Querida Amiga:

Hoy descubrí que no fue Él quien me alejó de ti. Él solo creó la confusión y la tristeza. O tal vez, tal vez no fue así. Solo sé que fue mi culpa que te alejaras de mí, que te marcharas.

Recuerdo esa noche que finalmente comprendí que te habías ido para no volver. Te busqué en cada lugar de mi vida, en cada pequeño rincón en donde solías estar y no te encontré. ¿Dónde estabas, Clara? ¿Dónde estabas cuando te necesitaba?

Lo sé, siempre vuelvo a lo mismo pero necesito una explicación.

Hoy descubrí que estoy sola y que no sé pelear. El mundo cae sobre mis hombros con un peso que no puedo soportar y decido caer también. En el suelo, siento que ya nada puede levantarme. Grito y lloro tu nombre, buscándote. Trato de ser como tu, de volver a ser esa chica y no lo puedo lograr.

Hoy descubrí que solo hay dolor y angustia.

Vuelve que no entiendo cómo llevar mi vida desde que te fuiste.

Vuelve que no entiendo la vida.

Vuelve que hoy descubrí que no soy nada sin ti. 

Clara.