Dos semanas después de la guerra, aunque las heridas físicas comenzaban a cicatrizar, las cicatrices emocionales aún eran palpables. Habíamos sufrido muchas pérdidas, pero agradecidos que aún muchos estuvieran vivos.

Mia, Lucas, Samuel, Rick, fueron heridos en batalla; Ashtarot, Alejandro, la directora Gida, Hernán, se los llevaron para que recibieran atención medica

- Mia se acercó a mí, y con tristeza en los ojos, me instó: "Alisa, vamos."

Asentí en silencio, y juntas nos dirigimos a una ceremonia que habíamos organizado en memoria de nuestra amiga Katherine.

Sabíamos que ya no estaba con nosotros, pero queríamos rendirle un homenaje especial. En la ceremonia, solo estábamos presentes Samuel, Rick, Mia y yo.

Mia, con lágrimas en los ojos >> dijo:

- "Quiero decirte, Katherine, que a pesar de las palabras duras que nos dijimos, sé que me tenías envidia en ocasiones. Pero quiero que sepas que, a pesar de todo, te quería, tal como eras."

- Samuel: "Aunque no siempre estuvimos de acuerdo, aprecio cada momento que compartimos contigo.

- Rick, con nostalgia añadió: "Fuiste una excelente compañera, Katherine. Tu sonrisa y tu espíritu valiente iluminaron nuestros días más oscuros. Siempre serás parte de nuestro equipo, en espíritu y memoria."

- Alisa: "Katherine, Siempre estarás en nuestros corazones, como un recordatorio de la amistad.

Aunque Katherine ya no podía escuchar las palabras, queríamos mantener su memoria viva en nuestros corazones.

Después de la emotiva ceremonia

- Mia se acercó a mí en privado: "Alisa, hay alguien que te está esperando afuera del bosque. Ve a verlo."

Me entregó las llaves del carro

- Alisa: Mia, es...

- Mia: Sí, quiere hablar contigo, tranquila yo te cubro con tus hermanos, solo que no demores mucho.

Las palabras de Mia despertaron mi emoción, y con las llaves en la mano, me dirigí hacia las afueras del bosque.

Una vez que llegué, allí estaba parado Max, con un ramo de flores en la mano. Bajé del coche y lo abracé.

Max me rodeó con sus brazos, su mirada llena de preocupación.

-Max: Estás herida, ¿qué pasó?

Observó las heridas en mi cuerpo, especialmente la raspadura en mi mejilla. Luego acarició suavemente mi rostro.

- No te preocupes, más tarde te contaré.

- Max: ¿Estás segura de que estás bien? Podemos dejar esto para después.

- Sí, estoy bien, además vine a pasar un buen momento contigo.

- Max: Está bien. << me tomó de la mano y procedimos a adentrarnos al bosque>>

Una vez que llegamos al lugar, vi la cascada, en este rincón del bosque era una verdadera joya natural.

Sus aguas cristalinas caían desde lo alto de una pared rocosa cubierta de musgo, formando múltiples cortinas de agua que se deslizaban con elegancia hacia una piscina natural de aguas color turquesa.

Las rocas que rodeaban la cascada estaban cubiertas de helechos y flores silvestres, creando un ambiente de belleza y tranquilidad.

Max, había colocado una manta en el suelo, sobre un área de pasto verde, cerca de la cascada.

Sobre la manta, había puesto una variedad de deliciosos alimentos, como sándwiches, frutas frescas. Junto a la comida, había una botella de vino y dos copas de cristal, listas para ser descorchadas.

Los rayos del sol se filtraban a través de las hojas de los árboles circundantes, creando un juego de luces y sombras en el lugar.

El sonido constante de la cascada proporcionaba una banda sonora natural, llenando el aire con una melodía relajante y romántica.

Max y yo nos sentamos en la manta, cerca de la cascada, rodeados por la belleza de la naturaleza.

Era un escenario perfecto para disfrutar de un picnic romántico.

Luego, Max me miró con una mirada llena de amor y emoción.

Se arrodilló frente a mí...