Cap. 9
Las cosas estaban tranquilas en la cantina cuando Karl entró y se dirigió con enojo a la barra, Israel lo miró como si nada y a él eso lo irritaba más.
—¿Qué te sirvo? —Le preguntó Israel ignorando que se le notaba el enojo.
—Vengo a exigirte que te alejes de los padres de Luna.
—Pudiera quedarme a platicar contigo sobre ese tema, pero estoy en horas de trabajo.
—Deja de hacerte el crédulo y afronta la realidad.
—Sino vienes a este lugar a pedir un trago te ordeno que te vayas.
—No me voy hasta que pelees conmigo golpe a golpe por el honor de Luna.
—En este lugar está prohibido la violencia.
—Sal detrás de la barra cobarde, porque tú siempre estás interrumpiendo peleas y ahora yo quiero pelear contigo.
—Te vuelvo a repetir que no se acepta ningún tipo de violencia porque aquí no es ningún lugar para duelos de peleas.
Karl se irritó al ver la reacción tan tranquila de Israel que quebró una botella para después irse contra él, pero no contaba con que Arath lo detendría y otro sujeto le quitó la media botella de su mano.
—Ni te atrevas a quererle hacer daño porque tiene quien lo respalde.
—Suéltame maldito borracho. —Exclamó Karl al quererse zafar.
—Lo siento aquí tú no mandas—le dirigió la mirada a Israel—¿Lo saco de la cantina?
—Si no es mucho pedir, por favor.
Arath llevó a fuera a Karl, Samanta confundida miró a Israel y reclamó.
—¿Te ibas a quedar sin hacer nada? Acabas de estar en peligro y te quedaste tranquilo.
—No es para que me reclames, cuando miré que quebró la botella iba entrar en acción como es mi trabajo todos los días, pero Arath me ganó en eso. —Samanta lo miró raro y le preguntó.
—Esto de ser pacífico ¿Te lo enseñaron tus padres?
—Lo tuve que aprender yo solo, en el momento en que las cosas con mis padres se empezaron a desmoronar. —Ella suspiró y le dio un trago a su tarro.
—As de ver sufrido bastante teniendo esa familia tan cruel.
—Solo te diré que fueron los tiempos más difíciles de mi vida, vivía pensando que tal vez amanecería muerto al día siguiente.
Samanta se puso a reflexionar sobre su vida y llegó a la conclusión de que, a diferencia de Israel, ella si había tenido una buena vida y se arrepintió de todas las veces que se quejaba de ella.
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