Rarity corría de un lado a otro por toda su casa, su cabello estaba más desordenado que de costumbre y su cara no tenía una pizca de maquillaje. Estaba buscando sus anteojos, que sólo usaba a la hora de confeccionar ropa, después de pasar por cuarta vez por su habitación se dio cuenta que sus lentes los tenía colgando en el cuello, suspiró y se dejó caer en su cama. 

-¿En qué me he convertido?- Cubrió su cara con una almohada y pataleó. Había estado estresada y presionada desde que vio la convocatoria para el concurso de confección de una academia de Diseño de modas en Manhattan, el ganador obtendría una beca para ir a la prestigiosa academia en el lugar antes mencionado, así que Rarity se puso manos a la obra, diseñando varios vestidos y atuendos, buscando el mejor para entrar al concurso. 

Al sentirse más relajada, Rarity quitó la almohada de su rostro, encontrándose con su gatita Opalescence  al pie de la cama, esperando por su atención, la fashionista se sentó en su cama, sentando a la gatita en su regazo, para luego empezar a mimarla. Unos minutos después se escuchó la puerta abrirse, era Applejack, que llegaba de hacer algunas compras, a petición de Rarity que tenía que seguir trabajando en sus diseños para el concurso. 

La rubia entró a la habitación, encontrándose con su novia mimando a "la bola de pelos", la cual al ver a Applejack se empezó a frotar contra el regazo de Rarity de manera posesiva; Applejack se acercó a darle un beso corto en los labios a Rarity, ella correspondió, y Opal al ver que ya no tenía la atención de la fashionista bajó de la cama y fue a jugar con su ratoncito de juguete

-¿Cómo vas con tus diseños, Rares?- Preguntó Applejack, tomando lugar al lado de su novia, para luego tomar su mano y entrelazarla con la de Rarity.

-Bien... creo- La de cabello morado respondió recargando su cabeza en el hombro de la rubia soltando un sonoro suspiro.

-¿Necesitas ayuda?- Respondió la rubia acariciando el dorso de la mano de Rarity.

-Ahora que lo mencionas... sí, ven- Rarity se puso de pie, jalando a la rubia hasta su estudio, lleno de bocetos, lienzos de tela, hilos y una gran máquina de coser. Rarity tomó una cinta métrica y se puso sus anteojos. Applejack sólo la miraba confundida, pero no decía nada para no estresar más a su novia, la cual rápidamente le tomó medidas y antes de murmurar un casi inaudible "perfecto", tomó un vestido lila y se lo dio a Applejack.

-Póntelo- Applejack casi se ahoga con su propia saliva, tomó el vestido y lo miró de arriba a abajo.

-Anda, Jackie, tú serás mi modelo- Rarity dijo anotando algo en una pequeña libreta, Applejack se sonrojó y suspiró, yendo a cambiarse a su habitación, porque sí, ahora vivían juntas. 

Minutos después la rubia llegó con el vestido puesto, que en su opinión se veía ridícula, ese no era su estilo. Pero en la opinión de Rarity se veía hermosa. La diseñadora tomó la mano de la rubia y la llevó en medio de la habitación donde observó el vestido y empezó a colocar algunos alfileres para ajustarlo al cuerpo de Applejack y ver si le haría algunos cambios o no. Luego se acercó a su novia y acomodó la falda del vestido, para luego salir corriendo a su habitación y volver con unos zapatos altos plateados.

-No, Rarity, no me pondré eso- Applejack protestó cruzándose de brazos. A lo que Rarity puchereó.

-Dijiste que me ayudarías- Rarity soltó los zapatos, y sin quitar el puchero de su rostro miró a su novia la cual suspiró y se sentó en el pequeño diván tras de ella para cambiarse las botas, Rarity sonrió y puso las botas a un lado. Cuando Applejack se puso de pie casi se cae por la altura de los zapatos plateados pero mantuvo el equilibrio. La sonrisa de Rarity se amplió, encontró el vestido perfecto para entrar al concurso. 

-Puedes quitarte el vestido, Jackie, gracias- La diseñadora se puso de puntitas para besar la mejilla de Applejack la cual esbozó una sonrisa y con cuidado se quitó los zapatos y se quitó el vestido en su habitación, entregándoselo a Rarity para ajustarlo. 

Esa misma noche, Rarity tomó algunas fotos del vestido y se inscribió al concurso de la academia de Manhattan. Ahora tenía que esperar cuatro semanas para saber si ganaría la beca o no...

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¡Hola Tannerinos! Volví del hiatus al fin. Perdón por dejarlos así tanto tiempo, no quiero dejar el fic inconcluso, trataré de actualizar en mucho menos tiempo, ¿ok?

Muchas gracias por leer y por sus comentarios. :)