prestarte mi brazo si eres tú quien duerme en el.
—A veces sueles decir cosas extrañas ¿Sabes?
—Pero sabes que son verdad-se detiene-ahora ven para acá, ¿qué haces todavía ahí?
—Me gustaría comer algo antes de dormir. —le confieso volteando hacia a él.
—Aquí tengo un caramelo inagotable para ti.
—Creo que ya he tenido suficiente de dulces por una noche.
—Es una lastima ya que yo nunca tendré suficiente de ti Cela.
Me quede en silencio antes sus palabras ya que yo no estoy segura de estar buscando un amor o consuelo.
—¿Aún recuerdas la primera vez? —pregunta el chico de ojos miel dejando caer su cuerpo sobre el mío.
—¿Qué tal si preparamos algo de comer, incluso tu debes de tener hambre? recuerdo que en la secundaria solías tomar clases de cocina.
—Veo que me recuerdas, que conveniente para ti.
Sonrío y muerdo su abdomen.
—Pero si, de hecho hay una receta que dure un mes aprendiendo para invitarte a cenar, la terminé de aprender unos días antes del incidente de Ross y luego no tuve la oportunidad de acercarme a ti, siempre me apartabas de ti, Podías llegar a ser muy cruel Cela.
—Lo siento. En aquel momento creo que perdí una gran parte importante de mi y no supe cómo manejarlo, era tan sólo una niña y tener que ver parte de la realidad tan cruel de la vida a tan corta edad fue demasiado entonces me convencí de que estar sola sería lo mejor, así no perdería a nadie más y no tendría que castigarme por ser tan descuidada. Solía verte a ti y a los demás, más bien los admiraba no entendía cómo podían seguir con sus vidas tan fácil cuando para mi el regresar a casa y no tener a quien llamar o molestar era lo mismo que estar muerta y en algún punto sin darme cuenta me hice amiga de aquella frialdad y preferí quedarme allí, donde la crueldad del mundo no me alcanzará.
—Todos buscamos y escogimos la mejor o lo que creímos en ese momento que fue lo mejor para cada uno, tú decidiste aislarte del mundo, yo por otro lado me desesperaba por ir a tu lado pero sabía que debía respetar tu espacio, luego de un tiempo no supe cómo acercarme, sentí miedo de que me juzgaras por dejarte sola y no sabía ofrecerte mi mano, lo siento.
Una noche me quede fuera de tu casa viendo a la ventana de tu habitación, la luz estuvo apagada todo el tiempo pero sabía que estabas ahí y sentía que tú también lo sabías, sabías que te observaba pero no podía acercarme, no quería que me rechazaras temía ser repudiado por ti y preferí ser el que se quedaba mientras veía como te ibas.
El día de tu cumpleaños te dejé una pequeña nota en uno de los libros de física ¿la viste?
—No.— me sorprendo al escuchar su confesión.
—No era nada importa sólo quería que supieras que no estabas sola y que recordaba que era tu día especial, no creo que sea algo bueno que nadie fuera de tu familia te felicitará y sabía que Ross siempre sabía hacerlo de manera especial, yo nunca podría hacerlo así y supuse que no la leerías así que me acerqué a tu hermana y le pedí que te entregara un pequeño pastel que había preparado la noche anterior, le pedí que no te contara que era de mi parte, ella aceptó sin preguntar. ¿Lo disfrutaste?
Espero que si, era una receta simple pero lo hice con todo lo que tenía en ese momento, no puedo imaginar que se siente cumplir años una semana después de la muerte de tu mejor amiga, supongo que fue muy duro, Lo siento, debí de estar ahí, si Ross tuviera la oportunidad de estar aquí creo que me llevaría con ella ¿no?
Recuerdo haberte visto al día siguiente parecías perdida, me pregunté si habías visto mi nota pero no creo que hayas notado que ese día no pude dejar de mirarte, le había pedido a tu hermana no decir nada pero esperaba que por alguna razón descubrieras que era de mi parte.
No sabia que decir a sus palabras así que guarde silencio y Andrés se levanto de la cama saliendo de la habitación completamente callado.
—¿Qué te parece si preparamos algo especial? —me vocea percatándose que su voz llegue a la habitación. —Me gustaría sorprenderte, aunque creo que ya lo hice.
—¿Qué te gustaría preparar?-lo alcanzo en la cocina- Creo que no es necesario decir que no soy buena para esto y solo te estorbaría.
—No te preocupes, me basta con saber que estás observándome. Pero como no tenías gran cosa en la nevera tomé parte del pollo que refrigeraste y prepararé un poco de salsa con algunos de los ingredientes que tienes aquí y prepararé un poco de Creamy Garlic Parmesan chicken, no será la gran cosa pero creo que estará bien.
Sin tener idea de lo que hablaba solo observe y asentí cada vez que Andrés decía algo, luego lo vi buscar mi computador y poner algo de música. Una suave canción en inglés, Lost on you Lp.
Se acerco y tomo mi mano dándome una pequeña vuelta y tomándome de la cintura hacia él, vi sus ojos miel estar algo triste y recordé a aquel chico que solía ser mi ex compañero del colegio mientras bailaba junto a él.
Dándome una pequeña vuelta Andrés me levanto sin perder de vista mis ojos no yo los suyos, me bajo y beso.
Me sentí algo incomoda al saber sobre sus sentimientos y lo que ya había pasado entre los dos quizás le haría tener la idea errónea acerca de lo que pienso.
Al siguiente día.
Al sonar el teléfono de Andrés ambos despertados por la llamada entrante, volteo a ver mi reloj, notando que solo faltaban veinticinco minutos para sonar mi alarma y sigo durmiendo, cubriendo mi cabeza con la sabana.
Siento como Andrés al tomar la llamada sale de la habitación deshaciéndose rápidamente de la otra persona ya que no volví a escuchar su voz.
—Aún es muy temprano déjame aquí. —me quejó en medio de un bostezo.
—Ya es hora de salir, ven y come esto.
Retira la sabana de mi cabeza y lo veo con un plato en mano.
—¿Puedo tener 5 minutos más? Prometo que solo serán 5.
—No, vamos tienes que dar una buena impresión y se que eres lenta para arreglarte.
Lo veo burlarse de mi cabello desgreñado mientras tomo algo de café y come unos pedazos de manzana, él intenta arreglar mi cabello y besarme.
—No ahora no, llegaré tarde, tengo mucho que hacer y estoy cansada, cuando salgas por favor cierra la puerta y lanza la llaves por debajo de puerta.
Me levanto y corro al baño cerrando la puerta.
/.../
A la hora de la comida quede en reunirme con Andrés en un restaurante cercano a los dos. Al llegar al lugar lo veo estar parado en la puerta del lugar luciendo un elegante traje negro.
—¿Todo bien?
—Lo mismo de siempre ¿y tú? ¿Cómo estuvo tu día de oficina?
—Normal, estaba pensando en venir y comer algo rápido, aún tengo que volver a la oficina y terminar con algunos papele
—Lamentó decirte que en eso te equivocas, ¿de verdad creías que volverías después de reunirte conmigo?
—Solo salí por unos minutos porque iba a reunirme para comer contigo y cuando llamaste parecías querer decirme algo importante.
—¿Y que te parece pasar el resto del día junto a mi. —dice Andrés mientras se acerca y me da un pequeño beso en la frente. —Me encanta el aroma que llevas, y tú también me encantas Cela, creo que ya es tiempo que vayas sabiendo que no te dejaré alejarte como aquella vez, no te dejaré ir.
Al escucharlo decirlo me sentí un poco mal, ya que si me sentía atraída a él pero nada más.
—Por cierto estaba terminando algunos pendientes pero los dejaré para más tarde, hoy serás tú quien mande. —dice Andrés mientras me toma de la mano sonriendo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro