Capítulo 9: Mundo celestial
Amarie estaba sentada tranquilamente, sentada con los pies descalzos dentro de una fuente de agua clara. Ella miraba el agua mientras tanto, donde imágenes aparecían como si fuera un proyector.
"Tenía la intención de enviarlo por un poco de venganza. Pero incluso con la modificación de su cuerpo, sus instintos ya eran buenos", ella murmuro al recordar la pelea en contra de Doma.
"Pensar que encontraría una gema escondida", ella sonrió levemente. Ella miro hacía arriba, mirando un cielo nocturno lleno de estrellas y constelaciones brillando. La fuente estaba rodeado de pilares blancos sin ninguna mancha y enredaderas con hermosas flores se enrollaban en ellos.
"¿Que quieres?", Amarie pregunto frunciendo el ceño, justo a tiempo cuando una figura oculta en una niebla mística se inclinara con respeto.
"Amarie-sama, fue llamada por los altos", Amarie frunció el ceño y movió sus labios con disgusto. No le gustaba ir ha esas 'llamadas' que, en realidad, resultaban ser reuniones entre algunos dioses.
Y en cuanto a los altos, eran los dioses de más alto rango.
"Bien... ", ella asintió, viendo como la figura oculta desaparecía lentamente, como si nunca hubiera estado ahí.
"¡Que molestia!", Ella grito mientras sacaba los pies del agua.
Ella comenzó a caminar, desde un pequeño camino de piedras blancas. Todo sus alrededores parecían flotar en el espacio, incluso el largo camino. Sin embargo, a lo lejos había un gran terreno de tierra flotando en el espacio. Ese lugar parecía brillar en el oscuro espacio mientras mostraba su esplendor e imponente templo al final.
Cuando llego al terreno enorme, rodeado de flora y fauna, sonrió un poco. No importa si las reuniones eran molestas, este lugar seguía siendo algo que calmaba su alma. Los animales y seres como ninfas existían en armonía con el lugar, era un paisaje que los humanos solo encontrarían en libros de fantasía.
Amarie llego al templo, subiendo las enormes escaleras y levantó la cabeza. Detrás del templo, había una enorme torre que parecía perforar el espacio y el vació, parecía realmente imponente, pero también un enorme dedo codicioso tratando de alcanzar lo inalcanzable.
Cuando entro al templo, se encontró con otras personas caminando por todo el inmenso lugar. Podía ver algunos dioses caminando al mismo lugar que ella y parándose sobre una formación de matrices antes de desaparecer.
"Pero si no es la diosa Amarie.... ¿Cuanto tiempo ha pasado?", una voz sarcástica y arrogante vino de detrás de Amarie. Ella giro la cabeza y miro con desagrado. Había una mujer parada detrás de ella. Su aura era menor a la de Amarie, pero se podía notar a simple vista que era una diosa. Su cabello era castaño y tenía la piel un poco bronceada. Sus ojos grises brillaban con inteligencia y sabiduría, pero parecía ser arruinado por la arrogancia que parecía emanar de su cuerpo y la expresión con su nariz arrugada, como si estuviera oliendo algo malo.
Su cuerpo estaba cubierto con una armadura de bronce y una falda de color rojo sangre y, en su mano, había un casco del mismo color que su armadura.
"Athenea.... ", Amarie dijo con desagrado.
"¿Escuche que estas en problemas?", Athenea pregunto sonriendo.
"¿Problemas?.... Quien sabe.... ", Amarie parecía ignorarla mientras hablaba mirando hacía otro lado.
"¿Por que te importa?.... Una diosa de menor nivel debería estar preocupada por otros problemas que sus superiores, Athenea", Amarie sonrió mientras avanzaba hacía la matriz.
"¡No me hables de esa forma, Amarie!", Athenea exclamo enojada. "¡Incluso si eres un nivel sobre mi! ¡Con los problemas que causas solo es cuestión de tiempo para que seas castigada!"
"Lo que sea.... ", Amarie desapareció gracias a la matriz, dejando a Athenea hirviendo de rabia.
Cuando Amarie llego a su destino, estaba parada en la parte más alta de la torre. Pilares rodeaban lo que parecía ser el tejado del lugar, pero en lugar de blancos, eran pilares oscuros como la noche, con pequeñas estrellas en miniatura brillando de forma intermitente. Y frente a los pilares, habían tribunas con muchos asientos, con figuras femeninas y masculinas sentadas.
Al final y al centro, es donde habían grandes tronos con un solo más grande que los otros en el centro. En esos tronos, descansaban figuras que exudaban un enorme poder, sobre todo la figura oculta en el medio.
Amarie avanzo lentamente, sus ojos cerrados y su semblante en calma. Ella no tenía por que sentir miedo. Sabía que esta reunión era por ella, por regalar la maquina de deseos a un humano normal.
"Diosa de la reencarnación y la realidad, Amarie... ", la persona en el centro hablo. Esta persona estaba completamente oculta con una niebla oscura. Lo único visible eran sus ojos oscuros que parecían contener estrellas de distintos colores, como un arco iris interminable y brillando sin parar.
"Lord Chaos", Amarie se inclino respetuosamente hacía el.
"¿Sabes la razón de esta reunión, verdad?", Chaos pregunto sin emoción en su voz.
"Si.... Por regalar la maquina de deseos a un humano"
"¡Incluso lo sabes!", una figura sentada en uno de los tronos exclamo. "¡Sabes lo malo de esto! ¡Sabes lo que podría causar y, aun así, parece que no le tienes importancia al asunto!"
Este era un hombre, cabello blanco y ojos azules brillantes. Usaba un chiton griego y hombreras de color dorado que emitían rayos de vez en cuando. En su mano, sostenía algo parecido a un cilindro que emitía un enorme poder.
"Lord Zeus.... ", Amarie solo suspiro, no le gustaban mucho los dioses griegos. Ha excepción de Lord Chaos, quien era completamente distintos a muchos dioses.
"Cálmate Zeus", una persona a su lado dijo, pacíficamente. Este hombre tenía cabello rubio y corto, en contraste de su piel oscura. Sin embargo, lo increíble de este hombre, es que tenía dos rostros más a cada lado y había una magnifica corona sobre su cabeza.
"Brahma.... ¿No entiendo por que no estas enfadado?..... esto podría causar estragos en los mundos mortales", Zeus gruño enojado.
"Todavía no hemos escuchado las razones de la diosa Amarie", dijo Brahma, mirando hacía Amarie, asintiendo para que ella hablara.
"Muchas gracias, Lord Brahma"
"La razón es más simple de lo que creen", ella comenzó con seriedad. "Saben que incluso yo, quien esta encargada de la reencarnación en diferentes mundos, todavía es difícil mantener una vigilancia constantes en tantas personas"
"Incluso si alguien es bueno en una vida, no quiere decir que lo sea en otra. Creo que todos entiendes esto", ella miro a los dioses sentados en los tronos. Algunos asintieron y otros solo mantuvieron silencio, escuchando con cuidado.
"Tenemos guardianes especializados con tratar con estas personas que podrían causar enormes estragos. Sobre todo con personas que quieren alcanzar el nivel de los dioses", Amarie tosió un poco, viendo el desagrado en muchos dioses al mencionar este punto.
"Incluso si les desagrada tal cosa, no debe ser ignorado. Saben que es posible y, muchos de ellos, efectivamente tratan de lograr tal objetivo"
"Ya sean semidioses o humanos, muchos de ustedes han encontrado dignos ha algunos para que sean convertidos en dioses. No pueden negar eso..... Sin embargo, ¿Que pasa con las personas malignas o que en un futuro podrían causar problemas?"
"La razón de mis acciones es precisamente por esto. Ese hombre, al quien regale la maquina, trabaja para mi"
"A cambio de las cosas que la maquina podría ofrecerle, sería enviado a misiones para tratar con este tipo de personas antes de que sean demasiado problemas para los guardianes, quienes se encargan de los problemas mucho más graves.... si los guardianes se encargaran de todo-"
"Entonces no tendrían el tiempo y poder para las amenazas más preocupantes", Lord Brahma termino por ella, asintiendo.
Toda la corte se quedo en silencio, procesando las palabras de Amarie.
"¡Incluso si es así!", Zeus gruño. "¿Lo dejaste sin vigilancia?"
"No.... lo veo constantemente y, le dije antes de irme, que si fallaba, entonces eliminaría todos sus poderes ganados por la maquina"
Lord Chaos, Amarie sintió su mirada. Esos ojos poderosos que parecían ver a través de todo, la miraron por un largo momento. Sin embargo, solo el mismo Chaos sabía que no estaba mirando hacía ella, si no que estaba observando otra cosa.
"Interesante.... ", el murmuro, pero nadie lo escucho.
"Diosa Amarie.... ", Lord Chaos hablo lentamente. "Puedes retirarte..... no serás castigada por esto, pero algo como esto necesita ser hablado con todos nosotros. Ten eso en mente, no habrá una próxima vez"
"Entiende perfectamente, Lord Chaos. Y muchas gracias por su amabilidad", Amarie se inclino y hablo respetuosamente.
Zeus solo gruño por ver que la diosa no recibiría castigo.
. . .
Cuando todos se habían retirado, solo quedaban dos. Lord Chaos y Brahma.
"¿Puedo saber por que la dejaste ir de forma tan fácil, Chaos?..... No es común en alguien como tu", Brahma pregunto con curiosidad.
"Sabes que el llamado otro lado de la moneda cubre muchas cosas..... incluso a alguien como yo", Brahma levanto una ceja, cuidadosamente.
"Siempre habrá algo que es contrarió..... y..... con todo lo que ha pasado últimamente, un poco de orden en los niveles más bajo es necesario y..... apreciado"
Lineas negras aparecieron en el rostro de Brahma, recordando lo sucedido hace años. Para ellos, como dioses, el tiempo podría ser eterno. La palabra últimamente que salió de la boca de Chaos, podría ser muchos años atrás.
Al final, Brahama solo suspiro, mirando detrás de su trono. El lugar parecía vació, pero en ese lugar, justo a un lado de Chaos, solía haber otro trono.
Pero ahora...... solo se podían ver un poco de escombros.
. . .
En otro lugar, Genzo estornudo fuerte.
"¡Maldición! ¡Quien me maldice!", el exclamo molesto, sobre todo por que le estaba dando de comer a Kanao.
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¡Capítulo más corto que los anteriores, pero no quería extenderlo aún más!
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