CAPITULO 66
CAPITULO 66:
Por la tarde charle con Lala y le conté las buenas nuevas, evitando por supuesto, el plan debajo de ellas. Además ella me lo ponía bastante fácil, ya que procuraba no hablar de Cameron tampoco. Me conto sobre lo bien que iba su relación con Brad y que me mandaba saludos, luego algunas cosas triviales que ocuparon el lugar de la conversación.
Yo debería de mantener la farsa, hacerle creer a las personas a mi alrededor que esto era para mí más que el placer del trabajo bien recompensado y no una esperanza a mi locura.
El martes llego con plenitud, a pesas de mi desvarió por el tiempo. Veía como acomodaban las fotografías en la pared, tratando de encontrar la manera de que se vieran elegantes y perfectas. Pero para mí ya lo eran.
Me mordí el labio inferior con nerviosismo y luego divise a Chad hablando con Blade en la otra esquina, mientras le mostraba unos papeles y el viejo asentía.
Faltaba menos de un par de horas para que las puertas se abrieran y la gente pasara. Puse mi atención hacia el lado izquierdo de donde me encontraba parada y mire a los meseros acomodar los aperitivos en distintas bandeas para poder servirlos. A pesar de todo era una situación distinta a otra, mi mente no dejaba de volar en torno a una sola cosa con nombre propio.
No es que tuviera precisamente la esperanza de que el apareciera, justo aquí. Pero al menos que me buscara luego, que supiera que estaba cerca de aquí, que supiera que lo necesitaba. Vi a Chad acercarse a mí y le sonreí nerviosa.
-En un momento empezara todo, ¿estas lista? -me pregunto y sin dejarme contestar añadió-. Hay mucha gente que desea entrar.
-Estoy nerviosa, es la cosa que más quería cuando comencé a trabajar en esto y ahora ya está aquí.
-Los sueños se cumplen -me sonrió-. ¿O lo dudas?
-Te lo contesto luego. ¿Qué te dijo Blade? -pregunte, cuando lo vi salir por la puerta giratoria, además de querer cambiar de tema.
-Oh, tiene que irse, pero me dijo que le pasara un reporte de cómo había resultado todo. El también esta emocionado y ansioso. Oh, y quiere que pruebes los bocadillos.
-¿Blade quiere eso? -dije, extrañada.
-No, en realidad el que quiere eso soy yo, relájate, Karol. Vamos -me tomo del brazo y me llevo hasta donde los mozos acomodaban las charolas.
Mordisquee con ansiedad un par de aperitivos que rápido hicieron aparición en mi garganta al pasar por ella. Pronto se llegó la hora, el reloj marco la diez de la mañana del martes treinta y uno de enero, las puertas se abrieron y la gente comenzó a entrar, girando sus cabezas hacia cuanta foto veían y dirigiéndose a ella. Me di media vuelta y cerré los ojos, yéndome a sentar a otro lugar porque no quería ver la cara de la personas al mirar las fotografías, no deseaba saber que pensaban, que se les ocurría. En ese momento me arrepentí de haber dicho sí.
Así pasaron cuarenta minutos de las dos horas que se había predestinado para la exposición. Cuarenta largos y tormentosos minutos de ver -aunque no haya querido y haya hecho casi todo para evitarlo- el rostro de las personas que sonreían y movía sus cabezas en forma e asentimiento y fascinación al contemplar las fotografías que habían sido tomadas por mí. "Manuale dol proibito" estaba siendo un éxito que a la gente le gustaba por encontrar inspiración en aquellas imágenes a blanco y negro.
Alguien me toco el hombro y el corazón se me paro por un segundo. Me gire sobre mis talones y una chica de ojos grises me sonrió. El corazón volvió a su ritmo, decepcionado.
-Disculpa, ¿eres la autora? -me pregunto, mientras su mano izquierda sostenía una libretita.
-Si así podría llamársele, si -le devolví la sonrisa que antes me había dado.
-Hola, soy Natalie Robertson y trabajo para el periódico local -me ofreció la mano en saludo de presentación y yo la tome-. Debes de sentirte orgullosa de que tus fotografías están fascinando al todo el que entra por esa puerta y las ve, ¿no es así?
-Vaya, gracias -dije, tímida.
-En lo personal a mí me han encantado, pero ¿podrías decirme, porque el titulo? ¿Qué significa? Si no me equivoco es italiano, ¿verdad?
-Así es. Significa, manual de lo prohibido -dije, sintiéndome repentinamente incomoda, al no haber visualizado esto en el plan.
-T, ¿Por qué? -insistió.
-Bueno... -tartamudee, no iba a darle una explicación extensa ni platicarle de mi vida, solo dije lo primero que vino a la mente al pensar en Cameron-. ¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista del "no toques, ni codicies" pero que cada momento te incita más y más a... tenerlo.
Ella miro a su alrededor después de lo que yo había dicho y miro todas la fotografías de forma rápido. Después de sonrió.
-Ya entiendo -dijo-. Todo tu conjunto de fotos forma un manual de una sola cosa prohibida, ¿verdad?
Abrí los ojos ante la sorpresa de que ella haya realmente comprendido.
-Así es -dije.
-Gracias por responderme -me sonrió y volvió a darme la mano-. Ha sido un placer conocerte.
-Igualmente -respondí y luego la vi alejarse haciendo anotaciones en su libreta.
Me quede parada en el mismo lugar por un par de minutos, viendo hacia donde la muchacha de había ido y luego le regale un suspiro al aire.
-Credo di essere quello che ha vietato l'manuale. **
Mi corazón latió con fuerza devastadora y luego colapso de repente de forma teatral. Gire desorientada a fin de encontrar al dueño de aquella voz, sin saber si era solo una fantasía en mi cabeza o una alucinación de mi mente.
Pero allí estaba, incluso más hermoso que una proyección de mi cabeza, sonriéndome nervioso. ¡Era el! Las piernas perdieron su equilibrio y me temblaron, me quede estática. Me lleve la mano al pecho, solo para confirmar que mi corazón latía, porque yo sentía que había explotado dentro. No me percate del momento exacto en que mis lágrimas se desbordaron, ya que la vista se me nublo y toso se volvió solo siluetas borrosas. ¿Estaba respirando? Me obligue a recordar cómo se hacía, porque verdaderamente el aire había dejado de entrar a mis pulmones; y me limpie las lágrimas, esperando que mi vista se aclarara. Entonces volví a verlo, su hermoso y bello rostro lucia preocupado y el desasosiego pinto cada una de sus facciones.
-¿Cameron Tanner? -la voz femenina de una chica partió la escena pero no retire la vista empañada de Cameron, por temor a que desapareciera como si hubiese sido solo una alucinación.
Cameron miro a la chica y los ojos se le abrieron de par en par, desprendiendo un fulgor desconocido.
-Alejandra -musito, sorprendido.
Y eso fue todo, perdí la conciencia porque ya no resiste tener pies de gelatina y no podía ya obligar a mis pulmones a respirar. ¿Caí al suelo? O ¿Alguien me sujeto? Que más daba, y no contaba con la percepción de nada.
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TRADUCCION: ** Creo yo, soy el manual de los prohibido.
En multimedia, Alejandra Exnovia de Cameron.
Gracias a mi amiga Aleja, por permitir que su nombre y foto apareciera aqui.
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