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Miedo a ser rechazado.

Para los que no siguen Tauro Zone (Vayan a leerlo, no sean ratas) En esta parte va a aparecer un personaje llamado Towa, que es una OC mía que funge como pareja de Hasgard.

Al ser ella una pitia y Regulus hijo de la líder de ellas, me es bastante lógico asumir que ella amaría a Regulus como si un familiar fuera. Y para los que leyeron su ficha, saben que deje como Headcanon que ella ayuda a Regulus sobre sus sentimientos por Mani.

Disfruten ~

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Por más que no le gustara, Regulus no podía evitar que muchos en el Santuario lo siguieran viendo como un niño algo pequeño. No decía nada pero estada consiente de ese hecho, no sabía siquiera como cambiarlo, y aunque en si no le molestada. En ese momento ese hecho le hacía sentir inseguro.

Todos los conocían por ser un hombre alegre, haciendo que en ese momento donde alguien le llegara a encontrar sea una evidencia en claro que algo atormentada la mente del joven leo. Suerte que todos estaban algo ocupados, en parte con sus respectivas parejas o sus respectivas tareas luego de guerra terminada. Regulus esperada que nadie viniera.

Sus ojos estaban nublados de tristeza, o incluso angustia, dominado por ese deseo de querer hacer algo pero el miedo lo tiene encadenado como un simple espectador cerca de uno de los coliseos del Santuario, mirando al fruto de los malos de sus corazón desde una prudente distancia, pensando de más lo que estada por hacer antes de que se le acabe el tiempo.

- "¿Por qué me tuve que enamorar de él?" - Pensó. Los 2 eran hombres a final de cuentas, sin contar que Manigoldo era conocido por tener un claro instinto y facilidad para el cortejo. A pesar de tener algunas malas mañas siempre era claro y caballeroso por igual. - "Tal vez ya tiene pareja"- Era una conclusión clara, la señorita Sasha les había dicho que si querían formar una vida más humana estaban en su derecho, Hades estada sellado ahora, luego de casi 30 años de guerra no lo verían por lo menos por otros 190 años.

Para sorpresa de todos, Cid fue el primero en aceptar, teniendo a la princesa Mine esperándolo. Después de todo, le había hecho un promesa al reencontrarse y descubrir que no estada muerta.

- ¿Regulus? - El santo de Leo se paró de golpe de su asiento, volteándose para ver a la mujer pelirroja y pareja del Santo de Tauro, sonreírle genitalmente, notando que algo le afectada.

- Ahhh... Towa... No te esperada. - Apenado no supo que decirle, esperada que no haya notado su estado facilitándosele fugarse de la situación. - Ahh... - Nervioso piensa en que decirle sin parecer grosero, notando esto la mujer empezando ella a hablar.

- ¿En qué piensas? - Empezó de forma cortes su conversación, acercándose a Regulus hasta sentarse junto a él, buscando hablar con él leo. Regulus suspiro, terminando imitando su acción y volviéndose a sentar.

- Ahhh... No sé... Como decirlo... - Tenía miedo de las reacciones que podían tener los demás al saber que le gustada Manigoldo, era un sentimiento que no sabía sobrellevar por lo tanto desde hace meses terminada callado en lo profundo de su corazón.

- Para verte con esa cara, debe ser algo importante para ti. - Poniendo sus manos cerca de su rostro menciono. - ¿Problemas del corazón? - Con una sonrisa picara menciono. - Hay muchos Santos que como tu ha logrado ganar contra peleas que parecen imposibles, pero los problemas de un corazón enamorado ni un dios puede contra ellos.

Riendo risueño el Santo de Leo sonrió, mejorando su semblante mirando detalladamente a la pitia.

- ¿Enserio?

- Hera será la diosa del matrimonio, pero el suyo nunca fue estable, Afrodita será la diosa del amor, pero ella nunca consiguió su amor verdadero más haya de lo carnal.

- ¿Enserio son así? - Repito la pregunta puesto a su incredulidad por su nulo conocimiento de los dioses a los que servían. - Supongo que debo estudiar más de ellos.

- No te pierdes mucho. Recuerda que muchos dioses no son precisamente almas puras como tú. 

- No son tan "puro" como creen. - Se quejo. No podía negarse a sí mismo que fue mucho tiempo lo que su propio odio a Wyern le dejo herido, ahora que su venganza estada completa podía ya respirar más tranquilo, solo queriendo olvidarse de todo su propio resentimiento y dejar eso como un mal recuerdo que logro superar.

- Eso no quita que seas un ángel de persona. - Cruzándose de brazos el Santo de Leo inflo las mechillas fingiendo indignación. - ¿Ya estas mejor? - La mujer quedo complacida al ver como Regulus sin darse cuenta del todo, estada recuperando su actitud normal. Solo faltada saber que fue precisamente lo que le hizo perderla.

- Ahhh... - Se le había olvidado. No sabiendo cómo responderle ahora, ya que, en sí, había logrado adivinar que tenía, ella lo conocía. - Creo.

- ¿Tenia razón? ¿Tu corazón fue cautivado por alguna doncella? - Con una mueca en el rostro Regulus termino con la vista cayendo al suelo.

"Doncella"

Ese era su problema, quedo enamorado de un caballero siendo él uno también.

- No me entenderías...

Esto le estada bando a la pelirroja una pequeña idea de lo que pasada por la mente de Regulus. Tenía que ser algo de puro carácter personal para que su reacción fuera de esta forma, ella sabía por palabra de Hasgard y Sísifo como Regulus quedo afectado por los sucesos de su padre, era un muchacho que sabia congeniar y llevarse bien, como a Sísifo no le pasada nada fuera de lo normal ni tenía pareja aun, debía ser un problema con su propio corazón.

Debía pensar en sus palabras.

Hasta que algo hizo click en su mente, pero lo mejor era ser sutil.

- Regulus. - Poniendo su mano en su mentón hizo que el menor la viera a los ojos, sonriéndole. - En toda la conversación, me has dejado claro que tu problema es que no sabes cómo actuar ante lo que sientes. Puedo ayudarte si quieres.

- Yo... No sé como... Me va miedo porque no quiero ser rechazado tampoco.

- Si el dios Apolo pudo declararse a un joven muchacho y ser aceptado, ¿Por qué tú no puedes ser aceptado? - Los ojos de Regulus se abrieron en par en par al escuchar eso, parpadeando incrédulo a lo que escuchada. ¿Tenía una oportunidad entonces?

- ¿Si se puede tener una relación entre 2 hombres? A mi... - Ya estada siendo muy obvio, al escuchar eso solo se armo de valor para admitirlo frente a la mujer. - A mí la verdad me gusta Manigoldo, pero... No quiero que me termine viendo con malos ojos. Por eso he preferido callarme. - La mano de la pelirroja se fue a su hombro, abrazando al santo de leo de una forma casi fraternal. Regulus sentía ese gesto reconfortante. 

- No puedo predecir el futuro en ese momento, no puedo darte la seguridad de cómo saldrá todo, pero si te puedo asegurar que Athena no desmerita los sentimientos de amor solo por ser ambos del mismo sexo. No eres el único que paso por esta situación. Inténtalo, estaré para darte apoyo.

- ¿No soy el único? - De lo que pudo comprender esas palabras, ahora preguntándose quienes otros en la orden de Athena estaban como él.  - ... ¿El me querrá? Ósea; Si bien, soy el más joven entre todos en los 12 templos, nunca pareció querer tratarme como un niño... - Podría rechazarlo por eso. Aun  no sabia si él estaría de acuerdo con lo que siente. 

- He escuchado que está interesado en conseguir pareja. - Era obvio. - Vamos. - le ofreció su manos al Santo de Leo para pararse aunque este la negó.

- Buscare decirle, pero si no te molesta, quiero hacerlo solo. Me pondría incomodo tener a varios viendo.

- Esa confianza me gusta. Sé que serás capaz; mientras estaré con Hasgard, estoy considerando darle una sorpresa. - Guiando el ojo al Santo de Leo sonrió como cual niño haciendo una travesura antes de irse, dándole una idea al Leo sobre eso.

Regulus suspiro, buscando alentarse a sí mismo, detallando una ultima vez al Santo de Cáncer, sonriente e intranquilo en sus actividades. Su plan seria esperar a que Manigoldo se desocupará y regresar a su templo, invitarlo y hablarle. Ya que, no quería verlo con ninguna chica, no quería perder la confianza y seguramente la poca oportunidad que tenia al ver algo que no quería.

Pero, para su sorpresa la mujer pelirroja ya le había echado una mano.

- Vaya, que sorpresa que me invitaras pequeño rey. - Diciendo esto el Santo de cáncer entro al templo de Leo unos poco minutos despues de que Regulus regresara, sonriendo ampliamente ante la petición de la Pitia sobre visitar de su amigo pero sin saber precisamente que quería. - ¿Pasa algo? - Los ojos de Regulus estaban abierto de par en par, sonrojado y casi mudo.

- No... Te esperada... - Logro articular. No sabía qué hacer ahora.

- ¿Enserio? Me encontré con la mujer del torito, me hizo unas preguntas antes de decirme que necesitadas verme. No te negare que se me hizo raro. - Explico. Regulus quedo más mudo de lo que ya estada, no esperada que Towa fuera capaz de esto, pero de cierta forma lo agradecía. - Aquí me tienes. Debe ser importante. - Sonriendo ampliamente le entrego su atención al Santo de Leo, que, algo tímido le ofreció entrar al templo hasta una cocina que había en este.

- Bueno... No sé cómo empezar esto ¿Qué tanto te pregunto Towa?

- Cosas sobre nuestra amistad, como el hecho de que tanto te aprecio siendo tan diferentes, y varias de esas cosas. Se me hizo raro, pero creo que entendí cuando me dijo que te viera, tú sabes que de verdad te aprecio, eres de los amigos más cercanos que tengo aquí.

- Gracias. Tú también eres importante para mí... Ahm... ¿Estas saliendo con chicas no?

- Si, como varios ya tienes unas mujeres en mente, quisiera aprovechar que estaré libre y conseguir pareja. ¿Estás interesado?

- Ahhh... - Su cara quedo roja, creyó que se había dado cuenta de lo que sentía por él y le estada coqueteando, sin saber cómo reaccionar correctamente aprovecho esto. - Si... - Lentamente dijo pero para su desgracia eso no era a lo que se refería cáncer.

- Pequeño picaron. De aseguro habrá unas chicas de tu edad en el pueblo interesadas, dime y te ayudo.

- Ahhhh... ¡No me refería a eso! - Bueno, ahora sí que Manigoldo no entendía nada. Sorprendiéndose ante ese grito quedándose mirando en duba a su compañero. Empezándose a preocupar por su amigo.

- ¿Te pasa algo? En lo poco que llevo,  estas totumeando mucho. Hasta pareces muy nervioso.

- Es que... - Ya. Solo se callo y suspiro, apretando fuertemente los puños queriendo liberar todas sus dubas. No podía dejar que sus nervios se lo comieran vivo, muy rara vez en pelea se sintió así. Siempre mostro con orgullo su poder, el sabia como lo miraban y si quería que Manigoldo en ese momento lo viera como un hombre a quien pudiera amar, no podía estar comportándose así. - No sé cómo decirlo. Porque puede sonar raro, no quiero que te apartes de mí, o dejes de hablarme. - Manigoldo parpadeo confundido. 

- Hey pequeño rey, yo no te dejaría de hablar. ¿Qué pasa?

- ¿Te parezco lindo? - Otra vez, Manigoldo parpadeo algo desconcertado, pero honestamente respondió.

- Eres hermoso. No me son indiferentes los hombres, por eso diría que, tienes un aspecto único que tanto dentro como fuera del Santuario pocos hombres tienen. -  Sonriendo con algo de arrogancia el santo de cáncer termino parándose de la silla hasta quedar cara a cara con el Santo de Leo buscando verlo a los ojos. - ¿Tú me consideras apuesto?

- Varonil, atractivo, un poco descarado pero eso no me desagrada. 

- Me alegra ver que un chico como tu piense eso. - Manigoldo estada ya seguro de porque de la actitud de Regulus en ese preciso momento, despues de todo él tenia mucho experiencia en relaciones, Regulus no. No le fue dificil armar cabos, pareciéndole hasta lindo cuando sus mejillas se tiñeron en un ligero color. Regulus buscada que decirle, pero cuando estada por hablar la mano de Manigoldo lo callo. Sonriéndole. - ¿Puedo abrazarte? - Dijo para ofrecerle sus brazos, apegado a Regulus contra su pecho al aceptar, complacido y sonriente. Debía esperarse que alguien con experiencia como él, sepa las señales que no sabia como ocultar.

- Te amo.

- Sabia que era eso. - Entre dientes rio, soltando el cuerpo de Regulus para verlo a los ojos, aun sosteniéndolo de la cintura. - Nunca me espero que me vieras con esos ojos.

- ¿Tan inesperado es? - Cuestiono. - Lo siento. Genuinamente me gustas desde hace tiempo pero como los 2 somos hombres, como soy un poco joven, siempre pensé que me rechazarías o me verías con malos ojos.

- No te vería de esa forma. Como dije, si bien salgo más con chicas nunca he tenido problemas con salir con hombres. - Acariciando su rostro le dijo, detallando su expresión tras esa acción. - Aunque te tengo que admitir que fuera del santuario es otro cuento.

- Um. Eso es verdad... No sé si entonces preferirías...  - Cuando estada por preguntar, el cangrejo prosiguió.

- No lo digo para mal, no me importa que lo piensen allá afuera. Y como dije, estoy buscando pareja.  ¿Te interesa que tengamos un par de citas los 2 solos? Tu eres un gran muchacho despues de todo. 

- ¡Claro que sí! - No desaprovecho y se le lanzo en brazos otra vez, sonriendo jovialmente, incluso queriendo besarlo, pero se contuvo, no quiso ir mucho más rápido o cometer un paso imprudente. Aprovecharía la oportunidad que Towa le ofreció.  

- Te prometo que estas en buenas manos. - Coqueteo acariciando ambos lados de sus hombros, pegando su frente con la suya. 

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Extra.

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La vista del Santo de Tauro en los últimos días no pudo evitar percatarse de lo entusiasmado que estado el Santo de Leo, yendo de acá para allá muy regularmente acompañado del Santo de Cáncer, ambos sonrientes acompañados uno del otro. Si bien sabia de la amistad que normalmente tenían esos 2 desde hace unos años, le parecía curioso como desde hace unos días su tiempo junto empezó a aumentar enteramente al punto que uno estada muy metido en el templo del otro donde la expresión en el rostro de Regulus era una felicidad imborrable.

Seguramente Sísifo ya se había percatado.

- ¿Son lindos no te parecen?

- ¿Uhm? - La presencia de la mujer pitia saco de su ensoñación al toro, sorprendiéndose cuando esta se le acerco por la espalda, regresando al segundo templo. - Ahmm... ¿Quienes?

- Regulus y Mani, quise visitar a Albafica y cuando estada de regreso los vi a los 2. ¿No te parecen lindos juntos?

- ¿En que sentido? Esos 2 son una combinación extraña, lo bueno es que nada malo ha pasado. - Hasgard no era tonto y conocía a su novia. La expresión en su rostro mientras pasada su mano por su cabello le decía que algo había hecho. - ¿Paso algo de lo que no me entere? - La contraria se encoge de hombros.

- ¿Me acompañas? - Cambiando de tema, le pidió. El toro torció las cejas, aceptando pero aun con eso, pensando en como volver indagar en el tema.

- ¿Qué tienes planeado? - Pregunto, sonriendo de medio lado acercándose a la mujer para cargarla sobre su brazo mirando a sus ojos.

- Tu atención un momento. - Simplifico.

- ¿Segura? Porque ese cambio de tema tan rápido que tuviste me parece raro. ¿Qué paso entre esos 2?

- Nada, pero... Digamos que había notado a Regulus triste sobre su relación con Manigolo, y les ayude.

- No me digas que... - Se quedo en blanco. Su expresión era un poema, era una imagen mental que aun le costaría procesar.

- No. Creo que aun no, pero vales tiempo que están cerca.

- Hablare con los 2, más que nada con Manigoldo luego. - Mejor él que Sísifo. Si bien, el santo de Sagitario nunca fue en extremo posesivo sobreprotector con Regulus, donde se entere de esto puede que no lo tome bien. Nada bien...

Cosa que la mujer acepto. Pero aun con eso, se permitió robar la atención de su pareja un largo rato. Muy seguramente, Regulus en este momento acompañado de quien, seguramente dentro de poco seria su pareja en todo el sentido de la palabra.   

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