Genzo estaba mirando sobre un barco de la armada. Detrás de el, Rika y Tajima preparaban un helicóptero que estaba sobre el enorme braco.

Rika vigilaba el asiento de piloto y ella volaría. En cuanto a Tajima, estaba amarrando de forma segura un gran contenedor para que el vehículo volador lo transporte.

"¿Estas seguro que esto solucionara las cosas?", Tajima pregunto con dudas.

"Si.... No te preocupes, solo hazlo", Genzo suspiro, fumando mientras miraba hacía el mar. Luego de terminar con ese hombre molesto, había ido de inmediato hacía Rika, preguntando si había algún helicóptero cercano.

La razón de esto, es que tendrían que regar el liquido sobre la ciudad, como si de lluvia se tratara. Genzo sabía que era la verdadera cosa, recibiendo la voz de Amarie, diciendo que investigaría el caso del hombre mientras la indicaba que hacer para terminar con su misión. 

Ambos sabían que Genzo estaba cansado de este mundo. 

"Entonces.... ¿Te irás ahora?", Tajima pregunto, encendiendo su propio cigarrillo.

"¿Por que piensas eso?"

"Tienes esa aura cansa y molesta, como si quisieras alejarte de toda esta mierda"

Genzo suspiro.

"Si.... Tienes razón, dele mis saludos a todos"

Oh, Genzo no tenía intenciones de seguir un solo segundo más en este mundo. Oh no, el ya le había dicho a Amaire que, cuando el helicóptero este en al aire, le abriera un portal hacía su mundo natal.

"Entonces haré eso.... Por cierto, gracias por su arduo trabajo", Genzo miro a Tajima, un poco sorprendido por esas palabras, pero de todos modos sonrió. Escuchar eso realmente se sintió bien, aunque era más alivió que otra cosa.

No quería nada más que una buena comida preparada por Shinobu y estirar su cuerpo en su cama luego de una buena ducha.

Dormir en tu cama era una cosa totalmente distinto que hacerlo en otra.

. . .

Genzo levanto la cabeza, todavía con su cigarrillo en la boca. El levanto la mano, en una despedida hacía Tajima y Rika en el helicóptero. Ellos movieron su mano hacía sus cabezas, en un saludo militar mientras salían volando.

En ese momento, apareció un portal a su lado.

Cuando Genzo lo cruzo, apareció en su casa, justo a tiempo para ver a Shinobu levantarse.

"Realmente se detiene el tiempo... ", ella dijo, sonriendo al ver el rostro cansado de Genzo.

"Maldición.... Ahora entiendo el hogar dulce hogar, ese mundo fue estresante", Genzo gimió un poco.

"Iré a tomar un baño, Shinobu. Por favor, necesito comida.... ", ella solo soltó una pequeña risa mientras lo miraba caminar hacía el baño.

. . .

Genzo se sentó en una silla en la mesa, su cabello todavía estaba un poco mojado. El tenía los ojos cerrados, no le importaba la presencia de Amarie frente a el, quien estaba comiendo mientras miraba la televisión.

"Ya sabes.... ", el abrió los ojos, mirando a la diosa que parecía un poco avergonzada.

"Incluso yo me sentí cansada al ver a ese tipo"

"Me debes.... ", dijo Genzo.

"Bien.... Bien.... ", ella solo asintió. No podía decirle mucho, cualquiera se sentiría cansado con tratar con ese tipo de persona.

"De hecho, quiero tu ayuda con algo"

"¿Que cosa?", ella pregunto con curiosidad.

Genzo había pensado un poco mientras tomaba ese baño. Ahora que tenía tanta riqueza gracias a ese tonto, ahora podía crear una compañía sin problemas. Sin embargo, le faltaban productos para eso.

Incluso si tenía la pulsera, dudaba que las personas en este tiempo puedan descubrir como funciona realmente. Sobre todo, el nivel tecnológico del mundo no alcanzaba para crear tal pulsera inteligente.

Es por eso que tenía la intención de aprovechar a la diosa que tenía en frente.

Pero luego surgió otro problema.

Necesitaba personas, gente confiable a la que pueda dejar a cargo de muchas cosas. Y, realmente no tenía ese tipo de personas. Por lo que se le ocurrió una idea.

Entre personas que no conocía, he incluso si tenían grandes curriculum, todavía no podría confiar tanto en ellas. En ese caso, era mejor confiar en una persona de la que podría tener una idea de su personalidad y su forma de trabajo.

El no necesitaba alguien con super poderes, no. Lo que el necesitaba era alguien eficiente para el trabajo.

Y de las que pudo pensar, solo algunas eran las mejores. Pero estas personas eran de otros mundos.

"Entonces.... ¿No solo quieres algo de tecnología que puedas replicar en este mundo, si no también traer una persona de otro mundo?"

Genzo asintió.

"Bien... ", Amarie suspiro. No tenía problemas con eso, sobre todo por que la persona que Genzo había pensado no traería problemas al este mundo. Era solo una persona normal con grandes capacidades empresariales.

Genzo suspiro al oler el aroma de la comida de Shinobu. El miro el plato frente a el y a Shinobu justo a su lado.

"Maldición... Realmente extrañe tu comida", Genzo sintió su estomago retumbar un poco antes de comenzar a comer, ignorando las miradas de ambas mujeres.

. . .

Genzo estaba acostado en su cama, mirando hacía el techo. Luego de esta misión, descubrió lo exasperante, estresante y, extremadamente molesta que podían ser las personas.

Solo esperaba que Amarie no lo envió a un mundo de cultivo pronto. Ahora no temía el nivel de cultivos, no, no. Ahora, lo que realmente temía, era esa arrogancia que parecía enraizada en cada persona de esos mundos y, sobre todo, los orgullosos que se veían al gritar los nombres de sus técnicas.

"Pareces traumatizado", Genzo giro su cabeza, mirando a Shinobu entrar a su habitación en pijama.

"No quieres saber.... ", Genzo suspiro.

"... "

"... "

Nadie dijo nada más, sobre todo cuando Shinobu subió a la cama y se acostó a un lado de Genzo.

Ambos sabían de los sentimientos que tenían por el otro, eso ahora era claro. Pero, estaban bien, ninguno decía algo al respecto del como estaban ahora.

La relaciones amorosas eran un tanto extraña para ambos. Para Shinobu, que no había tenido este tipo de sentimiento antes, era algo nuevo y, que ahora, no tenía intención de dejar ir.

Para Genzo, que había tenido problemas, le sentía algo extraño sentirse tan bien cerca de una mujer. Oh, el sabía que Shinobu no lo traicionaría, nunca. Eso por la personalidad y forma de ser de ella.

Sin embargo, había algo en lo que no podrían mentir.

Eso era que, ambos, ahora mismo se sentían en paz, llenos de calidez.

Con esa calidez, ambos se abrazaron, cerrando los ojos mientras se dormían lentamente, sintiendo el calor del otro.