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Capítulo cincuenta y uno

Veo a ambas chicas darse golpes en el campo. Carol ya no tiene sus armas. Tengo la intención de ayudar a Rubí, pero sé que no querrá que intervenga.

Rubí le da una patada que desestabiliza a Carol y que ella aprovecha para darle un puño que la envía al suelo. Rubí se acerca, pero Carol la hace caer desde el suelo con sus pies. Rubí utiliza su brazo para apoyarse, pero Carol toma una de sus piernas para levantarla por encima de ella y golpearla contra el suelo. Doy un paso hacia adelante, pero Rubí utiliza su otra pierna para golpearla en el estómago. Carol vuelve retroceder y comienza a cubrirse el estómago de donde sale sangre.

Esta herida.

Rubí se levanta de nuevo decidida. Ambas se miran, pero Rubí es la primera en cargar dándole puños a Carol con su único brazo, ella retrocede con cada golpe hasta que esta se inclina un poco para esquivar su ultimo puño y comenzar a darle golpes con sus puños a Rubí en el estómago. Vuelvo a acortar la distancia.

Ella utiliza su mano para bloquearlos, pero Carol utiliza su rodilla para darle otro golpe. Rubí se inclina por la falta de aire, sin embargo, utiliza la fuerza que le queda para darle un golpe en la nunca a Carol. Ambas toman aire frente a frente.

Un despliegue de golpes regresa como la última vez. Las veo esquivar cada uno de sus ataques antes de contratacar sin pensárselo. Me quedo atónito viendo como sus rostros se llenan de sangre he hinchazón por el poder de sus golpes. Rubí utiliza sus brazos para detener una patada de Carol que la hace retroceder, pero esta utiliza el impulso para saltar sobre su cabeza y darle un golpe que la hace caer perder el equilibrio, pero aun así Carol toma de la pierna de Rubí para golpearla otra vez contra el suelo. En esta ocasión Carol se lanza sobre Rubí y comienza a golpearla, pero esta utiliza su mano para presionar la herida en el estómago de Carol. Ella chilla de dolor, pero Rubí le da un golpe con su cabeza para empujarla hacia atrás y caer sobre ella. Ahora Rubí la golpea, pero Carol la supera pronto al detener uno de sus brazos y usar el otro para golpear a Rubí, sin embargo, Rubí usa sus dientes para morderle el brazo. Carol se libera y toma Rubí del cuello hasta que es obligada a levantarse de encima de ella por la falta de aire.

Ambas vuelven a ponerse en pie. Lucen cansadas por encima de sus caras cubiertas de sangre. Rubí escupe sangre de repente.

—Se hizo justicia —grita Carol mientras levanta un puñal ensangrentado. Rubí intenta cargar hacia ella, pero cae al suelo de rodillas. Carol se acerca a ella, pero yo la empujo lejos.

Nuestros ojos se encuentran, pero ella se incorpora como puede cubriéndose la herida del estómago. Mi mirada es gélida, se prepara para luchar contra mí. Da un paso hacia adelante, pero se detiene en seco mirando hacia el cielo. Me giro para ver unos drones ocupar el cielo, todos ellos tienen nuestra bandera diferente, por el rabillo del ojo veo que nuestro ejército liderado por Karen empieza a salir de las calles, vuelvo a poner mi atención en Carol, pero para mi sorpresa huye en la dirección contraria, hacia la casa blanca. Empiezo a correr hacia el cuerpo de Rubí, la levanto, pero la sangre se desliza por mis manos mientras veo su débil y maltratado cuerpo convulsionar.

—No quiero morir, Joe —dice con esfuerzo. Trato de decir algo, pero mis ojos han empezado a llenarse de lágrimas al saber que no hay ninguna esperanza. Quiero gritar por ayuda, pero ya Karen lo hace desesperada sin ningún tipo de esperanza. Los Hollows y soldados aliados que estaban cerca se quedan callados mirando la escena. Rubí deja de mirarme para mirar el cielo.

—Me veo desagradable —deja salir y se me escapa una sonrisa. Quiero negarlo, decirle que a pesar de todo sigue luciendo tan encantadora como la primera vez que la vi. Su mirada sigue fija, la alzo un poco para ver muchos drones encima de nosotros y en cada uno de ellos se puede ver los centros de refugiados de los Hollows. Lo ignoro, deben querer animar a los Hollows que están luchando, pero nada podrá animarme ahora.

—Por favor, Rubí —le pido.

—No, Joe —deja salir Rubí intentando aferrarse a la vida, más sangre sale de su boca.

Sus ojos se abren de repente mientras intenta decir algo.

— ¿Rubí? —la llamo tratando de negar la realidad, mi pregunta se siente tan llena de esperanza que duele.— Todo estará bien le digo llevándola a mi pecho para darle un abrazo.

—Mátalos a todos —escucho en mi oído antes de sentir su cuerpo caer encima del mío.

— ¿Rubí? —la llamo de nuevo. la alejo un poco, pero sus ojos están cerrados. Las lágrimas me abruman todavía más.— La casa blanca está ahí Rubí.

Lloro con fuerza en un inútil intento de ocultar mi dolor, me falta el aire y tengo que respirar desesperadamente mientras mis manos se aferran al cuerpo sin vida de Rubí. Un disparo hace que recuerde en donde estoy, abro los ojos y dejo de gritar, las lágrimas bajan por mis ojos mientras veo a mi alrededor nuestros soldados empiezan a matar a los Hollows. Mi mente confundida mira hacia otro lado, pero veo la escena repetirse. Escucho ordenes detrás de mí de alerta, pero los cuerpos caen con rapidez obligándome a hacer una barrera para protegerme. Quiero gritarles que se detengan, pero mi cabeza todavía no puede comprender lo que sucede, ellos tienen nuestro uniforme. Alzo la mirada a los drones y quedo petrificado. Los centros de refugio para los niños Hollows son masacrados por nuestros oficiales. Siento mi mente perderse entre los países que habíamos ganado que ahora son puestos de genocidio de niños y mujeres Hollows que no hacían parte de esta guerra. Escucho mi nombre a lo lejos, pero me siento perdido. Bajo la mirada hacia mi alrededor, nuestros soldados que se supone que son aliados siguen apareciendo.

Mátalos a todos.

Las palabras resuenan en mi cabeza. La muerte de Kenya siendo humillada pasa por mi cabeza, todas las palabras sucias golpean mi cabeza mientras rápidamente veo la valentía de David ser destruida antes del corte del cuello, la imagen de Zayda corriendo ayudar a los niños para que no fueran masacrados por su propia gente, pero son detenidos por los gritos de Ellied al morir, el cuerpo de Victoria tirado en el suelo intercalado con el de Daniela sobre el agua, el recuerdo se quema como Edward hasta desaparecer como el de Camilla. mis ojos bajan al de Rubí totalmente destruido.

Mátalos a todos.

Mis lágrimas bajan, mi mirada se siente perdida, donde mire solo veo a nuestra gente ser masacrada por los humanos, a quienes les confiamos nuestros niños pequeños.

Mátalos a todos.

Dejo el cuerpo de Rubí sobre el suelo, no la miro.

—Joe —es la voz de Karen, se siente lejana. Me levanto, pero la sangre de Rubí todavía se aferra a mi cuerpo. Mis lágrimas se deslizan con más fuerza mientras una furia interna se desprende sin poder controlarla. Saco el frasco y lo bebo, mi cuerpo se llena de energía.

—No, Joe, por favor no lo hagas —me pide Karen, pero la envió lejos de nosotros.

Mátalos a todos.

— ¡Mátenlos a todos! —grito con tanta fuerza que mi garganta duele. Los Hollows confundidos empiezan a atacar a los infelices traidores.

Todos ellos deben morir, TODOS.

Elimino a cada humano que está en la zona en cuestión de segundos sin que puedan reaccionar, los que llegan son derribados por los Hollows que recuperan sus posiciones. Mi sangre se siente caliente y no puedo dejar de temblar.

Mátalos a todos.

Doy un salto hacia la columna de Washington, los drones comienzan a caer al ser desgarrados por mis poderes. Mi verdadera gente no debe ver esto. Fue una tontería creer que los humanos querían hacer una verdadera alianza con nosotros para destruir el odio que ellos mismos habían creado hacia nuestra raza, pero todo fue un engaño, nos traicionaron en el peor momento, sin embargo, eso ya no importa ahora.

La columna grande que representa Washington tiembla con el movimiento de mis dedos, escucho a lo que una vez fueron nuestras naves acercarse antes de dispararme, me giro en su dirección para verlas estallar en el aire por sus propios misiles. La columna blanca se desprende del suelo y comienza a levitar detrás de mí. Veo el campo verde debajo de mí, los Hollows empiezan a avanzar nuevamente eliminando a nuestros enemigos. La mayoría de los edificios de Washington se encuentran en llamas, las calles han vuelto a ser un escenario de guerra. Siento un disparo acercarse hacia mí a gran velocidad, inclino un poco el cuello para ver la bala delgada y larga pasar frente de mí. Uno de nuestros puestos tiene un arma gigante que apunta a mi dirección, solo hace unos minutos me sonreían y se arrodillaron frente de mí, toda una mentira. Las nuevas unidades de nuestras naves se acercan a mi nuevamente.

Mátalos a todos.

Las naves se detienen en el aire al levantar mi mano, veo sus misiles cargarse hacia mí en modo de defensa antes de lazarlos en mi dirección, pero todos ellos cambian el rumbo hacia nuestras antiguas bases aliadas mientras que los aviones los dirijo a la base que me ataco hace un momento. Veo las bases arder momentáneamente, todos los humanos son unos traidores.

Siento la sangre bajar por mi nariz antes de sentir un pequeño colapso mental que hace a la columna temblar en el aire. Intento recuperarme mientras alzo la columna por encima de mi cabeza. La casa blanca se ve desde aquí. Ellos lo hicieron, ahora son mis manos las que tiemblan. La furia se desencadena con un grito que desgarra mi garganta con las imágenes de los niños siendo masacrados uno por uno mientras pedían ayuda o sus madres intentaban protegerlos. Lanzo la columna con todas mis fuerzas mientras me impulso en la misma dirección. La columna golpea la fortaleza defensiva improvisada que habían construido cerca de la casa blanca, pero no alcanza su verdadero objetivo.

Todos los humanos deben morir, pero nosotros no somos humanos, somos Hollows.

Desciendo hacia las calles a gran velocidad haciendo que un pequeño cráter se cree sobre mis pies. Los soldados que una vez caminaron conmigo tiemblan al verme y empiezan a disparar, pero las balas impactan sus cuerpos. La casa blanca no está muy lejos, desde donde me encuentro puedo ver los cimientos de la columna. Mas soldados aparecen, pero pierden sus piernas inmediatamente antes de ser rematados por grupos de Hollows. Ellos me devuelven una mirada cálida antes de perderse entre las calles. Pronto todos los aviones son derribados. Veo a las fuerzas aliadas y enemigas reagruparse cerca de la casa blanca. Pensaron que tendernos una emboscada mientras veíamos morir a nuestros niños seria suficientes para acabar con nosotros, pero se equivocaron, nuestra raza ha vivido esto por años, nuestros niños ya eran asediados y violados antes de que ellos los presentaran como una victoria de guerra.

Camino por las calles derrumbando los edificios a mi alrededor, escucho a los Hollows reunirse detrás de mí, avanzamos como si fuéramos un solo grupo, una sola unidad, una sola gente. Veo los tanques y las ametralladoras en posición. Mi mirada se oscurece al ver nuestro uniforme usado por ese grupo de traidores.

—Joe— escucho mi nombre salir de sus labios, una parte de mi siente que despierta de un trance. Me detengo y miro hacia el frente. Una de las pantallas muestra la imagen de Luz. Mi corazón se retuerce de nuevo, siento que el aire se me escapa y pronto tengo el impulso de correr hacia la casa blanca, pero no puedo apartar a vista de la pantalla, sus ojos se ven hinchados y ella misma luce destrozada.

—Por favor —suplico en voz baja, ni siquiera sé a quién lo hago. Mis piernas colapsan y me arrodillo, pidiendo todavía con más fuerza.

Veo la silueta de Kaho Rocket detrás, un arma apunta su cabeza. Mi respiración se paraliza y pronto estoy temblando para recuperarla.

—Me rindo, por favor, no le hagan daño —dejo salir en medio de las lágrimas, mis manos caen a ambos lados de mi cuerpo.

—Te amo —dice antes de escuchar el disparo, mi mente colapsa y cuando vuelvo a ver la pantalla la cámara está llena de sangre y su cuerpo esta tirado en el suelo.

Tu eres un Hollow, se un Hollow.

Sus palabras hacen eco en mi mente mientras la conciencia se aleja de mí, todo a mi alrededor se destruye y sin pensarlo estoy corriendo hacia todo el arsenal que me espera. El suelo se levanta junto con los tanques que caen sobre los soldados mientras que las ametralladoras en contra de su voluntad disparan a sus soldados antes de que yo empiece a acribillarlos uno por uno. La sangre baña mi cuerpo mientras más soldados caen, por el rabillo del ojo veo un pequeño grupo acercarse por una de las calles, pero el edificio a su lado se desploma frente de ellos.

Mátalos a todos.

Mas soldados caen frente de mis ojos hasta que estoy rodeado de una pila de cadáveres, la sangre cubre mi rostro y mi cuerpo, pero sigo avanzando destruyendo a cada ser que puedo ver y cada tanque que intenta destruirme solo es una explosión de la que solo yo puedo sobrevivir, incluso sus cuerpos envueltos en llamas no alcanzan a llenarme. Las balas dejan de intentar golpearme y pronto escucho como las armas caen al suelo.

Una línea pequeña de soldados está frente de mi arrodillados pidiendo misericordia, veo sus cuerpos antes de que la imagen de la humillación de Kenya se atraviese por mi mente. Todas sus cabezas salen volando de sus cuerpos como lo hizo la de ella.

Los disparos regresan, pero sus cuerpos colapsando también, los Hollows que caminaban conmigo se han adelantado. Salto sobre la columna que había lanzado hace un momento, la casa blanca esta frente de mi junto con una última línea por nuestro general. Mi mirada oscura lo observa antes de que ordene fuego en mi contra, las balas grandes de las ametralladoras hacen un recorrido por los edificios a mi alrededor antes de que colapsen. Avanzo corriendo hacia ellos, pero las ametralladoras son destruidas por los Hollows que corren delante de mí, veo a algunos caer por las balas y granadas. Al llegar a la punta de la columna salto hacia el comandante, los soldados que lo custodian intentan protegerlo disparándome, pero sus cuerpos caen sin vida mientras que yo caigo frente de él.

—Son una... —intenta decir, pero su cuerpo estalla cuando me acerco.

Veo la casa blanca frente de mí, siento el césped bajo mis pies. Había deseado con todas mis fuerzas llegar hasta aquí, pero ella ya no está viva, ellos la mataron también, aunque era de su propia raza, la mataron, la única luz en esa oscuridad.

Mi cuerpo no puede moverse, giro la cabeza para ver a Karen con una mano frente de mí.

—Por favor, Joe —dice ella en un murmullo.— Detente.

— ¿Qué haces? —inquiero molesto. Los Hollows se empiezan a mover alrededor de la casa blanca eliminando a los grupos que se acercan a ella.

—Protegerte —deja salir, su voz suena rota. Sonrió.

—Ya hemos ganado —le digo.

—No de ellos Joe, de ti —dice desesperada.— Mírate.

La observo con la mirada caída.

—El rey de nuestro mundo debe ser un rey benevolente, ¿lo recuerdas? —inquiere con la respiración forzada. Las palabras llegan a mí, pero no me alcanzan.

—Estamos en guerra, Karen —le respondo destruyendo la prisión que me ha puesto. Ella cae al suelo con un débil grito que se convierte en lágrimas. La veo aferrarse al césped con sus manos.

— ¿Acaso no lo viste? —inquiero esta vez soy yo quien se quiere destruirse— Niños, nuestros niños masacrados.

Las palabras rasgan mi garganta, la furia e impotencia regresa a mi torrente sanguíneo haciendo que mis ojos se hinchen. Ella llora con más fuerza.

—Fue un error, aun podemos llegar a un acuerdo con los que no lo apoyaron —intenta justificarse Karen. No la escucho, miro hacia unos Hollows que se acercan.

—Mi señor, hemos encontrado todas las base de refugiados de los humanos —dice con miedo. En sus ojos puedo verlo, el dolor, él lo nota mi mirada también. Lo veo apretar las muñecas antes de hablar de nuevo.— Mi hijo estaba en uno, encontramos su cuerpo, ningún Hollow sobrevivió en ese lugar, ni en ningún otro del resto del planeta.

Las imágenes regresan a mi cabeza de forma violenta, todos nuestros niños masacrados. Todavía guardaba esperanza que lo hubieran podido evitar, pero fui un iluso en creerlo, en confiar en esa raza.

—Mátalos a todos —dejo salir.

—Gracias majestad —responden antes de perderse entre los edificios.

Karen ha dejado de llorar y me mira con la boca abierta.

—Son niños —dice en voz baja.

—Los nuestros también —le respondo antes de girarme, pero ella vuelve a detenerme.

—Tengo que detenerte ahora mismo —dice nerviosa.— El camino que has decidido escoger no es el Kenya hubiera deseado, la legión no fue creada para esto, lo que estás haciendo es solo crueldad.

Mi respiración se siente pesada y mis ojos se llenan de lágrimas.

— ¿Qué hubieras hecho tú? Dime, ¿Qué es lo que tú hubieras hecho? —le grito por la falta de aire.— Nos traicionaron, nos masacraron e incluso ahora todavía nos quieren muertos cuando nosotros siempre hemos sido humillados y asesinados como si no valiéramos nada, nuestra existencia solo no significa nada para ellos, así que dime, que es lo que supone que tenemos que hacer, que es lo que la maldita legión debería haber hecho, una legión que ya no existe porque todos murieron de forma cruel y despiadada por los que intentas proteger.

Las palabras vuelven a pesar en mi garganta mientras las lágrimas bajan de forma violenta. Ella no responde.

— ¿Acaso olvidas como humillaron a Kenya públicamente antes de matarla? —dejo salir,— y a Victoria...

—Basta —dice cerrando los ojos.

— ¿Crees que esto se siente bien? —inquiero con falta de aire mirando a mi alrededor.— Esto no se siente bien, pero no tenemos otra opción. Son ellos o nosotros.

Ella niega con la cabeza.

—Un mundo de Hollows, solo de Hollows es lo que necesitamos —la intento animar, pero las palabras no son suficientes.— Un mundo sin odio o discriminación, donde podamos vivir con igualdad todos los Hollows, con niños que puedan crecer sin miedo a la muerte o a ser abusados, que puedan sonreír y jugar por las calles... y no donde los padres los desechen por ser diferentes.

Los disparos y la destrucción comienzan a sonar distante, pero Karen continua en negación.

—Solo déjame verla una última vez y luego puedes matarme si quieres —le pido. Ella alza la mirada sorprendida.

—Luz murió —dejo salir tratando de oculta el deseo de llorar.

Su poder desaparece y yo comienzo a avanzar hacia la entrada principal de la casa blanca donde se ha creado una fila de Hollows, frente de ellos una las puertas es custodiadas por Kaho Rocket.

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