El despertarse en una cama ajena Susie casi podía sentir la presencia de su amiga o algo mas, el solo pensar lo que a pasado estos últimos días hacía que ella misma se emocionara y hacía que su imaginación se alocara, tantas ideas y situaciones e imaginar el escándalo si fueran descubiertas.

Con solo pensarlo Susie ya tenía la cara roja y la respiración un poco agitada, la adrenalina disparada como si se hubiera tomado varias tazas de café, una emoción, un júbilo, si ella estaba enamorada pero tanto.

Bien después de lavarse la cara esta se puso a reflexionar, realmente su último romance fue... este .... no eso no contaba como romance — Era una época muy diferente — Susie se jactó consciente que ella solo ha estado casada con la responsabilidad, demasiado tiempo.

Solo un suspiro y se dejó caer de nuevo en la cama solo para estirarse y envolverse en esas sabanas era en parte exitante.

— Ya basta, aun tengo cosas que hacer — Susie tuvo que mojarse la cara nuevamente.

La verdad no tenía interés, solo un hechizo y el asunto resultó, tardó más en levantarse de la cama que resolver esa pequeña discusión, puede que tener esa reputación le ayudara tanto.

Si bien tenía tiempo era un momento a solas y la energía le sobraba casi tenía la tentación de ir con Betsy y darle un par de sustos, tal vez convertirse en una serpiente y arrastrarse por sus piernas o...

— Ya basta — Susie comentó mientras se reía levemente, cuando fue al baño para lavarse el rostro podía ver esa misma expresión una mezcla de alegría y júbilo y una pizca de de lujuria corría por su mirada.

— Tal vez eso explica la reacción de Alice — Susie pensó para sí misma — y esos rumores que me veo algo aterradora, pero bueno no es para tanto —

Los minutos pasaban y no tenía mucho que hacer y el dormir nuevamente no era una opción, sentía demasiada energía y esa ansiedad no la dejaba estar quieta.

Los minutos parecían horas, pero a la vez no quería irse de ese lugar así que después de unos segundos de dudas morales y éticas hizo lo que podría considerarse más pertinente, comenzar a ver las cosas de Betsy.

Comenzó con los cajones de su ropa, tenía cierto interés en conocer un poco sus gustos y por otros motivos más personales, aunque el material de investigación era poco.

Prosiguió con su ropero donde la selección de ropa además de su ya habitual traje de bruja predominaban algunas prendas viejas y un par de pantalones, nada fuera de este mundo.

Su cocina era exactamente igual que cualquier otra, si tenía unos cuantos dulces pero nada más interesante.

En su baño había algunos artículos interesantes y el origen de esa curiosa fragancia de su cabello.

Los libros no eran de su interés, al final era una bruja debería tener este tipo de cosas al igual que ella misma o Alice, pociones, venenos nada fuera del otro mundo.

Pociones, ungüentos, polvos de diferentes colores y una que otra nota en su área de trabajo, eso le recordó que ella misma había preparado esa loción de lavanda, el jetty ya estaba recuperado y un buen masaje no le caería nada mal.

No fue difícil para ella localizarlo e identificarlos, pues si su memoria no le fallaba con esa locion había pasado un buen momento.

— No esto debe ser solo de ambas — Susie reafirmó.

Así que no estaría mal intentar tener una reserva, las ideas surgen y tal vez podría usarlos en algún momento.

— Tal vez invadir su cabaña a la mitad de la noche — Susie pensó — O incluso un jabón con este mismo.. si es demasiado bueno —

Con esta idea en marcha se puso a revisar los apuntes y las recetas que podrían usarse en base al producto pues con una bruja tan experimentada como ella era fácil ubicar los posibles ingredientes, así como las formas en los que se podría utilizar.

Solo unos minutos fue suficiente para localizar los apuntes necesarios para recrear la loción de Betsy así como rastrear su origen pero cuando comenzó a encender el tipo de mezcla, el proceso y la necesidad de un objeto vinculante.

Susie dejó caer el libro, era algo que ella logró reconocer.

— No, no es posible Betsy no me haría esto — Susie comenzó a revisar con más cuidado los apuntes.

Los minutos pasaban y la emoción se convirtió en una chispa de desesperación, ella quería respuestas pues no podía creer que esto le estuviera pasando a ella.

— No esto no puede ser — Susie arrojó con fuerza el libro — No, no no —

Había encontrado todo, la fórmula, el proceso y la irreconocible droga maldita.

— maldita sea — Susie comenzó arrojar todas las botellas lejos de ella solo escuchando como se reventaban en la pared de la cabaña.

Lágrimas de odio y coraje se formaron en su rostro una mala y terrible combinación que se sentía en el ambiente e incluso muchos seres mágicos se comenzaron alejar de la zona a sabiendas de que algo terrible estaba por pasar.

Fue una fuerte explocion, la cabaña de Betsy había explotado, fragmentos de la misma se esparcieron a los alrededores dejando solo escombros de lo que una vez fue un hogar.

Los curiosos acudieron de inmediato, seres mágicos y uno que otro civil, e incluso Alice que ayudó a tratar de reconstruir pero residuos de magia inestable anularon cualquier injerencia de magia.

— Es peligroso alejarse del lugar — Alice señaló prácticamente alejando a todo curioso.

Después de una hora el lugar estaba acordonado y Alice trataba de averiguar que había pasado, cuando Betsy llegó se horrorizó por la situación.

— Susie estaba en mi cabaña, ella está bien? — Betsy comentó angustiada.

— No hemos tenido noticia de ella — Alice comentó — No puedo contactarla ella solo desaparecio, ni siquiera con magia para localizarla se puede encontrar —

— Tenemos que hacer algo — Betsy comentó preocupada.

— no se que tenias ahí pero exploto y dejo magia residual muy inestable — Alice señaló.

La preocupación lleno a todos los presentes, no sabían que pasaba y Susie estaba desaparecida.

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Desde que las brujas comenzaron a experimentar con la magia desde la antigüedad se desarrollaron muchas fórmulas y pociones, la mayoría para ayudar y bendecir a las personas mas necesitadas pero de entre todas ellas algunas brujas sin escrúpulos crearon fórmulas malditas pues como su nombre lo indica se usaron para malas intenciones.

Susie recibió esta plática de su madre.

A diferencia de un hechizo de control, las fórmulas malditas fueron usadas para someter, no solo el cuerpo, no solo la mente además la misma alma de la persona objetivo, una droga para obligar a su víctima hacer lo que fuera, lo más humillante y degradante que se te ocurriera y aun asi la víctima estaba convencida que es lo correcto.

La víctima podría llegar a tal punto que si le pedían su vida, está la entregaría convencida que era lo correcto, solo un esclavo sexual que sólo existiría para complacer a su amo.

Claro, para los seres sin magia un solo uso era absoluto, para los seres mágicos la dosificación debe ser fuerte pero para los más poderosos usuarios de magia no solo se necesitaría una dosificación fuerte, constante y permanente, se necesita convencer a la víctima que lo acepte que esta se someta voluntariamente.

Las brujas son resistentes a las maldiciones pero aun así pueden ser engañadas o manipuladas sólo así la droga maldita puede tener efecto en una de ellas.

Solo así puede alterar sus emociones, sólo así la puede convertir en un objeto.

Por sus terribles efectos esta poción o droga maldita conocida como la pócima del amor verdadero fue tratada como un tabú, como lo mas bajo y malo que una bruja puede hacer.