Hace muchos años en una isla lejana un aquelarre esperaba la llegada de su último integrante para cumplir una anhelada profecía, el dia llego y una nueva integrante conformó sus filas, las cosas no fueron tan satisfactorias, el momento llevo despedidas y momentos tristes pero que mas podian hacer mas que seguir esperando.

Para la mayoría de las brujas fue algo de volver a esperar, varía de ellas salieron a ver el mundo tal vez tener nuevos roles mientras la profecia se cumplia, solo tres brujas se quedaron en guardia la más experimentada Susie, la más poderosa Alice y Betsy la novata del grupo.

Cuando Betsy había decidido quedarse y aceptar ese lado que ella desconocía sabía que no era una tarea simple pero todo lo que ofrecía este nuevo estilo de vida estaba más allá de sus imaginación y una parte de ella quería experimentar.

Las tres brujas por lo general tenían una rutina predefinida, cada mañana al salir el sol las tres ya estaban preparadas tomaban su escoba y salían a visitar diferentes puntos de la isla, Susie normalmente lo haría sola pero ante la situación presentada era importante que las demás conocieran cómo se administraba la isla, así como las funciones de cada grupo y entablar una muy buena comunicacion con personajes clave para que todo saliera sin complicaciones.

— Por última vez — Susie señaló molesta a la reina lobo — No debes invadir el territorio de los yetis ellos se ponen demasiado nerviosos —

Alice y Betsy tomaban notas ante las grandes capacidades de liderazgo que manifestaba Susie, claro el 70% de su discurso era un poco agresivo pero era una forma de ella, no lo hacía con malas intenciones, simplemente quería mantener el orden y más cuando cada tipo y grupo importante de seres magicos residia en un espacio tan pequeño, literal podrías arrojar una piedra y estarás golpeando de uno a tres seres magicos asi que a la larga ambas brujas miraban con cada dia mas respeto la labor mediática de Susie.

Claro todo ese trabajo tiene consecuencias, estrés, cansancio, insomnio e incluso mal humor, Betsy aun se preguntaba si era parte de su naturaleza.

Claro Susie les enseñó a sus amigas formas creativas para sobrellevar el día, una visita a una piscina de monedas de chocolate, claro el chocolate hace feliz a cualquiera, pero una cantidad ilimitada de chocolate, por el bien de su condición física era un placer que solo debería disfrutarse muy de vez en cuando.

Otra de las estrategias clave era de disfrutar todo el día mirando sus novelas favoritas, acompañado de su sabrosa botana, últimamente la trama se volvía cada vez más interesante.

Y para finalizar el mejor descubrimiento de Susie antiestres, los mágicos dedos de su amigo yeti, tenía ese tacto único capaz de aliviar el estrés y la presión del dia con ese relajante masaje en el cuero cabelludo, los nudos del cuello se desacias cada vez que presionaba esos músculos tensados, en definitiva uno de sus descubrimientos favoritos.

Para Alice no fue placentero pues el yeti tenía algo de miedo por ciertos rumores sobre esta bruja y no se esforzó demasiado, así que esta bruja pensó en otras formas mejores de tener un agradable y placentero día.

Betsy estaba algo escéptica pero después de una sesión con el yeti comprendía el por qué Susie adoraba tanto a este chico de las montañas, sus preocupaciones simplemente se esfumaron ante los relajantes movimientos de sus manos.

Definitivamente aprender a mejorar su magia y ser una mejor bruja era algo viable e incluso placentero con todo a favor, Betsy si bien no era la más poderosa o sobresaliente de todo el aquelarre descubrió la facilidad que tenía aprendiendo y usando prácticamente sus pociones, su amiga Emma le había facilitado una enorme cantidad de pociones y recetas que probar y por supuesto esta estaba más que encantada.

En cierta época del año el aquelarre tendría que partir a recolectar materiales e insumos para su trabajo y atención de los habitantes de la isla, era una cosa de meses de viaje en escoba, lamentablemente Betsy aún no dominaba por completo el vuelo asi que decidio no acompañarlas ese año y Susie se quedaría manteniendo todo en orden la intención dejar que Alice tome el mando este año y aprenda a guiar a sus demás compañeras.

Todo parecía perfecto hasta que la desgracia sucedió.

— ¿Qué? como que no pudo venir? — Susie comentó molesta.

— Si, él se fracturó el brazo en un accidente y estará indispuesto por algunas semanas o meses — Un pequeño elfo comentó.

— Aaaahh, bien hazme un favor y mandale una canasta y algunos regalos, ya sabes anótalos en la cuenta, en cuanto tenga un poco de tiempo iré a visitarlo — Susie comentó resignada.

Susie no lo podia creer que su salvavidas emocional y físico estaba fuera de combate.

Betsy noto de inmediato la diferencia, en auto se enteró de lo ocurrido con su amigo yeti logró comprender este repentino cambio de humor de Susie.

en términos matemáticos fue un incremento del quince por ciento de gritos y mal humor de Susie, en esta ocasión acompañado de una migraña terrible y un cansancio brutal.

Literal no solo Betsy lo noto, casi toda la isla estaba aterrada de cometer ese pequeño error de hacer enojar aun mas a Susie, cosa que aumento un poco más la tensión entre los habitantes, así como en las labores del lugar era una especie de círculo vicioso y lamentablemente para Betsy solo podría observar impotente de no poder hacer nada.

En una de esas noches mientras revisaba los apuntes que Emma le había dejado, esta recordó de otras brujas de una loción con increíbles efectos relajantes pero era como un secreto uno tan secreto que ni Susie sabia de el, ella lo sabia por que una noche lo escuchó a escondidas.

— Bien creo que es hora de demostrarle a Susie que también puedo ser de ayuda — Betsy comentó para sí misma, pero donde encontrar dicha receta.

Betsy aprovechó que Susie estaba fuera y comenzó a buscar en los diferentes libros de sus compañeras, si bien era un poco invasivo era por un bien mayor.

En una de las cabañas no recordaba de quien era encontro una descripción más o menos adecuada a lo que buscaba ella solo esperaba que su compañera del aquelarre no se diera cuenta que había tomado uno de sus apuntes.

Betsy no comprendía cómo funcionaba en su totalidad y la descripción era algo vaga, una poción que se absorveria por la piel, cuyos efectos relajantes ayudarian hasta en los casos más extremos.

Aunque entre los ingredientes algunos eran algo exóticos.

— ¿Es necesario agregar un mechón en mi cabello? — Betsy aún tenía ciertas dudas pero hasta la fecha había hecho pociones más raras y con efectos aún más locos.

Después de unas cuantas horas de preparación y después de que el producto estuviera terminado ella decidió probarlo, tomo un poco de la famosa poción y se la aplicó a las manos, su consistencia era un poco aceitosa pero con una fragancia agradable.

— No hay efecto alguno — Betsy revisó los apuntes y decidió probar un poco más, se aplicó en el cuello, atras de la oreja, no podía negar que el olor era agradable y reconfortante.

— parece que es de... aromaterapia? bueno parece que podría ayudar — Betsy se sentía satisfecha, ahora tendría que convencer a cierta gata gruñona de relajarse un poco.