Yoongi

Hoy decidí tratar de entablar una conversación con Malli —aunque mejor dicho, me obligaron, y fueron las personas que se hacen llamar mis amigos.

Flashback

El sábado, después de que terminó la clase de educación física, Malli ya se había ido, como siempre. Así que empecé a echar un partido de baloncesto con mis compañeros, después de unos minutos, salí de la escuela, vi a los chicos y me acerqué a ellos.

—¿Cómo está el basquetbolista? —Jimin me abrazó.

—Mi espacio enano —lo alejo de mi.

—Fuera Malli y de seguro que no le dices eso —Hoseok me empezó a hacer burla—. O a lo mejor si se lo dice y ella se va como si nada.

—Ustedes nada más sirven para molestar, ¿verdad? —los miré.

—También servimos para comer —comentó Jungkook.

—A veces me pregunto cómo es que ella los aguanta.

—No te creas, ella también tiene sus días explosivos, y créeme que no es buena idea estar cerca de ella cuando está muy molesta —respondió Tae y todos afirman.

—No lo dudo, así como son ustedes, es imposible aguantarlos.

—Pero tú sí nos aguantas Yoongi —dijo el menor.

—Chicos, pueden agarrar a Tae de los brazos por favor —indicó Jimin y los chicos lo hicieron, Tae y yo nos quedamos con cara de "qué estás tramando ahora". —Bien, Yoongi, quiero que seas sincero, ¿te gusta Malli?

No sé qué cara puse cuando me preguntó eso. Pero he de admitir que ella es una chica interesante, sus intereses se ven que son otros. Ella a pesar de que tenga "defectos" como dicen los demás, ella no hace caso a ese tipo de comentarios. Pues el problema que hay en Corea, es que para todo hay un estándar, y la belleza no es la excepción. Lamentablemente dentro del estándar coreano, lo que es Malli y su amiga, no entran en ese estándar. Por lo tanto, no se podían considerar bonitas. Pero esa no era la prioridad de aquella pelinegra.

—Pues me llama la atención de cómo es, pero dudo que entable una conversación como tal con ella —confesé.

Ahora ya vi porque Jimin les dijo a los chicos que agarraran a Tae, olvidé que él considera a Malli como su hermana menor, y por lo tanto es muy celoso en ese aspecto.

—Tae, debes dejar de ser bien celoso —pidió Jungkook.

—Está bien, ya me calmo —bufó mientras se cruzaba de brazos.

—Muy bien. Y con respecto a la conversación, ella no tiene la culpa, la tienes tú.

—En eso tiene razón Jimin, ella es sociable, aunque ella sabe con quién entablar una conversación y con quién no —apoyó Hoseok.

—Y dudo que a ti te niegue la conversación. Después de todo, también eres nuestro amigo, y ella da la oportunidad de conocer a nuestros amigos. Ya luego ella nos dice si quiere seguir entablando una conversación o no —miré a Jungkook.

—El lunes vas a estar con nosotros y vas a tratar de entablar una conversación con ella —indicó Jimin.

Fin del flashback

Ese día Tae me pidió que lo acompañara a la plaza porque andaba aburrido. Y me pidió disculpas de cómo reaccionó. Pues le tomó un cariño a Malli, ya que él pasó por un mal momento y no nos dijo en su momento —sabemos que no quería molestarnos con su situación—, la única que sabía de eso y que se dió cuenta que algo le pasaba a Tae, era la pelinegra, por lo tanto, ella y su familia lo apoyaron sin dudarlo. Así que por eso Tae considera a la familia de Malli como su segunda familia.

Así que, aquí me tienen esperando a que sea hora de receso para ir con ellos. Ella está sentada delante de mí, su cabello está recogido en un coleta y tiene sus lentes, hoy traía el uniforme deportivo. Me he dado cuenta de que trae más seguido ese uniforme que el otro.

Salimos a receso y pude ver que nos estaban esperando los chicos y la amiga de Malli.

—¡Malli! —Jungkook la abraza.

—Conejo, me estás asfixiando —Jungkook se aleja de ella—. Mucho mejor, gracias.

—Yoongi va a estar con nosotros, si no les molesta —comenta Jimin.

—No, para nada, ¿verdad chicas? —mira a sus amigas.

—Claro, no hay problema —comenta Sun.

—Ningún problema.

—Perfecto.

Fuimos a las gradas y nos sentamos a ver el partido de fútbol que había. Nadie entablaba conversación, hasta que Malli decide hablar.

—Chicos, tengo hambre, voy a comprar algo —se levanta.

—No te preocupes, yo te lo voy a comprar, porque también quiero algo —se levanta y le doy mi dinero.

—Te acompaño, ¿alguien quiere algo de comer? —pregunta Taehyung.

—Yo solamente una bebida por favor —pide Jimin.

—Bien, ahorita regresamos —dice la amiga.

—Los acompaño —se levanta Sun.

A los pocos minutos de irse, sonó un teléfono, y era el de Jungkook.

—Ahorita vengo, es mi mamá —se levanta.

—Si Jungkook —se retira del lugar el menor.

Ya nada más quedaban Hoseok y Jimin. A Hoseok lo llamó un compañero y a Jimin lo llamó la maestra de danza de la escuela. Quedando nada más ella y yo.
Hazlo Yoongi, es ahora o nunca.

—¿Sabes jugar otro deporte? —me gana al momento de hablar.

—Si, pero soy más de baloncesto —afirmo.

—Wow, te envidio por eso —se ríe.

—¿Y tú sabes jugar otro deporte? —la miro.

—Si, no soy experta pero si los práctico.

—¿Y qué prácticas o practicabas?

—Pues, práctico fútbol, voleibol, baloncesto, un poco de atletismo y practicaba kárate —admite.

—¿Practicabas kárate? —la miro, eso si no lo sabía.

—Si, pero no duré mucho, solo me quedé en cinta blanca —se empieza a reír—. Ni a cinta amarilla llegué, lloraré por eso.

—¿Y eso?

—Pues en un entrenamiento me lastime la rodilla, me curaron y todo, pero semanas después me lesioné la otra rodilla, al punto de que me dijeron que no practicara por un tiempo.

—Supongo que eso fue el año pasado, ya que por unas semanas no te vi.

—Estas en lo cierto, y pues todavía estoy tratando de agarrar o volver a tomar la confianza que tenía cuando entré. Pero me es difícil todavía porque aún no me atrevo a volver a practicar —muestra una expresión de tristeza y de frustración.

—Tranquila, todo a su tiempo —la animo.

De pronto se acerca una compañera nuestra, Lia, creo que así se llama.

—Ten Malli, aquí está el libro, y gracias por prestarmelo —le entrega el libro.

—Claro Lia.

—Bueno, adiós —se va.

—No sabía que te gusta leer.

—¿Bromeas? Amo leer —pude ver un brillo en sus ojos cuando dijo eso.

—Pues normalmente te veo en el celular —le hago burla.

—Si, pero es porque leo un libro que me gusta, ya que no lo tienen todavía en la biblioteca —sonríe con satisfacción.

—Mentira, andabas jugando en el celular —se sorprende y no sabe que decir.

—Bueno, si, andaba jugando. ¿Y? ¿Algún problema?

Alzo las manos en señal de tregua. —No, solo que me da risa que primero me dijiste que leias y luego aceptar que estabas jugando.

—Tú quieres morir joven, ¿verdad?

Aparecen Sofi, Sun y Tae. Salvado por el trío.

—Ya regresamos, ¿y los chicos?

—Unos problemas de sus clases, a excepción de Kook, su mamá le llamó —explica Malli.

—Oh, bueno, más oxígeno para nosotros —se sientan.

Nos la pasamos hablando, y fue la primera vez que me sentí muy bien hablando con alguien que no fuera con los chicos. Entramos a clases, nos tocaba geometría, en la cual no era muy bueno, pero tampoco tan malo.

—Joven Yoongi, necesito hablar con usted —se escuchó un “uh” por parte del grupo luego de que me hablara la maestra—. También con usted señorita Malli —ella se levanta y ambos salimos del salón—. Bien, joven Yoongi, es un gran alumno, pero últimamente sus calificaciones son bajas, no son reprobatorias, pero si bajas. Entiendo que los entrenamientos de baloncesto lo tienen ocupado, pero recuerde que su permanencia ahí depende también de sus calificaciones —explica.

—Lo entiendo perfectamente maestra.

—Por eso le voy a poner a la señorita Malli como su tutora de esta materia, claro, si ella está de acuerdo con esto —la mira.

—Por mi parte no hay problema maestra, solo hay que ponernos de acuerdo cuando le podría enseñar —propone.

—Si se puede, en horas de receso, para no alterar sus horarios, tanto de la escuela como los de su rutina —sugiera la maestra.

—Entendido —respondimos al unísono y entramos de nuevo a la clase.

Las clases siguieron normales, debes en cuando hablaba con ella, es una buena chica y muy agradable, a pesar de no hablar mucho en clase, me sentí muy bien solo con su presencia.

Malli

—Ya vámonos —susurro mientras veo como la maestra pone más ejercicios de tarea.

—Aguanta otro poco Malli —me dice Sun.

—Es que ya casi va a empezar mi serie favorita y mis hermanos no me van a dejar ver la serie —me quejo.

—Unos minutos más y ya.

Mi mentón se apoya en la mesa de mi lugar. Mirando el reloj con mucha impaciencia. Una vez que termina la clase, salgo corriendo del salón, gritando un adiós a los chicos.

Llego cansanda a mi casa, solo para ver qué mis hermanos se adueñaron de la televisión. Adiós a ver mi serie. Subo a mi habitación, me cambio por ropa más cómoda y me acuesto en mi cama para escuchar música con mis audífonos puestos.

Para luego perderme en la música y caer rendida ante el sueño.