Todos miraban con una morbosa fascinación.

Desde el punto de vista de los demás, Genzo parecía moverse a grandes velocidad y en el momento en que giraba junto a su espada, la sangre seguía el arma en una linea roja, creando una imagen aterradora y magnifica, como si estuviera bailando con la muerte.

"¡No son más que cuerpo sin mente!", cuando su voz resonó en sus oídos, se sintió como si un demonio gritara por más sangre, creando escalofríos en sus cuerpos.

Cuando el termino, balanceo su espada una vez, agitando la sangre y dejando que pequeñas gotas rojas bajaran por su espada y luego el suelo. El grupo principal pudo ver que su expresión cambió a una sin mucha emoción, solo había un ceño fruncido, como si estuviera metido en sus pensamientos, ignorando por completo la gran cantidad de cuerpos a su alrededor.

Sin embargo, mientras todos estaban sorprendidos, estupefactos, una sola persona sintió su cuerpo temblar ligeramente.

Para ella, sus movimientos, cada paso, cada corte fue esplendido. Ella miro como una sola persona eliminaba una pequeña horda como si no fuera nada, gritando por más, no era suficiente para el.

Y cuando vio esa sonrisa, sedienta por sangre y más muerte, su cuerpo tembló una vez más.

Esa sonrisa.... Esa emoción....

Era como ella...

Busujima Saeko gano un repentino interés en la persona llamada Murakami Genzo.

"¿Se quedaran ahí, tirados en el suelo?", Genzo pregunto, mirando hacía Naomi y Takuzo. Ambos reaccionaron y corrieron hacía el grupo, con Genzo un poco detrás de ellos, su cara impasible y ni un poco cansado.

"Parece que estas bien, Kyouko"

"¡Idiota! ¡Estaba preocupada!", ella grito, pero Genzo solo suspiro, entrando al autobús escolar.

"¡No me ignores!"

Genzo suspiro una vez más, mirando hacía atrás.

"Ustedes, las mujeres son tan irrazonables", el comentó.

"¿Podemos irnos ahora?... Estoy seguro que tienen sus objetivos"

"Es cierto... ", Takashi reacciono y estuvo de acuerdo, subiendo al autobús. Todos fueron rápidos en seguir el ejemplo y Kyouko tomo las llaves, arranco el vehículo y se fue a toda velocidad, sorprendiendo un poco a Genzo.

"Interesante.... Pensar que tomaste esa decisión", el miro a Kyouko mientras se sentaba en el asiento a la dirección de ella, como copiloto.

"No me mires así.... Ese hombre no es de fiar.... Incluso si lo dejamos, podría sobrevivir"

"¿De que están hablando?", Saya pregunto frunciendo el ceño, no le gustaba cuando no podía entender a las personas hablar.

"El profesor Shidou Kouchi.... ", dijo Saeko, apartando su mirada de la ventana frente a ella. "El estaba corriendo junto a otros estudiantes hacía el autobús antes de que Kyouko-senseo partiera"

"¡¿Que?!", Takashi y Saya exclamaron con incredulidad.

"¡Sensei! ¡¿Por que los dejos?!... ¡Podríamos ayudar!", Takashi exclamo un poco enojado.

"Créeme... ", comenzó Kyouko. "No lo conoces como deberías. Es un hombre corrupto y probablemente ha abusado del poder de su padre, un platico igual de corrupto. No me extrañaría que ya hubiera manipulado esos estudiantes para hacer lo que quisiera con ellos"

"Brutal... ", Hirano murmuro, pero Saya lo escucho y golpeo la parte posterior de su cabeza.

"Uh... Lo siento, trato de aligerar un poco el mal ambiente"

"Intento divertido", comento Genzo, viendo lo incomodo que parecía el chico gordito abrazando su arma improvisada.

Luego de eso, el viaje cayó en un incomodo silencio. Genzo se cruzo de brazos mientras cerraba los ojos, pensando en lo que paso atrás en la escuela. Cuando entro en contacto con un pequeño grupo en el interior y vio la sangre salpicar, se emociono demasiado.

Genzo dedujo que esto se debía a su nueva linea de sangre.

Los Asura eran conocidos por su sed de sangre en las batallas, pero nunca pensó que la linea de sangre vendría con tal inconveniente. Si, un inconveniente, eso era lo que Genzo pensaba. Sus pensamientos se habían nublado un poco, incluso si sus habilidades seguían siendo las mismas, esta sed por la batalla podría ser un inconveniente si no podía pensar adecuadamente mientras luchaba, no quería ser un Berserker anhelando la sangre de sus enemigos en cada campo de batalla.

El necesitaba una manera de bloquear esto o disminuir esta sed de batalla y sangre.

Su cuerpo era poderoso, mucho más poderoso, al punto de que sin usar la respiración constante total, podía igual ese nivel de poder, si usara la respiración, entonces solo sería mucho más poderoso. Pero con tal desventaja, no le gustaba mucho.

Por lo tanto, mientras estaba sentado con los ojos cerrados, comenzó a meditar, ignorando las conversación de hacía donde deberían ir.

"Que irrespetuoso... ", Saya frunció el ceño al ver que Genzo ignoraba la conversación y no respondía cuando pidieron su opinión.

"No lo es", dijo Saeko, llamando la atención. "El esta meditando"

"¿Meditando? ¿Por que haría algo tan inútil?", Saya pregunto, todavía con el ceño fruncido en su rostro.

"No es inútil... La meditación puede ayudar a calmar los pensamientos y también a pensar con más calma", Saeko comento, mirando a Genzo con atención, sabiendo por que lo estaba haciendo.

. . .

Cuando el autobús se detuvo, Genzo abrió los ojos, mirando una enorme mansión frente a el. Levantando sus cejas con un poco de sorpresa, ella miro hacía Kyouko.

Ella sintió la mirada, pero sacudió suavemente su cabeza.

Genzo frunció el ceño pensando. Hasta que luego de unos segundos, soltó una pequeña risa. Parece que el poco tiempo que evitaron al dejar subir al grupo de Shidou y la discusión luego de eso hizo que evitaron el accidente del camión y la explosión, donde Rei y Takashi se separaban del grupo principal.

"Ah... Lo que hace un poco de tiempo... ", el se rió una vez más, levantando su trasero del asiento mientras bajaba del autobús.

Sin embargo, recordó las armas en el departamento de la amiga de Shizuku.

"Oh... Bueno... ", el se encogió de hombros, todavía había un tiempo antes de que cambiaran de localización, incluso si es que cambiaban, las cosas estaban tomando un giro distinto al de la trama de un manga, por lo que muchas cosas podrían suceder.

Cuando entraron a la finca, Saya corrió hacía sus padres. Abrazando a ambos, no importa como ella resentía a su padre, todavía eran familia y, con todo lo que había pasado en solo medio día, estaba exhausta y de los nervios.

Mientras Takagi Yuriko abrazaba a su hija y le daba la bienvenida al grupo, Takagi Souchirou miro hacía Saeko. El fue entrenado en las formas samurai y esgrima por el padre de Busujima Saeko, por lo que tenían conocimiento el uno del otro.

Sin embargo, sus pelos se pusieron de punta al ver a Genzo. Este ultimo lo ignoro mientras mantenía sus ojos cerrados y brazos cruzados. 

Bajo la vista de Souchirou, Genzo parecía un experto, su aura parecía una espada recta, lista para cortar todo en frente de el, como si nada pudiera detener su espada.

Esto ya no era su aura de Asura, la que asustaba a le gente y solo después de meditar Genzo se dio cuenta de esto. Pero en cambió, luego de su entrenamiento y al abrir las puertas del mundo del cultivo de Qi, pudo captar la intención de la espada, era algo pequeño en comparación con la pintura, pero este era el resultado.

"¡Bien hecho, todos!", Souchirou aparto su mirada de Genzo y dijo. "Gracias por traer a mi hija a salvo, pueden estar a salvo en la finca"

Los estudiantes y profesores asintieron, aliviados por poder descansar y poder pensar en todo lo que había pasado, todavía no se había hundido en sus mentes totalmente.

Cuando Genzo por fin pudo tener un paz, comenzó a meditar de inmediato en la habitación que le dieron. Esto no era una meditación para recolectar energía del cielo y la tierra, si no más bien para controlar sus sentimientos y pensamientos.

Era necesario que, cuanto antes, el pudiera controlar esa sed por la sangre y la batalla. Mientras más controlado sea, mejor para el.

. . .

Busujima Saeko salió de su habitación y camino un poco por el pasillo, quedando parada frente a la puerta de Genzo. Ella miro la puerta por un momento antes de levantar la mano para tocar.

"¿Repentinamente interesado en Genzo?", la mnao de Saeko se detuvo y miro hacía su lado izquierdo, mirando a Hayashi Kyouko, su profesora.

"Sensei... "

Kyouko sabía del lado sádico y violento escondido por su estudiante. Fue una sorpresa descubrir que la educada y serena Busujima Saeko tenía tal lado escondido. Pero tampoco podía estar de brazos cruzados al ver que su estudiante se consideraba indigna de amor.

Ella ya se había dado cuenta que parecía encontrar algo similar en Genzo cuando lo vio masacrar esa horda con una sonrisa emocionada. Probablemente piense que Genzo podría ser un espíritu afín.

"Quiero hacerte una pregunta... "

"...... Adelante..... ", Saeko asintió luego de un silencio.

"¿Tu padre sabe de tu lado sádico?", Kyouko fue directo al grano, sorprendiendo a Sakeo.

"No te sorprendas.... tengo que saber este tipo de cosas, sobre todo cuando trato de esconder que odio un poco mi vida tan aburrida", eso fue media mentira, ella realmente estaba insatisfecha con su vida, pero sabía lo de Saeko por parte del manga.

Saeko frunció el ceño, evitando la mirada de Kyouki mientras apretaba su brazo derecho con su otra mano.

"Si.... el me ayudo con meditación y otros métodos.... No puedo esconder ese tipo de cosas de mi padre. Lo respeto mucho.... "

"Veo.... ", Kyouko asintió, satisfecha con eso. Kyouko se volteó y entro a su habitación, justo a un lado de la habitación de Genzo. 

Saeko miro la espalda de su profesora antes de suspirar y mirar la puerta frente a ella. Al final, se giro, perdiendo su animo de hablar con Genzo.

. . .

Genzo salió a caminar en la noche, relajando su mente y cuerpo un poco. Se dio cuenta que detrás de la gran mansión, había una construcción japonesa tradicional, una casa no demasiado grande, pero rodeado de un estanque y algunos árboles, dando un ambiente relajado y pacifico.

Lentamente, se acercó, escuchando el sonido de un surtidor de bambú golpeando una roca cada cierto tiempo. El sonido de alguna manera resultaba relajante para Genzo.

Sin embargo, tuvo que detener al ver las puertas de un lado abiertas, escuchando voces dentro.

"Esto realmente es inusual.... ", La voz de Saeko sonó un poco sorprendida.

"Te diste cuenta entonces... ", esta vez fue la voz de Souchirou, sonando un poco complacido por que Saeko notara algo.

"La leve curva en la espada de doble filo..... la linea Hamon extendiéndose ligeramente por el filo de ella.... Esto debería ser una Kissaki Moroha-Zukuri"

"Artillería Kanemasa...

"Realmente superaste mis expectativas...", la voz de Souchirou sonó una vez más, complacido con cada palabra.

"Se dice que fue hecha en la Armería de Tokio por el General Murata, inventor del Rifle Murata, durante la Era Meiji como el primer Gunto para el Ejército Imperial Japonés. Murata usó este Gunto para cortar limpiamente un cráneo de cerdo sin dejar una sola mella en la hoja"

Genzo sabía de esta conversación, pero no la recordó hasta ahora. Sin embargo, como maestro espadachín se intereso en la espada que ahora Saeko tenía frente a ella. Una espada como esa tenía historia, y de lo que podía escuchar era una buena espada.

¿Como no tener interés?

"¿La probarías en una pequeña lucha, Saeko-san?", al escuchar la voz de Genzo, ambos se sorprendieron y miraron hacía el. 

Ambos se quedaron quietos, mirando la figura de Genzo, iluminada sobre la luna sobre el, con sus ojos purpuras brillando en la oscuridad.

"Murakami-san.... ", ella murmuro un poco.

"Es un irrespetuoso escuchar a escondidas", dijo Souchirou, frunciendo un poco el ceño.

"Lo siento por eso, estaba tomando un paseo cuando encontré este lugar. No pude evitar sentir interés por la espada... ", dijo Genzo, mirando la espada frente a Saeko.

".... ", Soichirou lo miro con interés no disimulado, todavía sentía esa aura, esa presión desde el hombre frente a el. No podía evitar querer chocar espadas en su contra.

"¿Estarías dispuesto a estar en mi contra?"

"¿Oh?", los ojos de Genzo se movieron lentamente hacía Soichirou. El lo miro por un momento, hasta que asintió con una sonrisa lánguida.

Genzo se dio vuelta y se paro a un lado del estanque, mirando hacía al frente, donde Soichirou llego para estar frente a el. En cuanto a Saeko, ella se sentó mirando hacía ellos con atención, había visto luchar a ambos. A Souchirou cuando entrenaba con su padre, y a Genzo en la escuela.

"¿Podrías dar un comienzo al partido, Saeko-san?", pregunto Souchirou.

"Claro... ", ella levanto un mano y miro hacía ambos.

"¡Empiecen!"

Souichirou se inclino hacía delante, con su mano izquierda en la saya y la izquierda en la Tsuka (Empuñadura), sus ojos miraban atentamente a Genzo, quien estaba parado con su mano izquierda sosteniendo su espada en la cadera.

De un momento a otro, Souchiro cargo, recorriendo la distancia entre ellos en solo tres pasos.

Sin embargo, para Genzo era lento, demasiado lento. Fue como si estuviera esperando varios segundos hasta que su oponente por fin estaba frente a el.

En un movimiento a una velocidad explosiva, Genzo había desenvainado, golpeando la espada de Shouchiro con la suya. Souchirou, quien estaba sorprendida por tal enorme velocidad y fuerza, fue enviado varios pasos hacía atrás, con sus brazos hacía arriba, sosteniendo su espada.

El entrecerró sus ojos, al igual que Saeko, ambos mirando la katana de Genzo. El sostenía su espada a un lado de el, mostrando el resplandor purpura de su arma.

Y ahora, el se preparo, no tenía pensado usar toda su fuerza, por lo que en un solo gran paso, apareció frente a Souchirou, cortando a una velocidad menor que su máximo. Sin embargo, todavía seguía siendo rápido para el hombre mayor.

¡Ting!

Ambas espadas chocaron una vez más, creando un gran sonido resonante y chispas saltando cerca de ellos. Pero mientras Genzo seguía acorralando a Souchirou, no pudo evitar mirar sus defectos y sentirse disgustado.

Su maestro, Kuwajima Jigoro había sido estricto, golpeando sus brazos, piernas y torso para tener posturas correctas. Al ver estos defectos en Souchirou, no pudo evitar abrir la boca.

"Tu postura es incorrecta, usa la fuerza de tu cintura.... tus pies deberían estar más separados.... Aprovecha esa fuerza de tu enorme cuerpo.... ", el dijo casi sin emociones, aumentado su velocidad, mientras movía su espada casi en un borrón.

Souchirou solo podía retroceder ante cada golpe, la velocidad del hombre frente a el era irreal, su fuerza era simplemente absurda. Cada golpe entumecía sus manos y brazos, cada movimiento parecía tan magistralmente realizado que era como un baile, y cada explosión de velocidad era como un rayo.

"¡Me rindo!", Souchirou no pudo evitar decir, realmente cansado.

Genzo se detuvo, envainando su katana.

"¿Puedo saber el nombre de tu maestro y el de la técnica que usas?", Souchirou pregunto, en total asombro e incredulidad.

Genzo lo miro, inclinando un poco su cabeza.

"El nombre de mi maestro es Kuwajima Jigoro, no lo habrás escuchado, es bastante solitario. Y en cuanto a la técnica.... Es llamada Kaminari no Kokyuu... "

"Kaminari no Kokyuu.... ", Souchirou murmuro, asintiendo para si mismo, no podía evitar asentir, sintiendo que el nombre era adecuado debido a su velocidad.

Genzo se dio vuelta, decidiendo que había tenido suficiente entretenimiento.

"¿Eso tiene que ver con tu respiración?", pregunto Saeko. "Por que no te vi respirar de una forma distinta, mucho menos usar todo tu poder"

Genzo se detuvo, mirando hacía Saeko con una pequeña sonrisa por su gran perspicacia.

"Kaminari no Kokyuu..... una técnica de espada que usa el cambio de respiración para imitar la velocidad del rayo.... ", Genzo inhalo y exhalo bajo la vista de ambos amantes de la espada. Ellos solo pudieron abrir sus ojos al ver a Genzo desaparecer y volver a aparecer a una buena distancia, caminando hacía la mansión con su espada envainada.

¡Kacha!

Pero de repente, un chasquido se escucho. Ambos miraron hacía la dirección del sonido, mirando como la roca que sostenía el dispensador de bambú estaba dividida en dos horizontalmente, justo en medio. La mitad superior de la roca se deslizo lentamente, hasta caer al agua.

"Dividió la roca.... y esa enorme velocidad.... ", Saeko exhalo un soplo de aire, realmente sorprendida. Souchirou no estaba tan diferente, ese poder y habilidad era como en las leyendas de espadachines o maestros samurai.