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No tardaron mucho en mudarse, la casa ya estaba pintada y en excelentes condiciones pero seguramente Jimin con el tiempo la decoraría a su gusto.
En lo que sí no sé pudo resistir fue en la habitación de los niños, le fue preguntando a la señorita Bae cuáles eran las cosas favoritas de los pequeños, tales como colores, juguetes o algún dato que le la pueda dar para hacer de esa habitación un espacio en dónde se sientan cómodos.
Se enteró que a Gyu le gusta dibujar, a Bin amanecer con el sol y que a Hueningkai le gustaba dormir mucho, así que él junto a su esposo, bueno, más que nada Yoongi, Jimin solo dió la idea.
El mayor tenía unos contactos y pudo ponerse de acuerdo con un amigo para que le pudiera dar una cama que ya no era ocupada; era estilo cucheta, la diferencia era que en vez de abajo tener una cama, tenía un escritorio con el espacio suficiente y por supuesto tenía una escalera cómoda para que Taehyun pueda subir y bajar, al costado izquierdo que era en dónde iba a dormir Yeonjun era en dónde la luz del sol casi ni llegaba así que podía dormir tranquilo y por último está la cama de Soobin que se encuentra al costado derecho; al frente hay una ventana con unas cortinas para que el pequeño se pueda despertar con la luz del día.
Cuando ya las camas estaban armadas y pintadas, Jimin comenzó a decorar toda la habitación. En la parte de Beomgyu decoró con distintos tonos de azul, las frazadas de su camita eran de un color azul cielo que tenía el diseño como si fueran olas de mar; para decorar colocó peluches de ballenas porque le habían contado que al menor le encantaban, abajo, en si escritorio había agregado unas libretas y distintos lápices de colores para que pudiera dibujar y si le antojaba hacerlo a la noche, tenía una lámpara que le alumbraba lo suficiente.
En la parte de Hueningkai, Jimin había puesto todo con tonos de verde, la frazada era de color verde claro con manchas de un tono más oscuro y para que la cama no quedara tan triste, le agregó dos peluches. También se había encargado de elegir una almohada súper suave y cómoda, cerca de la cama colocó una luz de noche por si el pequeño tenía sueños malos.
Por último en la parte de Yeonjun tenía tonos de amarillos. La cama tenía el mismo diseño que la de Soobin, la parte de sus estantes también estaban vacíos, su acolchado era de un color amarillo y tenía pequeñas líneas de un color café, también tenía peluches de ositos encima de la cama.
Debajo de la ventana se encontraban unas cajoneras cada una de un color distinto para que los niños puedan distinguir cuál le pertenece a quién.
—Ah—suspiró, su cara junto a sus manos estaban manchadas de pintura—Ya terminé—se dijo a sí mismo—
—Mimi—llamó su esposo entrando a la habitación—Oh, que lindo, amor—se impresionó al ver el cuarto—
—¿Te gusta?—lo miró y Yoongi no pudo evitar morirse de ternura al verlo todo manchado de pintura—Mira, aquí en la madera dibujé unas ballenitas, en la parte de ranitas y en la parte de Tae abejitas—dijo señalando cada parte—
—Está hermoso, cielo—abrazándolo por la cintura—
—Es porque usé platillas—confesó mostrando unas plantillas de los animales que pasado a las madera—
—Ay Jimin, pero que engaño—
—Sabes que dibujar no es mi fuerte, amor—se excusó—¿Cómo quedaron las habitaciones de Beomgyu y Soobin?—
—Ven a verlas—
Jimin fue entusiasmado a ver las habitaciones, él no tenía pensado algo súper "Wow" porque Beomgyu y Soobin ya era adolescente y tal vez ya no les gustaba que le anden organizando las cosas, así que simplemente se limitaron a poner lo necesario como una cama, estantería y un escritorio. Así en las dos habitaciones.
—Están perfectas—
—¿Seguro?—le preguntó—¿No quieres agregarle algo?—
—No, ellos ya son grandes y lo más seguro es que odien que le decoren la habitación—le hizo una mueca al mayor—Para cuando vengan, les preguntaremos como las quieren, por ahora dejemos todo así—
—Bien—pausó—Mañana iremos a buscarlos—
Los dos estaban con una mezcla de emociones, tenían miedo, felicidad, emoción y nervios.
—Sí, mañana ya vienen—dijo mientras movía nerviosamente sus manos—
—¿Estás nervioso?—
—Sí, demasiado—dijo de una manera rápida pero entendible—
—Yo también—
—¿Ya tienen todo preparando para mañana?—preguntó Beomgyu mientras le colocaba el pijama a Yeonjun—
—¡Sí!—dijo alegre Taehyun mientras saltaba a su bolsa, que era en dónde tenía sus pertenencias—
—Tae no hagas eso—le dijo Beom mientras buscaba algo—Ahg—se quejó—Soobin ¿Viste mi celular?—
—Aquí—sacó el aparato del bolsillo de su campera—Te lo guardé para que los peques no te lo toquen—
—Gracias—dijo alargando la "A"—Yo ya tengo todo preparado—
—¿Le preparaste las cosas a Junnie?—le preguntó a Soo—
Los más grandes se habían dividido las tareas, Taehyun tenía que organizar todas sus cosas y las de Kai, Soobin las suyas y las de Yeonjun, mientras que Beomgyu solamente se tenía que organizar su ropa porque ya era un niño grande.
—Sí, su bolsa está aquí junto a las demás—
Cada uno de los cinco tenía una bolsa de consorcios en dónde estuvieron guardado su ropa, habían ido recolectado ropas que eran donadas y por su puesto las prendas que eran de su pertenencia.
—Perfecto—dió un pequeño aplauso—Pequeños ya vamos a dormir—habló para los más pequeños—
—Yo te hablaba así cuando eras pequeño—rió—
—Como sea—sonrió pero leve para que el mayor no se diera cuenta—Buenas noches—
En esa casa, en que estuvieron algunos meses los cinco dormían juntos en una cama grande, igualmente la habitación no era tan amplia por lo que se les dificultaba pasar por los costados.
Habían pasado por varias casas en estos últimos meses y no eran su hogar soñado pero por lo menos tenían un techo y comida.
Las personas que ahora los estaban cuidando eran dos señores totalmente malhumorados, se la pasaban quejándose todo el tiempo.
Beomgyu les estuvo ayudando en las tareas de la casa, lo tenían como si fuera un Ceniciento como le decía Taehyun, Soobin le daba una mano cada vez que lo mandaban a hacer tantas tareas, luego se sumaban los otros tres pequeños y terminaban haciendo todo ellos cinco.
—Por fin nos vamos de este lugar feo—dijo Taehyun mientras se recostaba—
—Sí y nos iremos con otros desconocidos, genial—dijo sarcástico el mayor—
—No empieces con tu humor, Soobin—lo retó Beom
—¡Ya duérmanse, mocosos!—gritó un hombre que los cuidaba junto a su esposa—
Por el fuerte grito no pidieron evitar encogerse entre las mantas para luego verificar de que el hombre no viniera a regañarlos.
—Okey, ahora sí, a dormir—susurró—
Beomgyu no se durmió hasta que todos sus hermanos estén en el quinto sueño. El primero en dormirse fue Yeonjun, el segundo fue Taehyun, luego Hueningkai y Soobin fue el último, pero era el que tenía el sueño más ligero, así que estuvo esperando un rato largo para que el menor esté profundamente dormido.
—¿Cómo se sienten?—preguntó la señorita Bae a la pareja—
Ambos no supieron que responderle, habían estado con ese torbellino de emociones desde ayer, simplemente no las podían controlar, tenían tanto miedo pero a la vez estaban tan felices.
Estaban dentro del auto, mientras miraban la casa en dónde se encontraban los chicos. Ya era hora de ir por ellos así que el matrimonio junto a la asistente social salieron del auto, llegaron hasta la entrada y tocaron la puerta. Tardaron cinco minutos en abrir, era un señor que ya se veía algo mayor, más o menos cerca de los cincuenta.
—¿Qué quieren?—fastidiado—No aceptamos caridad—
—No, no, señor—habló Bae—¿Me recuerda? Soy Bae Joohyun la asistente social de los niños—
—Ah sí, pasen—les dejó el paso—Que bueno que por fin eligen a estos mocosos, son un dolor de cabeza—
Jimin y Yoongi se miraron extrañados, les sorprendía que ese hombre tenga tanta valentía de hablar así de los niños en frente de la asistente social.
—Ya voy, ya voy—habló un chico pelinegro mientras levantaba rápidamente las ropas de su hermanito—
—Beom—lo llamó Bae—
Levantó la mirada y se encontró con la asistente social, que ya conocía y con dos hombres, a la primera vista se les hizo una pareja muy encantadora.
—Hola—saludó algo temeroso—
—Hola, Beomgyu—saludó amable, Jimin—
—Dejen que les avise a los demás y...—
—¡Beomgyu!—lo llamó una voz femenina—¡Ven a ayudarme a lavar los platos!—
—suspiró y volteó los ojos—Ya voy, señora—dejó la ropa en un rincón de un sofá y fue hasta la cocina—
—Okey, yo tomaré las pertenencias de los niños y las llevaré al auto—dijo Bae mientras tomaba las bolsas en dónde se encontraban las ropas de los pequeños—El señor Park los va a llevar a ver a los demás niños—
—Síganme, por acá está su habitación—
Los tres subieron hasta que llegaron a una puerta, el señor Park la abrió y se encontraron con otro pelinegro que estaba recostado en la cama y escuchaba música con unos auriculares.
—Hey, Taehyun—lo llamó y el menor pudo escucharlo y lo miró con una expresión no muy amigable—No me mires así, mocoso y saluda—vió que tenía puesto calzado arriba de la cama—¿Qué te dije sobre los pies en la cama?—
—suspiró pesado y volteó los ojos molesto—Hola—dijo con fastidio y volvió a mirar su aparato—
Los tres salieron de la habitación y se dirigieron a un patio pequeño, en dónde jugaban tres niños.
—Ahí están los más pequeños—señaló el hombre—Los dejó para que los conozcan—el hombre se retiró—
Los veían jugar y se miraban muy tiernos, los trenes estaban sentados en una pequeña calesita para niños pequeños, Kai, quién tenía un chupetín en la boca, cargaba a Yeonjun mientras ayudaba a Soobin a mover el volante haciendo que el jueguito gire.
—Deberíamos acercarnos—le dijo susurrando Jimin a su esposo—
—Sí, pero recuerda que tenemos que ser sutiles—con el mismo tono—
—¿Cómo nos acercamos entonces?—
—Tae ¿Quienes son?—se escuchó una voz infantil, que provenía de Hueningkai—
—Ay mierda—susurro bajo el castaño—Okey, amor, vamos—ambos se acercaron despacio a los niños, Soobin y Hueningkai los miraban con algo de miedo, menos Beomgyu que ya los había conocido—Hola pequeños—
—¿Quiénes son?—preguntó Hueningkai—
—Yo soy Jimin—
—Y yo soy Yoongi—miró al pequeño que estaba en el regazo de Soobin—Hola, ¿Te acuerdas de nosotros, Tae?—
—Hola—saludó tímido y sonriente—
—Y...¿A qué juegan?—
—Venía a decirles que ya está todo listo—dijo mientras mantenía el equilibrio—
Ambos asintieron y vieron a los menores irse.
Abrieron la puerta de la casa y los chicos fueron pasado de a orden.
Los menores miraban todo a su alrededor, la casa era muy linda, estaba ordenada, estaba cuidada y daba la sensación de que era un lugar seguro.
—Linda casa—dijo Beomgyu para romper el silencio—
—¿Ustedes son millonarios?—preguntó Taehyun con su inocencia—Porque esta casa es muy grande—mirando de arriba a abajo cada rincón—
—No—rió el pelinegro—Nos pagan bien en nuestros trabajos pero no es que seamos millonarios—contestó algo nervioso y su esposo al notarlo, habló—
—Bien—dijo el castaño—¿Quieren ir a ver sus habitaciones?—
Beomgyu respondió con un amable "Claro" Soobinn alzó los hombros y los más pequeños se emocionaron y comenzaron a repetir "Sí" varias veces, mientras saltaban.
Los hermanos más grandes, estaban cada uno apoyado en cada lado del marco de la puerta. Beom miraba maravillado también, le encantaba ver a sus hermanos felices y Soobin sintió enternecerse por un momento al ver el empeño y cada detalle que le pusieron a la habitación.
—¿Puedo poner mi ropa aquí?—preguntó Hueningkai mientras señalaba un armario que estaba dividido en tres partes—
—Claro, cariño, luego organizamos en dónde poner su ropa ¿Sí?—
KAi asintió con una sonrisa y fue a ver los demás rincones de la habitación junto a sus hermanos.
Ahora era el tierno de ir a ver las habitaciones de los adolescentes.
—Las habitaciones de ustedes son algo simples, como la nuestra—confesó el más alto—
Los dos les estaban hablando desde a fuera mientras veían a los chicos recorrer cada uno en su habitación. Las habitaciones eran vecinas así que se les hacía fácil verlos a los dos.
—Pero pueden arreglarla como quieran—dijo Jimin—Si quieren la pintamos o...—
—Tranquilo señor Jimin, está bien así—lo calmó el menor—Gracias, es muy linda la habitación—
Ambos estaban a punto de formar una sonrisa pero fueron interrumpidos por Beom.
—Yo quisiera cambiar algo—mencionó el otro—
—¿Qué te gustaría cambiar, cariño?—habló el castaño, nervioso—
—Soobin—corrigió, no iba a permitir que un par de extraños lo llamen con apodos—Y...¿Tienen pintura negra? Me gustaría pintar las paredes, odio el blanco—frunció el ceño en forma de disgusto, sus expresiones llegaban a asustarlos, era demasiada seriedad—
—Sí, por supuesto, Bin—le dijo Yoongi antes de ser interrumpido—
Y nuevamente Yoongi se sintió intimidado, un hombre de treinta y cinco años se sentía amenazado por un adolescente de catorce.
—Bien, Soobin—dijo Jimin—Mañana veré si en mi trabajo tengo pintura negra—
—Okey—soltó—
Sintió a la mirada de su hermano por poco quemándole el perfil, así que se dedicó a mirarlo y el mayor le hizo un gesto y ya sabía a lo que se refería.
—Gracias—dijo como si no tuviera ningún tipo de emoción. Les dedicó una última mirada y se encerró en la habitación dando un portazo un poco fuerte—
—Lo siento—se disculpó el menor—Él por lo general no es así—
—Descuida, lo entendemos—
—Así que...¿Beom?—le preguntó el pálido porque había escuchado a los hermanitos pequeños llamarlo así—
—Ah, sí—sonrió—Beom es mi apodo, Bin un vez cuando era pequeño me llamó así y bueno, el apodo se quedó—hizo un mohín con su boca—Iré a guardar la ropa de los niños—
—No te preocupes, nosotros los íbamos a ir a ayudar—hizo un gesto con sus manos para detenerlo—Tú puedes ir a guardar tu ropa—
—No, no—eso por poco había sonado como una súplica—Yo los ayudo, no sé preocupen—
Vieron como Beomgyu iba rápidamente a la habitación de los niños y escucharon unos gritos de felicidad cuando el mayor entró.
Definitivamente no iba a ser fácil, pero harían y darían todo para que esos chicos fueran felices o bueno, por lo menos en el periodo en que que estén con ellos.
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