2
Siete años después.
Se sirvió su quinto vaso de whisky.
Mientras lo hacía, su fiel asistente Pepper le ayudaba a revisar los cientos de proyectos que debían ser rechazados y aprobados por su firma. Solo aprobaron dos hasta el momento. Era increíble y absurdo pensar que aprobar solo dos malditos proyectos tardarían tres horas. Tres infernales horas en las que se dedicaba a leer estupideces y descartar propuestas que él las tildaba como basura. Pero, aquello no era lo que realmente le fastidiaba a Tony, sino tener que invertir su tiempo en banalidades administrativas que fácilmente Potts podría cubrir. Esto no era su lugar o su trabajo. Todo lo contrario. Su lugar era el taller, las máquinas y los inventos que él creaba. ¡Eso sí! Por lo que, verse atrapado en una oficina, con una asistente y con miles de papeles que inútiles ingenieros redactaron para él, le irritaban tanto que sentía que pronto perdería el control. Sí, agarraría esos insignificantes proyectos y los tiraría por la ventana. Porque ninguno merecía el dinero de Stark Industries. Tampoco, que el mismo sucesor de Howard los leyera. Mas, debía acatar la jodida orden de su padre.
Ya estaba harto.
Harto de Howard Stark, de esta vida y de todos.
Sintiéndose impotente y enojado, Tony lanzó su vaso de whisky contra la pared, asustando a Pepper. —Todo esto es una mierda.
Sin más, el castaño se retiró de su oficina, ignoró cada saludo del resto de sus empleados que aún permanecían en el edificio y se adentró al ascensor. Fue ahí que soltó un largo suspiro, mientras las lágrimas que trató de retener en la mañana finalmente salían. Salían y a montones. ¿Cómo no hacerlo? Si justamente hoy era ocho de mayo. Hoy se cumplía su décimo aniversario con Steve. Dio su mejor esfuerzo por olvidar este día, por actuar imperturbable como acostumbraba desde hace siete años. Pero, era incapaz. Cada uno de los recuerdos que pasó con Steve, el cómo ambos se esforzaban para llegar a tiempo a casa y sorprenderse por su aniversario, no le dejaron en paz. No, esos recuerdos venían a él, le mostraban lo infeliz que era y lo que sería si aceptaba a Doom como su esposo. Ya no podía. Tony ya no podía. Con la mirada borrosa por culpa de las lágrimas, Tony apenas consiguió salir del ascensor para caminar hasta el filo de la azotea del edificio Stark Industries. Necesitaba aire, un aire libre miradas recriminadoras y de juicios antes que acabaran ahogándolo. Así que, teniendo la vista de una caída letal para cualquiera, Tony cerró los ojos y comenzó a contar hasta cien, logrando calmarse después de varios minutos.
"Ya no eres ni la sombra de tu pasado", el castaño se dijo a sí mismo.
Inmediatamente, se sentó en el piso de la azotea y se dedicó a mirar el cielo. Quería tranquilizarse por completo, mas no podía. Volvía a sentirse enojado. Enojado consigo mismo por ser tan patético, por rendirse tan fácil. Él no era así. Él jamás permitiría que lo usaran, que tomaran control sobre su vida y que decidieran sobre sí. Pero, desde esa noche que ese despreciable sujeto lo dejó en coma, perdió sus fuerzas para luchar. Fue por esa golpiza que Howard consiguió apartar a Steve de él, que le hizo sentir culpable de su agresión y que terminó rompiéndole el corazón a Rogers al hacerle creer que él lo odiaba. Lo peor no era aquello, sino que él no se esforzó en buscarlo y en decirle que lo amaba. Él simplemente se alejó de todos los que le recordaban a Steve, en desaparecerse de sus vidas y se empeñó en creer que retomar su vida antes de Rogers era lo mejor para ambos. Al menos, para Steve.
Lo que era su consuelo.
Como parte de su negociación para mantenerse alejado de Steve, Howard accedió a patrocinar la carrera musical de Rogers hasta convertirlo en un gran artista. Así que, pensar que Steve ya cumplió su sueño no era tan descabellado. No cuando sabía bien del talento de Steve. Total, fueron muchas noches en las que Steve le cantaba y le componía nuevas letras, demostrándole su talento. Un talento que tal vez el mundo conocía, pero el que Tony no se atrevía a averiguar. El castaño se sentía un cobarde incapaz de investigar sobre Steve y su carrera. Tenía miedo a que el dolor de no haber estado en ese momento que grabó su primer disco o no haberle felicitado por su primer concierto le superara. Aún más, tenía miedo a que el remordimiento por haber retrasado su carrera le rebasara por completo. Y como a cualquiera. Pues, descubrir que verdaderamente eras el mayor obstáculo de la persona que amabas destrozaría a cualquiera.
Y Tony apenas se hallaba de pie.
—Cancelé tus reuniones de mañana, Tony.
Rápidamente, Stark se limpió las lágrimas. — ¿Tengo reuniones los sábados? No se suponía que mis fines de semana son para el consentido de Howard.
—Me corrijo. —Pepper se sentó al lado de Tony y le tomó de la mano. —Las reuniones son con Doom.
— ¿Así?
—Sí. Doom tenía planeado hacerte partícipe en reuniones internacionales con otros embajadores de Latveria. —Tony bufó cansado. Aún no le daba el sí oficial a Víctor, pero Doom ya se encontraba organizando su posible estadía allá en Latveria. Lo que seguramente Howard festejaba. —Así que, pensé que necesitarías un descanso de todo esto.
—No necesito un descanso, sino un escape, Pepp. —El castaño miró a Pepper. — ¿Qué dices? ¿Nos escapamos? Podemos comprar una casita en el bosque y envejecer juntos.
Pepper sonrió. —Tengo una mejor idea. —Al instante, la pelirroja se levantó y le tendió la mano a Stark. —Y sé que te animará. Pero, apúrate que nos queda poco tiempo.
— ¿Para qué?
—Sígame y lo sabrás.
Teniendo aún misteriosa a Pepper, Tony dejó que Happy los llevara lejos de Stark Industries para regresarlos a la ciudad. El castaño se giró hacia Potts en busca de respuestas, pero solo recibió otra sonrisa. Mientras que, Happy se empeñaba en desafiar a todos los semáforos y autos que se encontraban delante de ellos. Su jefe de seguridad los evadía con rapidez y también los semáforos rojos. Estaba conduciendo en excesiva velocidad, provocando una sonrisa en Tony. Pues, lo que hayan tramando para él debía ser de suma importancia. Demasiada. Porque Happy acaba de conseguirse una papeleta por pasarse el límite en una calle. Preocupado, Tony miró a Pepper y ella solo le pidió que guardara silencio, mientras sacaba su celular y atendía su celular.
—Ya estamos llegando. —Pepper informó y colgó.
— ¿Me dirás qué tramas, Potts?
—Paciencia, jefe. —Happy respondió, mientras se adentraba en una calle clausurada por vallas. Pero, que rápidamente los vigilantes la retiraron para darles libre acceso.
Tony solo asintió preocupado.
La calle y el resto que las continuaban se encontraban solitarias y resguardas por más efectivos y guardias de algún servicio de vigilancia. Lo cual era extraño. El castaño siempre pasaba por estas calles en las noches y jamás las vio con tanta seguridad. Así que, debía haber una persona muy importante acá o algún evento. Por el fuerte ruido que iba escuchándose al igual que los gritos, Tony intuyó que se trataba de un concierto, de un concierto muy esperado en la ciudad.
— ¿Un concierto, Potts? —Tony preguntó decepcionado y hasta molesto. Debía ser una jodida broma: traerlo a un concierto, sabiendo que Steve es un cantante y seguramente ahora daba un espectacular concierto. Ni Howard fue tan cruel. —¿Crees que un concierto me animará justo hoy? ¿En serio?
Pepper no respondió nada.
Hasta que Happy se detuvo.
La puerta de la camioneta se abrió y una voz muy conocida se hizo presente. — ¡Hola, Tones!
—Natasha. —Tony susurró apenas, tras girarse y ver a Romanoff al frente. — ¿Eres tú?
— ¿Quién más podría ser?
Tony se bajó de la camioneta y corrió abrazarla. —Te extrañé.
—Y yo a ti. —Natasha le respondió con una sonrisa, mientras colgaba en el cuello del castaño su pase preferencial. —Ahora sígueme que no llegaremos.
—No...
Natasha sonrió. —Sí, Tony. Debes verlo.
Tomándole de la mano, Natasha empezó a arrastrar a Tony. El castaño se giró hacia Pepper en busca de ayuda. Pero, Potts solo le sonrió para seguido cerrar la puerta de la camioneta e irse con Happy. Eran unos traidores. Unos malditos traidores que amaría, pero que primero asesinaría. Mas, ahora no. Ahora él quería morirse. Vería a Steve y en un concierto. Lo que alguna vez soñó al lado de Rogers se iba a cumplir. Estaba aterrado no solo por volver a verlo, sino por saber cómo Steve reaccionará ante su presencia. Ya no quería seguir pasando por los pasillos y subiendo las escaleras que lo llevarían al escenario. No. Estaba aterrado, aterrado de corroborar el peor de sus miedos. Y ese era que Steve lo odiara. Lo odiara por haberse rendido, por permitir que Howard interfiriera en ambos y por haberse largado de esa fiesta sin escucharlo. Pues, tal vez su historia hubiera sido muy distinta para ambos. O, al menos una en donde el dolor hubiera sido lo mínimo. Así que, totalmente aterrado, Tony se zafó del agarre de Natasha y negó.
No iba a subir a ese escenario.
—Agradezco el intento, Natasha. Pero, dudo que él me quiera allá arriba.
Romanoff tomó aire y se acercó a él con cuidado. —Siete años. Rogers soñó, rogó y esperó por este momento. Y estoy segura que tú también. —La pelirroja volvió a agarrar la mano de Tony. —Así que, deja tus malditos miedos a un lado y vuelve a ser ese Tony que no le temía nada ni a nadie.
Stark no respondió, solo suspiró. —Ese Tony ya no existe.
— ¿Realmente lo crees?
El castaño bajó la cabeza, cerró los ojos y recordó todas las peleas que aún mantenían con Howard. Tal vez, su padre consiguió apartar a Steve de su vida por siete años, pero no consiguió que dejara de amarlo, que pensara en él y que perdiera la fe. Aun cuando no lo reconociera, Tony sabía que la esperanza de volver a encontrarse con Steve, de reescribir su historia y de que volverían a intentarlo, se mantenía viva. Quizás, también ese Tony. Quizás, él seguía ahí. Sí, ese Tony seguía en él y ahora le reclamaba salir, ir por Steve y volver a pelear. Pelear directamente contra Howard, Víctor o contra quien fuese necesario. Era el momento de dejar los juegos, las pequeñas batallas e ir a la verdadera guerra nuevamente. Era momento de luchar por el amor de Steve y por esas promesas que jamás le abandonaron.
Era el momento.
Con lágrimas en los ojos, Tony agachó la cabeza y sonrió. —Tengo miedo de volver a ser feliz, Natasha. —Finalmente, el castaño se sinceró.
Natasha le tomó del mentón y le sonrió. — ¿Entonces es mejor vivir con ese miedo?
—No. —Tony se limpió las lágrimas y le devolvió la sonrisa a la pelirroja. —Lo mejor es luchar, ¿verdad?
—Él te está esperando.
Romanoff se hizo a un lado y dejó que Tony subiera los últimos escalones.
Antes de que pudiera acercarse hacia el grupo de otros de personas con pases preferenciales, Bucky lo atajó. Sin decir nada, Barnes le abrazó fuertemente, le agradeció volver en un susurro y terminó de colocarle un par de tapones en los oídos para seguido abrirle camino entre los seguidores de Steve, dándole así al castaño una vista que creyó solo tenerla en sueños. Porque, después de siete años sin saber de él, Tony jamás imaginó que su encuentro sería en un concierto. En un concierto en el que Steve era la estrella, el cantante que esas miles de personas en el estadio morían por conocer y abrazar. Era increíble. No, asombroso. Lo estaba volviendo a ver y lo mejor que cumpliendo su sueño, entregándose a esa pasión por la música y a esas letras que con tanto esfuerzo compuso.
Las lágrimas no tardaron en aparecer en el rostro de Tony. —Me harás también llorar a mí, Stark. —Bucky trató de bromar, pero solo recibió un codazo de Natasha quien apenas llegaba.
La música se detuvo.
Y Steve caminó hasta el centro del escenario.
Rogers tomó el micrófono, miró a miles de personas que vinieron a verlo e imaginó que, dentro de ellas, se encontraba Tony. Necesitaba creer que su castaño estaba ahí en el estadio viéndolo orgulloso para poder cantar la canción que le compuso para él. Tras largos segundos, Steve sonrió a su público, se robó suspiros y gritos para luego pedir silencio. —Esta canción narra la historia con el amor de mi vida. Así que, esperó que le escuché en donde quiera que esté.
Rogers cerró los ojos y volvió a suspirar.
Mientras, Sam empezaba la tocada de la canción.
Era el momento de Steve.
—I miss the taste of a sweeter life
I miss the conversation
I'm searching for a song tonight
I'm changing all of the stations
I like to think that we had it all
We drew a map to a better place
But on that road, I took a fall
Oh baby, why did you run away?
I was there for you in your darkest times
I was there for you in your darkest night
But I wonder, where were you?
When I was at my worst down on my knees
And you said you had my back
So I wonder, where were you?
When all the roads you took came back to me
So I'm following the map that leads to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Following, following, following to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Following, following, following
Steve alzó su mano hacia el cielo y luego abrió los ojos.
Canto juntó con sus seguidores, sin saber que su castaño estaba viéndolo solo a pasos de él.
—I hear your voice in my sleep at night
Hard to resist temptation
'Cause something strange has come over me
Now, I can't get over you
No, I just can't get over you
I was there for you in your darkest times
I was there for you in your darkest night
But I wonder, where were you?
When I was at my worst down on my knees
And you said you had my back
So I wonder, where were you?
When all the roads you took came back to me
So I'm following the map that leads to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Following, following, following to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Tony no dejaba de sonreír y de llorar al escuchar la letra de la canción. Esta canción era nueva. Él jamás la había escuchado y, por la letra, Steve tampoco la pensó hasta después de esa fiesta. Efectivamente, esta canción los representaba a ambos, a esa fuerza de permanecer juntos y de ir por el otro. Porque ahí estaba él siguiendo a Steve o tal vez Steve a Tony. Stark no lo sabía, solo que moría por hacerle saber a Rogers que estaba aquí. Hasta que Steve finalmente se giró hacia el lado derecho del escenario y pudo ver a Tony. Los ojos de Rogers no le engañaban. Tony no era una ilusión del momento, de la emoción de su concierto. No, Tony estaba ahí parado frente a él, con lágrimas a los ojos y conteniéndose por no ir a sus brazos. Esto debía ser un sueño que no merecía. Sintiendo a sus lágrimas escaparse, a su corazón detenerse y a su voz quebrarse, Steve se acercó a Tony, le tomó de la mano y pudo corroborar que efectivamente estaba aquí, estaba con él.
Su Tony volvía a él.
Podía escuchar la canción que le compuso.
—Oh, oh, oh, ah
Oh, oh, oh, ah
Ye, ye, ye, ah
Ah, ah, mmh, ah
Oh, I was there for you
Oh, in your darkest times
Oh, I was there for you
Oh, in your darkest night
Oh, I was there for you
Oh, in your darkest times
Oh, I was there for you
Oh, in your darkest night
But I wonder, where were you?
When I was at my worst down on my knees
And you said you had my back
So I wonder, where were you?
When all the roads you took came back to me
So I'm following the map that leads to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Following, following, following to you
The map that leads to you
Ain't nothing I can do
The map that leads to you
Following, following, following
Steve acabó con un grito que sus seguidores amaron.
Pero, lo que terminó de enloquecer a sus seguidores fue conocer a ese amor que Rogers tanto mencionaba antes de cantar "Maps".
—Estás aquí. —Susurró Steve aún con incredulidad, mientras sus eufóricos seguidores gritaban "¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!".
Tony acarició el rostro de su rubio y asintió. — ¡Sí! Ahora ve y enorgulléceme, Rogers.
— ¿Prometes que no te irás, Shelhead?
—Ya no habrá ningún mapa que me lleve o el que tengas que seguir, Winghead.
[•] Pd: Es un two shot. Tal vez, pueden encontrar inconformidades solo por leer la versión de Tony. Pero, es que así fue la inspiración. Además, no es un fanfic entero. Ahí sí explayaría completo qué le pasó a los dos por igual y las emociones que sienten.Sin contar que esto solo es la superficie, el momento de su encuentro.Soy consciente de que la vida es más dura. No se preocupen, solo disfruten y si hay huecos que le hacen sentir mal, entonces llénenlos a su gusto. ❤️
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