-Deja de ver la hora, Marinette-me regañó Alya.

Bajé el celular a mi regazo.

-La encargada esta tardando mucho-me expliqué.

Y era la verdad. Estábamos desde hace más de veinte minutos esperando a que nos confirme nuestra cita.

Mi mejor amiga me miró alzando una ceja y se encogió de hombros.

Aún era temprano pero no quería llegar tarde y sabía que Alya demoraría en encontrar su vestido.

«No gano nada preocupándome»

Así que moví la cabeza para obligarme a mi misma a pensar en otra cosa.

Los vestidos blancos llenaban todo el lugar, vestidos de novia. Una sensación extraña se apoderó de mí. Una sensación de vértigo: ¡mi mejor amiga se iba a casar!

«Es impresionante como pasa el tiempo" pensé.

De pronto Alya me codeó.

-¡Auch!-me quejé-¿qué pasó?

Se acercó disimuladamente a mí.

-Chico alto, lindo, a tu derecha al fondo.-Susurró-No deja de mirarte desde hace unos buenos minutos.

Me giré con un movimiento sutil fingiendo que observaba la totalidad de la tienda. Allí está el chico.

Es alto, su traje parece ser de marca, sus zapatos están limpios, su cabello bien cuidado y sonríe a una chica que toquetea un vestido.

Me vuelvo hacia Alya y alzo una ceja.

-No me mira.

Ella rió.

-Oh amiga, claro que lo hacía.

Giré los ojos.

-Igualmente hasta donde sabemos podría ser el novio de esa chica...

-Ningún novio acompaña a elegir el vestido.-me interrumpió- ¡Es de mala suerte que lo vea antes de la boda!

-Entonces debe ser su amante.-reí -Además, ¿quien dice que yo no sea la novia y este eligiendo mi vestido? No puede esperar conquistar a una chica comprometida.

Alya negó con la cabeza.

-Puede porque tú no estás comprometida.-río.

Bufé, pero antes de que pudiera responder la encargada se acercó a nosotras junto con otra chica más. Ambas vestían con faldas negras de tubo.

-Disculpe por el retraso, su cita esta confirmada-se disculpó-por favor sigan a Leticia, su asistente.

-Gracias-dijo Alya

-Por aquí por favor.-habló la chica de nombre Leticia con una voz suave, y comenzó a caminar hacia el fondo de la gran tienda.

La seguimos.

Moví la cabeza para volver a ver al chico una ultima vez, pero me arrepentí al instante de encontrar sus ojos sobre los míos. Ambos miramos instintivamente a otro lado.

"Estúpida" me reproché en mi cabeza mientras continuábamos con la marcha.

La tienda parecía no acabarse nunca. Alya y la encargada escogían vestidos a diestra y siniestra para que se pruebe mientras que yo solo los observaba sin escoger ninguno.
Me dedicaba a admirarlos.

Eran obras de arte, cada uno con su propia personalidad, su propia historia. Esto no era solamente ropa, y por ello me encantaba poder estudiar Alta Costura.

Todos los vestidos eran asombrosos, pero pronto llegué a uno que me dejó sin aliento.

Era un vestido largo blanco marfil que caía en forma évasè. Sin escote, mangas largas de encaje y la espalda descubierta. Me acerqué y rocé la tela con los dedos: Chiffon. Tomé una de las mangas y me asombré al descubrir que el encaje era de tipo Chantilly hecho a mano.

Estaba completamente maravillada.
Solo una sola persona en el mundo pudo haber hecho semejante vestido...

-Ese Gabriel's es muy hermoso, ¿no?

Me giré sorprendida.

Era el mismo chico que vi en la recepción.

Volví la mirada al vestido.

-En efecto, sólo él puede lograr este tipo de perfección.-dije tranquila.

-Concuerdo, pero aún así creo que el vestido Else's que está allá -señaló otro vestido en un maniquí- es mucho mejor.

Abrí los ojos sorprendida.

-Wow, sabes de moda-dije.

-Así es -exclamó -por eso mi hermana me trajo a ayudarla a elegir su vestido.

«Entonces no es el amante» pensé.

-Yo estoy acompañando a mi amiga-señalé a Alya.

Esta última tomó un último vestido y me miró.
Me hizo una seña para que fuera con ella.
Volví la mirada al chico y me encogí de hombros.

-Me tengo que ir-le dije-lo lamento.

-No hay problema.-respondió y me fui.

Corrí hasta los vestidores donde entraron Alya y Leticia.

Ya estaban probando el primer vestido.

-Te dije que le gustabas a ese chico-rió cuando cerré la puerta detrás mío.

Sonreí.

-Solo charlamos cinco segundos.

-¿Te dijo su nombre?

-No.

-¿No se lo preguntaste?-me regañó.

-No me interesa.

Alya giró los ojos.

-¡Por favor Mari! No puedes dejar de huirle a los chicos que les gustas.

-No huyo, simplemente no estoy interesada en nadie...

-Pero sí en Felix.-interrumpió.

No respondí.

-¡Ay Mari! No te comprendo. Están saliendo ya hace un buen tiempo y...

-No estamos saliendo-objeté.

La asistente comenzó a acomodar el corsé del vestido.

-¿Verse todos los sábados no es salir?

Me encogí de hombros.

-Solo leemos.

-Ya, ¿Y no hacen nada más? ¿No hacen algo fuera de irrumpir en nuestra vieja escuela para terminar de leer libros? ¿No charlan sobre sus vidas? ¿Tienes alguna información sobre él cuando estuvo en Italia?

Fruncí el ceño y me mordí el labio.

-No...-respondió  Alya por mí.- Entonces no están saliendo, lo que significa que puedes hablar con otros chicos.-suspiró -Además aunque fuese tu esposo no deberías limitarte a tener solo amigas femeninas, eso es una tontería.

Inspiré y exhalé.
Alya tenía razón.

-Bueno, olvidemos ese tema-dijo y se dió media vuelta-¿Qué te parece?-preguntó mostrando el vestido.

Lo observé de pies a cabeza e hice una mueca.

-¡Ya sé!-exclamó exasperada -me quedó horrible.

-Probemos con otro-habló la asistente y la ayudó a cambiarse.

-No te preocupes, amiga-dije poniendo mi brazo sobre sus hombros mientras deshacían el complicado nudo en el corsé.-¡Encontraremos el vestido hoy cueste lo que cueste!

-Y antes de las siete...-continuó sabiendo que a esa hora debía encontrarme con Fe.

No respondí.

Se quitó el vestido y probó otro.

-Mari-dijo Alya- ¿Recuerdas esa lista de reglas que tenías para conquistar chicos?

-Si, la recuerdo. ¿Qué tiene?

-Bueno, opino que deberías sacarle el polvo y volverla a usar.

Rodé los ojos.

-Alya, fuiste vos quien insistió en que dejara de conquistar...

-No, no. Me refiero a que deberías usarla para conseguir citas sanas, para que busques una relación en la que el chico no termine llorando como magdalena.

Reí.

-No estoy interesada en empezar ninguna relación.

Alya imitó a un pato con su mano.

-Bla, bla, bla-se mofó.- Lo que pasa es que te estás reservando para alguien más.

Bufé y ella suspiró.

-Hay algo que me da mala espina a lo que concierne Felix-dijo dando una vuelta para observar mejor el nuevo vestido.-De pronto aparece para dedicarse a leer contigo sin ninguna intención de intercambiar información. ¿No te parece sospechoso?

Puse los ojos en blanco.

-Déjalo Alya, sé cuidarme sola.-observé el vestido-En definitiva me gusta mucho más este.

-Es lindo, pero intentemos con otro.

La asistente asintió y comenzó a ayudar a desvestirla de nuevo.

Crucé mis brazos.

-Además no estoy reservándome para nadie.

Alya rió.

-Entonces demuéstralo...

Pam! Primer capítulo de esta segunda temporada! Lamento decirles que tal vez vaya a tardar más en actualizar los capítulos pero tengo tanto por hacer (solo yo me ofrezco de colaboradora con actividades extra curriculares😅) Así que debo pedirles paciencia...

Ahhh! Aún estoy muy nerviosa por saber qué opinan. Espero que pueda cumplir las expectativas de todos.
No olviden que los quiero!😘
Muchas gracias por su apoyo!
❤️❤️❤️