Capítulo 7
– Navidad –
No había dejado de nevar en Valle de Godric pero aún así, dentro del hogar de los Moncier se mantenía una temperatura agradable. La casa estaba tranquila la mañana antes de Navidad, Keira solo bajo a desayunar y volvió a subir para escribir la nota que dejaría.
Cuando comenzó a escribirla había palabras que no la convencían, solo quería algo simple y rápido para no entrar mucho en detalles.
Cuando termino con la nota decidió comenzar a llenar su baúl de ropa y poner lo que usaría esa noche en la silla de su escritorio. Guardo la última prenda en su baúl y cerro este mientras deslizaba la puerta del clóset hasta que quedó cerrado.
Aún eran las cinco de la tarde pero ella quería hacer todo rápido para que su madre no entre a su habitación a quererla ayudar a arreglarse y por algún azar del destino abra el clóset que se encuentra casi vacío y...
Se escucharon dos golpes en la puerta y después está se abrió mientras su madre asomaba la cabeza.
– ¿Ya sabes que lucirás hoy?. – Le preguntó mientras abría la puerta y entraba a la habitación, Keira rápidamente se levantó y se colocó frente a la puerta del clóset.
– Si madre, me pondré un vestido de blazer en color negro con un cinto verde esmeralda.
– Me parece bien, puedes colocarte unas medias de color negro tal vez. – Decía mientras miraba al clóset. – Ponte esos lindos botines que tú padre te compro hace poco.
Keira asintió mientras escuchaba como su padre le hablaba a su madre.
– Espero estés lista antes de que sea la hora de irnos. – Le dijo mientras caminaba hacia la puerta y después salía de la habitación.
Keira dio un suspiro de alivio y se recosto en su cama mientras sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas.
Pensó que sería más fácil pero está siendo demasiado complicado, porque a diferencia de Sirius ella ama a su familia y le es difícil dejarlos sin darles una explicación. Por Merlin cuando sepan la verdadera razón del porque de sus acciones ella será una traidora para ellos.
∆∆∆
Ya eran casi las nueve de la noche y Kiara aún no bajaba, Cassandra ya había subido tres veces por ella y parecía que Kiara solo quería retardar cada vez más la cena. Keira estaba parada a un lado de la ventana mientras veía como los vecinos más pequeños jugaban un poco en la nieve.
Cassandra subió por cuarta vez y ahora a diferencia de las veces anteriores ahora sí bajo con Kiara. Cuando llegaron a la casa de los Potter fueron recibidos por Euphemia con la que compartieron saludos y entraron directamente a la sala del hogar.
Después de que Euphemia le quitara un cigarro a Sirius, el Black los invito a sentarse mientras James quitaba unas fotografías y salía de la sala discutiendo levemente con su madre. Keira se sentó a un lado de Aleixander que parecía tener demasiado sueño.
Keira no estuvo al pendiente de la plática, se sentía demasiado nerviosa e impaciente apenas eran las nueve con veinte minutos y se sentía de esta manera.
– La cena está lista. – Dijo la señora Potter.
∆∆∆
A
pesar de los nervios a Keira no se le había ido el apetito, aparte la cena que preparo la señora Potter estaba deliciosa y se permitió comer tranquila.
– Siempre tuve curiosidad, ¿cómo es la sala común de Slytherin?. – El señor Potter preguntó directamente hacia Keira.
– Es muy fría ya que está justo debajo del lago, por las ventanas puedes observar a las criaturas que habitan en el y al calamar gigante. Cómo es obvio la sala común alberga colores verdes oscuros y tiene sillones muy cómodos la verdad, siempre se mantiene la chimenea prendida para mantener el calor. – Respondió Keira sin dejar de mirar su plato y formo una sonrisa. – No debes abrir las ventanas y una vez Evan Rosier lo hizo, en menos de lo que pensamos el agua estuvo en toda la sala común pero llegó el profesor Slughorn y la hizo desaparecer.
Keira sonrió aun más ante el recuerdo, fue dos días antes de las vacaciones de Navidad, no supieron en qué momento
Fleamont siguió preguntándole más cosas sobre Slytherin, como las habitaciones o los alumnos, sin llegar a ser irrespetuoso o incómodo.
– La comida estuvo estupenda señora Potter. – Elogio Keira haciendo sonreír a Euphemia.
– Gracias querida. – Euphemia dirigió su mirada a Kiara que solo revoloteaba los alimentos sin comer nada. – ¿Te sientes bien, Kiara?.
Kiara respondió mientras Euphemia después le ofrecía una taza de café mientras todos pasaban a sentarse nuevamente en las sala de estar.
∆∆∆
Keira ya había terminado el café que Euphemia le había dado y se mantenía al margen de la conversación que mantenían los demás ya que los nervios aún no desaparecían y no sabía ni la hora así que simplemente se levantó haciendo que Fleamont cortará las palabras.
– Disculpe que lo interrumpa, ¿podría utilizar su red flu?, me duele la cabeza y me gustaría ir a descansar. – Keira se dirigió hacia el matrimonio Potter y Euphemia le sonrió con cariño mientras se levantaba a encender la chimenea.
– Claro que puedes cariño.
Mientras Euphemia buscaba los polvos flue, Keira se acercó a sus padres.
– Iré a casa.
– Descansa cariño, te amamos.
Keira los abrazo y viendo que Kiara se acercaba dio la vuelta y camino apresuradamente hacia Euphemia, le dio una sonrisa y tomo polvos flu mientras entraba a la chimenea y aparecía en la sala de su casa.
Rápidamente subió a su habitación y acomodo la carta en su escritorio. Tomo su baúl y bajo a la sala nuevamente, durante el proceso se tropezó con la alfombra y tumbo algunos objetos pero ella no se detuvo ya que se sentía muy ansiosa y temía que sus padres o alguien llegara de imprevisto.
Cuando tomo los polvos flu no se dio cuenta que el recipiente se volteo haciendo que los polvos comenzara a caer, de un momento a otro estaba en la sala de la casa de los Black, dónde estaba Regulus Black esperándola.
– Keira. – Fue lo único que dijo Regulus porque después con ambas manos tomo el rostro de Keira y la beso.
– Estoy aquí.
Regulus la reparo con la mirada y la abrazo mientras ella igual lo rodeaba con sus brazos. Ella podía escuchar ruido y murmullos que provenía de alguna habitación de la gran casa.
– Debemos dejar tu baúl en alguna habitación. – El Black tomo el baúl y salió de la sala mientras Keira lo seguía y comenzaban a subir las escaleras hasta que llegaron a el tercer piso y Regulus entro a una habitación donde la puerta tenía las letras "R.A.B".
– No sabía que aún marcabas tu puerta. – Dijo Keira mientras miraba a Regulus con burla.
– Lo hicimos Sirius y yo hace tiempo, éramos solo unos niños. – Respondió Regulus mientras hacia un ademán con la mano y sonreía. – Colócate este vestido. – Regulus saco un vestido color negro con detalles en verde esmeralda. – Todas traen vestidos de este tipo y no quiero que se enfoque. demasiado en ti.
Regulus la miro con preocupación y salió de la habitación cerrando la puerta mientras ella se cambiaba.
∆∆∆
Keira salió de la habitación después de que se colocó el vestido y se recogió el cabello de manera elegante.
– Te vez hermosa como siempre. – Dijo el mientras tomaba su mano. – Narcissa escogió el vestido, decía que te verías genial.
Entraron al gran salón que se encontraba lleno de familias puras, ella reconoció a los Rosier, Lestrange, Carrow y algunos más.
Antes de que pudieran avanzar más, Walburga se atravesó en su camino junto a Bellatrix.
– Los está esperando.
Fue lo único que dijo y la pareja se miro con miedo. Salieron del salón y caminaron hasta el despacho de Orion Black cuando entraron vieron que ya adentro se encontraba Evan Rosier y Severus Snape.
Voldemort rápidamente movió su muñeca mientras empuñaba su varita y cerro la puerta.
– Ustedes han fallado. – Decía mientras se paseaba entre los cuatro adolescentes. – Dos de ustedes ya poseen mi marca y los otros dos no tardarán en obtenerla.
Se volteo hacia ellos mientras sus ojos rojos brillaban con furia.
– Me preguntaba, ¿quién de ustedes pagará está falla?.
Ninguno de ellos se movió.
– Perfecto, elegiré yo. – Se detuvo por un momento.
A todos les costaba respirar, sabían que a él no le importaba matarlos. Cuando menos lo pensaron se dio media vuelta y apunto a Keira con la varita.
– CRUCIO.
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