Genzo estaba sentado con los ojos cerrados mientras comía un poco de Dango. Había llegado a un pueblo y decidió esperar un poco por su objetivo. Desde que se convirtió en un pilar en la organización, habían pasado dos años de forma rápida y, en este momento, necesitaba encontrar a su objetivo.

El miro de reojo la caja que estaba ha un lado de el, en la banca del negoció de Dango. El tenía la paciencia suficiente para esperar, además, la noche estaba genial. Las personas se paseaban por la ciudad, iluminada por las luces, dando un buen ambiente, sobre todo por las muchas parejas que pasaban sonriendo y riendo entre ellas.

Cuando por fin vio la figura que buscaba, se levantó lentamente mientras dejaba el pago por su comida en la banca. El tomo la caja y la coloco en su espalda mientras caminaba hacía la figura, lentamente y sin llamar la atención.

Poco a poco, Genzo se acercó sigilosamente, hasta que estaba hombro con hombro con la persona que buscaba.

"¿Eres Tamayo, verdad?", la mujer hermosa se sorprendió y sus ojos se abrieron alarmados. Como un demonios, sus sentidos eran mucho mayor que el de los humanos, incluso si era más débil que muchos otros, todavía podría detectar a las personas en sus cercanías. Pero para alguien como Genzo, quien había pulido su sigilo, no era demasiado difícil acercarse a ella.

Tamayo relajo su cuerpo y continuo caminando junto a Genzo.

"¿Quien eres, señor?"

"Murakami Genzo, el actual pilar del trueno", Tamayo entrecerró los ojos, pero estaba atenta a cada movimiento de Genzo, o es lo que pensaba ella.

"¿Que quiere un pilar conmigo?", ella pregunto con cautela.

"Se que te gustaría investigar una cura para volver a los demonios humanos una vez más. Tuve un encuentro con Muzan hace un tiempo y, pude obtener algo, más específicamente, su brazo izquierdo"

Tamayo se detuvo y miro en estado de shock a Genzo. Ella desvió su mirada hacía la caja en su espalda y trago un poco. 

"Tengo con seguridad que, ahora mismo, no tengo las intenciones de luchar", dijo Genzo, tratando de tranquilizar a la mujer. No quería que escapara con esta oportunidad, habían muchos demonios que sufrían por ser lo que eran y, darían lo que fuera, darían todo para volver a ser humanos una vez más.

Esto podría llevar a una cura y, eventualmente, disminuir el número de demonios junto a la disminución de poder de la parte enemiga. Genzo era un hombre inteligente y, incluso ahora, cuando tenía la fuerza de luchar en contra de Muzan en su estado actual, no iría hacía el. No, el tenía que disminuir aún más su poder e influencia.

"Sigueme", Tamayo dijo una sola palabra, pero su voz tembló por un segundo. Ella había investigado y analizado la sangre de demonio, pero los de bajo nivel no servían de mucho. Algo como un brazo de Muzan, que tiene muchas células era un regalo del cielo para ella, no había manera que ella negara esta oportunidad, incluso si no llegaba a una cura, se acercaría mucho a ella.

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"¡Tamayo-sama!", Genzo vio al seguidor de Tamayo, alguien del cual no podía recordar su nombre. Y tampoco le importaba mucho.

"¡¿Quien eres?!", el hombre se puso a la defensiva de inmediato al ver la espada y la vestimenta de Genzo. En estos dos años, Genzo había cambiado su vestimenta. Ahora llevaba el uniforme negro de los cazadores de demonios junto a un haori negro sobre sus hombres. Este Haori se lo había regalado Kanae junto a Kanao. Era de color negro oscuro y tenía la palabra trueno en su espalda, junto con rayos de color purpuras en la parte inferior, subiendo hasta casi tocar la palabra.

"Yushiro, no seas grosero con el invitado. El tiene algo muy importante", Tamayo explico pacientemente.

"Murakami Genzo es mi nombre, mocoso"

"¿Mocoso?", Yushiro ya se sentía enojado.

"Por favor.... por aquí, Murakami-san", Tamayo extendió su mano, pidiendo que Genzo la siguiera. El solo asintió y caminaron hacía una habitación tranquila, con una pequeña mesa para té en el centro.

Genzo se sentó y coloco la caja sobre la mesa. Tamayo, quien todavía estaba parada, trago un poco mientras la caja se habría. Y ahí, dentro de la caja, Tamayo pudo ver el brazo.

La extremidad estaba cortada limpiamente y a pesar de que no había sangre, todavía parecía contener liquido vital. El brazo parecía estar en perfecto estado, como si todavía estuviera conectado al cuerpo de Muzan.

"Esto es..... Definitivamente es de Kibutsuju Muzan", Tamayo se sentó lentamente, mirando analíticamente el brazo.

"¡¿Muzan?! ¿Como es eso posible?", Yushiro se acerco, mirando sorprendido la extremidad.

"¿Puedes crear una cura?", Genzo ignoro a Yushiro y pregunto seriamente.

"Todavía no lo se, pero incluso si fallo, el camino se acortaría en muchos niveles", ella dijo exhalando un soplo de aire, tratando de recuperar su compostura. 

Tamayo era una mujer que sufrió, Muzan había matado a su familia y la convirtió en demonio. Había vivido por un tiempo, tratando de encontrar la forma de acabar con Muzan o por lo menos encontrar una cura para la demonización. Entonces, cuando una oportunidad como esta estaba frente a ella, por supuesto estaría nerviosa y llena de expectativas.

"¿Por que querrías hacer esto?", Yushiro pregunto con desconfianza.

"Muzan es algo que debe ser eliminado", Genzo ni siquiera lo consideraba un ser. Para el, Muzan era solo algo que debía ser eliminado y ni siquiera contaba como monstruo. Para Genzo era una aberración de la naturaleza.

"Si su influencia disminuye, sería mucho mejor para nosotros, los cazadores de demonios"

Tamayo asintió.

"Lo tomare y trabajare en ello. ¿Existe una forma de contactarte?", ella pregunto con curiosidad.

"No.... pero visitare cada cierto tiempo", Tamayo asintió, satisfecha con eso. No tenía la intención de negar las visitas de un benefactor como Genzo.

Yushiro tenía una expresión de disgusto al escuchar esto, pero no dijo nada. No iría en contra de Tamayo.

"Te dejare esto en tus capaces manos, Tamayo-san", Genzo se levantó y se inclino un poco. Tamayo estaba un poco sorprendida, pero asintió lentamente antes de inclinarse, devolviendo el respeto dado.

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"¡Tan~ Ji~ Ro~! ¡Espérame~!", Tanjiro suspiro un poco, pero sonrió hacía la persona detrás de el. Parecía cansado y estaba llorando, como si hubiera sido parte de una injusticia.

"¡Tienes que ser más rápido, Zenitsu!", Tanjiro exclamo. Habían llegado para la prueba de entrada en la organización. Genzo le había dicho que lo hiciera, ganaría más experiencia y podría ganar aliados.

En el camino de la prueba, se había encontrado con Zenitsu. Ambos se enteraron que Genzo había sido su sensei y hermano discípulo respectivamente y se hicieron amigos rápidamente.

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"Huuuff", un chico con una cabeza de jabali expulso aire desde la nariz y gruño.

"¡Definitivamente llegare primero!", el grito y salió corriendo hacía delante.

. . .

En otro lado del país, Genzo caminaba lentamente hacía el bosque. Sus ojos estaban cerrados mientras caminaba lentamente, pasando por los árboles cubriendo el cielo estrellado.

"Haa~", con un suspiro cansado, se detuvo al escuchar sonido. El miro hacía la izquierda, desde donde venían los grotescos sonidos de huesos siendo rotos y carne siendo masticada. Genzo camino hacía el sonido y cuando llego, vio un par de demonios comiendo el cuerpo de una mujer.

"Que vista más grotesca", Genzo hablo, alertando a los demonios. Ellos se parecían a humanos normales, pero sus ojos sangrientos se iluminaron en la oscuridad y sus bocas eran mucho más grande de lo normal, casi llegando a sus orejas, mostrando afilados dientes puntiagudos y con pedazos de piel y carne atascados, mientras la sangre caía lentamente por sus barbillas.

"Kaminari no Kokyuu", Genzo entrecerró los ojos y desapareció.

Los demonios solo se quedaron mirando hacía el frente, cuando una linea purpura apareció dividiendo sus cuellos.

"Hekireki Issen", Genzo envaino su espada y las cabezas de ambos demonios cayeron de sus cuellos, dejando que la sangre salpique sus ropas sucias y andrajosas. 

Genzo continuó con su camino, de forma tranquila, restando importancia a los cuerpos dejados detrás. A el no le importaban, ya habían muerto, no tenía por que enterrar a alguien que no conocía.

Podría ser amable, pero no hasta tal punto de sentir pena por cualquier completo desconocido.

Ese no era su trabajo.

"Me pregunto si Tomioka-san tiene tiempo para beber un poco.... ¿De hecho, cuantos años tiene?", Genzo se pregunto con curiosidad. El saco algo desde el bolsillo de su uniforme.

"Mm... solo me quedan cuatro cigarrillos", Genzo suspiro y tomo uno, sacando un encendedor y comenzó a fumar mientras caminaba.

"Oh.... te extrañaba compañero", Genzo suspiro con satisfacción.

"Ahora.... solo tengo que esperar un poco más de tiempo para acabar con Muzan"