Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C2; «El amor es quizás; una pequeña casualidad»

-"Dejá de juzgarme." - Está de pie frente al espejo de su baño. Sus dedos agarran el lavabo con tanta fuerza que sus nudillos se ponen blancos, si tuviera más fuerza, incluso podrían romperse.

Su mirada se clava directamente en su reflejo. No es una imagen familiar, no lo ha sido en años ¿Cómo podría?: cabello lacio sin imperfección alguna, atado pulcramente entre pasadores y gel (no hay ni un solo mechón fuera porque simplemente no es una opción) camisa blanca sin arrugas donde cada botón se encuentra en su lugar, abotonados y esos ojos marrones, esos malditos ojos marrones.
Marrones, marrones, marrones, su madre siempre decía que tenía los ojos más bonitos que hubiera visto nunca, marrones como las hojas de otoño al caerse, como la arena de la playa, marrones como la tierra bajo sus pies.
Marrones, son marrones no azules, nunca el azul veraniego que el plástico pinta sobre sus iris.

Impecable e intocable, como si su sola existencia dijera; Dios, un dios cruel con la apariencia de un angel y gritará, ¡No puedes tocarme! ¡intenta tocarme y verás!

¿Pero lo era? quizás, quizás no.

Observa sus manos, sin observarlas realmente. Todo es como un cuadro abstracto, cambiando siempre, cambiando nunca ¿Porqué se siente tan mal? No importa pero lo hace y todo se convierte en estática.
Esa estática qué es una conexión a tierra defectuosa y que genera ruido de fondo.

Oh, que molesto es.

Ojos verdes, cálidos, suaves, dulces... fríos.
Todo, bolígrafos de punta fina. Su nombre, su mesita de noche ¿dónde estaba? oh sí, tiene que ajustar su corbata; pasa un extremo por atrás, enrollalo de nuevo, da una vuelta, aprieta el nudo y... ¿La ventana? tal vez.

Un salón vacío, miradas que destilan odio ¿es a él? ¿por él? Porqué lo miran así? ¿Porqué? deténgase, Deténgase, ¡DETÉNGASE!

No lo hacen, en su lugar hunde su cabeza en la superficie de su butaca, tratando de esconderse? ¿de quién? ¿de ellos? ¿de todo? No. No tiene sentido.

El golpe resuena en el aula, el maestro grita, su visión se oscurece. No pierde la sensación viscosa de la clara de huevo escurriendo por su cabello mezclándose con la sangre tibia de su frente, todo se convierte en sueños.
¿Que es ese sonido de nuevo? Ah si, personas preguntando, cosas que él sabía, pero, otra vez ¿Lo hacía? ¿de verdad sabía?

- "Joven Gea...

- "Gea...

- "idiota...

- "Hermano...

No importa. Él cierra los ojos, devuelta al mundo de los sueños, sueños que no le gritan, sueños felices, sueños dónde no se equivocó.
Él nada en la inconsciencia.

Más estática. Vendas. Medicina y el nefasto olor a desinfectante, el color blanco.

Y, oh ¿Qué era eso?

Su dura mirada taladrando en sus huesos y su mente, como un verdugo. Cómo un juez justo que ha venido a dictar su sentencia y crucificar sus viles pecados.

Pecados que es hora de pagar.
Oh, ícaro de vuelo intrépido, ¿Eres acaso un ángel caído?

Y, después, vacío.

- "Joven Gea ¿Podría prestar atención o es que esto es demasiado insignificante para usted....

Se desconecta a la mitad, su cara se vuelve una mancha borrosa ¿Azul indigo, rojo coral? ¿Gris?

Su cama de nuevo. La ventana, otra vez, pasillos enormes acumulándo polvo, muebles importados ¿Que es esto? Niega frenéticamente.

Por los jardines.

Parpadear y estar, parpadear y no existir. Sábanas frías. La sala de estar en la mansión. hoyuelos en sus mejillas, ojos... ¿Onix? ¿Quizás carmín como los de un conejo polaco? piel canela y... manos encallecidas.

Manos que han trabajado toda la vida, manos que conocen el dolor y han luchado por llegar a dónde están.

Personas que conocen la humildad.

Personas que no son él.

- "Pon más verduras en tu plato Callisto" - alguien habla. Plateado, cortadas en las rodillas, gentil.

- "¿No me puedo saltar esta parte?" - y alguien más responde. Cabello morado, no. Lila? ciruela, púrpura, ¿Burdeo? ¿Importa siquiera un poco?

Ella se cruza de brazos, como una niña pequeña.

Un sonido afable en respuesta, hombros bajos, un suéter grande de lana y cubiertos de plata refinados sobre sus delgados dedos.

- "Saltaste las verduras ayer, tienes que comerlas hoy" - es una reprimenda, sin embargo no hay ápice de reproché en su voz.

- "Las odio, no comeré algo que odio" - su objeción es hosca, infantil. Del modo en que es natural solo cuando eres joven y despreocupado.
Oh, que fácil resulta añorar esos tiempos, momentos tan triviales que lo significan todo.

- "Bueno, lo prometiste; come esas verduras" - Iris pálidos y labios durazno la apuntan con un tenedor, como si eso de verdad fuese todo lo que se necesita para ordenarle que coma su comida completa.

- "Bien, pero me quedaré con la porción extra de galletas de tu postre" -

- "¿¡Qué- eso no era parte del trato?!" -
Actuando tan inconmovible como siempre, ella no ve el momento en que sus ojos captan la sonrisa traviesa que inevitablemente se le escapa.

El olor de lavanda, pino, ¿Rosas talvez? no le interesa, flotando en la sala.
Agua de coco en cabellos rizados con aroma a jabón, una mirada furtiva que se posa sobre él.
Vergüenza, vergüenza es todo lo que siente.
Un paso atrás, un ligero titubeó, un ceño fruncido allá.
Él corre a su habitación, se esconde ahí el resto de la noche.

Ventana una vez más (¿̶a̶l̶g̶u̶n̶a̶ v̶e̶z̶ e̶n̶f̶r̶e̶n̶t̶a̶r̶á̶ l̶a̶ r̶e̶a̶l̶i̶d̶a̶d̶?̶)
La seguridad de que hay una sonrisa al otro lado de la puerta cuándo no la hay, no la ha habido en mucho tiempo.

Vacío.

Sin embargo, ahí está ¿No es cierto? Ahí estaba su sonrisa.
Su sonrisa estaba ahí cuando Gea no había tomado palabras tan simples y las había esculpido hasta que tomaron formas tan monstruosas como las de cuchillas

¿Qué día es hoy? ¿Cómo llego aquí?

- "Llegas tarde" - y la misma voz amable que se preocupa por quién come o no sus verduras lo dice, mientras las platos de aspecto caro se recogen de la mesa.

- "¿Pure de papas y carne sofrita, joven Ganimedes?"- un empleado habla.

- "Nos desviamos un poquito, io acarició un gato callejero otra vez; apenas lo convencí de dejarlo en el refugio de animales abandonados" - la voz está llena de jovialidad, cansina y un tanto rasposa, él trae una chaqueta de cuero, Gea la odia pero siente que no tiene derecho de reprochar nada. - "Sí, por favor" - su mirada se desplaza a través de la sala hasta que se topan finalmente, sus dientes rechinan, sus ojos, oh sus ojos tan decepcionados y repletos de asco.

- "¿Por qué él está aquí?" - lo dice tan bajito, tan dolido como si de verdad no lo odiara.
Rubio cenizo, tuscan, tonos de piña y mejillas rotas de heridas que ya no están ahí.

Un plato con sopa de miso es colocado sobre la mesa. La porcelana fina contra la madera caoba realmente genera sonidos estridentes

Gea observa su ración de alimentos y, entonces comprende.

Es cierto, esto es una cena.

Pero él no está invitado.

El tenedor sin tocar se mantiene inmóvil y rígido sobre su servilleta, su estómago pesa ante el pensamiento de levantarlo porque ¿Por qué lo haría? es verdad, debe comer... ¿Pero por qué?

- "Gea" - y vaya, la voz de ese niño es tan amable que le dan ganas de llorar. Un nudo se le forma en la garganta, de repente siente que las lágrimas aperladas comienzan a formarse y el escozor pica y arde.

Luna, ese es su nombre. Las letras que lo conforman también lo son, son letras amables.
Letras tristes, melancólicas y repletas de soledad. Un astro que no brilla con luz propia y sin embargo; vital.

El niño amable de plata, un hijo de la luna.
Gea recuerda, estuvo ahí cuando la rayos de esta bañaron sus blanquecinos mechones y sus ojos onyx lo miraron por primera vez.

- "Gea" - repite. Él tiene algo que decir, Titán se lo ha dicho en los pocos susurros que aún se filtran como ruido blanco de fondo de conversaciones que se sienten tan lejanas. - "Gea, ¿Todo está bien?" -

- "Luna, déjalo ya, hablar con él no tiene caso" - labios de chicle, mejillas rosadas, rubio de fresa. Ella es tan dulce, ella también está enojada, enferma de dolor y amargura.

Es su culpa.

Quiere decir algo, tiene tantas ganas de hablar ¿es acaso la palabra amor demasiado para labios que no lo merecen? Él traga, niega y trata de recordar como se supone que debería sonar, solo consigue tartamudear una serie de incoherencias inentendibles.

Y cuando Gea levanta la mirada, Luna ya no está ahí. Las luces están apagadas, salvó por el candelero sobre su cabeza brillando como si nada estuviera mal.

Cómo si nada estuviera mal... El peliazul no sabe cuánto tiempo ha pasado. Los trastos están siendo lavados en la cocina, o al menos eso creé.

El duerme sobre manteles fríos, madera áspera y cristales que reflejan todo lo que ya no es.
Es de mañana otra vez. La ventana, siempre la ventana. Edificios llenos de estudiantes, butacas, cosquillas y risas en las que ya no cabe y... Ellos.

Marte y Venus.

Rubio mantequilla que bien podría ser mostaza y que se entrelaza con el rojo bermellón, miradas que son puras como el océano y lloran gotas de sal. Todo ocurre a un mismo tiempo, hasta que ... Ya no ocurre más. Hasta que ya no ocurre nunca y lamentarse es todo lo que queda.

Consumirse en su propia miseria es todo lo que queda.
Pero, Gea no lo hace, porque, ¿Por qué lo haría? No lo merece.

Entonces, duerme.

Es septiembre, poco menos de seis meses antes de que todo sucediera. No hace frío, ni tampoco calor de hecho es un buen clima y es tan raro por qué es temporada de lluvias, pero no tiene importancia porque todo está bien.

Es un sueño después de todo, nunca ocurre nada malo en los sueños.

- "Aveces no quisiera que se acabará" - comenta, recargado en el costado de Marte completamente absorto en ganarle a Venus en su partida de cartas de poker (que por cierto, Gea saco a hurtadillas de la dirección y que juegan a escondidas en los pasillos de atrás) - "este sueño, es decir. A veces... no quisiera que terminará." -

A la izquierda, Luna lo mira como si le hubiese crecido una segunda cabeza.

- "¿De que estás hablando?" - Él niega divertido, ya olvidando lo que sea que estuviera diciendo hace tan solo unos segundos.

- "Delirios, supongo" - su hermano le devuelve una mirada mirada preocupado (una que se siente tan lejano por algún motivo que desconoce y que le deja un sabor amargo en la punta de la lengua) así que Gea simplemente hace una mueca tonta y Luna suaviza su ceño fruncido a una mirada más pacífica, sonriendo levemente.

Y él recuerda; - "¡Oh! Anoche soñé
contigo" - dice al tiempo que se gira para hablar con sus amigos, él ignora la forma en que la palabra «soñar» lo dejá mareado absurdamente.

- "Escúpelo" - Venus no despega la vista de sus cartas, casi pareciendo desinteresado, pero su postura se vuelve más rígida en señal de que está escuchando.
Porque así es él, incluso si dice que no te escucha; nada se le escapa en realidad, no te dirá nada. Solo se sentará ahí y escuchará sin cansarse incluso si Gea está por contarles una historia que ya conocen, aún si podría llevarles días.

Sabe que ellos escucharán y eso es tan dulce.

- "Soñé con un campo, había muchas flores, MUCHAS; eran caléndulas en realidad, también una puesta de sol, mantas y luciérnagas" - su animada voz apenas se mantiene entendible.

- "¿Qué tal fué?" - El naranja terracota que oscila entre el rojo de la mermelada de fresa pregunta, su voz es baja, tranquila.

- "Muy divertido" - y eso es cierto, se divirtió, las risas de sus amigos, pies meciéndose descalzos en el viento.

Marte se ríe, y como adora el estruendo de su risa.

- "¿Aún deseas que sea real?" - Luna susurra.

Gea se tambalea, como una torre de Jenga a la que le han quitado muchas piezas y simplemente no puede sostenerse más.
- "Fue real" - y lo fue. - "fue real para mí." -

Pero hace meses, meses que no son hoy.

Luna simplemente niega con la cabeza mientras Gea continúa.

- "Somos felices. Obtenemos nuestro felices para siempre, el que siempre prometimos" -

- "Gea" - Marte coloca una mano sobre su hombro, frágil, fría e inexistente igual que el toque de un fantasma.

- "¿Cuántas noches has soñado conmigo, con nosotros hablando de esto? Porque eso es lo que somos, lo que soy yo. Todo esto es un sueño." -

- "No" -

- "Gea..." - niega frenéticamente.

- "Los sueños tienen mucho más significado de lo que creen, todas las noches sueño con ustedes y cuando despierto empieza la pesadilla." - La sensación entumecedora y la autocompasión lo invaden, el miedo, la cobardía, todo.

- "Pero ya es hora. Necesitas despertar. Estaremos aquí cuando regreses, siempre lo estamos" - Marte es una mancha difusa que se deforma entre el naranja y una voz gentil que reconoce bien.

Sea quién sea, se inclino y apoya su frente con la suya, él cierra los ojos.

Entonces, despierta; el olor a café tostado, té de manzanilla y las migas de pan se esparce por todo el local.
El toqué cálido de ellos aún persiste, pero sus amigos no están.

Su telefono vibra, el frío y la llovizna se intensifican cada vez más afuera.
No tiene muchas ganas de revisar su teléfono ahora, porque en general su bandeja de entrada está llena de mensajes de odio.
Suspira pesadamente, y mira la pantalla; el nombre de Luna se ilumina de inmediato y Gea tiembla.

Vários autos suenan a lo lejos, es probablemente que ya haya salido de la escuela ahora mismo, no, es demasiado tarde para eso, es muy tarde; los rayos del atardecer se han desvanecido hace horas ¿Que excusa dará hoy? ¿qué excusa pondrá del porqué desapareció más de la mitad del día?
Sus ojos se delinean con una emoción indescriptible.

Gea apaga el teléfono.

El té, olvidado hace mucho; enfriándose en el alféizar de la ventana. Siempre la estúpida ventana.

Y corre.

Corre tan rápido como puede.
No tiene ningún lugar al que ir, pero no hay nada en contra de intentar.

No hay nada en contra de intentar.

Extra:

La llovizna no cae con demasiada fuerza ni tampoco amaina.

No importa, las calles se convierten en cortinas borrosas de un algo que tal vez se perdió, señales que quizás se cruzó¿Semáforos verdes, rojos, amarillos?
Que más da.

Oh, ¿por qué le cuesta tanto respirar? tiembla tan fuerte, cada respiración es más difícil que la anterior, hasta que jadea, hipa, y se tambalea por la fuerza de cada movimiento.
No le importa, no puede importarle, es una cosa tan estúpida, pero él desearía que lo hiciera.

Las lágrimas caen sobre sus mejillas y se sobresalta por ello, ni siquiera se dió cuenta del momento en que empezó a llorar. Patético.

- "¡Lo siento!" - se ríe. Está hablando con la nada como si fuera alguien, ¿no es una tontería? ¿No es una tontería? ¡Por favor, que alguien le diga que pare!
No importa. ¿y que si está volviéndose loco o paranoico? ¿Y qué si todos lo dejan atrás? Esto es normal para él. Nadie se ha quedado, nadie ha podido nunca, y nadie lo hará jamás. Y eso está bien.

Es una realización dura de digerir, como ese tipo de pastilla que simplemente no puedes tragar, Gea se pierde en el fondo de su mente.

Respirar y estar, respirar y no existir.

Acera mojada, llovizna ligera, las estaciones cambian. Las hojas se vuelven brillantes en los árboles y luego caen, se marchitan y mueren, quedan cubiertas por una tumba nevada hasta que llega la primavera y todo nace de nuevo ¿Dónde estaba él? oh sí, autos, autos, autos, demasiados autos; amarillos, blancos, azules, negros, olvida eso; escaleras, un puente y luego...

Nada.

Resbala y cae hacia atrás como un péndulo que no tuvo suerte, el suelo está acuoso, gélido y la lluvia besa su rostro con pena.

Descubre que en realidad no le importa, nada le ha importado durante meses.

¿Tiene Gea algún recuerdo feliz? ¿O ahora todos están manchados de miseria? tal vez, en lugar de un recuerdo feliz, Gea solo tenga un arrepentimiento favorito.

Las estrellas destilan, brillando intensamente incluso con toda esa lluvia cubriéndolas, el aire frío sobando sus mejillas huecas ¿Cuánto tiempo ha pasado sin comer? Días? Semanas? ¿Porqué todo es tan borroso? ¿porqué pesa tanto?
Apenas respirando con ayuda de la negación.
La ira le revuelve el estómago y todo lo que quiere es gritar, romper todo lo que hay a su alrededor.
Gea casi quiere preguntarles a todos: Cómo pueden ser tan ciegos? ¿No pueden ver que me estoy muriendo?
¿Es ignorancia deliberada? ¿Gea está irrazonablemente enojado por lo fácil que es engañarlos a todos?

(Pero una persona que se está muriendo de hambre está dispuesta a comer cualquier cosa que le ofrezcan.
Lo sabe muy bien.
Así que tal vez está enojado por lo fácil que se ha vuelto mentirle a la gente que se supone que más ama.)

Duele que no te entiendan, pero nadie podría esperar entender a Gea sin morir. Todos ellos se convertirían en daños colaterales algún día.

Y luego recuerda...

Luna solía entenderlo y Gea se pregunta qué diría si se lo dijera, si le contara todo. Es un pensamiento inútil, ya que en realidad no sometería a nadie a las cosas que le dan vueltas en la cabeza, pero aun así, se pregunta.
Se pregunta qué sería si le contará.

Gea no conoce la respuesta, pero si sabe que se arrepiente de cada segundo de tiempo prestado, de cada aliento robado, se arrepiente de vivir esta vida cada segundo de cada maldito día pero no puede en realidad, porque esta vida nunca fue suya.

Su mera concepción fue una trama predeterminada que abarcó siglos. Todo lo que Gea ha hecho, lo ha hecho con manos fantasmales que dirigían las suyas, y ¿cómo puede arrepentirse de lo que probablemente habría hecho de todos modos sin la interferencia del destino? Algunas cosas son verdaderamente inevitables.

Gea respira.

Eso es fuerza, piensa, fuerza es saber lo que hay que hacer, aunque desafíe tu propia naturaleza.
Fuerza es hacer lo que nadie más haría, lo que nadie más podría hacer. Fuerza es apretar los dientes y tener las emociones estrictamente controladas, es seguir adelante y nunca mirar atrás.

O tal vez... Gea todavía quiere fingir que tiene un mínimo de control.

No hay nada, nunca hay nada hasta que lo hay y son pasos pequeños y chapoteos de alguien más.

Se sienta casi por instinto, un instinto animal, profundo y primario, se da la vuelta; y hay un alguien, por primera vez hay alguien.
No irá, no repugnancia. No lastima.

De tonos chocolates y matices marrones, una voz chillona (tal vez porque aún esta en la fase de la pubertad) rizos desequilibrados, ojos grandes y azules pero no índigos, no como el mar, más como el cielo, puro y fresco mirándolo con asombro, como si el idiota acabara de encontrar una moneda de oro y pensará que es su día de suerte.

- "¿𝗢⃥𝘺̸𝗲⃥,̸ ¿̸𝗘⃥𝘴̸𝘁⃥𝘢̸𝘀⃥ 𝗯⃥𝘪̸𝗲⃥𝘯̸?⃥" - no responde, no lo escucha, no puede escucharlo. No lo ha hecho en mucho tiempo.
La conversación flota a su alrededor, zumbando en su oído como una mosca, una que antes escuchaba solo para saber cuándo responder, excepto que ahora nadie le pregunta nada.
Gea se lamenta, sus lágrimas caen al compás de la lluvia en la suciedad del lodo y el suelo fangoso.

Hasta que se detiene, hay un paraguas cubriéndolo y un niño extraño de piel trigueña con pequitas salpicando su nariz mirándolo - "Caray, ¿Te escapaste de un anexo?" -

Es la primera vez en meses que es conciente de la realidad.

- "No hablas mucho, ¿Eh?" - el niño se agacha de cuchillas al suelo húmedo, toma nota entonces de que trae un impermeable amarillo y unas estúpidas botas de ranitas, quiere decir algo, cualquier cosa solo que no tiene tiempo de hacerlo cuándo un pedazo de papel se estrella contra su cara empapándose de inmediato.

- "¿Quieres ir a comer conmigo?" - se queda en blanco ante ello - "Vamos, yo invito" -

El castaño sonríe y le extiende una mano, mientras Gea tiene el presentimiento de que podría estar hablando con un demente en potencia (lo que resulta hipócrita dado que el imbécil bajo la lluvia en medio de la noche es él mismo), sin embargo sin estar muy seguro de porqué, reconoce que es la primera vez en semanas que no quiere estar solo, puedes llamarlo un impulso o mediocridad o lo que quieras, pero no cambia el hecho de que en realidad no lo piensa más.

Los pensamientos paran, los susurros desaparecen, el mundo se mueve y Gea escuchá de nuevo.

Él toma su mano y él niño sonríe.

ᴅᴀᴛᴏꜱ ᴇxᴛʀᴀꜱ:

❐ ahora que finalmente recupere mi preciosa historia me pondré a trabajar en ella *muak* 💋

❐ Bueno, este capítulo quedó bastante feo PERO está diseñado especialmente para ser una maraña de confusión debido a que se trata de una metáfora al espiral de depresión que está experimentando.

❐ Sip, sé a dónde estoy dirigiendo la trama no te preocupes por los huecos o incongruencias que hay por ahí.

❐ Por si las dudas quedan, Mercurio es el niño del final.

❐ Es un AU Human, y siempre pensé que en uno no pueden bombardear a Tierra o simplemente tirarle tomates (o tal vez sí 🤔) por lo que en su lugar se convierte en acoso escolar, miradas de odio y agresión física.

❐ Hay varios saltos de un suceso a otro, porque Tierra es conciente pero no está realmente ahí.
Es como: cuando dejas las luces encendidas pero no hay nadie en casa realmente.
Muchas veces simplemente se desconecta y actúa como un zombie perdiendo la noción de tiempo y lo que hace o deja de hacer.

❐ Tierra está soñando la mayoría de tiempo, estos sueños también actúan como referencias a sus alucinaciones porque escribir la esquizofrenia no es algo que voy a hacer ¿Ok?

❐ Cerca del final, cuando les cuenta a sus amigos que soño con un campo de flores donde estaba rodeado de caléndulas son en referencia a su situación dado que las caléndulas significan: tristeza, pena.

❐ Hay un intento de suicidio y un ataque de pánico no gráfico implícito por ahí 👀 (además de la inestabilidad mental por excelencia claro y algunas alusiones a su mentalidad oscura)
Sin embargo, no pretendo saber cómo se siente la depresión ni nada por el estilo por lo que ofrezco disculpas sinceras por si ofendí a alguien ya que no se busca romantizar la depresión, los trastornos psicológicos o la ansiedad, etc.

❐ Arte que hice para la portada (la cagué, lo sé)

❐ como último dato, hice una pequeña lista de canciones que inspiraron este cap YIPPEEEEE 🥳;

1. prom dress - Mxmtoon
2. The adults are talking - The strokes
3. Karma - AJR
4. Silhoutte - pastel Ghost
5. The archer - Taylor Swift
6. Two birds - Regina Spektor
7. Let me down slowly - Alec Benjamin
8. Lost on you - LP
9. Are You satisfied? - Marina the Diamonds

¡Gracias por leer y votar, nos vemos en el siguiente cap! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro