Seven
—¡Yeonjun ven para acá!—le habló un poco alto el pálido mientras perseguía por todo el supermercado al pequeño niño—
Jimin le había encargado ir a comprar algunas cosas, así que tomó un a listita porque él se solía olvidar de las compras fácilmente.
Resulta que tres pequeños habían estado jugando a las escondidas y cuando había subido a su auto y lo puso en marcha, se dió cuenta que en el asiento trasero descansaba una pequeña bolita cubierta con una mantita de Winnie Pooh, como si fuera una mariposa saliendo de su capullo el pequeño se dejó ver y ya era tarde para regresarlo. Así que paró el vehículo, sentó bien a Yeonjun y ajustó su cinturón de seguridad.
Cuando llegaron al supermercado, Yoongi tomaba la pequeña mano de Yeonjun para que no se escapara.
Fue cuestión de revisar un rato la lista y Yeonjun había salido corriendo directamente hacia el enorme local.
Entró en pánico, rápidamente le puso el seguro al auto y persiguió al pequeño escurridizo.
—Te atrapé—alzó al niño por los aires mientras reía—¿Ya está?—le preguntó y como respuesta obtuvo a un Yeonjun aferrándose a su cuello—Okey, vayamos por un carrito—
Agarró un carrito y empezó a conducirlo por cada sección en dónde estaban los comestibles que le pedían en la lista, tenía una pequeña sillita para bebés y después de tanta insistencia, Yeonjun por fin se dignó a sentarse.
De a poco iba llenando el carrito con lácteos, carne, frutas y verduras, lo usual que solían comprar cuando solo eran ellos dos pero como ahora eran más, estaba agregadas varias cosas como cereales de colores y formas llamativas, ramen para Taehyun, galletas de chocolate, vainilla o surtidas y alguna que otra botana pero las escondían hasta el fin de semana que era cuando podían comerlas.
Sinceramente a Yoongi hacer las compras no era algo que le entusiasmara mucho, se aburría en el momento en el que llegaba hasta en el momento que estaba esperando en la larga fila para pagar pero no se la había hecho tan denso ese momento porque Yeonjun lo estuvo distrayendo con varias tarareadas con su tierna y suave voz, haciendo muecas graciosas y el mayor las imitaba haciéndolo reír.
—Me gustaría venir a hacer las compras contigo más seguido—
—Aaah—inhaló impresionado mirando hacia un lugar desconocido mientras sus ojitos brillaban por las luces del lugar—
—¿Qué pasa, cariño?—le preguntó acercándose—
—¡Miel!—apuntó hacia el lugar desconocido y resultó ser una estantería con embaces de miel—¡Quiero!—
Decidió hacerle caso a Yeonjun y se acercó para agarrar una miel cualquiera pero a cambio de eso recibió un reproche del menor.
—¡No!—hizo un puchero—Quiero osito—señaló entusiasmado un pote de miel en forma de un oso—
—Bien, tranquilo—agarró el pote correcto y se ganó la sonrisa del pequeño—¿Llevamos dos?—le preguntó—
Yeonjun sintió que con esa pregunta le habían regalado el universo completo, cuando Bogum podía comprarle algo, solamente podía comprar el envase pequeño y solamente uno. Sus ojitos volvieron a brillar al escucharlo y rápidamente asintió recibiendo gustoso a sus dos ositos de miel.
—Gracias Gigi hyung—sonrió demasiado contento—
El mayor solamente sonrió emocionado con el apodo.
—Bin—llamó Huening a su hermano mayor mientras no despegaba su vista de la televisión—
—¿Qué?—le preguntó embobado mientras estaba mirando Olivia—
—Siento que nos estamos olvidado de algo—
—¿De qué?—
—No lo sé—
Hubo silencio por un tiempo y lo único que se escuchaba era la canción con un personaje de una cerdita bailando.
—Jimin hyung—escucharon la voz de su hermano mayor yendo hacia la cocina—
—Dime, cariño—se hizo presente la voz de Mimi Hyung—
—¿Viste a Yeonjun?—preguntó y los menores abrieron los ojos en grande—Porque pensé que estaba en su habitación y no está—
—¡Nos olvidamos de Yeonjun!—susurró desesperado el mayor—
—Te dije que teníamos que ir a buscarlo en vez de ponernos a jugar—regañó el pequeño—
—Descuida, fue con Yoongi a hacer las compras—
—Ah, está bien—
—Tramposo, le dijimos que a fuera no se podía esconder—dijo con un tono molesto Bin por la traición de su hermanito—
—¿Ustedes que tanto murmuran ahí?—dijo Bogum con una voz autoritaria—
—Dejamos a...— Soobin no pudo terminar su frase porque Tae se encargó de taparle la boca—
—Estamos compitiendo sobre quién es mejor, si Olivia o Peppa pig—sonrió—Bin dice que Peppa pero obviamente no sabe lo que es bueno—sonrió—
Gum los miró extrañado, de no ser porque Jimin lo llamó ya hubiera descubierto todo.
Taehyun se caracterizaba por hablar demasiado y ser muy lengua suelta, por lo que siempre termina diciendo la verdad de alguna forma u otra.
—Estuve pensando algo—le dijo el mayor mientras se colocaba un mantel color negro—Puedo hacerle formas a la comida para que los pequeños coman ¿Qué te parece?—
Sinceramente la idea no era tan terrible, conociendo a Taehyun y a Hueningkai, Bogum estaba un cincuenta porciento seguro de que iban a comer con ese método.
—No es mala idea—sonrió—
—¿Quieres cocinar conmigo?—le preguntó el mayor sonriente como siempre—Debe de admitir que se emocionó demasiado con esa pregunta, obvio que quería, siempre quiso aprender o de alguna forma ser como un aprendiz en la cocina pero su padre y su madre nunca estaban así que lo único que él hacía era recalentar comidas compradas.
—¡Sí!—gritó como un niño—Sí, por favor—
—rió ante la tierna reacción—Bien, vayamos preparando lo básico mientras esperamos a que vuelvan con las compras—le dijo mientras ataba su delantal—Usa el delantal de Yoongi, está allá colgado—le señaló un perchero de la cocina en dónde el castaño colgaba su delantal y en ocasiones cuando su marido era el que cocinaba colgaba el de él—
—Mimi, te traje las cosas que me pediste—llamó Yoongi a su esposo mientras dejaba las bolsas en la cubierta—
—Gracias—le sonrió, iba a darle un pequeño beso pero estaban los niños, -que se habían unido para ser pequeños cocineros- y Bogum—¿Y Yeonjunie?—preguntó mirando hacia atrás a ver si había algún rastro del pequeño—
—Ahí viene—apuntó a la entrada de la cocina y venía un Yeonjun muy feliz con sus dos osos de miel—
—¿Por qué a él le compraste algo y a nosotros nada?—saltó Soobin con los brazos cruzados haciendo un puchero—
Bogum iba a regañarlo, no le gustó mucho el tono que usó para el mayor pero no pudo porque en seguida Yoongi lo corrigió amablemente al pequeño y después le mostró que había traído las galletas favoritas de Bin y los cereales de colores que le gustaban a Hueningkai.
—¡Galletas! Bin quiere galletas—habló en tercera persona mientras se acercaba peligrosamente a ese paquete—
—Bin no come galletas hasta después de almorzar—le dijo el pálido agarrando el paquete y guardándolo en la alacena—
—Nooo—dijo dramáticamente mientras se arrodillaba en el piso—
—Yeonjun, dame los ositos que los vamos a guardar—le dijo el mayor al pequeño, que se aferró más a sus ositos—
—No—frunció el ceño tiernamente mientras hacía un puchero—
El mayor tiro un pequeño suspiro y realizó una mueca. Se agachó para estar a la altura del pequeño para así poder susurrarle.
—¿Y si los escondemos?—habló bajo—Así nadie los encuentra—mientras le guiñaba el ojo—
Yeonjun hizo un gesto característico de él al abrir sus ojitos y su pequeña boquita.
Miró a su alrededor y todos lo estaban mirando, así no podía esconder bien a sus ositos.
—Ve a esconderlos, yo los distraigo—
El menor asintió rápidamente y se dispuso a buscar un lugar en la cocina para esconder sus más preciados tesoros y Yoongi se quedó cerca su su esposo.
Obviamente los más pequeños no le siguieron el juego, pero Jimin se encargó de distraerlos.
—Bin ¿Quieres empezar a lavar la lechuga?—le preguntó su Hyung Jimin para distraerlo—
—¡Sí!—respondió emocionado—
Los más pequeños estaban parados cada uno en una silla debido a que por su estatura no alcanzaban a la pileta para poder lavar los vegetales.
Taehyum y Hueningkai estaban emocionados porque Jimin les dijo que ellos podían hacer formitas a su comida, el mayor le mostró varios moldes para darle forma al arroz. Bin se emocionó al ver a una ballena y obviamente fue el primer molde que se guardó para él, mientras que Huening se agarró el primero que vió.
Mientras tanto Bogum controlaba a que el arroz no se pasará tanto para poder dárselo a los pequeños.
—Ya los escondí—le susurró al mayor tirándole suavemente del pantalón—
—Muy bien—sonrió al ver lo adorable que se veía Yeonjun—
El niño llevó uno de sus deditos a su boca soltando un "Shhh" y Yoongi repitió la acción para dejar satisfecho a Yoongi.
—¡Bin!—gritó Yeonjun al ver a su hermano mayor pasar por la cocina—
Soobin como reflejo y costumbre, alzó al menor mientras le sonreía.
Los mayores miraban por primera vez la sonrisa de Soobin o por lo menos que no sea una sonrisa sarcástica o burlona como siempre le muestra a ellos dos.
—Fui al supedmecado con Gigi Hyung—apuntó al mayor pero Soobin no volteó—Te trajimos el jugo de sandía y las galletas de chocolate que te gustan, solamente para tí—sonrió—
—¿Quieres cocinar con nosotros?—le preguntó Jimin con un aura algo insegura por la respuesta del menor—
—No, está bien—rechazó inmediatamente—Iré a mí habitación—
—¡Vamos a hacer comida de animalitos y vamos a comer en la sala Binnie!—le dijo su hermano Tae muy emocionado—
—¡Sí y vamos a ver una película!—le siguió Huening—Bogummie se queda, tú también quédate—le pidió—
—No, no tengo hambre—bajó a su hermano—Sigan con lo suyo, yo me voy—
Soobin sin más se marchó dejando a los mayores un poco desanimados, pero sabían que tenían que darle su tiempo para que pudiera acostumbrarse y a la vez no ser tan encimosos. Bogum al notar que su ánimo bajó decidió interponerse y decir:
—Descuiden, él es así con las personas nuevas, con el tiempo va a...—no pudo terminar porque una voz infantil se interpuso—
—Mentira, Binnie no es así con casi nadie y cuando hablo con él me dice que él a ustedes los odia—dijo inocentemente—
—Taehyun—regañó Bogum—
—¿Qué?—preguntó confundido—Los odio, ellos no son mis padres como para que me digan que hacer—dijo mientras hacía un intento de voz grave—Estábamos todos ahí ¿No te acuerdas?—
Los tres lo miraban con el ceño fruncido y Tae no captaba que tenía que callarse.
—Perdón...—pidió el pelinegro algo avergonzado—
—Descuida, cariño, lo entendemos—sonrió el castaño—¿Ya está listo el arroz?—preguntó y el menor asintió—
Soobin se encontraba recostado en la habitación mientras tarareaba la canción que estaba escuchando.
Cómo estaba con los auriculares a todo volumen no escuchó que tocaron más de dos veces la puerta.
—Soobin—lo llamó Jimin tocando su hombro y el menor pegó un pequeño salto por el susto—Toque pero no me respondías entonces entré—habló algo nervioso—
—¿Qué quieres, Jimin?—le preguntó mientras se sacaba los aparatos de sus oídos y se reincorporaba—
—Como no comiste te traje lo que te prepararon tus hermanos—
Vió mejor que Jimin traía una bandeja que en sí traía un gran plato con cabezas de animalitos hechas de arroz y decoradas con varios vegetales, luego como postre tenía sandías recortadas en forma de corazón.
Inconscientemente sonrió por la ternura, al imaginar que eso lo habían hecho sus hermanitos, obviamente estaban algo mal hechos pero a sus ojos eran muy hermosos. Después se dió cuenta de que había un pequeño conejito y ahí supo que lo había hecho su hermano mayor.
—Gracias—se limitó a decir—
—Bin, escucha—a penas dejo eso y el menor ya sabía que se venía un gran sermón. Ya conocía las tácticas de los adultos—Me gustaría que nos llevemos bien, quiero saber las cosas que te gustan, las que no, las cosas que sé por tí, las sé porque me las cuentan tus hermanos—tomó aire—Yo no planeo obligarte a que me veas a mí o a Yoongi como padres, solamente quiero que entablamos relación y...—
—Que bueno que no quieres eso—interrumpió con una de sus sonrisas sarcásticas que Jimin odiaba—No necesito ni tu pena ni la de tu marido—
—No les tenemos pena ni a tí, ni a tus hermanos—aclaró—Solamente queremos que estén en un ambiente seguro—
—Yo estaba bien en mi casa y cierra la boca porque tú no sabes nada de mí o de mis hermanos—frunció aún más el ceño—Ya no veo la hora de que mi mamá esté libre para poder irnos con ella—
Jimin no iba a mentir, las palabras del menor lo estaban dañando.
—¿Estás muy enojado?—lo miró—¿Sabes que si te guardas todo el dolor y la tristeza, eso hace que estés mal y te manifiestes así?—
—Tú no sabes nada—le dijo con un tono molesto—Salte, ya no estoy de humor para verte la cara—
Decidió hacerle caso y se retiró de la habitación, no quería seguir presionándolo.
Yoongi se despertó a mitad de la noche porque su estómago le rogaba y suplicaba por un bocadillo.
Se levantó con cuidado de no despertar a su esposo, que dormía tranquilo a su lado.
Estaba algo dormido así que se alteró cuando llegó a la cocina y sintió algo super pegajoso en su pie. Rápidamente prendió la luz y se dió cuenta que había muchos rastros de miel por todo el piso.
—Honey, no, no—lo alzó y lo sentó cerca de la pileta en dónde se lavaban los platos—Pequeño, estás todo pegoteado—sacó sus manos y estaban manchadas con miel—se acercó a una parte en dónde guardaban algunas cosas de limpieza—Quédate ahí—el menor asintió y siguió comiendo—
Yoongi agarró unos trapos, los mojó en agua caliente y comenzó a pasarlos por las partes en dónde estaba esa espesa sustancia.
Luego de que terminó enjuagó los trapos porque no los iba a dejar ahí todos sucios.
—Ya está—miró a Yeonjun y ya tenía el pote vacío—¿Terminaste?—sonrió—
—No te puedo dejar así todo sucio—aclaró—Vamos a bañarte—lo alzó pero lo mantuvo lejos para no mancharse él—
Llegaron al baño y sentó a Yeonjun en el retrete y como era pequeño, sus piernitas quedaban colgando en el aire.
—Quédate aquí, iré a buscarte ropa—
—Oki doki— dijo de una forma infantil y moviendo sus piernas.
El mayor sonrió y fue a la habitación que Yeonjun compartía con sus hermanos mayores, trató de ser lo más sigiloso posible, con cuidado que Taehyun no se despertara y tenía más cuidado por él porque Hueningkai estaba en el quinto sueño.
Abrió con cuidado el placar de la parte de Yeonjun para poder sacarle una ropa para dormir y también una ropita interior.
Ya tenía todo así que cerró el mueble con el mismo cuidado y cuando estaba a punto de salir vió como Tae con los cabellos despeinados, se levantaba bruscamente para quedarse sentado en la cama.
Se quedó quieto como si fuera una estatua.
Tae miró directamente al mayor y eso lo puso más nervioso.
—Bah—soltó con una voz finita antes de tirarse nuevamente a la cama y dormirse—
Suspiró aliviado y salió de la habitación. Tae solía decir palabras o hacer ruidos sin sentido a veces cuando dormía.
Llegó al baño y Yeonjun estaba de la misma manera como lo había dejado, no se movió de su sitio.
—Eres obediente—hizo un a mueca y se acercó al pequeño quién le sonreía—Vamos a sacarte la ropita, ven—
Yeonjun alzó los brazos para que el mayor le quitara su remerita y así hizo hasta quitar todas las prendar del pequeño, lo sentó en la tina y al dejar que el agua salga. Eso se ganó la tierna expresión de sorpresa de Yeonjun.
—Papi, mira, agua—apuntó
Había quedado en trance.
¿Acaso le había dicho "Papi"?
Sentía que iba a desmayarse, no podía explicar lo feliz que estaba.
Hizo lo posible para que su sonrisa no saliera muy a flote pero no lo pudo controlar.
—¿Cómo me dijiste?—Yeonjun al escuchar esa pregunta no tardó en formar una expresión triste y con ojitos de cachorro—No, no, no, cariño no te pongas así—llevó sus manos a los cachetitos del menor—
—No te enojes papi—
—No me enojé—le mojó el cabello para lavarlo—Vamos a lavarte el pelo ¿Cómo es que te manchaste de miel ahí?—
El baño había terminado rápido pero Yeonjun quería seguir en el agua tibia jugando y el pelinegro no se podía negar a esa carita tan adorable. Ya cuando el pequeño empezaba a quedarse dormido, Yoongi lo sacó envolviéndolo con un a toalla, lo secó, lo vistió y ahora estaba sentado en su regazo mientras el pálido le pasaba el secador de pelo.
Yeonjun ya estaba dormido con la cabeza apoyada en el ancho hombro de Yoongi, él lo llevó a su habitación y lo recostó en su cama.
—Mmmg—se quejó el pequeño—
—Ya, pequeño, duerme que mañana tengo que ir a trabajar—le susurró mientras lo arropaba—Hasta mañana, Honey—le dejó un besito en la frente—
—Hasta mañana, Papá—
El pequeño se dió vuelta y se durmió, mientras un muy emocionado Yoongi salía y daba pequeños saltos en el pasillo.
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