Capítulo 2
– Voldemort –
Una mujer de no más de dieciséis años caminaba por las calles de Londres, parecía no ir a ningún lugar exactamente. No había mucha gente transitando ya que una tormenta amenazaba con aparecer y habían decidido resguardarse en sus hogares apesar que era un clima normal en la ciudad de Inglaterra.
De pronto, la mujer entro a el callejón siguiente y ahí la esperaba un chico de su misma edad.
– Vamos. – la tomo de la mano y comenzaron a caminar saliendo de ese callejón y caminando dos cuadras más entraron a una casa ubicada en el número 12 de Grimmauld place.
Cuando se adentraron al lugar los recibió una mujer que portaba un vestido largo y un moño que le recogía todo su cabello perfectamente.
– Que bueno que llegaron. – Les dijo Walburga Black mientras le daba un abrazo a la chica. – Siempre tan bella, Keira.
La chica sonrió mientras correspondía el abrazo. La mujer los guío a la sala de estar donde se encontraba Orion Black, Lucius y Narcissa Malfoy y también, Bellatrix y Rodolophus Lestrange.
Keira solo miro a Regulus mientras el la miraba dándole a entender que no sabía que hacían ellos ahí.
– ¿A qué hora cenaremos, madre?. – Regulus se dirigió educadamente hacia Walburga mientras tomaba asiento junto a Keira.
– Cuando llegue nuestro último invitado.
Walburga y Orion se veían felices, en realidad todos en la habitación se veían.
– Este lugar tiene muchas habitaciones, siempre logro perderme. – Dijo Rabastan Lestrange, el hermano menor de Rodolphus. El está por entrar a su último año en Hogwarts.
Keira se desconectó y no supo que rumbo tomo la plática de los demás solo reaccionó cuando todos se levantaron haciendo una reverencia, ella solo se levantó y quedó estática.
En la misma habitación se encontraba un hombre con los ojos rojos y el rostro con apariencia de serpiente.
– Black, Malfoy y Lestrange. – Decía mientras su vista pasaba de Walburga, Orion, Bellatrix, Narcissa, Regulus, luego a Lucius y por último en Rodolphus y Rabastan.
Keira mantenía su mano unida a la de Regulus, no quería que aquel hombre se percatara de su presencia y fue ahí donde comprendió porque la insistencia de Walburga en qué asistiera.
– Y tu... – Soltó mientras volteaba a ver a Keira. – Ojos azules, cabello negro y facciones finas, una Moncier y si no me equivoco, la más pequeña.
Regulus veía a Keira y ella no respondió solo le mantenía la mirada.
– Verá mi señor, ella es Keira la novia de mi hijo Regulus.
Walburga hablo y Voldemort asintió.
– Sería bueno que pasemos a cenar.
∆∆∆
Keira conforme pasaba la noche se sentía más y más incómoda y no dejaba de sentir incertidumbre y un presentimiento de que algo iba mal.
– Espero y sepas quién soy, Keira. – Se dirigió por segunda vez en la noche aquel hombre hacia ella.
– No señor, no... – Comenzó a hablar ella pero el arrebato de rabia por parte de el hizo que guardara silencio.
– ¡DI QUIEN SOY! Lo sabes Keira Moncier. – Decía el mientras trataba de hacer énfasis en su apellido.
– Supongo que amigo de la familia Black. – Keira se seguía haciendo la desentendida y sabía que aquel hombre trataba de usar la legeremancia contra ella, lo que nadie sabía es que Regulus le enseñó años anteriores a controlar la oclumancia.
– Querida, soy la persona a la que el mundo mágico está temiendo, soy el responsable de toda la gente que está muriendo. – Decía mientras sonreía. – Soy Lord Voldemort.
Keira no se mostró asombrada ni tampoco reflejo el miedo que sentía solo sonrió y respondió:
– Una nueva celebridad.
Voldemort comenzó a reír mientras los demás en la habitación se relajaron, pensaban que en algún momento le lanzaría una maldición a la chica.
– Si claro, Orión. – Voldemort se dirigió hacia el. – Ocuparé tu despacho por unos momento y quisiera que Regulus y Keira se reúnan conmigo en diez minutos.
Después de eso Voldemort se levantó de su asiento y salió del comedor dirigiéndose al lugar que mencionó anteriormente, mientras Bellatrix se levantaba de su asiento y con agresividad tomaba del brazo a Keira.
– Deja de ser tan imprudente sino quieres morir joven. – Le dijo mientras la miraba a los ojos. – Si el quiere te mata.
– Tu deberías perderle el miedo, Bella.
Keira moría de miedo pero jamás dejaría dejarse intimidar y por eso Regulus la tomo de la mano mientras la guiaba hacia el despacho donde voldemort ya los esperaba.
– Siéntense. – Ordenó mientras con un movimiento de varita cerró la puerta.
∆∆∆
Les agradecería mucho que votarán y me dijeran que les parece la historia.
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