La guerra había terminado desde hace unos años y parecía que toda la comunidad mágica estaba tranquila y feliz por ya no ser intimidados por un mago tenebroso.

La guerra dejo heridas sin curar, un ejemplo es Severus Snape.

Días antes de que el señor oscuro fuera derrotado el había hablado con Evan Rosier y lo comenzó a persuadir que cambiará de bando y le confesó que el lo había hecho desde que supo que Lily estaba en peligro.

— Lo haré Snape, solo porque no me trago ese cuento que Regulus y Keira huyeron. — Fue lo que le dijo Rosier a Snape.

Pero que malas jugadas hizo el destino.

Después de la caída de Voldemort, unos mortifagos perseguían a Evan al enterarse de su traición y justamente fueron emboscados por aurores.

Una maldición asesina de Ojoloco golpeó a Evan, matándolo.

En esa emboscada fueron capturados varios mortifagos entre ellos, Antonin Dolohov.

— Es difícil continuar cuando no tengo a ninguno de mis amigos, no puedo creer que pudiera sentirme más solo y mírame ahora, vivo para darle clases a alcornoques que no entienden el arte de hacer pociones. — Snape decía frente a la tumba de su amigo. — Lo peor de todo es que no tengo donde platicar con Keira y Regulus, recuerdo cuando les asignaron la misión y no sabían nisiquiera que hacer. Estaban confundidos y solamente eran unos niños. Me persigue la idea que pudimos hacer algo por ellos, pudimos sacarlos de ahí y alejarlos del camino a la muerte.

Snape sintió una lágrima rebelde recorrer sus mejillas.

— Hoy justamente hace dos años, Lily fue asesinada y siento que una parte de mi se fue con ella, al igual que tú, Regulus y Keira, se llevaron lo mejor de mi y ha salido a relucir lo peor. No quiero ser de esta manera pero simplemente he perdido todo y no me ha quedado nada más. — Severus se prendió un cigarro e inhaló. — No se dónde está Lyra, pensé que estaba con  Sirius pero el ha sido llevado a Azkaban y quiero pensar que está con los Moncier, no lo sé. Ya me imagino a Keira gritándome que no estuve al pendiente de la pequeña Lyra y solo espero cuando le toque ir a Hogwarts. Será como un fantasma de mi pasado, era una mini Regulus con los ojos de Keira.

Severus se despidió y regreso sobre sus pasos, a seguir su vida monótona mientras dejaba los fantasmas de su pasado atrás. Dejaba todos los recuerdos y sonrisas enterrados bajo tierra. No quería seguir sufriendo más y trato de arrinconar todo recuerdo que involucrará a sus tres amigos.

No es inmadurez, simplemente es dolor.