Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo cuarenta y seis

Las cosas maravillosas usualmente resultar ser aquellas que no podemos realizar, por lo que nuestras propias creaciones no generan un impacto emocional, al igual que a aquellos que solo observan y anhelan poder realizarlas, pero cuando por fin las alcanzamos no logramos sentirnos como pensamos que llegaría a ser.

El camión nos trasladó hacia un muelle de Carolina del Norte.

—Soy el único que tiene que usar esto —me quejo mientras caminamos hacia un bote.

Esta parte de la playa está abandonada. Se pueden escuchar los sonidos de las personas divirtiéndose a lo lejos. El bote está rodeado de algunas soldados esperando nuestra llegada.

—Es al único que quieren poner en ridículo —contesta Rubí.

—Solo esta celosa de que destaques más que ella —se burla Karen.

Veo como la espalda de Rubí hace un estiramiento, pero antes de que pueda girarse para sacarnos los ojos, ella toma un suspiro y se aleja caminado más rápido.

— ¿Aún crees que yo pueda gobernar este mundo con bondad y justicia? —me pregunta Karen.

—Sí, lo creo—contesto recordando la escena de ayer. La veo sonreír en respuesta.

—Ten cuidado con ese líquido —me dice Karen cuando lo sacó del bolsillo.— No solo hace que tus poderes crezcan exponencialmente, sino que inyecta tanta adrenalina a tu cuerpo con la que te puede llevar a hacer cosas impulsivas, aunque estemos en guerra, debemos procurar eliminar el menor número de vidas humanas posibles, son personas después de todo, también tienen una vida y familias a las cuales proteger.

Nosotros también. Quiero responderle, pero soy interrumpido.

—Bienvenidos, los estábamos esperando —nos reciben los soldados permitiéndonos el acceso al bote.

⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩⤧⤩

El viaje en el bote es casi en silencio, si no fuera por el único sonido que proviene de la lancha golpeando las olas, ese sonido es posiblemente lo que tiene a nuestras mentes aliviadas.

Un gran barco de guerra se alcanza a ver al horizonte.

—Ese barco es nuestro —nos avisa al ver la cara que pusimos con el barco.

Luego de varios minutos llegamos al barco que segundos después nos permite entrar por una de las puertas en su nivel inferior. Solo cuando empezamos a subir al otro barco nos damos cuenta de lo grande que es.

El barco se pone en movimiento mientras somos recibidos por un sargento que nos transporta por varios túneles metálicos del interior hasta llegar a la sala de mando.

—Cuando te vi en televisión no pensé nunca poder luchar a tu lado —me dice quien parece ser el capitán del barco.

—Yo tampoco espere crear la tercera guerra mundial —le respondo con una risa. Él sonríe en respuesta y luego nos muestra un mapa cibernético de la zona. Unos cuantos barcos que imagino somos nosotros se acercan a una enorme cantidad de barcos enemigos.

—Encárgate de hundirlos a todos, mi salvador —me anima.

— ¿Nos permite unos minutos a solas? —nos pide el sargento mirando solamente a Rubí.

—Si, señor —contesto fuerte y salgo de la habitación.

Al salir de la habitación me llama la atención unas escaleras que conectan con la superficie. La luz del sol que cae sobre algunos peldaños.

Más soldados se encuentran en la superficie del barco. Camino por uno de los estrechos laterales del barco hasta que llego a la proa, la cual está cubierta de cuerdas y grandes armas a ambos lados del barco.

Camino entre algunas personas hasta que poco a poco se comienzan a fijar en mí.

—Gracias —me dice uno de ellos.

—Salvaste nuestra vida —dice otro.

A todos les respondo con un gesto hasta llegar casi al borde del barco.

El océano se expande en el horizonte mientras miro decidido hacia el frente, pronto se comienza a ver barcos enemigos a lo lejos, de verdad parece una gran muralla. Por el rabillo del ojo puedo ver que empiezan a llegar nuestros barcos de guerra mientras Karen se me acerca, pero no dejo de mirar al horizonte.

— ¿Estás listo? —me pregunta.

—Sí —respondo.

El sonido de las ametralladoras de los barcos hace que me impulse con mis poderes hacia adelante como si de un gran salto se tratase.

Al estar en el aire los disparos cambian de objetivo obligándome a protegerme de las balas que fácilmente comienzan a penetrar mi defensa por la fuerza con la que son enviadas. Descendiendo hacia uno de los barcos frente de mí.

Al llegar al suelo del barco doy una voltereta mientras corto el cuello de dos soldados a ambos lados. Me levanto. Mas soldados ya están apuntando, siento como sus manos tiemblan en la empuñadura de las armas mientras intentan mantenerlas firmes.

—Mueran —murmuro antes de que comiencen a llover balas hacia mí.

Las balas golpean mi defensa, pero no son capaces de atravesarla como las ametralladoras de sus barcos, sin embargo, un misil impacta conmigo desde la derecha obligándome a retroceder hacia la izquierda, como la última vez el misil es capaz de destruir mi defensa, pero las llamas solo rodean mi cuerpo. Veo a todos los soldados alejarse por el fuego, pero uno a uno comienzo a liquidarlos teniendo que apartar el fuego de mi camino. Uno de ellos me sorprende por la izquierda con el arma encima de su cabeza. Lo detengo delante de mí antes de que sus brazos se retuercen hasta ser arrancados. La sangre que sale de su cuerpo golpea mi armadura.

Nuevamente el sonido de las ametralladoras se dirige hacia mí obligándome a saltar mientras veo por el rabillo del ojo como la proa del barco explota haciéndome caer sobre el techo del barco que comienza a balancearse. Otro sonido hace que mire rápidamente al cielo.

Por encima de mi cabeza muchos aviones en forma de triángulo pasan disparando misiles hacia los barcos aliados. Uno de los aviones explota en el cielo mientras otro es lanzando hacia uno de los barcos que segundos se han convertido en una explosión. A mi derecha otro barco comienza a destruirse, pero solo puedo distinguir el cuerpo de Karen en el aire.

Vuelvo a sacar el frasco de mi bolsillo y miro fijamente el líquido azul antes de tomarlo. Como hace varios días mi cuerpo comienza a sentir adrenalina mientras un fuerte dolor de cabeza me abruma. Todos los barcos que están cerca al que estoy parado comienzan a inclinarse como si una onda los hubiera golpeado, los barcos responden con más ataques provocando que vuelva a saltar hacia el aire, pero esta vez me impulso para golpear a uno de los aviones que pasa cerca y luego lanzarlo hacia otro avión, ambos estallan con el impacto.

A la altura en la que estoy puedo ver una gran cantidad de barcos de distintos tipos con portaaviones en medio de ellos. Las ametralladoras retornan el ataque hacia mi posición, pero en esta ocasión todas las balas se detienen frente de mí.

Un centenar de balas gigantes flotan delante de mis ojos antes de ser destruidas creando una gran nube de humo gris que uso como camuflaje parar impulsarme en el aire y caer rápidamente contra el portaaviones. El impacto hace que cree un gran agujero y que este comience a hundirse.

Salgo del hueco que acabo de hacer en el portaaviones con un salto. Aparto todo el humo que sale del hueco. Un avión que estaba a punto de salir me envía varios misiles que detengo delante de mí. Uno de ellos se lo regreso al avión que explota en el portaaviones mientras que los demás los envío a los barcos a mi alrededor.

Me impulso con el suelo del portaaviones para atravesar las llamas del avión y romper el vidrio de la cabina al impactar con ella.

No tengo necesidad de matar a los cinco sujetos en el puesto de control porque todos sus cuerpos han sido atravesados por el cristal que dirigí hacia ellos al entrar.

—Los gemelos se dirigen a su posición —escucho la información que llega a la estación.

—Con la cegadora y el cazador es imposible que perdamos —escucho otra voz de la sala.

Me paro delante del gran hueco que acabe de hacer por romper en el vidrio y miro como la legión se mueve destruyendo barcos y aviones. Detrás de ellos un grupo más grande de barcos aliados se acerca a los enemigos que a duras penas se mantienen sanos mientras que nuestros aviones atacan los enemigos.

Salgo de la sala y me dirijo hacia uno de los barcos a mi derecha, en esta ocasión soy tan rápido que las balas no alcanzan a si quiera a alcanzarme. Caigo sobre la proa, pero inmediatamente corto las piernas de todos los que se acercan. Miro las grandes ametralladoras apuntarme con sus cañones, pero las doblo con un gran esfuerzo provocando que en unos segundos después exploten y yo salte hacia el nuevo barco. 

—Enemigo detectado —dice una voz cibernética al salir de una de las puertas metálicas del barco.

Tiene forma humana, pero la forma en que camina y su voz me hace entender que es un robot como los que acompañaban a Kaho Rocket el día que destruyeron la escuela.

El robot me apunta con un arma que nunca he visto, como la última vez soy incapaz de arrancar ninguna parte de su cuerpo.

Su arma dispara haciéndome caer al suelo, pero no siento que nada haya atravesado mi cuerpo. Al levantar un poco mi cabeza veo como una bala muy grande fue detenida por mi armadura y como está bala comienza a derramar un líquido verde parecido al de los dardos. Escucho los pasos de los soldados acercase hacia mí, pero todos pierden sus cabezas. Me siento en el suelo para dar un salto hacia el robot, este se tambalea hacia atrás por el impacto de mi cuerpo y cae hacia el suelo. Sostengo su cabeza en el suelo y la presiono tanto con mis manos hasta que creo un agujero en el suelo. Su garganta pronto hace visible algunos cables entre muchas placas de un material extraño que bloquea mis poderes levemente.

Me levanto y rápidamente tomo el cuchillo tirado en el suelo. Se lo lanzo a uno de los soldado, el cuchillo lo envío directo a su cabeza y al impactar hace que el impulso lo tire del barco.

Algo golpea mis pies y al dar un vistazo hacia abajo veo una granada activada.

—Maldición —digo antes de que la granada estalle y sea impulsado lejos del barco. Comienzo a dar vueltas en el agua gracias a mis poderes hasta que mis pies pueden tomar firmeza en el agua, lo que hace que siga retrocediendo de pie.

La tela que protegía mi cuerpo se encuentra destruida dejando ver varias partes de mi piel desnuda. Respiro con dificultad mientras vuelvo a contemplar la batalla. Hay bajas de ambos lados, tanto aviones nuestros como los suyos caen constantemente destruidos, al tiempo que más barcos de los enemigos son destruidos por la legión. Dos barcos enemigos se acercan a mi posición mientras sus disparos golpean el agua a mi alrededor al no poder destruir mi defensa.

Corro sobre el agua y hago una abertura en ambos barcos mientras sigo corriendo. El esfuerzo es tan grande que cuando salgo de en medio de los dos caigo de rodillas sobre el agua. Escucho a ambos barcos impactar entre si mismos. Respiro más bocanadas de aire. Alzo la mirada y veo como varios aviones enemigos son destruidos por una chica que vuela cerca de ellos. Aún en la lejanía puedo reconocer el cuerpo de Daniela y su cabello negro movido por las ráfagas de aire. Ella se detiene un segundo para tomar del líquido azul.

—Me he dado cuenta de que ustedes son la completa oscuridad —empieza gritar, su voz se escucha tan fuerte que debe usar sus poderes para transmitirnos el mensaje mientras destruye más aviones.— En un mundo donde no hay luz, las flores con la que los niños juegan solo se marchitan.

Ella levanta las manos en dirección al grupo de barcos que tiene delante de ella. De repente el océano se divide en dos. Me quedo perplejo viendo el hueco gigante que ha creado frente de todos nosotros, intento buscar el final con la mirada, pero la división es demasiado larga.

Una sonrisa se postra en mi rostro al verla pelear.

Al final decidiste luchar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro