El vuelo al pequeño pueblo de Heardforde fue tranquilo, el cielo estaba despejado y no se presentó ningún contratiempo y en unos cuantos minutos ya podían ver los diferentes edificios de la pequeña comunidad.

Como siempre llegaron al café pero a diferencia de otros días donde solo seguían su camino, Susie tomó asiento y pidió una rebanada de pastel Betsy hizo lo mismo, no todos los días se tenía una oportunidad para disfrutar el día.

Los demás comensales e incluso la dueña de la cafetería estaba extrañada ver a estas dos tan tranquilas y en cierta forma le daba gusto las brujas se esfuerzan tanto por la comunidad.

No había cómo pasar un dia tranquilo y agradable por el pueblo y al menos para tranquilidad de Betsy su amiga no había comentado nada de lo sucedido el día de ayer y la verdad aun le inquietaba pues era un poco confuso, incómodo y hasta extraño como se dieron las cosas.

El pensamiento de Betsy fue interrumpido cuando su amiga la tomó de la mano y la llevó a una de las tiendas, esta simplemente le hizo una seña a la encargada, la cual comprendió de quien se trataba desalojando a un par de clientes y cerrando el lugar.

Al parecer a Susie le gustaba su privacidad, sobre todo cuando era necesario el cambio de ropas, en ese caso solía ser muy quisquillosa y la dueña lo sabía.

— Susie es bueno verte de nuevo y es un gusto que invites a Betsy, una oportunidad de oro para que conozca nuestra selección más reciente — La dueña comentó.

— Todo está donde siempre? — Susie comentó tranquila.

— Si como te gusta — La señora comentó.

— Lo de siempre, cobrate y agrega una propina hay mucho que buscar — Susie señaló.

— Gracias, las dejó solas y disfruten sus compras — La señora comento, encendió las luces y cerró el local.

— ¿Qué fue todo eso? — Betsy comentó curioso y algo sorprendida.

— Es una especie de acuerdo, me gusta mi privacidad y así evito que alguien más trate de imitar mi hermoso atuendo — Susie señaló mientras posaba.

El local era amplio, los pasillos de madera resonaban ante los pasos solitarios de este par, pero el objetivo de Susie era un cuarto que estaba justo en la segunda planta, el lugar era amplio mezclando colores claros con el entramado de los ladrillos de las paredes, una enorme alfombra afelpada con tres grandes espejos que permitían ver cada ángulo de la persona.

— Bien este es uno de esos lugares que no me gusta comentarles — Susie comento algo insegura — me tomo mi tiempo para comprarme ropa y bueno aquí estamos —

— o vaya el lugar se ve interesante — Betsy comentó mientras se acercaba a los espejos — Y buscas algo en especial? —

— Bueno— Susie se acerco por detrás de su amiga mientras la sujetaba de los hombros — Anoche me quede pensando —

Betsy comprendió y su cerebro se aceleró de uno a cien en fracciones de segundo — Susie, yo bueno no es lo que piensas, ayer pasaron cosas y .. y yo —

— Oye tranquila, respira — Susie terminó abrazando a Betsy por la espalda — Fue hermoso —

— Yo, no sé qué decir — Betsy comentó.

— escuché tu mensaje y me gustó la idea — Susie susurro a su amiga.

Betsy quería explicar un poco más las cosas pero Susie soltó el abrazo y comenzó a desabrochar los botones de la parte de atrás de su ya conocido traje de bruja.

Un pequeño beso en su cuello a Betsy solo le lanzó un leve escalofrío, ver como su ropa caía al suelo dejando solo a la vista su camisa blanca y su ropa interior que compartía el mismo tono.

La vista en el espejo dejaba ver el cuerpo nervioso de Betsy mientras Susie soltaba uno que otro pequeño beso en su cuello mientras sus manos desabrochaba lentamente cada botón de su camisa dejando al descubierto su vientre.

— Sabes, cuando llegaste a la isla sabía que tus costumbres eran diferentes e incluso formas de pensar y me daban algo de miedo — Susie comentó mientras le terminaba de quitar su camisa dejando solo a su vista solo su cuerpo semi desnudo— Cuando observe tu ropa interior por primera vez me escandalice, me llene de vergüenza y me preguntaba cómo algo tan pequeño podía ser si acaso legal —

Betsy quería responderle algo pero la excitación del momento la tenia solo temblando de la emoción.

— Pero te confieso, que no podía dejar de verlos — Susie le mordió un poco el cuello a Betsy, muy suave que solo hacía que su amiga tomara esa expresión tan linda.

— Me encanta como resalta tus caderas — La bruja pasó sus manos por las piernas de Betsy quien no dejaba de sentirse realmente avergonzada, pues podía sentir como sus manos le bajaban muy lentamente la trusa dejando ver en ese gran espejo como su ropa interior reflejaba ese pequeño brillos de la excitación de su amiga.

Las manos de Susie eran hábiles y sabía reconocer cuando Betsy se estremecía con solo el pasar de sus manos, por un momento tal fue la emoción que las fuerzas de sus piernas se doblegaron haciendo que esta se sentará en el suelo, le daba vergüenza admitirlo pero era demasiado y sin saber que Susie tenía un as bajo la manga.

— y anoche lo decidí — Susie le susurro mientras se colocaba frente a ella — Quiero que tu tambien me veas con esa misma pasión —

Betsy no entendía bien sus palabras, hasta que se acercó a ella de frente y se levantó la falda de su traje, descubrió sus rodillas y sus piernas y poco a poco iba subiendo la prenda hasta que revelo como no estaba usando ese viejo modelo, si no uno como el que ella usaba en esos días, una prenda que se repegaba a su cuerpo, resaltando las líneas naturales de Susie sujeta solo por unos pocos hilos que se aferraban a sus muslos.

Betsy no necesito mas explicacion y comprendió el mensaje así que se acercó directo a la entrepierna de Susie, podía ver de primera mano cómo su ropa interior apretaba su zona íntima, esta le bajó la prenda y con un suave movimiento acercó su rostro, con sus manos tomó los muslos de su amiga y sin dejarle actuar más esta comenzó a devorar sus labios, entre movimiento simples a juguetear con la lengua y chupando ocasionalmente hacían que Susie se estremeciera, esta en ocasiones sentia como se perdia y quería tomar distancia pero Betsy la tenia bien sujeta.

La bruja solo podía recargarse en su amiga mientras trataba de no colapsar ante la embestida de su amiga, entre la sensación de placer un repentino ataque de sus dedos entrando en ella, presionando una y otra vez los lugares más sensibles hacen que Susie no pudiera parlotear una sola palabra mientras le temblaban las piernas.

Solo podía ver con un placer culposo como en el espejo se reflejaba la escena, Betsy comiéndole hasta el alma, una imagen que no quería perderse.

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Varios minutos más tarde y un poco de limpieza con magia ambas brujas dejaron el lugar, ambas usando prendas que bueno desentonaba por completo con ellas, mientras Susie tenia una gran playera holgada con una bermuda, Betsy optó por un atuendo vaquero.

Ambas se divertían pues sabían que era solo el inicio de una serie de eventos cada vez más intensos.