Un mes paso rápido, con el permiso de Kyouko, Genzo se quedo en su casa. Pero con una semana pasada, Kyouko volvió a pensar en Genzo como un poco loco, con nada pasando, ella lo obligo a entrar en la academia donde era profesora, la escuela secundaria Fujimi.

Genzo había protestado, diciendo que estaba en la universidad y no había necesidad de tal cosa. Pero ella lo obligo, diciendo que la secundaria Fujimi sería un punto bueno para cuando los Zombies aparecieran, si es que realmente aparecían. Además, de que con la apariencia de Genzo, no habría muchas sospechas de que sea un estudiante de ultimo año.

Aun así, Genzo acompañaba a Kyouko por la escuela cuando podía. Desde que vio su muerte en el manga, tenía un extraño temor en pasar por el portón trasero de la escuela.

Eso también desencadeno algunos rumores.

Sin embargo, algo no había cambiado con Genzo.

El no había hecho amigos, incluso se mantenía en silencio la mayoría de veces, respondiendo solo cuando le hablaban, cosa que pocas veces sucedía luego de las primeras veces. El no sabía por que la gente parecía alejarse de el, mucho menos por que Busujima Saeko parecía mirarlo cada vez que pasaba cerca de ella.

De esa forma, el mes había pasado tranquilo, hasta que por fin paso.

Con sus sentidos mucho mejores que otros, Genzo pudo escuchar primero el sonido de los profesores gritando desde fuera. El entrecerró los ojos, se levanto de su asiento, dejando caer su silla hacía atrás, llamando la atención de los demás estudiantes y profesor en el aula.

"¡Murakami-san! ¡Por favor vu-", el profesor a punto de reprender a Genzo, se detuvo cuando los parlantes en el aula se encendieron.

"¡Todos los estudiantes, Todos los estudiantes y profesores deben mantenerse en el aula!", un grito asustado se escucho desde los parlantes resonaron.

"¡Repit- ¡Argh! ¡No! ¡No! ¡Sueltame!.... 

"Eahhh!!... ¡Argh! .... ¡No, por favor!.... ¡Ayuda, Alguien ayuda, por favor! ¡Alg---Bzz!"

Los gritos de dolor y ayuda se escucharon antes de que la comunicación se cortara. Los alumons se quedaron en el silencio en el aula, nadie dijo nada y se podría escuchar un alfiler golpeando el suelo con el silencio.

Hasta que todos se asustaron al escuchar los alumnos corriendo por el pasillo, gritando asustados. Los alumnos en el salón de Genzo se pararon y salieron gritando, solo hacía falta una persona para crear pánico a los demás, y tantas personas gritando afuera, solo fue peor.

Genzo saco su espada - Nichirin-to - desde su saco cosmos mientras los estudiantes salían, de esa forma nadie vería como hizo tal cosa. Cuando pudo ver a todos salir, dejando el aula vacía, camino lentamente hacía el pasillo, mirando como los estudiantes se empujaban para poder salir.

El tomo el otro lado, donde vio que no había personas. Después de todo, ese camino no llegaba hacía la salida. El camino hacía el final del pasillo y luego bajo las escaleras, lentamente hasta llegar al segundo piso.

Genzo frunció el ceño, viendo que ya había algunos Zombies en este piso.

"¿Que mierda? ¿Como llegaron tan rápido?", el murmuro desconcertado.

"Bien hecho, idiotas", Genzo se dio cuenta como los estudiantes que habían bajado por el otro lado fueron la causa, algunos se quedaron o fueron empujados, dejando que probablemente uno de ellos sea mordido por algún Zombie en el segundo piso.

"Pero eso no explica como es que había uno aquí..... No importa..... no tiene sentido pensar en esto ahora", el comenzó a aumentar sus pasos, hasta que estaba corriendo mientras desenvainaba su espada, cortando las cabezas de los dos primeros Zombies en el pasillo. Luego, se movió impulsando su cuerpo al saltar sobre la pared y cortando hacía abajo, dividiendo por completo otro Zombie.

"¡Uh... Argh!", uno de ellos lo escucho y gruño hacía el.

"Eres demasiado lento... ", Genzo se movió en un parpadeo, cortando la cabeza del Zombie mientras aparecía detrás de el, envainando su espada.

"Ahora.... ¿Donde esta esa mujer?", Genzo frunció el ceño, caminando para buscar a Kyouko, lo menos que podía hacer por dejar que se quede en su casa era ayudar a que sobreviva un poco.

. . .

"Uh... ", una mujer de enormes pechos y cabello rubio miro a un estudiante muerto sentado contra la pared. Otra chica, de cabello morada sacudió su espada de madera, eliminando la sangre en ella.

"¿Tenías que hacer eso?", Shizuka pregunto un poco insegura.

"Decidió morir como humano", dijo Saeko con seriedad. "Lo menos que puedo hacer es traer alivió a su sufrimiento"

"Tenemos que salir rápido de aquí, en poco tiempo estará lleno de estas cosas", Saeko dijo frunciendo un poco el ceño.

"¡Bien!", Shizuka exclamo saltando un poco, lo que causo que sus pechos rebotaran un poco. Ellas salieron de la enfermería mientras corría, bueno, Saeko corría. Shizuka apenas podía correr con su falda.

"¡Kya!", Shizuka tropezo y choco con alguien. Saeko se detuvo y miro hacía atrás, frunciendo el ceño hacía Shizuka, pero luego levanto sus cejas al ver otro profesor tirado en el suelo a un lado de la enfermera.

"¿Kyouko-sensei?", ella pregunto.

"Eso dolió un poco... ", Kyouko soltó un pequeño gruñido mientras se levantaba y miraba a su colega y estudiante. Ella suspiro aliviada al encontrar a alguien que podía ayudarla a sobrevivir por un tiempo. Había visto lo fuerte que era Saeko en el manga. Incluso si realmente su fuerza fuera una pequeña parte de lo que vio, entonces todavía estaría bien.

Saeko avanzo hacía Shizuka, agarrando su falda y con fuerza, la rompió para que la enfermera pudiera moverse mejor.

"¡Oye, eso es de marca!"

"¿Prefieres la ropa que tu vida?", Saeko pregunto levantando una ceja.

"¡Ambos!", Shizuka hizo un puchero y se levanto con un poco de esfuerzo.

"Vamos hacía la sala de profesores, es donde están las llaves de los vehículos", dijo Kyouko, llamando la atención de las otras dos.

"Esa no es mala idea", Saeko asintió mientras caminaba al frente.

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"¿Estas lista, Rei?", Takashi Komuro pregunto. 

La chica solo asintió mientras abría la llave de la manguera.

Takashi gruño mientras usaba toda su fuerza para manejar la manguera y enviar volando las mesas y sillas que bloqueaban el paso hacía el tejado. Trataba de ignorar a su amigo ahora muerto a un lado de el.

Para el esto era una maldita pesadilla, tuvo que matar a su mejor amigo. Incluso si sentía celos por que era el novio de la chica de la que estaba enamorada, nunca habría pensado en causar daño, el no era así. Pero, de un momento a otro, todo se fue al infierno y su amigo fue mordido por esas cosas, resultando las cosas como estaban.

"¡Vamos!", el exclamo, corriendo mientras bajaba las pequeñas escaleras y corría, cargando con un bate de baseball hacía la puerta para bajar desde la azotea. Rei, detrás de Takashi, lo seguía con una lanza improvisada rápidamente.

. . .

En otra sala de la secundaria Fujimi, dos estudiantes estaban nerviosos, uno trabajando lo más rápido que podía, tratando de ensamblar un arma improvisada con los elementos que tenía a la manos. Y la otra, gritando históricamente a su lado.

"¡¿No puedes ir más rápido, gordo?!", la chica de cabello rosa, Takagi Saya, le grito una vez más, con miedo mientras miraba de su compañero hacía las puertas.

Thomp! Thomp!

La puerta fue golpeada por los Zombies fuera, haciendo que Saya retrocediera y le volviera a gritar a Hirano Kohta.

Hirano giro su cabeza, fulminando con una mirada oscura a Saya.

"Hii~", ella chillo un poco al ver esa mirada, retrocediendo dos pasos alejados de el.

"Lo siento, solo un poco más", Hirano sonrió un poco apenado antes de continuar con lo que hacía.

¡Bam! ¡Thump!

De repente, con un enorme sonido, las puertas fueron empujadas hacía abajo, dejando entrar a los muertos vivientes. Las asquerosas cosas gruñeron abriendo sus bocas llenas de sangre y carne humana en ellas. A pesar de que sus movimientos eran lentos, el terror que causaban sus presencias no era algo que un humano de mente débil pueda soportar.

"¡Ah!", Saya soltó un pequeño grito, justo a tiempo para ver a Hirano disparar un clavo hacía la cabeza de uno de ellos.

"¡Justo a tiempo!", Hirano sonrió ferozmente mientras comenzaba a disparar y tumbar a los muertos vivientes, dejando un camino despejado para que puedan salir.

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Dentro de la sala de profesores, Kyouko estaba mirando las noticias en la televisión sobre la pared. A su lado, sus estudiantes y la enfermera Shizuka estaban ahí. Luego de que se unieran al escuchar el grito de Saya al matar a uno de ellos, todos corrieron hacía el mismo lugar, logrando crear un pequeño grupo para salir.

De hecho, ella todavía seguía sorprendida por la precisión de como las cosas estaban pasando, tal como había leído en el manga que Genzo le mostró.

Sin embargo, ellos no se habían encontrado con Genzo, lo que preocupaba un poco a Kyouko, pensando que quizás se había ido hacía otro lugar. Solo ahora recordaba lo que le había dicho hace un mes.

"Mi misión es de exterminio.... ", fueron las palabras que Kyouko recordó. Esto le trajo un ceño fruncido, había visto el extraño poder de rayos que podía usar, lo que le daba alivió de que estuviera vivo, pero también un poco de miedo de que no este para protegerla. 

Ella sabía que incorrecto pensar de esta forma, pero había encontrado una rara amistad con Genzo, lo que también la hacía un poco incomoda al estar a su lado y no estar a su lado. Era algo que no había sentido antes con otra persona, quizás por que se sentía segura a su lado.

Ella se sentó en una de las sillas a un lado de las mesas de los profesores, ignorando la charla entre Saya y Shizuka, sobre la posible pandemia y como otras realmente peligrosas habían pasado antes, como era la peste negra.

"¿Alguien sabe manejar?", Kyouko escucho esa pregunta, pero como estaba mirando hacía el suelo, no vio quien fue.

"Puedo hacerlo", ella respondió, al mismo tiempo que Shizuka.

Los estudiantes asintieron, un poco aliviados de tener profesores con ellos. Incluso si podían luchar en contra de ellos, todavía eran jóvenes y lograban tener algo de alivió al tener a dos profesoras, sobre todo alguien tan responsable como Hayashi Kyouko.

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Todo el grupo corría, maldiciendo todo esto. De un momento a otro, un solo golpe y el eco resultante, atrajo a todos los muertos vivientes hacía ellos.

"¡No! ¡No puedes correr hacía el!", Saya agarro el brazo de otro estudiante, Naomi. 

Naomi sacudió la cabeza con tristeza, corriendo hacía Takuzo, su novio, quien había sido atrapado entre todos ellos.

"¡No!... ", Saya grito sin poder entender. "Por que... "

Saeko tomo de su brazo y la tiro, pero se detuvo de repente, llamando la atención del grupo. Todos miraron hacía la dirección de su mirada, justo a tiempo para ver a alguien saltar hacía el centro de la pequeña horda, salvando a Takuzo y Naomi de sus muertes inminentes.

"¡Genzo!", Kyouko exclamo sorprendida y aliviada.

"¿Murakami-senpai?", Rei y Takashi preguntaron con dudas, pero sus bocas se abrieron en estado de shock por lo que ahora estaban viendo. Cuando Genzo saltó justo en medio de la horda, corto con su espada en un circulo, cortando las cabezas de diez muertos vivientes de una sola vez, finalizando al envainar su katana.

Genzo se encorvo hacía delante, sus ojos colo purpura con un pequeño tono rojo, cambiaron por completo. Esos ojos profundos de color purpura... se volvieron un mar de sangre. Su rostro sin emociones que todos habían visto antes, ahora tenía una sonrisa feroz.

"¡He!... ", soltando una pequeña risa, saltó, cortando otro pequeño grupo de una sola vez. Cuando su movimiento termino, movió de inmediato su espada mientras seguía dando un paso a la vez, uniendo cada uno de sus movimientos mientras avanzaba.

Naomi y Takuzo solo se quedaron en su lugar, viendo como poco a poco ellos caían al suelo sin moverse, sus cabezas separadas de sus cuellos, formando un charco de sangre con un circulo limpió rodeándolos.

"¡Son simples cuerpos sin mente!", Genzo exclamo con una sonrisa sedienta por batalla. 

"¡No son suficientes!", el giro una vez más, cortando el ultimo grupo de una sola vez. La sangre salpico al ritmo de su espada, siguiendo el movimiento de ella, mientras su sonrisa se unía en una imagen aterradora.

"¡No me satisfacen para nada!"