CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 1
El día que Kim Taehyung decidió acercarse al borde del puente Banpo con la intención de saltar había sido el más doloroso de su vida: la chica a la que llevaba días mirando simplemente le había bloqueado de todas sus redes sociales.
Ya estaba harto, pues no era la primera vez que le pasaba algo por el estilo.
Era un hombre romántico, mucho más que cualquier otro. Él mismo lo reconocía. Pero no podía evitar sucumbir a las hermosas y dañinas garras del amor cada vez que se enamoraba a primera vista de una chica.
No tenía conciencia de cuando había comenzado todo ese tema, pero sí recordaba con dolor cuando antes de una clase en la escuela se acercó a una compañera que usualmente le daba miradas fugaces y muy tímidas. Estaba muy nervioso, aunque dispuesto a romper el hielo, pues aquella muchacha estaba volviéndolo loco. Sus ojos, su cabello, su rostro. Todo le gustaba.
Había sido amor a primera vista.
—¡Hola! —Se había acercado, sosteniendo con fuerza los libros de matemáticas e inglés.
Ella miró a su alrededor, no había nadie más a quien pudiesen estarle hablando. Estaban completamente solos en el salón de matemáticas.
—Hola —respondió con lentitud.
Algo que debió ser un estilo de alarma en la cabeza de Taehyung, quien se encontraba demasiado concentrado en controlar las mariposas de su estómago para no equivocarse al hablar.
—Me preguntaba qué... —Su voz decayó a un silencio incómodo que le obligó a aclararse la garganta—. ¿Cuál es tu tipo de chico?
La chica arrugó la nariz, volvió a mirar a su alrededor y luego fijó sus ojos sobre los de Taehyung.
—Disculpa, ¿te conozco?
Casi se atragantó con su saliva. ¿Acaso no era ella quien le dedicaba aquellas miradas?
—¡No! —Exclamó inmediatamente, casi de manera desesperada—. Simplemente yo... me preguntaba.
—Me gustan los chicos que no se acercan a molestarme.
¡Auch!
Aquello se había sentido tan doloroso como una lanza atravesándole el pecho. Y no solo eso. Sino que aquella lanza le atravesaba lentamente la piel del pecho, rompiendo cada una de las capas de su piel, haciendo añicos las costillas que protegían sus órganos vitales y llegando finalmente a su afligido y débil corazón que era apuñalado de la manera más dolorosa que existiese.
Lo único que pudo hacer fue darse media vuelta y salir del salón. No le importó saltarse las clases de aquella tarde, simplemente se subió al primer autobús que pasó por afuera de la escuela y lloró mientras abrazaba su mochila.
Finalmente, había terminado al otro lado de la ciudad, lejos de casa, con la cara hinchada y con el corazón completamente roto.
—Incluso las mejores canciones de amor comienzan con las notas más desafinadas, hijo —le dijo su madre cuando lo vio aparecer en ese estado por la puerta de la casa.
Y Taehyung le había encontrado toda la razón, su madre siempre era la voz de la razón en su cabeza llena de sentimientos revoloteados.
Su madre siempre le daba los mejores consejos.
Aunque aquello no había podido evitar su inevitable final.
Cerró los ojos un instante luego de asomar la cabeza por el puente. El viento cálido del verano le golpeaba el rostro con delicadeza, de la misma manera que le hubiese gustado recibir de alguna de las tantas chicas de las que se había enamorado. Era como si estuviese meditando una última vez, dándose una despedida a sí mismo.
Levantó el pie para pasarlo sobre la baranda, pero se vio interrumpido por una voz que lo hizo sobresaltar.
—Yo que tú no haría eso.
Giró lentamente su cabeza, espantado por aquella interrupción tan abrupta, y se encontró con una chica que lo observaba a un par de metros de distancia.
Realmente no había mucho que resaltara en ella. Su cabello negro y lacio se mezclaba con la sudadera de canguro negra, que a la vez se mezclaba con los pantalones de chándal holgados del mismo color. Lo único que llamaba la atención era su piel extremadamente pálida y sus ojos redondeados y brillantes.
—¿Por qué? —Se atrevió a preguntar con la voz temblorosa.
La muchacha hizo una mueca y caminó a paso lento hacia la baranda en la que él todavía tenía apoyado el pie para finalmente asomarse y mirar hacia abajo, donde el río seguía su cauce, sin ser perturbado por nada ni nadie. Las manos metidas en los bolsillos de su pantalón le daban un aire despreocupado, como si no hubiese estado a punto de presenciar el suicidio de alguien.
—¿Cuántos metros creen que sean? —Cuestionó, todavía mirando hacia abajo—. ¿Unos treinta o más?
Taehyung imitó a la chica, asomando su cabeza para intentar calcular la distancia que había hasta el agua, aunque no fue capaz de hacerlo.
—Es bastante alto, ¿no crees? —Continuó—. Caer sobre el río sería igual que caer sobre el pavimento.
Los ojos del chico de desorbitaron y se fijaron sobre los de la muchacha, que se había incorporado para verlo directamente al rostro.
—¡¿Qué?! —Respondió, alterado de solo imaginarlo—. ¡¿Lo dices en serio?!
—Tu cuerpo se reventaría —susurró, asintiendo con la cabeza lentamente—, quizás sólo por dentro...
Las piernas de Taehyung temblaron tan solo de imaginar que lo último que sentiría antes de abandonar el mundo sería el dolor de sus órganos reventándose dentro de su cuerpo. ¿Realmente valía la pena morir de esa manera? Lentamente su pie comenzó a descender hasta nuevamente apoyarse contra el suelo.
La muchacha aplanó los labios en un intento de aguantar una sonrisa burlona cuando él se giró hacia ella nuevamente con una expresión de horror en el rostro. No podía creer que había sido tan fácil de convencer, aunque de cierta manera se alegraba de no haber tenido que presenciar algo tan repugnante como un suicidio.
¡Qué molestia!
—¿Cómo lo sabes? —Cuestionó el chico después de un par de segundos en silencio.
Ella se giró para terminar apoyando el peso de su cuerpo sobre la baranda y de su bolsillo sacó una cajetilla de cigarrillos. Dio una mirada por encima de su hombro hacia el río Han y suprimió un suspiro. Cualquier persona debería saber que eso ocurriría, era obvio, teniendo en cuenta la velocidad a la que su cuerpo caería, el efecto con el que el agua reaccionaría a un objeto entrando al río de manera tan brusca e incluso la tensión superficial del agua afectaría. Encendió un cigarrillo y se encogió de hombros.
—Porque la última vez que lo hice estuve tres meses internada en el hospital. ¡Tuve mucha suerte porque es un truco que se puede hacer sólo una vez en la vida!
El chico abrió los ojos, la expresión de horror todavía no lo abandonaba y ella tuvo que girar el rostro hacia otro lado para que no la viera reír.
—¡¿Sólo una vez en la vida?! Espera, ¿lo dices en serio? ¿Cómo sobreviviste?
—Me arrepentí mientras caía, por suerte logré llamar a emergencias antes de llegar al río.
El rostro de Taehyung lentamente cambió, los músculos de su cara comenzaron a relajarse hasta llegar a una expresión difícil de descifrar. Se acababa de dar cuenta de que le estaban tomando el pelo y todo tinte de miedo lo había abandonado con rapidez.
—Sí, muy graciosa.
La chica le sonrió sin llegar a mostrar los dientes mientras expulsaba el humo del cigarrillo por la nariz.
—Al menos no estás muerto. De nada, desconocido.
—¡No tienes idea! —Exclamó él. Su rostro comenzó a ponerse rojo y sus ojos brillaron entre las lágrimas—. No me has salvado, ¡me condenaste a seguir sufriendo!
Ella puso los ojos en blanco, tiró la colilla por allí y se incorporó para continuar su camino.
—No todo puede ser tan terrible, ¿conoces la terapia? Eso salva vidas, deberías intentarlo.
—¡No tienes idea! —Repitió—. ¡Y no necesito terapia! ¡Mi madre es terapeuta y me ha dado los mejores consejos de la vida!
—Se nota... —la chica detuvo su andar y se giró hacia él, manteniendo la distancia—. ¿Te dijo algo así como "mátate cuando las cosas dejen de estar bien"?
El rostro de Taehyung se deformó cuando terminó de escuchar a la insolente muchacha. ¿Cómo se atrevía a hablar así de su madre? Negó repetidamente con la cabeza, sintiendo que de pronto la paciencia abandonaba su cuerpo.
—¡¿Qué...?! —No fue capaz de terminar la oración y volvió a negar con la cabeza—. ¡Qué grosera!
Ella hizo una reverencia exagerada, como haría un artista que se reverencia ante un público que le ovaciona al final de su presentación. La sonrisa permanecía en sus labios, irónica y burlona.
Se burlaba de él.
—Shin Nana, para servirte.
Taehyung arrugó el rostro, no se estaba divirtiendo para nada y no sabía qué hacer o decir, pero sí tenía claro que no quería dejar que esa chica se fuera sin darle una lección.
—Shin Nana —repitió—, ¿alguna vez te han roto el corazón?
Ella elevó su vista al cielo, dándose cuenta de que no podría seguir su camino a casa de manera normal y por un momento se maldijo por haberse metido en asuntos que tenían nada que ver con su persona.
—Por supuesto.
E incluso ella se sorprendió de aquella respuesta tan sincera, pero ya no podía retractarse.
Levantó la ceja cuando lo vio llevarse la mano al pecho con dramatismo y sus ojos se llenaron de lágrimas. Por un momento pensó lo peor y se arrepintió de haberse burlado del chico que había estado a punto de lanzarse del puente, aunque su preocupación decayó cuando escuchó lo siguiente:
—Todo lo que hayas sufrido, yo lo he sufrido el doble... o quizás el triple.
¡Qué egocéntrico!
—Vale... —Se limitó a responder. Estuvo a punto de seguir caminando, pero la cara del muchacho parecía tener un cartel que decía "pregúntame"—. Eh... ¿Cómo te llamabas?
—Kim Taehyung —dijo, imitando su reverencia.
—Vale, Kim Taehyung, ¿qué es lo tan horrible que te ha pasado y por qué aseguras que es peor que lo que me pasó a mí?
Él se incorporó en su lugar y giró la cabeza para mirar hacia el río, en el punto en el que este terminaba y comenzaba la ciudad. Nana frunció el ceño, intentando descifrar qué era lo que miraba, pero simplemente se encontró con un par de luces provenientes de los edificios y las tiendas.
Quizás su astigmatismo no la dejaba ver los detalles necesarios.
—Ha sido como una serie de eventos desafortunados —soltó en medio de un suspiro—, no voy a contarte todo porque temo deprimirte, pero ha sido terrible.
—¿Y...?
—Hoy ha sido la cúspide de mi desgracia —Sus cejas se arrugaron en una expresión acongojada y negó con la cabeza, sus ojos llenándose de lágrimas al momento de recordar todo—. Hoy guion bajo ha punto na punto guion bajo me ha bloqueado de Instagram.
Nana crispó el rostro en una expresión que primero pasó por la confusión y luego por la incredulidad. Intentó buscar en el rostro del chico una señal que le indicara que estaba bromeando o que le estaba tomando el pelo de la misma manera que ella había hecho con él, pero parecía totalmente sincero.
—¡¿Qué?! —Logró decir, sin poder creerlo todavía.
—Eso. ¿Puedes creerlo, Shin Nana? Simplemente le he mandado un "hola" junto con un emoji de sol y de pronto mi pantalla decía que su usuario no había sido encontrado.
—Espera —Nana agitó la cabeza de un lado hacia otro, intentando alejar aquellos pensamientos intrusivos que le decían que debía comenzar a burlarse del muchacho—, ¿estás diciéndome que has intentado suicidarte porque te han bloqueado en Instagram?
Taehyung asintió con la cabeza y luego desvió la mirada hacia el pavimento cuando una lágrima fue derramada por su mejilla. La mandíbula de Nana se desencajó, aunque se apresuró en volver a ponerla en su lugar. Simplemente no podía creerlo. Se pasó la mano por el rostro, sin saber si es que debía reír o llorar ante la gigantesca estupidez que había escuchado.
—Bueno, ¿y llevaban mucho tiempo hablando?
—No, ha sido la primera vez.
Inevitablemente una carcajada escapó de su boca. Una carcajada escandalosa que logró que la gente que iba pasando cerca se les quedara mirando extraño y apurara el paso para alejarse de la psicótica cuyo rostro se había puesto rojo. Taehyung se tapó la boca, mirando con vergüenza a su alrededor y pidiendo disculpas con la mirada y dando pequeñas reverencias.
—¡Estás avergonzándome! —Chilló como un niño pequeño.
Nana tomó aire profundo y miró al cielo, intentando dejar atrás aquel ataque de risa, aunque fue en vano porque pronto terminó en cuclillas, abrazándose a sí misma para disminuir el dolor que le había dado en los músculos de la barriga por tanto reír.
—O sea que era la primera vez que le hablabas en la vida y te bloqueó sin más —logró decir apenas se calmó un poco—. ¿Y por eso has querido suicidarte?
—Llevaba semanas viendo su perfil, ¡era mi tipo de chica ideal! Y se ha ido sin más... ¡No quiero vivir en un mundo sin ella!
—Descuida, hay un montón de chicas como ella, ya encontrarás otra.
El rostro de Taehyung se puso completamente serio.
—¡No le faltes el respeto a guion bajo ha punto na punto guion bajo! ¡No hay nadie tan hermosa como ella!
—¡Tan sólo ve a un bar! Encontrarás otra que se vea igual o quizás mejor.
—Y probablemente más de la mitad de las chicas de ese bar se vería mejor que tú —le respondió con el rostro enrojecido.
—¡Sí! —Asintió con la cabeza, dándole la razón—. Eres muy asertivo con tus palabras, Kim Taehyung, quizás esa es la razón por la que las chicas se alejan de ti.
Él estiró los labios hacia adelante, en una mueca que sólo haría un niño pequeño, y terminó por cruzarse de brazos.
—Jamás dije que todas las chicas se alejaran de mí.
—¡Ah! Lo siento mucho, ¿podrías decirme cuántas novias has tenido?
Él apretó la mandíbula, no respondió nada.
—Sí, eso creí. No hay que ser muy inteligente.
Se dio media vuelta, dispuesta a reanudar su camino de una vez por todas y dejar al chico que tan rápidamente se había vuelto una molestia. Quizás debió haber dejado que se lanzara, aunque aquello hubiese sido muy desagradable de ver.
—Disculpa, experta en relaciones, no tienes pinta de ser la mejor en las conquistas.
—Apuesto a que soy mejor que tú —respondió, aunque sin interrumpir su caminata—, podría darte clases.
—¡Me gustaría ver eso!
—¡Bien! —Nana se giró a mirarle y continuó caminando de espalda—. Te veré aquí mañana a la misma hora, procura estar vivo hasta que eso pase.
Hola! Este es el primer capítulo, lo siento si está un poco zz es primera vez que intento escribir algo como esto y de verdad espero que el siguiente capítulo sea mejor.
Por mientras me gustaría saber qué les pareció los personajes y lo poco que pasó aquí.
Recuerda dejar tu voto y comentarios, significa mucho para mí 🩷
PD: Por acá les dejo una foto de lo que vio Tae aquel fatídico día en el que _ha.na._ lo bloqueó de Instagram:
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