Soy un solitario barco, navegando en un mar de niebla,
Sin rumbo, sin guía, sola en la inmensidad.
Mi corazón se encoge, un nudo se forma en mi garganta,
El miedo me invade, la tristeza se apodera de mi.

En una silenciosa jaula, la soledad me aprisiona,
Las paredes de la tristeza me rodean, me convierten en su prisionera.
Un profundo vacío, un abismo sin fondo,
Donde la esperanza se comienza a desvanecer, y el miedo se extiende por todo mi cuerpo.

Un rayo de luz se abre paso entre las nubes,
Un destello de esperanza que a mi alma se adhiere.
Un susurro de fuerza me dice: "No te rindas",
Un camino de luz que me guía hacia la salida.

Aunque la sombra me persigue, y el miedo me acecha,
La esperanza me impulsa, me da la fuerza para luchar.
Romperé las cadenas que me atan,
Y navegaré hacia un mar de paz y libertad.