Lo ocurrido en la noche anterior dejó algo aturdida a Susie, que más nada porque sabía que estaba mal y al menos a Betsy no la veía con otra perspectiva.

— No fue solo algo circunstancial — Se repetía a sí misma Susie mientras se veía al espejo — Solo estaba cansada, si solo eso —

Convencida de sí misma la bruja tenía que alejar esos pensamientos que la distraen y seguir con su rutina de todos los dias, solo miro el calendario y arrugo la cara — Bueno sera un dia con mucho trabajo —

Nuevamente el sol salía y ambas brujas estaban listas para cumplir con sus respectivas funciones, ambas montadas en sus escobas listas para atender las necesidades de la isla y su población.

La primera parada obligatoria era la cafetería de Hearthforde donde un café expreso y un capuchino estarían esperando a ambas, los encargados ya sabían con exactitud la hora que estas dos pasaban así que siempre lo tenían listo mas cuando sabían que Susie estaba de malas.

Algo que realmente enterneció a Betsy fue el hecho que no solo atendió problemas de los grandes grupos de seres mágicos, una vez al mes dedicaba parte de su tiempo para visitar aquellos pequeños desamparados, si bien la isla estaba protegida por la magia y esto ayudaba a cada ser mágico ninguno de ellos era exento del ciclo natural de la vida o accidentes que dejaran algunos pequeños incapacitados, desde un hueso roto, hasta situaciones más delicadas.

Una de las tantas cosas que Susie se permitía hacer era ayudarles a tener un día lleno de momentos agradable, que si bien Susie no tenía paciencia con los adultos, con los más jóvenes seres mágicos de la isla ya era otra forma de ser.

Nuevamente se repetía lo complicado del día, llegar a casa rendidos, era difícil a veces seguir el ritmo.

Susie solo se retiró pronto a su cabaña ella solo quería dormir o eso le dijo a Betsy.

Aunque el argumento de Susie era convincente Betsy aún dudaba y demaciado y lo noto en los siguientes días, nuevamente se puso de malas, volvió a su habitual modo gruñón y con solo dos días más estaba peor, su migraña había vuelto y por algún motivo esta la evitaba después de la jornada de trabajo.

Así que sé puso manos a la obra y el plan era simple interceptarla y ofrecer nuevamente su ayuda, ella había notado una gran mejoría y aun faltaba mucho para que su amigo jety se recuperara.

Betsy estaba acomodando las cosas cuando por un leve descuido tiró su loción recientemente creada — no puede ser, esto tarda horas en estar listo, lo bueno es que tengo de letras esencias — Betsy comentó resignada ante su descuido.

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Susie estaba por encerrarse cuando Betsy aparecio en su cuarto con diferentes botellas.

— qué haces aquí — Susie comento tratando de alejarse un poco.

— Ya me di cuenta Susie de lo que esta pasando — Betsy comento muy asertivamente — he visto como te ves estos días y se nota que tu migraña a vuelto y te da pena pedir ayuda —

— Amm no, es otra cosa, es.. — Susie no sabía qué usar para excusarse.

— Vamos somos amigas déjame ayudarte — Betsy nunca antes había estado tan convencida de poner un poco de sí para mejorar las cosas.

— Amm yo — Susie no quería pero la opresión de su amiga — ok—

Con algo de miedo Susie se volvió acomodar estaba evidentemente nerviosa y comenzó a temblar un poco cuando Betsy inició su masaje — Enfocate, enfocate, enfocate — Susie se repetía a si misma mientras Betsy Seguía con su habitual masaje.

— Vez que no era tan complicado pedir un poco de ayuda, comentó Betsy mientras repetía el mismo proceso — a la semana anterior.

— Si es... bueno— Susie se calmó un poco al percatarse que nada extraño pasaba por su cuerpo ni su mente.

— te encantarán estas esencias de lavanda y de rosas — Betsy señaló mientras masajeaba el cuello de su amiga quien ya se veía más calmada.

Al final Susie decidió calmarse un poco, efectivamente lo ocurrido hace poco solo fue un pequeño malentendido.

— definitivamente lo necesitaba, la migraña se ha ido — Susie comentó entre bostezos.

Betsy continuó con su relajante masaje hasta que se percató que Susie se había quedado completamente dormida, esto le pareció tan adorable, no la quería molestar solo la cubrió con su sábana y dejó su cabaña — que pases buenas noches Susie —

Los próximos dos días Susie fue complaciente y se dejó ayudar, Betsy estaba feliz de ayudarle a su amiga a sobrepasar tanto trabajo, al final ella estaba aprendiendo y poco se involucraba en los temas así que toda la carga era para Susie.

Aunque para ser honestos Betsy noto que había una gran y enorme diferencia de la primera vez que le dio el masaje a Susie, a pesar de usar diferentes tipos de lociones y aceites esenciales ninguno dio tan buenos resultados.

Tuvo que mentir un poco y tomarse un día libre, debía hacer más de esa posición y hacerla aun mejor que la primera vez.

Hay una regla simple en las pociones, la concentración de la misma puede alterar los resultados de esta, pero en este caso las instrucciones eran claras, para un efecto mucho mayor la dosis debería de aumentarse un poco, y Betsy estaba segura que todo saldra de maravilla.

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Si bien Betsy tenía poco en la isla, poco sabía de sus tradiciones y costumbres algunas de las cuales eran diferentes y más cuando eres el invitado de honor y es algo que Susie se había resignado desde hace años,

En esta ocasión los Sasquatch del monasterio tenían su peregrinación anual para agradecer la buena fortuna, claro, Susie fue invitada a tan majestuosa ceremonia, lo malo es que ella debería de acompañarlos a pies en todo su recorrido.

Betsy insistía en acompañarla pero Susie le pidió de favor que los siguiera en su escoba ella como bruja debería mantener un ojo desde el aire para evitar cualquier contingencia pues no era su primera peregrinación y siempre ocurrían cosas que requieren atención de los presentes.

Como si fuera un pronóstico esta peregrinación no estuvo exenta de accidentes, desde simples raspones, hasta leves deslaves que Betsy logró controlar con relativa facilidad, el esfuerzo fue mínimo, en cambio ya habian pasado horas y Susie literal estaba empapada en sudor y con una cara de cansancio tal que en cualquier momento se habría desmayado en el lugar.

Varios de los presentes se ofrecieron para llevarla cargando o en algún vehículo pero ella se negaba era para Betsy admirable la determinación de su amiga, paso tras paso por empinadas laderas, el esfuerzo constante de subir escalón tras escalón.

Para los Sasquatch era un momento especial, único de fraternidad, un leve esfuerzo para rememorar el camino tan complicado que han vivido.

Para Susie era el infierno, y tal vez la penitencia pero tenía que hacerlo, al final ella tenía una imagen que cubrir, sabía que estaría varios días indispuesta por el dolor, pero al final su orgullo era mucho mayor y no dejaría que una simple caminata la detuviera.

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Al llegar a su cabaña Susie no pensó demasiado y corrió a su regadera, con el agua caliente en la temperatura perfecta para limpiar toda suciedad, Betsy haría lo propio pero sin dudar demasiado fue con Susie, sabía que ella estaba fatal en estos momentos.

— Hola? Betsy comentó en voz baja pensando que su amiga podría estar dormida, en cambio estaba en su bata después del baño devorando unas palomitas mientras veía su novela — Pensé que podrías estar dormida, eso fue mucho ejercicio.

— es por las pociones esos energetizantes evitan el cansancio pero no dejan de lado el dolor del esfuerzo físico — Susie se jactó — no es mi primera peregrinación, sería vergonzoso terminar fuera de combate a la mitad del camino además que esperas pasa y acompáñame a ver la novela. parece que se pone interesante —

— Amm claro — Betsy comentó un poco más tranquila.

— y esos frascos? ¿son dulces? — Susie miró inquisitiva.

— Bueno es que se me ocurrió una idea — Betsy comentó con esa característica sonrisa suya y Susie la empezó a reconocer.