- Todos son bienvenidos a unirse a nuestra tripulación, una tripulación diferente. Los que no pueden hundirse con su barco- les dije a la tripulación del Estrella de Fuego.

- Ven a ver esto- me llamó Claudia.

Dentro del Estrella de Fuego conseguimos un gran tesoro, al parecer todos los saqueos que habían hecho aún continuaban en el barco y ya que estábamos cortos de dinero porque todos nuestros ahorros se habían ido lo tomamos junto con la comida, licor y pólvora que había en el barco. Parte de la tripulación de Barba Larga era fiel y decidieron quedarse y morir, solo un pequeño número decidió acompañarnos. Con una antorcha y un poco de pólvora que esparcimos le prendimos fuego a ese maldito barco, fue todo un espectáculo verlo arder y hundirse luego de haber hecho tanto daño.

- Estoy muy orgulloso de todos al igual que mi madre- comencé a decir y la cual su espíritu veía en la cubierta junto a Luca y asentía compartiendo mis palabras- Su cuerpo ya no está, pero siempre estará acompañándonos, hagamos que su sacrificio y el de las hechiceras no sea en vano. Celebremos esta noche que tanto se lo merecen- finalicé

Con el barco anclado, todos comenzamos a beber, a cantar y a reír ya que habíamos derrotado al temido Barba Larga y nos habíamos quitado ese peso de encima. Cuando siento que alguien se para detrás de mí la brisa sopla dejándome sentir su aroma, Trevor.

- Creo que tendré que buscarme un nuevo camarote y una nueva tripulación. Ese camarote te pertenece y ellos también, eres todo un capitán- me dice

- Sabes que sin ti no hubiéramos durado ni un día, gracias a ti estamos aquí. No tienes que irte de ese camarote puedes quedarte junto a mí si lo deseas- le propuse

- Sam, yo siempre quiero estar a tu lado- me contestó

- Yo al tuyo, te quiero- le respondí

Se acercó dándome un largo beso y podía sentir como sonreía al dármelo.

- sabes que ronco mucho ¿verdad?- me dijo y le di un empujón sonriendo.

De allí nos fuimos al camarote y comenzamos a manifestar nuestro deseo. Yo me entregué a él y él a mí. Ambos sintiendo nuestros cuerpos y aromas pasamos una noche inolvidable. En la mañana todos estaban esperándome en cubierta para dar órdenes y zarpar, refrescado con Trevor a mi lado. Claudia y Pedro que estaban más unidos que nunca y estaban listos para cualquier aventura.

- Hoy puedo dar por hec...-comencé a decir pero Trevor me interrumpió para darme su sombrero de capitán, incliné mi cabeza y me lo puso diciendo

- Te queda mejor que a mí- dijo sonriendo- Ahora sí, hoy puedo dar por hecho que el Amaluna tiene la mejor tripulación de todo el océano y de ahora en adelante si es que me quieren acompañar le haremos frente a cualquier hijo de puta que amenace el mar, el océano. Que le tengan respeto a Samuel y su tripulación.

Todos comenzaron a gritar y apoyarme, estaba seguro de que llegaría muy lejos con ellos. Ya no tenía a mi madre para que me retuviera en tierra por lo que la honraría evitando que gente como Barba Larga se apoderara. Antes regresaríamos a Costa Bonita para llevar ante la justicia a Barba Larga que manteníamos encerrado en la celda.

- ¡Preparen rumbo a Costa Bonita! – grité, a lo que todos respondieron "a la orden mi capitán" dejándome con una sonrisa. Deje a Trevor al timón y fui a proa allí me quedé contemplando el horizonte, el olor del mar junto a mi fiel acompañante Luca.

- ya vamos de regreso a casa, imaginoque estás loco por correr y ahuyentar gallinas- le dije sobándolo y fui a encargarme de mi tripulación bajo el hermoso cielo azul.

                                                                                                                     FIN