Me vuelve a faltar la respiración, pero antes de que pueda tomar aire uso mis poderes para atraerlo hacia mí, el comienza a dispararme, pero las vuelvo cenizas delante de mí, él aparece con rapidez entre la pequeña nube de ceniza, pero lo envío de regreso hacia la puerta. Lo escucho golpear contra ella.

Escucho el sonido en mi pecho segundos antes de que la explosión me golpe. La fuerza explosiva es tan grande que me envía al suelo, mis músculos duelen cuando intento ponerme en pie. La armadura que llevo puesta se ha destruido y ahora cuelga de mi hombro. Me pongo de pie de un salto justo a tiempo para evitar ser disparado. Tomo a Kaho en el aire y lo golpeo contra el suelo, escucho sus huesos crujir. Lo levanto y vuelvo a golpearlo contra el suelo hasta que mi equilibrio se pierde y caigo al suelo. Siento mis poderes ser drenados. Busco a Carol, pero no la encuentro. Kaho se levanta con la cabeza ensangrentada. Rápidamente acorta la distancia y pronto me toma del cuello para levantarme como si fuera su trofeo.

—Aunque me mates, ustedes van a ser derrotados, ya hemos ganado —le aseguro, pero tengo que hacer un esfuerzo enorme para decirle eso.

Él solo se ríe mientras me sujeta más fuerte mi garganta, en vez de hacer un chillido de dolor utilizo mis piernas para empujarlo lejos de mi lo que provoca que me suelte y caiga al suelo.

Cuando intento levantarme un cuchillo es enviado cerca de mi cabeza, pero lo desvío a centímetros de mí.

—Estuve a punto de asesinarte esa noche, debí haberlo hecho —me escupe al levantarse y limpiarse el polvo de su uniforme verde.

—Yo maté a tu hijo, quiero que lo sepas —le contesto y él se hecha a reír.

—Solo me volviste a liberar de esa basura —responde y yo lo miro sorprendido.

—Me deshice de él cuando tenía seis años porque estaba contaminando el corazón de Carol, luego supe que se unió a la legión así que lo engañé con amor fraternal para que los traicionara —dice con un gusto que hace mi sangre hervir. La humanidad esta podrida.

—Eres un monstruo —le gruño.

Me lanzo al ataque sobre él mientras inmovilizo sus pies, pero segundos después mis poderes fallan y el me da una patada que me envía hacia atrás. Mi cuerpo impacta con el cuerpo de alguien y ambos caemos al suelo.

Me levanto de inmediato para ver a Karen debajo de mí antes de ayudarla a sentarse sobre el pasto. Ella solo me mira, parece que lo ha comprendido.

Me separo y me levanto para correr rápidamente hacia Kaho Rocket.

—Los padres de esa mujer pidieron misericordia mientras arrancaba con mi única mano la cabeza de sus cuerpos, la sangre salía sin control de sus cuellos —dice con placer mientras me acerco más y más, sé que habla sobre los padres de Luz.— Incluso ella también, nunca dejo de llamarte.

La sensación de perder mis poderes hace que me impulse hacia el techo. Logro llegar arriba antes de que Carol me quite mis poderes. No la encuentro en ningún lado, pero debe estar cerca.

Desde esta altura veo como todo el ejército aliado se ha consumido por completo haciendo que los Hollows marchen hacia la casa blanca.

Me lanzo sobre Kaho Rocket nuevamente y él no puede soportar mi peso. Ambos caemos al suelo, pero él es mucho más fuerte que yo por la ausencia de mis poderes y pronto me somete contra el suelo, pero él que defenderse de Karen quien le da una patada en su único brazo, por el rabillo del ojo lo veo sostener un cuchillo con el que corta a Karen mientras intento liberarme, incluso con una sola mano es un bestia. Karen se aleja cubriéndose la herida en su pierna y él apunta el cuchillo hacia mí, pero mis poderes regresan y su brazo es arrancado de golpe por mí. El sonido de su dolor es una melodía para mis oídos, su cuerpo se levanta de encima de mí.

—Crees que has ganado —comienza a decir entre gritos mezclados con risa,— pero todo el mundo sabe lo que eres y en lo que te has convertido, intentabas engañar a todos mostrando un lado humano que no tienes, pero es inútil, solo mira todo lo que has hecho, decías que liberarías las cadenas de todos los Hollows impuestas por los humanos, y en efecto, lo has hecho, has liberado tus propias cadenas y has provocado el genocidio más grande de la historia, menos mal tu novia no está viva para verlo.

Su cabeza sale de su cuerpo sin escuchar sus últimas palabras. Me levanto y observo a Karen, ella no dice nada, solo cubre su herida con una parte de su traje que se ha arrancado. Mis poderes no desaparecen y miro hacia la casa blanca. 

¿Qué sucede ahí adentro?

Los Hollows no tardan en llegar y pronto están rodeando la mansión detrás de mí. Los observo a todos hasta que uno de ellos se acerca a mí.

—A pesar de la traición, los Hollows han podido vencer a los traidores y recuperar el dominio de los países nuevamente, los países que todavía no ha podido conseguirlo están recibiendo la ayuda de los que ya lo han logrado, solo es cuestión de horas para que la raza humana sea erradicada —me informa uno de ellos.

—Deténganlos —ordena Karen a mi lado, pero no me habla a mí.— Yo también hago parte de la Legión y ordeno que detengan esta masacre.

Solo hay silencio, la expresión en sus caras le dice a Karen que no están de acuerdo.

La malla es derribada y muchos soldados entran en los alrededores de la casa blanca. Miles y miles de soldados se arrodillan frente de mí al igual que Karen que está delante de ellos.

—Matar a sus niños no traerá devuelta a los nuestros —intenta convencerlos, pero la cara de todos es inexpresiva.

—Ya hemos ganado, la guerra ha terminado, no hay necesidad que sigamos matándonos entre nosotros, si seguimos por ese camino, nos vamos a convertir en todo lo que hemos luchado por destruir, entonces ¿Qué nos haría diferentes de los tiranos que acabamos de vencer? —la voz de Karen se escucha fuerte, pero se siente tan rota que intento no escucharla.— Por favor, detengan esto.

Hay un profundo silencio. Ellos evitan mirarla. Karen comienza a llorar.

—¡Eso es lo que ellos quieren! —les grita, pero su voz todavía se mantiene fuerte.— quieren ponernos a su nivel usando nuestra moralidad en nuestra contra, pero todavía estamos a tiempo de mostrarles que no somos como ellos, que podemos construir un mundo sin odio y violencia, uno en el que podamos entendernos mutuamente, sin que nadie quiera aprovecharse de algo banal, cuando lo hayamos logrado entenderíamos que no hace falta ser mejor que los demás, ni tampoco dejar sin la vida a otro mientas que sacan provecho de los demás. No hay americanos, africanos, asiáticos, oceánicos o europeos. Solo Hollows. Pero sin aún se enfrascan en luchar, mátenme cuando hayamos tomado la casa blanca.

Nuevamente no hay respuesta, pero sus caras cambian, parece que funciona. Sus palabras también me llegan por más que intente que no lo hagan. Sé que actúe mal, pero también sé que tenía que hacerlo, aun así, no quiero seguir ese camino. Espero que todos se sientan igual, porque todavía estamos a tiempo de construir un mundo mejor como el que Eny quería, por el que todos han sacrificado sus vidas.

—Todos hemos sufrido por lo que sucedió, y no los culpo por querer seguir sus impulsos, al igual que ustedes, he perdido personas que amaba a manos de los humanos, pero tomar venganza no traerá paz al mundo, solo alimentará ese ciclo de odio que ellos han construido y que han mantenido a partir de la fuerza y el miedo —deja salir Karen su voz se escucha mejor.— Podemos detenerlo justo ahora, como personas, como Hollows.

Los Hollows empiezan arrodillarse ante ella.

—Hemos luchado por esto y lo hemos logrado juntos, la paz, la igualdad y la libertad, llegarán pronto, pero es algo que no podré hacer yo sola, sino que, con la ayuda de todos los Hollows lo conseguiremos —les habla fuerte y ellos se levantan más animados.

Caminan hacia mí. Karen me regala un abrazo.

—Acabamos con esto —le murmuro al oído.

Destruimos las puertas de la casa blanca y una explosión es enviada hacia nosotros, pero en esta ocasión no soy yo quien hace el escudo, sino que todos los Hollows detrás de mí quienes lo hacen.

Corremos por los lujosos pasillos. Los soldados avanzan en todas las direcciones mientras que Karen y yo nos dirigimos hacia el despacho del presidente.

No tengo que hacer un esfuerzo para eliminar a los soldados que aparecen a medida que avanzamos hasta que finalmente encontramos las puertas, que abrimos de golpe y entramos.

El presidente de los Estados Unidos se encuentra sentado detrás del escritorio mirando hacia nosotros.

—La tercera guerra mundial ha terminado, hemos ganado la guerra —le digo con firmeza dando un paso al frente.

—Joseph Dunkelheit, has sido una gran molestia, ni una de mis bombas nucleares pudo asesinarte —me dice.

—Lastimosamente —contesto y evito recordar el sacrificio de Camila.

—Sin embargo, esta guerra aún no ha terminado —contesta y luego en una gran pantalla que aparece frente de nosotros podemos ver un gran almacén con bombas nucleares, cada una con la bandera de cada país en el mundo.

—Carol Rocket está huyendo ahora mismo con el artefacto que activa el envío de esas bombas por todo el mundo —contesta. Con esa cantidad de bombas no habrá un lugar en donde vivir, todo será destruido.

Mis piernas comienzan a temblar mientras muerdo mi labio.

Es imposible detenerlas. Con lo que le costó a Camila contener una.

—He ganado, Joseph Dunkelheit, sé lo que hiciste, decidiste destruir a toda la humanidad, mira que hacerlo pasar como una forma de defensa hacia un frio acto de racismo fue bastante inteligente de tu parte, la forma en la que diste esa orden fue la misma cuando yo ordene destruir ese colegio, ¿De verdad creíste que mis hombres se unirían a una raza tan vil como la tuya? —dice con una sonrisa satisfactoria.

Escucho el sonido de un arma y luego veo caer al presidente por el impacto de la bala en su cabeza.

Carol sale de una de las habitaciones del despacho.

—He hecho justicia, por primera vez hago justicia —dice con dificultad.— Quería escucharlo de su propia boca.

Sigue vestida como la última vez que nos vimos solo que su abdomen está cubierto por un vendaje manchado de sangre. Tiene las heridas de la batalla con Rubí todavía en su cuerpo. Al verla tengo el impulso de aniquilarla, pero ella cae al suelo.

—He estado ciega toda mi vida, negándome a ver la realidad por cegarme en que las acciones que hacia nuestra raza eran las correctas y que ustedes representaban el mal a causa de nacer diferente a nosotros, incluso cuando sus aliados humanos temieron por su supervivencia luego de la guerra y los traicionaron, pensé que hacían los correcto, pero estaba equivocada, desde siempre, solo fui un títere ciego movido por la fantasía de hacer lo correcto, de complacer a mi padre —deja salir derrotada, la escuchamos llorar,— pero al menos sé que hice algo bueno al final.

Un charco de sangre empieza a formarse debajo de ella antes de verla caer al suelo, su rostro luce pálido y su respiración se hace más lenta hasta que deja de moverse. Observo su cuerpo, la herida que le había hecho Rubí está abierta. 

¿Por qué no la atendió? ¿Acaso lo hizo apropósito? 

Su corazón deja de latir y sé que se ha ido, una profunda lastima me invade, al final murió sola sin poder afrontar el engaño con el que vivió toda su vida, todo lo que creyó, amó y luchó, solo fueron una mentira, nunca fue feliz realmente, solo fue abusada y maltratada hasta que solo era una máquina para matar, al igual que nosotros.

Al final, tenías razón, no éramos diferentes, Carol.

Miro a Karen, ella observa el cuerpo de Carol con resentimiento, sus manos empuñadas me hacen dejar de mirarla.

Hemos ganado, ya todo ha terminado.

—Joe —una débil voz llega a mí, pero lo suficiente profunda para reconocerla.

Alzo la mirada en busca de la voz.

—Joe —vuelve a llamar. Mis ojos se llenan de lágrimas y sin pensarlo corro hacia la puerta donde Carol acaba de salir. Me vuelve a faltar el aire cuando entro a un gran cuarto lleno de libros con una puerta secreta abierta.

—Joe —su voz se hace más fuerte. Miro hacia la puerta en el fondo la veo parada con su tonto vestido rosado manchado de sangre.

Ella corre hacia mí, pero yo ya lo estoy haciendo a gran velocidad. Mis lágrimas bajan y mi corazón late con tanta fuerza que no puedo controlarla.

—Joe —me grita ella de alegría. Mis brazos la rodean con fuerza antes de sentir como me desborono por dentro, todo el remordimiento y sentimiento de culpa salen con un fuerte llanto sin control. Me sentía frustrado, como un perro herido que ya no tenía un hogar al cual regresar.

—Pensé que habías muerto, te vi morir —empiezo a decir confundido mientras intento no recordar ese momento.

—Ohh cielos, yo también pensé que había muerto Joe —deja salir. su voz se escucha destruida. También está llorando, se me sale una risa.

—Esa mujer me salvo, ella acababa de llegar cuando decidieron que tenía que morir, ella se interpuso y me golpeo para evitar que la bala no me diera a mí, pero el camarógrafo no tuvo tanta suerte. Entonces su padre tuvo una fuerte discusión con ella. Al parecer todo este tiempo la habían engañado, pero tú llegaste a la casa blanca y su padre tuvo que salir a detenerte —me comienza a decir confundida, me separo un poco de ella para mirarla.— Ella estaba sentada a mi lado con una herida en su vientre, me dijo lo que sucedió y luego se fue, me pidió que me quedara ahí, pero escuche tu voz y no pude hacerlo.

Carol la salvo de su padre.

—Luz —es la voz de Karen, me separo de ella para verlas darse un abrazo.

—Pensé que estabas muerta —le dice Karen. Ella intenta explicarle lo que sucedió, pero Karen la interrumpe.

—No hay tiempo —dice preocupada. Me mira a mi— los Hollows se acercan.

Nos miramos fijamente, hasta que lo entiendo.

—Diles que morí tratando de matar a Carol —dejo salir.

— ¿Qué? —dice Luz incrédula. 

Ella no puede entenderlo, pero no le tomara mucho tiempo descubrir que toda la humanidad ha dejado de existir, si la ven, la sed de sangre continuará y no podre protegerla sin generar más odio y conflicto. Eso mismo fue lo que provoco esta guerra, y debe terminar ahora mismo. Ya he causado demasiada violencia. Yo mismo he caído. Me he convertido en un símbolo de venganza, en vez de uno de paz. Ya no puedo ser rey. El miedo ha terminado, nadie me temería en un mundo de Hollows, pero tampoco podre ser amado, la gente que ahora me sigue, solo siguen un camino de sangre y venganza que yo mismo construí y hasta ahora no me doy cuenta de que desde un comienzo no luchaba por ser ese puente hacia nuestra libertad, sino que lo que hice todo este tiempo fue mancharlo de un rojo escarlata sangriento.

—Váyanse lo más lejos posible, tratare comunicarte conmigo cuando las cosas se calmen, por ahora debemos intentar llenar a la gente, están bastante agitadas por lo que sucedió, todos tienen esa mirada de querer matar a todo lo que sea diferente de nosotros, pero ya todo termino. Por favor Joe, cuídate —me dice Karen antes de darme un abrazo. Por la ventana puedo ver como la bandera de los Hollows sube mientras la bandera de Estados unidos desaparece.

Todo termino. De verdad termino. Al final no era ese puente hacia la paz, solo un pilar más que llevó a esa flor que no se marchita hacia el lugar que le corresponde estar.

—Se una reina benevolente, Karen —le murmuro cuando me separo de ella.