Capítulo 50: Parte 2 - Prologo
Pah!
Un fuerte sonido de un látigo cortando el aire se escucho antes de que tocara la carne blanca de una mujer. Su piel se desgarro y gotas de sangre color dorado saltaron y se me movieron por la piel blanca.
"Creo que entiendes el por que de esto Athenea", Amarie dijo con frialdad, moviendo una vez más el látigo.
"Hay... ¿Necesidad de esto?", la voz débil de Athenea resonó en la habitación desprovista de cualquier cosa. Era solo piedra y una sola ventana que iluminaba el interior con la luz de la luna.
"¡Son mortales!", ella grito, pero termino gruñendo de dolor por otro latigazo.
Ella estaba completamente desnuda, mostrando su increíble cuerpo. Cualquiera que la viera quedaría impresionado, pero también horrorizados de que la diosa orgullosa este en tal estado. Su hermosa piel color oliva ahora era blanca casi cenicienta.
Ella no solo había sido golpeada por Amarie.
El propio Chaos había quitado sus poderes y divinidad.
"¡Al igual que lo eres ahora!", Amarie grito enojada. Sus ojos pulsaron con poder por un momento y el látigo se ilumino.
¡PAH!
Un fuerte golpe quito gran parte de la piel de Athenea en su espalda. La sangre dorada exploto junto a un enorme grito de dolor de la anterior diosa.
"Tienes que agradecer de nacer como una diosa. Si no fuera por tu sangre que todavía sigue siendo piadosa, no podrías aguantar ese golpe... ", la diosa de la reencarnación y la realidad murmuro frunciendo el ceño.
"¡Amarie-sama!", una mujer entro a la habitación corriendo, gritando y sudando a mares.
"¡Que pasa! ¡Dije que nadie podía interrumpirme!", Amarie grito enojada. Lo había estado desde que Shinobu y Shiyu habían muerto en ese momento.
"¡Están saliendo!... ¡Los primeros lograron salir de la brecha!", la mujer grito asustada.
Los ojos de Amarie se entrecerraron con un poco de miedo. Sin embargo, eso desapareció solo para dejar una feroz determinación en esos hermosos y resplandecientes ojos.
"¡No dejen de vigilarla!", ella ordeno antes de salir de inmediato.
. . .
En un gran campo estelar, las estrellas brillaban sin parar, pero cada una de ellas parecía atenuar su brillo ante las cientos de figuras que esperaban frente a ellas. Cada una de esas figuras emanaba una presión tiránica y poderosa.
"¡Indra!", un hombre musculoso y que era alto, sobre los dos metros miro hacía atrás.
"Amarie.... ", el hombre asintió con seriedad.
La diosa miro a Indra con cuidado. Siempre que lo veía, parecía tener una sonrisa un poco arrogante y divertida, pero nadie podía decir nada sobre su arrogancia, era bien merecida ante su enorme y tiránico poder.
Pero hoy, era completamente diferente. Su armadura negra con lineas doradas como si fueran rayos recorriendo su torso hasta las hombreras, donde terminaban en dos esferas resplandecientes que emanaban pequeños pero poderosos arcos de rayos lo hacían ver aún mas imponente.
Su típica sonrisa había desaparecido de su rostro de color bronce y sus ojos estaban completamente serios.
"¿Estas lista?", el pregunto.
"Si... ", Amarie asintió, justo para ver como las estrellas se movían hacía un lado. Justo ahí, en el oscuro espacio exterior, un vórtice apareció de la nada.
Era como un agujero negro, pero no tragaba nada. La oscuridad se expandió poco a poco mientras hacía que las estrellas desaparecieran o se movieran lejos del vórtice aterrador.
Foowoosh!!
Un viento que parecía imposible, se manifestó repentinamente hacía delante, cuchillas oscuras, llantos y lamentos fueron escuchados, rugiendo mientras salían desde el vórtice aterrador.
"Hihihi~.... ", una risa chillona y espeluznante provino de la apertura del espacio. Y con ello, un figura realmente delgada.
"Monarca de la desesperación, Vorjhazk", Indra y Amarie murmuraron al mismo tiempo, sus expresiones ya serías, ahora se oscurecieron por completo al mirar al hombre.
Este hombre era extremadamente delgado, su piel oscura y con toques grises estaba prácticamente pegada a sus huesos. Sus túnicas de color grises se movían con una aparente briza y su rostro demacrado y sin nariz tenía una sonrisa aterradora, mostrando sus feos dientes junto a dos orbes oscuros que parecían brillar y absorber cualquier luz.
Detrás de este hombre, decenas de miles de figuras se apresuraron para salir detrás de la brecha que se creó.
"Hihihi~.... ", el hombre se rió, y levantó su mano huesuda, mostrando uñas afiladas. una energía gris se arremolino en su mano, junto con millones de almas llorando detrás de el, su aura se encendió trayendo un sentimiento de desesperación a los soldados detrás de ambos dioses.
"Ataquen... ", Vorjhazk, el monarca de la desesperación ordeno con crueldad. "¡Devoren sus almas hasta que no quede nada de ellos!"
Indra no espero más, se movió de inmediato y, con el, todos los soldados.
La expresión feroz de Indra era tiranica, su intención asesina se manifestó junto a cientos de rayos sobre el ejercito enemigo. En su mano derecha apareció una reliquia dorada que brillaba resplandecientemente, iluminando todo el espacio circundante.
La tormenta sobre el rugía con vientos furiosos y rayos tiranicos.
"¡VAJRA!", Indra rugió con todo su poder.
Todo el espacio se ilumino de inmediato, condensando los rayos en un inmenso dragón que abrió la boca mientras miraba al ejercito enemigo con sus ojos despiadados y chispeantes.
¡Rooooaaarrrr!
Y con un inmerso rugido que hizo temblar las estrellas, el dragón de rayos dorados descendió hacía el enemigo, explotando y convirtiendo todas las estrellas cercanas en polvo. El viento se movió detrás, trayendo consigo todo ese polvo y cada mota de ello se transformo en una barrera translucida.
Cada barrera se movió formando una enorme y gigantesca esfera, cubriendo ambos ejercitos y la enorme brecha de oscuridad detrás.
Amarie miro a Indra con la mano levantada
"Buen suerte Indra.... Esperare tu victoria", Amarie murmuro, cerrando sus ojos mientras se sentaba en posición de loto, flotando frente a la barrera.
"¡Mientras este aquí, no podrán salir de la barrera!", ella exclamo con una feroz determinación.
Sin embargo, ella sabía que no sería suficiente. Indra solo era el primer paso para resistir esta guerra. Se necesitaba más que un dios del poder de Indra para vencer a alguien como el monarca de la desesperación.
"Te apoyare... ", una voz majestuosa apareció detrás de Amarie, llamando su atención. Y frente a sus ojos, la barrera gano otra enorme capa sobre ella, trayendo una luz redentora y amable. Los enemigos chillaron horriblemente ante esa luz, pero incluso así no se detenían en su implacable avance.
Incluso con la luz de Amaterasu solo lograrían disminuir su poder, no matarlos.
Ese era el papel de Indra y su ejercito.
. . .
En un espació distinto, el viento pacifico movió el cabello oscuro de un joven. Su rostro pacifico se contorsiono en una mueca por unos segundos, sus parpados se movieron de inmediato y, justo en ese momento, sus ojos se abrieron.
Ojos brillantes de color purpura profundo se mostraron ante la luz del sol.
"¿Donde estoy?", su voz salió de su garganta, completamente desconcertada.
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Y ~ ...... ¡Si, empieza la segunda parte de esta historia! ¡Los enemigos por fin aparecieron y la guerra se esta acentuando poco a poco en el universo!.
Por cierto, lancen nombres para posibles enemigos, la ayuda siempre es apreciada.
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